Largo fin de semana después de que el presidente de la República decretara “tres días de luto nacional” ante la matanza de 52 personas en el Casino Royale, de Monterrey, considerado el peor ataque a civiles desde el inicio de la guerra contra el narcotráfico.
Después de estos tres días, la información divulgada por los medios de comunicación nos arroja el siguiente balance:
1.-Las autoridades estatales detuvieron el domingo 28 de agosto a dos presuntos responsables del ataque. Y este lunes, se informa que los presuntos responsables aumentaron a 5 detenidos: Luis Carlos Carrasco, de 25 años; Javier Alonso Martínez Morales, de 37 años, originario de Monterrey; Jonathan Yair Reyna Gutiérrez, de 18 años, soltero, residente en Monterrey; Juan Angel Leal Flores, de 20 años de edad, soltero, residente en Monterrey; Julio Tadeo, de 28 años, con domicilio en Monterrey.
El gobernador Rodrigo Medina afirmó en conferencia de prensa de esta mañana que todos ellos “están confesos” durante su participación como autores intelectuales, otros como coadyuvantes, otros como conductores de los vehículos. Todos ellos afirman que forman parte del grupo delictivo conocido como Los Zetas.
Esta primera ola de detenciones tiende a confirmar una de las primeras hipótesis que surgieron tras el ataque: un pleito entre los dueños del Casino Royale y Los Zetas, presuntamente, por negarse al pago de la extorsión que el cártel ha pedido a estos establecimientos.
Del lado de los dueños del establecimiento no hay ningún detenido ni interrogado. El abogado Juan Gómez Jayme, abogado de Casino Royale, salió a dar una conferencia de prensa el 27 de agosto para deslindar a la empresa del pago de indemnizaciones a las víctimas.
2.-Comenzó la “cacería” en contra de los casinos irregulares, medida que se debió realizar mucho antes del ataque. El SAT, dependiente de la Secretaría de Hacienda, realizó varios operativos de inspección en Monterrey, el Distrito Federal, Cancún y otras ciudades. Embargan casi 4 mil máquinas “tragamonedas”, es decir, el 70 por ciento de este tipo de máquinas en 11 casinos de Monterrey.
Las autoridades federales y locales no han dicho nada sobre las negligencias en torno a las medidas de seguridad civil. Sanjuana Martínez publicó en La Jornada, el domingo 28, que según los testimonios de personas que trabajan en el Casino Royale, las salidas de emergencia fueron bloqueadas por los propios administradores, desde antes del ataque.
3.-La reacción de la sociedad civil de Monterrey ha sido de estupor, indignación y duelo. Cerca de 2 mil personas se manifestaron el domingo 28 de agosto en la Macroplaza, a las afueras del Palacio de Gobierno, donde colocaron zapatos, veladoras y otros objetos en memoria de las víctimas.
“Paz para Nuevo León”, “¡Hasta aquí!”, “Fuera, Medina, Fuera”, “Ya Basta!”, “Fuera los casinos” fueron algunas de las consignas de las personas que se manifestaron, según las crónicas de El Norte-Reforma y Milenio Monterrey.
4.-El despliegue militar y policiaco acompañó a la declaratoria de “tres días de luto nacional”. La Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Seguridad Pública desplegaron 3 mil elementos en Monterrey, con el objetivo de hacer detenciones a los líderes de los cárteles de los Zetas, de Sinaloa y del Golfo que se están disputando el control de la plaza.
La información no establece sobre qué pistas o indicios van estos elementos de seguridad.
5.-Múltiples reacciones se han generado tras el discurso en cadena nacional de Felipe Calderón. Los líderes legislativos y los dirigentes del PAN y del PRI han hecho reiterados llamados a la unidad, en un aparente cierre de filas en torno al presidente de la República, pero los priistas, en especial Manlio Fabio Beltrones, advirtió que no se pretendiera sacar raja política de la trageda.
El PRD ha sido menos entusiasta en su apoyo al discurso de Calderón y su precandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador pidió en Tamaulipas la destitución del gabinete de seguridad de Calderón por el fracaso en su estrategia frente al narco.
Un foro realizado en la UNAM sirvió para ventilar el término de “terrorismo” que colocó Calderón en su discurso. El diputado federal Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, criticó duramente que se maneje ahora este término: “Es muy grave. En su afán por hacerse el irresponsable, Calderón debe tener mucho cuidado con lo que dice. Al decir en nombre del Estado mexicano que fue terrorismo, está anunciando que abre la puerta a la militarización del país”.
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