Ciudad de México. Sin el pliego petitorio cumplido y
ante el riesgo de salud y seguridad que enfrentaban por la pandemia que
atraviesa el país, las Mujeres Organizadas de la Facultad de Filosofía
y Letras (FFyL) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
levantaron este 14 de abril el paro que sostuvieron durante cinco meses.
Así lo dieron a conocer las paristas por medio de un comunicado y
varios videos en los que se ve cómo entregan a las autoridades
universitarias las instalaciones que mantuvieron tomadas desde el pasado
4 de noviembre de 2019, con lo cual consiguieron, entre otros logros,
que la máxima casa de estudios reformara su estatuto general para
reconocer como falta grave la violencia contra las mujeres dentro de las
aulas universitarias.
Al anunciar el fin de la toma, las alumnas señalaron que la Rectoría
no les garantizó las medidas de seguridad sanitaria, las responsabilizó
de los riesgos de salud que corrieron y fue omisa para atender sus
demandas.
“Es un error pensar que estamos aquí por gusto. La negligencia de las
autoridades nos orilla a dejar de vivir para tener que hacer su trabajo
(…) el trabajo autónomo que se ha hecho estos cinco meses no está
ligado a la toma de las instalaciones, sino que la organización de
mujeres y disidencias en la facultad es algo permanente. Nunca podrán
volver a ignorar que existimos y resistimos en este lugar. Y ahora que
prendimos la hoguera, que arda todo lo que tenga que arder”, escribieron
las alumnas.
Logros de paristas y pendientes de la UNAM
A pesar de que la salud y seguridad de las paristas estaba en riesgo,
las autoridades de esta casa de estudios rechazaron durante la “Jornada
de Sana Distancia” cumplir con los únicos dos puntos del pliego
petitorio que permanecen pendientes: atención psicológica para víctimas
de violencia y la destitución de un profesor acusado públicamente de
violentar a las alumnas.
Cumplir el pliego petitorio de las Mujeres Organizadas de la FFyL era
una condición para que éstas pudieran levantar el paro que sostuvieron
durante cinco meses y que esta tarde tuvieron que terminar.
Hasta el 7 de abril de 2020, la universidad había cumplido seis de
estas demandas, tenía tres en proceso y dos fueron rechazadas o
incumplidas, de acuerdo con un balance publicado en las redes sociales
de las paristas.
Las alumnas dieron como cumplida la primera demanda de su pliego
petitorio: Modificación de los artículos 95, 98 y 99 del Estatuto
General de la UNAM para reconocer la violencia de género como una falta
grave. Este punto se dio como cumplido a pesar de que el Consejo
Universitario omitió reformar el artículo 98, sobre castigos concretos
para los agresores.
La segunda petición es uno de los dos puntos por el que las
estudiantes se mantienen en paro, pues las autoridades se niegan a
cumplirlo. La petición consiste en destituir al secretario general de la
FFyL, que entonces era Ricardo Alberto García Arteaga, y al titular de
la Oficina Jurídica de esa Facultad, Jesús Eugenio Juárez, ambos
denunciados públicamente por violencias contra las mujeres o por
omisiones durante la investigación de las denuncias.
En estos meses, se consiguió la renuncia del entonces Secretario
General, quien dejó el cargo pero sin reconocer que estuviera implicado
en violencia contra las mujeres. En este punto también se consiguió en
un acuerdo firmado el 21 de noviembre del año pasado, que la Secretaría
General no tendría injerencia en la atención de casos de violencia de
género. Sin embargo, García Arteaga continúa en sus funciones como
profesor de la Facultad de Filosofía. Eugenio Juárez, por su parte, fue
transferido a otro puesto en la Oficina de la Abogada General de la
UNAM.
No obstante, en fechas recientes el cumplimiento de este punto mostró
retrocesos toda vez que el Consejo Técnico de la Facultad se negó en
una sesión extraordinaria a que la Secretaria General deje de participar
en la atención de casos de violencia de género; asimismo, no presentó
alternativas para la destitución del profesor García Arteaga.
El otro punto en el que no se ha llegado a un acuerdo es el 8, en el
que las alumnas pidieron acompañamiento psicológico. Las estudiantes
aseguran que aún está pendiente la contratación de las tres psicólogas
que ocuparán el cargo (la universidad inicialmente pidió que fuera sólo
una) y que no se les ha explicado debidamente el proceso de selección de
los perfiles ni de atención que se dará a las estudiantes.
Además del primer punto del pliego petitorio, los compromisos que ya
se dieron por cumplidos son: revisión de denuncias por violencia de
género de años anteriores pero que tuvieron resoluciones
insatisfactorias; integración de una Comisión Tripartita en la que
participan las Mujeres Organizadas; perspectiva de género y cursos de
género en los planes de estudios; el compromiso de no criminalización de
las paristas; y la asignación de espacios para las jornadas de
actividades feministas.
Las peticiones que se mantienen en proceso son que la Unidad de
Transparencia de la UNAM informe sobre los pasos que debe dar para
garantizar justicia en cada una de las denuncias por violencia de género
que notifique a la comunidad; que el Consejo Técnico incluya los
talleres con perspectiva de género en la calendarización del semestre
entrante; y que se solicite una fecha para la disculpa pública a la
familia de Mariela Vanessa, alumna de esa facultad desaparecida el
pasado 27 de abril de 2018 cuando se dirigía a sus clases.
Sin cumplir totalmente el pliego, las paristas denunciaron el pasado
12 de abril que la Universidad mantiene vigilancia y constante contra
las Mujeres Organizadas.
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