4/23/2017

Acusan a minera de contaminar el agua en la sierra Gorda de Hidalgo


Carrizal Mining vierte desechos en el arroyo que surte a comunidades, aseguran otomíes

Tiene certificado de la Profepa como industria limpia, dicen directivos; destacan creación de 750 empleos


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Pobladores de Zimapán, Hidalgo, y municipios aledaños, así como activistas, atribuyen los decesos frecuentes de animales a que beben agua contaminada con desechos de la minera Carrizal Mining, en el arroyo de la Barranca de San Francisco

Autoridades y vecinos de la comunidad El Mezquite Primero, municipio de Zimapán, denunciaron que la minera Carrizal Mining SA de CV vierte jales o desechos en el arroyo del fondo de la barranca de San Francisco, que surte de agua a localidades indígenas otomíes de la sierra Gorda hidalguense.
Germán Andrade Cervantes y Martín Sánchez, delegado y ex delegado, respectivamente, de El Mezquite Primero, y Víctor Guerrero, de la agrupación Comunidades Unidas de Zimapán (CUZ), aseguraron que Carrizal Mining SA de CV arroja polvos tóxicos al arroyo, lo que ha contaminado el agua y la tierra, con la complacencia de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Sin embargo, Carlos Alberto Silva Ramos, director general de la empresa –que tiene un contrato con Peñoles para explotar minas en Zimapán, de donde ex-traen plata, plomo, zinc y cobre– rechazó los señalamientos y aseguró que cuenta con un certificado de industria limpia otorgado por la Profepa.
Los representantes en Hidalgo de la citada dependencia se han negado de manera reiterada, desde hace tres semanas, a dar entrevistas al respecto.
En un recorrido que La Jornada realizó por El Mezquite Primero, situado en la zona boscosa de la sierra Gorda de Zimapán, se constató que en algunas partes el agua del arroyo de la barranca de San Francisco está blanquecina a causa, según Andrade Cervantes, de los polvos grisáceos provenientes de una de las presas de jales de Carrizal Mining.
Arsénico y cianuro en suelos
En algunos puntos, la tierra de la orilla del arroyo tiene tonalidades rojizas, lo que de acuerdo con Víctor Guerrero, es prueba de que los jales están contaminando el suelo con arsénico y cianuro, utilizados en el proceso de separación de metales.
Alertó que esto resulta altamente peligroso, pues provocará la paulatina desertización del bosque, así como la proliferación de casos de cáncer.
Explicó que en los meses de abril, mayo y junio, que por lo regular son muy lluviosos, las precipitaciones provocan la crecida de arroyo que se encuentra en el fondo de la barranca, por lo que los polvos contaminantes son conducidos por la corriente de agua a poblados vecinos que se encuentran a lo largo del afluente.
Andrade Cervantes aseveró que es frecuente encontrar cadáveres de vacas y toros, al parecer envenenados por tomar agua contaminada de la barranca, lo cual nos preocupa porque es la misma agua que usamos para sembrar y asearnos.
Sostuvo que Carrizal Mining vierte agua al arroyo a través de un túnel que hicieron los operarios de la empresa para desfogar la mina. La compañía dice que esa agua no es potable y por tanto no apta para consumo humano, pero sirve para la agricultura porque no está contaminada con cianuro... la verdad no lo creemos, subrayó.
Piden apoyo a la CUZ
Por esa razón, con el aval de los pobladores y mediante un oficio que tiene los sellos oficiales de la localidad, con fecha del primero de abril, Germán Andrade y Antonio Cervantes, delegados de El Mezquite Primero solicitaron a la CUZ apoyo para costear la elaboración de un estudio del agua del arroyo para determinar si está contaminado con desechos mineros.
Víctor Guerrero explicó que en presencia de un notario público se extrajeron muestras de agua en varios puntos del arroyo. Con los resultados de esos estudios se va a elaborar un informe técnico para cuantificar los efectos de la devastación del entorno ecológico a fin de iniciar acciones de tipo legal contra Carrizal Mining, expuso.
