Eduardo Ibarra Aguirre
Existen indicios de que la llamada sociedad civil podría encontrarse en la víspera de un gran movimiento de alcances significativos con la marcha sin precedente realizada en Cuernavaca, Morelos --por los más de 40 mil participantes--, las movilizaciones simultáneas en 30 ciudades de 21 estados de México, destacadamente la de artistas en el Distrito federal; además de las protestas solidarias realizadas en Barcelona, Buenos Aires, Copenhague, Los Ángeles, Madrid, Nueva York, París, Santiago de Chile y San Sebastián.
Algunos manifestantes lo señalaron, en Cuernavaca, sin tapujos a la corresponsal Rubicela Morelos Cruz: “Morelos será la punta de lanza para llevar a cabo un movimiento nacional”, auguraron sin conocer los resultados de una jornada que se convocó en 48 horas por medio de las redes electrónicas, y en buena medida ajena a los respetables manifestantes de (casi) siempre. Dicho de otra manera: principalmente los espontáneos tomaron las calles.
El medio es significativo en los resultados, pero no lo es tanto como el creciente hartazgo –por lo general convertido en paralizante terror y zozobra ciudadanas-- con la imparable ola de violencia a cargo de las bandas delincuenciales y la manifiesta incapacidad de los estrategas de la otrora guerra que ahora es “lucha por la seguridad” y con 52 meses de duración.
De qué tamaño será el anunciado fracaso que en Estados Unidos, principal beneficiario de la estrategia militarista mexicana --Made in USA--, se estima que la violencia “ha llegado a niveles sin precedente” (Robert Mueller, director de la FBI). O más claridoso aún, el juicio de Barack Hussein Obama: “Los cárteles de la droga se han fortalecido y el presidente Calderón tiene cierta frustración” (22-III-11). Pero Washington no cumple con sus obligaciones más elementales por ser en buena medida responsable de la tragedia que padece la población azteca con 40 mil muertos, decenas de miles de heridos, huérfanos, desaparecidos, migrantes, familias desintegradas, negocios cerrados...
Cuentas optimistas aparte de Genaro García Luna de que para 2015 habrá reducción sostenida de la violencia, “ya hay una tendencia a la baja”, el caso del poeta y escritor Javier Sicilia evidencia que mientras la mayor parte de los padres y las madres que perdieron un hijo o un familiar en la batalla predilecta del comandante supremo de las fuerzas armadas, en tanto que los millones de agraviados en sus garantías individuales, en sus bienes y propiedades, no se hagan cargo de la denuncia y el reclamo apoyados en su entorno familiar, vecinal y de trabajo; mientras eso no suceda ni los llamados cárteles respetarán sus propios códigos respecto a las personas ajenas a sus rentables negocios, ni las autoridades tendrán mejor oferta para la sociedad que convertirla en delatora a cambio de millonarias recompensas por brindar información que conduzca a la captura de presuntos capos y supuestos lavadores de dinero; y los muertos no dejarán de ser más que “daños colaterales”, como los denomina el secretario de la Defensa Nacional.
Sólo con presencia de la sociedad, de franjas importantes de ella, los gobernantes y la llamada clase política de la que forman parte destacada, empezando por el titular del Ejecutivo federal, los reclamos frente a la creciente inseguridad pública y la violencia imparable, auspiciadas en buena media por estrategias oficiales lineales y decisiones autocráticas como sacar al Ejército a las calles, será posible obligar a una rectificación oficial. Tal como lo hicieron Televisa y Televisión Azteca al informar sobre la jornada ciudadana, con ausencia de datos y de contexto es cierto, pero se vieron precisadas a hacerlo.
Acuse de recibo
Si usted desea conocer los extraordinarios avances conquistados por las bandas de los narcóticos, la piratería y el secuestro en el estado que gobierna Enrique Peña Nieto, resulta indispensable leer Tierra narca, de Francisco Cruz Jiménez. La investigación periodística está documentada hasta saturarla de citas de actas ministeriales y de fechas... Por un error, cinco envíos de un total de 46 se fueron con el siguiente titular: El Ejército a los cuárteles (sic) y pese a que se corrigió y reenvió, la sudamericana Argenpress (6-IV-11) y la argentina y mexicana Razones de Ser (7-IV-11) lo publicaron con el error. Una disculpa… Esperanza Falcón concluye sobre ese texto: “La revolución pensante produce cualidades: Talento necesario para sintetizar el conocimiento que conviene detallar con un especial estilo, con mano inteligente y sabia”… Cuauhtémoc Sandoval Ramírez reporta que Carpóforo Cortés Varona “pronto saldrá del Hospital General de Acapulco, Guerrero, cama 201”. Dice: “Lo visité el domingo y lo vi muy recuperado”, el doctor Cordero afirma que “tendrá un tiempo de rehabilitación” en casa. Se puede hablar con el buen Carpo al teléfono móvil: 74 74 98 10 66… Arturo Martínez Nateras recuerda a los lectores de Utopía: “Hoy (7-IV) se cumplen cinco años del deceso de nuestro camarada Mario Loya” Sepúlveda.
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