"Si hay un acto de corrupción en la Presidencia, no se puede quedar", dijo.
Foto: Facebook CNN
Jorge Ramos aprovechó la cena de gala de la revista TIME -publicación
que lo eligió como una de las 100 personas más influyentes del mundo-,
para hablar de los presos políticos en Venezuela, de los inmigrantes en
Estados Unidos, y también del caso de la periodista Carmen Aristegui y
su equipo, despedidos unos meses después de revelar la existencia de la
casa blanca de Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera, valuada en 7
millones de dólares, la cual está a nombre de un contratista del
gobierno federal.
En entrevista para Aristegui CNN, consideró que “es
increíble que en México cuando un grupo de periodistas, del que tú
(Carmen) formas parte, denuncian corrupción en las más altas esferas
del gobierno mexicano, quien renuncia no es quien comete el acto de corrupción sino que obligan a los periodistas a dejar su trabajo y eso había que denunciarlo”.
“Hay pocas veces en que logras atraer la atención del mundo y esta era una de esas oportunidades… quería aprovecharlo”, comentó.
“Y el mensaje es clarísimo: si el presidente Enrique Peña Nieto es culpable de corrupción tiene que dejar el puesto, no hay de otra”, subrayó.
Ramos aseguró que si en Estados Unidos, Michelle Obama hubiera
financiado su casa con un contratista en el gobierno, Barack Obama no
estaría en la casa blanca (de EU) en estos momentos.
“La esposa del presidente Angélica Rivera está financiando en estos
momentos una casa por parte privada y estos contratistas del gobierno
están recibiendo millones de dólares en contratos”, señaló.
Además, apuntó que “el presidente Enrique Peña Nieto compró casa en
Ixtapan, en 2005, a contratistas que ganaron millones de dólares en el
Estado de México y actualmente”.
“Eso es corrupción, es un conflicto de intereses, y si se comprueba
que cometió un acto de corrupción, tiene que renunciar, no hay otra”,
insistió.
El periodista rechazó que su mensaje -como dicen sus críticos- forme
parte de alguna conspiración, y aclaró que no forma parte de ningún
partido político, ni está aliado con ningún líder político en México,
ni responde a ningún candidato, y tampoco es una obsesión personal.
“Soy sencillamente un periodista mexicano que no quiere que en su país haya un presidente corrupto”, mencionó.
Ramos calificó como un insulto a la inteligencia la designación de
Virgilio Andrade por el propio Peña Nieto para que investigue el tema
de las casas: la de él, la de Rivera y la de Luis Videgaray en
Malinalco.
El periodista comentó que quien debería hacer la investigación independiente es el Congreso de México.
Refirió que el artículo 86 de la Constitución indica que el cargo de Presidente de la República sólo es renunciable por causa grave que calificará el Congreso de la Unión, ante el que se presentará la renuncia.
“Pregunto: ¿es causa grave que se acuse al presidente de México de
corrupción? Es muy grave. Es causa grave que se acuse de corrupción
también a su esposa, o a uno de sus secretarios por supuesto. Es causa
grave las masacres de Ayotzinapa; es causa grave lo ocurrido en Tlatlaya; es causa grave lo ocurrido en Apatzingán;
es causa grave que desde que el presidente de México llegó al poder
hayan muerto más de 37 mil mexicanos, por supuesto que todo es causa
grave y le corresponde al nuevo Congreso mexicano, que tenga el coraje
y valentía de hacer lo que este Congreso no se ha atrevido a hacer”,
expuso.
Recordó que este no es el México de 1968, de Excélsior, de
Tlatelolco, este es un México donde los jóvenes, los periodistas, están
hablando.
“Aunque el presidente, Los Pinos, quieren callarnos, no nos pueden calar”, aseguró.
Abundó que si el Congreso en México y los políticos de oposición no están actuando, “nos toca a nosotros los periodistas”.
Y lamentó que el presidente EPN no ha dado una sola entrevista a un periodista independiente desde que llegó al poder.
Frente a graves acusaciones, continuó, no da explicaciones, y hay simulación.
“Se queja de que no le aplauden y no vemos las buenas noticias,
bueno lo que está ocurriendo es que hay una gran corrupción, en los
altos niveles”, aseveró.
Ramos rechazó que, porque no le conviene al sistema, EPN continúe en
su cargo: “No veo por qué los mexicanos tenemos que aceptar la
corrupción”.
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