En estas
emergencias las personas estamos tan agobiadas; se cree que cierta agenda es
prioritaria y dejamos de pensar que la vida continúa, creemos que la vida se
detiene y no es así, y especialmente con las mujeres que tomaron la decisión de
ser madres, antes o durante la pandemia y hoy requieren atención médica
especializada y de calidad. Hay quienes buscan evitar embarazos no deseados,
por lo que necesitan anticonceptivos.
Pueden pensar que
es una frivolidad, pero no lo es, es un problema serio de salud pública.
No es cosa menor
que se priorice la atención de las mujeres embarazadas si se mira lo ocurrido
en el pasado reciente. Me refiero a la pandemia de Influenza A H1N1, donde las
muertes obstétricas por afecciones respiratorias se incrementaron hasta en 10
veces, al pasar de 16 muertes maternas en 2008 a 198 en 2009, de acuerdo con
estudios de la Secretaria de Salud.
Imaginemos qué
puede pasar cuando se estima quede
abril a junio de este año habrá 260 mil eventos obstétricos en el país, es
decir, 2 mil 357 eventos cada día durante la etapa de mayor propagación de la
epidemia de COVID-19 y en plena reconversión hospitalaria. No garantizar la
atención de las mujeres que requieren los servicios, implicaría incrementar a
la pandemia una tragedia.
En medio del pico
más grande de contagio del Coronavirus, la Secretaría de Salud estima se
realicen 25 mil abortos, 1 millón 150 mil consultas de control prenatal y casi
200 mil citas durante el puerperio, situaciones que ni la pandemia puede
detener pero que si no se atienden se pueden agravar.
Por ello, cobra
enorme relevancia el convenio que ha realizado el gobierno federal con 146
hospitales privados en 27 entidades federativas, quienes atenderán a las
mujeres durante el embarazo, parto, cesáreas y puerperio, acción que, de
hacerse bien, salvará la vida de las mujeres en un país con altas tasas de
muertes maternas.
Es por ello que la
Secretaría de Salud, recordó que en las entidades federativas las autoridades
sanitarias están obligadas a garantizar el acceso a métodos anticonceptivos
durante la contingencia, a la atención integral del aborto seguro en los casos
previstos por la ley y, en caso de ser necesario, considerarlo como una
urgencia médica.
Por lo que emitió el
Lineamiento para la prevención y
mitigación del COVID-19 en la atención del embarazo, parto, puerperio y de la
persona recién nacida, dirigido a profesionales de la salud, gerentes de
servicios de salud y público en general. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/546239/Lineamiento_prevencion_y_mitigacion_de_COVID-19_en_el_embarazo_CNEGSR__1_.pdf
Hay que recordar
que en muchas comunidades las parteras son quienes suelen atender los embarazos
y partos, por ello las organizaciones de partería tradicional en nuestro país
pidieron se reconozca su labor, se establezcan acciones de coordinación y
colaboración con los diferentes niveles de autoridades sanitarias y se les dote
de insumos de prevención (mascarillas, gel de alcohol, jabón, guantes, etc.),
así como de material para la atención del parto. Hoy es momento de sumar
esfuerzos y no excluir.
También debemos
tener presente que por lo menos 70 por ciento del personal social y sanitario
son mujeres, que deben contar con las condiciones de protección y seguridad.
Vale la pena guiarnos
por las cinco recomendaciones del Fondo de Población de las Naciones Unidas
para proteger los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
- 1.- Garantizar los insumos para higiene menstrual, toallas femeninas, copas menstruales, tampones.
- 2. Línea directa a los servicios de atención a víctimas de todo tipo y modalidades de violencias contra las mujeres.
- 3.- Asegurar las prestaciones sanitarias a quien más lo necesite, conceder incapacidades pagadas por enfermedad, así como para aquellas mujeres que tienen hijas e hijos pequeños, personas adultas mayores que requieren cuidado, por lo que no puedan acudir a trabajar. Hay que reconocer que ellas están haciendo un enorme trabajo para la sociedad.
- 4. Incluir a las mujeres en la toma de decisión, de respuesta y de recuperación en los tres niveles de gobierno.
- 5. Los gobiernos deben impulsar el reparto igualitario de la carga de cuidado entre mujeres y hombres.
Finalmente,
les comparto las líneas telefónicas a las cuales pueden recurrir, si conocen a
una mujer embarazada o ellas lo están, están cercanas al parto, o recién nació
su hija o hijo, enfrente alguna emergencia obstétrica, pueden llamar al 800 628
37 62.
Si
sospechan de haber contraído COVID-19, porque presentan tos, dolor de garganta,
de cabeza o fiebre igual o mayor a 38° y están embarazadas, no lo duden, llamen al 800 00 44 800.
En estos
tiempos recordemos que la vida continúa.
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