De acuerdo con el catálogo de localidades, elaborado en 2010 por la Secretaría de Desarrollo Social federal, El Mezquite Primero es un poblado con grado de marginación muy alto y la actividad primordial de sus habitantes es la agricultura.
Los habitantes de esta comunidad, que carece de los servicios básicos, se surten de agua potable mediante una manguera de alrededor de una pulgada de diámetro y 300 metros de largo conectada a un manantial.
Germán Andrade recordó que la manguera la instaló Carrizal Mining, luego de que los lugareños insistieron mucho a los directivos de la minera de dotarlos del agua del manantial, pues la del arroyo no es apta para consumo humano.
Camino dañado
En tanto, el camino vecinal que comunica a El Mezquite Primero con la carretera estatal, que va de San Francisco a la localidad de El Xhode, está muy deteriorado a causa de las rocas que con frecuencia se desprenden de los cerros.
En varias ocasiones hemos pedido apoyo a la minera para que se repare el camino, pero no nos hacen caso, apuntó Germán Andrade. Reprochó: en Zimapán alcaldes van y vienen, nos prometen en sus campañas que van a reparar el camino pero nunca lo cumplen.
José Cantera, otro activista de la CUZ, mencionó que los dueños (de la mina) aseguran que tienen pocas ganancias y no les alcanza para apoyar a las comunidades, ademas de que cada año pagan un impuesto de 7.5 por ciento de sus ganancias al gobierno federal.
En cuanto a la promesa que Carrizal Mining hizo en 2009 –cuando inició operaciones– de dar empleo a los lugareños, Germán Andrade y Martín Sánchez puntualizaron que sólo les han dado trabajo a cuatro o cinco habitantes de El Mezquite Primero, y de manera temporal.
Versión de Carrizal Mining
Carlos Alberto Silva Ramos y Sergio Durán, director general y gerente, respectivamente, de la empresa mexicana Carrizal Mining negaron los señalamientos tanto de las autoridades de El Mezquite Primero como de los miembros de la CUZ.
En entrevista, Silva Ramos aseguró que el arroyo de la barranca de San Francisco sólo tiene agua en tiempos de lluvias y que el líquido que hay fuera de ese periodo estacional proviene de lo que llamó laboreo de las minas, extraída y bombeada por nosotros, la cual es utilizada por los pobladores para sus actividades agrícolas.
Puntualizó que para sacar el mineral se hace un boquete en el yacimiento y se extrae el agua que proviene del cerro; parte del líquido es usado para el proceso de separación de los metales y el resto se vierte al arroyo.
Presa de jales, distante
Aclaró que el agua industrial utilizada en el proceso de separación de metales, en el que se usa cianuro, se encuentra en lo que se denomina presa de jales, distante 300 metros del arroyo y aislada por medio de una cortina de concreto, la cual, según Carlos Alberto Silva, impide que haya filtraciones de desechos mineros.
Agregó que para extraer el zinc se emplean pequeñas cantidades de cianuro el cual es destruido por medio de luz y oxígeno inyectado mediante una bomba de aire. Refirió que el agua industrial usada en la presa de jales con cianuro se recicla en un 90 por ciento, en tanto el restante 10 por ciento se evapora por lo que no se vierte en el arroyo.
En cuanto al tono rojizo que se observa en las orillas del arroyo, y que de acuerdo con la CUZ es resultado de jales mineros en el agua, los directivos de la empresa aseguraron que si bien podría tratarse de óxido, no proviene de la minera, sino que es de origen natural.
Silva Ramos destacó que Carrizal Mining tiene un certificado de industria limpia emitido por la Profepa, el cual es muestra de que la empresa cumple con la norma que estipula tanto esa dependencia como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Y contrario a lo asegurado por los activistas de la CUZ y las autoridades de Zimapán, los directivos de la minera aseveraron que derivado de la operación de la empresa se han generado 750 empleos de manera directa en el municipio

Foto Juan Ricardo Montoya
Juan Ricardo Montoya
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 23 de abril de 2017, p. 22
Zimapán, Hgo.


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