La calidad de la educación primaria en México se encuentra por debajo del promedio de la mayoría de los países.
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En
nuestro país, los poderes fácticos difunden contenidos a través de
medios de comunicación que les son afines, desarrollados para someter a
quienes los ven, o a quienes consumen los productos que anuncian, a
ciertos tipos de conducta que son aceptados por una sociedad a la que
no le interesa la educación.
Este mismo grupo de élite financiera –que no intelectual-, es el que
en el año 2012 impulsara y promoviera la Reforma Educativa, llevada al
Congreso de la Unión por Enrique Peña Nieto, quien desde su arribo a la
Presidencia del país ha servido a ese sector, y ha cometido recurrentes
desaciertos durante sus discursos y apariciones públicas, en donde deja
claro que carece un nivel educativo significativo y, por ende, que el
grupo al que respalda en realidad no le interesa el tema.
¿Cómo lograr que las alumnas y alumnos del país logren poner
atención por más de unos segundos o que comprendan una lectura, cuando
es más sencillo disfrutar de contenidos para los que no se necesita
razonar o pensar? ¿Cómo lograr que se interesen por adquirir libros
cuando es más importante comprar y consumir los últimos artículos de
novedad? ¿Cuándo fue la última vez que usted, lector, vio un anuncio de
librerías en la televisión o lo escuchóen la radio?
¿Cómo lograr que entiendan que apostarle a una educación es su mejor
garantía para un buen futuro, a pesar de la enorme tasa de desempleo?
¿Cómo hacer entender a las niñas, niños y adolescentes que la ciencia
es importante si la radio y televisión difunden fanatismos y creencias
que ya han costado que miembros del sector más joven de nuestro país
recurra a suicidios en espera de milagros? ¿Cómo fomentar el trabajo y
la solidaridad, si la radio y la televisión difunden la violencia y el
desarraigo nacional en la gran mayoría de sus contenidos?
Pero los culpables del fracaso educativo, según los partidos
políticos del Pacto por México (PRI, PAN y PRD) son las maestras y
maestros. Siempre lo son, en cada sexenio, el presidente que llega al
poder afirma que los logros escolares no son determinados por el medio
social y cultural en el que viven nuestras niñas, niños y adolescentes.
No es la escuela la que determina hasta dónde pueden llegar quienes a
ella asisten, es la sociedad, en su conjunto, la que viviendo en un
ambiente ideal (social, cultural y económicamente estable)
determinaráhasta dónde pueden llegar.
De ser cierto lo que se aprobóen 2012, bajo la promesa sublime de
una mejor educación, y ante la actitud ruin de los partidos del Pacto
por México y sus compinches, los niveles educativos en nuestro país
deberían tener un avance significativo a la fecha, pero no es así.
La calidad de la educación primaria en México se encuentra por
debajo del promedio de la mayoría de los países, según revelóel Reporte
de Capital Humano del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en
ingles).
El informe ubica a nuestro país en el lugar 102 de 124 países en la
medición de la calidad de educación en escuelas primarias, indicando
que las carencias de la educación que se ofrece a la población de menos
de 15 años impacta también el crecimiento económico del país.
Evaluando 46 indicadores de 124 países, concluyóque en México la
calidad de la educación es carente, principalmente en matemáticas y
ciencias.
El estudio mide el nivel de desarrollo de los países en relación con
la educación y el empleo. En el índice global, México se sitúa en la
posición 58 y es el cuarto país de América Latina, después de Chile,
Uruguay y Argentina, en la tabla de resultados.
¿Ha cambiado en algo la educación en nuestro país después de la
Reforma Educativa? La respuesta es un rotundo no. De ser así, los
índices educativos habrían mostrado avances en los estados en donde la
reforma se implementósin contratiempos, pero no es así, por lo que
dichos resultados tampoco se ven reflejados a nivel nacional.
Esto proviene de que la reforma constitucional en materia educativa
no tomóen cuenta los factores socioculturales que determinan la vida
escolar y sus resultados, aún a pesar de que esos factores son
producidos por los principales impulsores de la modificación legal.
No hizo una crítica de las políticas educativas de años pasados, ni
considera los daños que ha ocasionado la prueba Enlace o el “Acuerdo
por la calidad educativa”. La reforma educativa continuócon el proceso
de responsabilizar sólo a las maestras y maestros, acusándolos de ser
el factor más relevante del aprendizaje.
¿Por quéla reforma educativa no se vinculócon la reforma en
Telecomunicaciones? ¿Por quése evito que en materia de
telecomunicaciones se diera un carácter privilegiado a los contenidos
culturales?
El nuevo Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación
cuenta con la gran ausencia de maestros, estudiantes, madres y padres
de familia y en su estructura por supuesto no hay espacio para que
todas estas figuras, con intereses legítimos, pero constantemente
ignoradas por uno y otro gobierno.
La reforma estáfuera de lugar, nunca desde la Constitución se
debiópermitir que en la máxima ley de nuestro país se introdujera con
justificaciones educativas una reforma laboral, diseñada para controlar
al magisterio independiente, el mismo que síentiende que el cambio
educativo proviene de una modificación social en conjunto, y no sólo de
reducir los planes de estudio y libros de texto los temas suavecitos
para el gobierno.
Como ha sucedido desde hace más de cinco décadas, la educación se ha
vendido en el centro de los discursos políticos en busca de votos o
legitimidad, intentando explicar la situación del país con la falta de
educación y no con el régimen socioeconómico vigente, los poderes
fácticos que de él se benefician, que incluyen por supuesto a los
medios de comunicación masivos, que sirven para fomentar el control y
la explotación.
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