Piden reformas para lograrla en cargos de toma de decisión
Por Anayeli García Martínez
México, DF, 7 abr 11 (CIMAC).- Una sociedad democrática necesita paridad de género en la política, toda vez que es una cuestión de justicia y de reconocimiento de las mujeres para romper con prejuicios y estereotipos, coincidieron especialistas.
La ex diputada federal Marcela Lagarde y la integrante de la Comisión Económica para America Latina y el Caribe (CEPAL), Myriam Urzúa, señalaron que en la actualidad las mujeres tienen que competir políticamente como si estuvieran en condiciones de igualdad con los hombres, cuando en la realidad prevalece la discriminación contra ellas. Por ello, dijeron, la demanda de paridad no puede seguir rezagada.
Durante el Foro “Más Mujeres Decidiendo por México”, que se realiza hoy y es convocado por la Red de Mujeres en Plural y el Instituto Federal Electoral, la feminista Marcela Lagarde señaló que la paridad es un tema de justicia democrática, porque la política en la visión de un solo género es perversa y violenta.
La presidenta de la Red Nacional por la Vida y la Libertad de las Mujeres explicó que la paridad es necesaria para erradicar la desigualdad.
Con la paridad, las mujeres tienen la posibilidad de empoderarse y significa un paso hacia la igualdad. “Sí de igualdad se trata, de igualdad con los hombres, hablemos de igualdad de derecho ante la ley, de acceso a recursos, a bienes materiales y simbólicos y de acceso al poder”, subrayó.
Lamentó que hoy en día la igualdad se ve como una relación concebida, pactada e incluso impuesta, en ese sentido dijo que la paridad en los cargos de representación popular y en los puestos de poder no solo es porque las mujeres son la mitad de la población, sino porque es necesaria su participación en una democracia.
La ley debe ser para todas y todos, todos deben ser admitidos por igual a cualquier puesto público según sus capacidades, sin otras distinciones que las derivadas de sus virtudes y talentos, sólo así se podrá tomar en cuenta a las minorías ideológicas, políticas y numéricas que no tienen derecho ni ciudadanía.
Por su parte, Myriam Urzúa, de la Cepal, aseveró que el tema de paridad no puede seguir rezagado y criticó que aún existan suspicacias y escepticismo sobre este tema, cuando no hay un instrumento más eficaz para mejorar la salud, la educación y las posibilidades de desarrollo de la igualdad y la autonomía de las mujeres.
El análisis de la paridad desde la democracia tiene muchas aristas, alude a la legitimidad de la democracia, a la necesidad de perfeccionar los sistemas electorales y de regular el rol activo de los partidos políticos, quienes a la hora de elegir mujeres, las reemplazan. Esto demuestra la poca congruencia de los partidos, aseguró.
También enfatizó que la paridad no “es sólo asunto de mujeres”, es mucho más que un incremento cuantitativo, y alude a una visión enriquecida de la democracia al mismo tiempo que rompe con prejuicios y estereotipos.
Durante la inauguración del foro, Leonardo Valdés Zurita, presidente del IFE, y la consejera electoral María Macarita Elizondo Gasperín, señalaron que esta institución está comprometida con la equidad y reconoce la importancia de políticas públicas y procedimientos que permitan que las mujeres ejerzan plenamente sus derechos político-electorales.
Valdés Zurita aseguró que el IFE es un aliado estratégico para las mujeres, sin embargo dijo que es fundamental que los actores políticos asuman sus compromisos y que las incluyan en la toma de decisiones.
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