El sol azteca puede perder un par de delegaciones a manos de Morena, y la división del voto de izquierda abre paso a triunfos de PRI y PAN
CIUDAD DE MÉXICO (CNNMéxico) — El
arribo de Morena a la arena electoral y la división de los votos de la
izquierda, que puede terminar favoreciendo a otras fuerzas políticas,
amenazan la supremacía del Partido de la Revolución Democrática (PRD)
en el Distrito Federal, su principal bastión.
Desde 1997, que los capitalinos votan para definir a sus autoridades
locales, el PRD ha ganando todas las elecciones de jefe de Gobierno,
más del 80% de las jefaturas delegaciones disputadas en los comicios
celebrados en 15 años y, excepto de 2000 a 2003, ha mantenido la
mayoría de los diputados locales en la Asamblea Legislativa (ALDF).
Cuando en las elecciones anteriores los aliados de izquierda del PRD
—Partido del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano— no fueron en alianza
en las delegaciones y postularon a sus propios candidatos, fueron poco
competitivos y no consiguieron —salvo en 2009— arrebatar el poder al
PRD.
Pero en esta elección, cuyas campañas proselitistas inician este
lunes, se espera que Morena dé batalla por lo menos en un par de
demarcaciones, dicen analistas consultados.
"Lo que vemos ahora es el surgimiento de una oposición de izquierda
en una ciudad que se inclinó por la izquierda al menos desde los años
80 e incluso antes. El PRD está perdiendo terrero no tanto porque lo
esté ganando el PRI o el PAN sino que se trata de una competencia de
izquierda a izquierda", explica a CNNMéxico Silvia Gómez Tagle,
investigadora del Colegio de México (Colmex).
Más alla del "tropezón" electoral del año 2000 —cuando el Partido
Acción Nacional (PAN) estuvo a un punto porcentual de vencer a la
izquierda en la elección de jefe de Gobierno y obtuvo dos distritos
electorales más que el PRD— este partido ha mantenido su hegemonía en
la capital de la República.
Incluso en la más reciente de 2012, su candidato a jefe de Gobierno,
Miguel Ángel Mancera, sacó el mejor resultado en una elección de este
tipo, con más del 63.5% de los votos, pero tres años después el
panorama luce diferente.
"No habrá un partido que obtenga más del 35% o 40% de la votación.
Ningún partido se llevará esos umbrales tan amplios como antes",
pronostica Nicolás Loza Otero, investigador de la Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
El PRD llega a estos comicios no solo sin el "factor AMLO" —Andrés
Manuel López Obrador, su candidato presidencial en 2006 y 2012, se
separó del partido y fundó el propio, Morena— sino con él en contra y
sin ninguna figura de este peso para compensarlo.
"Lo que no sabemos es hasta qué punto puede haber una transmisión
completa de la imagen y la confianza que López Obrador genera", acota
el coordinador de investigación y desarrollo de la consultora Gabinete
de Comunicación Estratégica (GCE), Adrián Villegas.
Aunque el consultor en marketing político Seymur Espinoza
considera que Morena no tendrá el arrastre esperado por sus seguidores,
estima que el nuevo partido logrará competir con fuerza en Cuauhtémoc,
con su candidato, Ricardo Monreal, y en Iztapalapa, con Clara Brugada.
"Si el PRD pierde Iztapalapa, es la tumba del partido", considera el
también catedrático del área de metodología de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM).
PRI y PAN: la otra competencia
Poco más de la mitad de la población (55%) considera que el Distrito
Federal no está caminando como debiera y percibe un problema grave de
inseguridad, lo que puede derivar en que la gente opte por un
cambio, de acuerdo con un estudio del GCE citado por Villegas.
Así, el PAN y el PRI podrían ganar terreno si los votos se fraccionan entre Morena y el PRD.
"Es un escenario muy terrible para la izquierda si los votos se
llegaran a fraccionar casi en partes iguales, porque los hará débiles
en aquellas delegaciones donde el triunfo del PRD fue por pocos miles
de votos", abunda Villegas, del GCE.
El PRI estaría peleando hasta en cinco demarcaciones: Cuajimalpa,
Milpa Alta, Xochimilco, Tláhuac y Magdalena Contreras, según el
diagnósticos de Espinoza y su consultora, en tanto que Acción Nacional
podrá ser competitivo en Benito Juárez y Miguel Hidalgo.
Delegaciones como Benito Juárez, Cuajimalpa, Miguel Hidalgo, Álvaro
Obregón y Azcapotzalco ya han sido gobernadas por el PAN, mientras que
el PRI ya tuvo en su poder a Cuajimalpa y Milpa Alta.
Los dirigentes capitalinos del PAN, Mauricio Tabe, y del PRI, Mauricio López, dijeron a CNNMéxico que la fragmentación de la izquierda los favorecerá y que al PRD "se le agotó el proyecto".
Nuevos actores, más competencia
La incursión de 12 candidatos independientes, ocho de ellos
aspirantes a una jefatura delegacional, y otros dos partidos de
reciente creación, Encuentro Social y Humanista, harán todavía más
competitivas estas elecciones.
De las opciones independientes destaca Arne aus den Ruthen,
candidato a la jefatura delegacional de Miguel Hidalgo, quien ya
gobernó la demarcación de 2000 a 2003.
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