Caravana Nacional por la Defensa del Agua, el Territorio, el Trabajo y la Vida en su recorrido por Puebla.
Foto: Víctor Hugo Rojas
|
COLIMA,
Col. (proceso.com.mx).- El presidente Enrique Peña Nieto ha sido
insensible a los problemas de las comunidades indígenas del país, “por
eso andamos aquí, porque no nos han escuchado”, dijo César Cota
Tórtola, capitán de la Tribu Yaqui de Loma de Guamúchil e integrante de
la Caravana Nacional por la Defensa del Agua, el Territorio, el Trabajo
y la Vida.
En entrevista durante su participación en una marcha por las
principales calles de esta ciudad, el dirigente indígena comentó que a
lo largo de su recorrido por diversos estados, la caravana ha
encontrado muchos casos de injusticia contra los pueblos originarios
del país.
“Pensábamos —añadió César Cota— que éramos los únicos que sufríamos
el pisoteo de nuestros usos y costumbres, así como los derechos que
como mexicanos tenemos, pero ya nos dimos cuenta de que en todos lados
hay comunidades que están padeciendo el despojo de su agua y de su
territorio”, refirió.
El propósito de la caravana, integrada por cinco contingentes que
desde el pasado 11 de mayo recorren el país, es visitar 75 localidades
de 23 estados de la República para concluir el día 22 con una
concentración en el Distrito Federal en la que serán incorporadas todas
las demandas recogidas a lo largo del trayecto.
Convocada por la Tribu Yaqui de Sonora, con el apoyo del
organizaciones sociales, la caravana se ha pronunciado contra la
privatización del agua, las reformas laborales y el despojo del
territorio a través de megaproyectos como presas y acueductos, además
de mantener las demandas de la presentación con vida de los 43
normalistas desaparecidos de Ayotzinapa y la liberación de Mario Luna
Romero y Fernando Jiménez Gutiérrez, voceros de la Tribu Yaqui.
A su llegada al estado de Colima, la comitiva visitó la comunidad
nahua de Zacualpan, donde sus integrantes tuvieron un encuentro con el
Consejo Indígena por la Defensa del Territorio de Zacualpan (CIDTZ).
En este lugar, los visitantes explicaron los motivos de su
movilización y los lugareños los pusieron al tanto de la lucha que han
sostenido desde hace más de un año contra el proyecto de explotación de
una mina de oro, plata, cobre y manganeso, que pondría en riesgo un
manantial que abastece de agua a alrededor de 300 mil habitantes de la
zona conurbada Colima-Villa de Álvarez.
De acuerdo con Martín Peña Guzmán, miembro del CIDTZ, el encuentro
entre indígenas yaquis y nahuas, realizado en el patio de un domicilio
particular, incluyó un emotivo ritual de bienvenida y concluyó con una
serie de abrazos solidarios entre los participantes.
La reunión, sin embargo, fue infiltrada por tres policías estatales
vestidos de civil, que tomaron fotos y grabaron parte del encuentro,
pero al ser descubiertos fueron expulsados del lugar, en tanto que
algunos habitantes molestos por el espionaje arrojaron objetos contra
los vehículos en que se trasladaban los agentes gubernamentales.
En la marcha realizada posteriormente desde el parque de la Piedra
Lisa hasta el Jardín Libertad, los miembros de la Tribu Yaqui fueron
acompañados por habitantes de Zacualpan, así como integrantes de
organizaciones sociales como Bios Iguana, Sindicato Mexicano de
Electricistas (SME), Sindicato Independiente de Trabajadores
Universitarios (SITU), entre otras.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario