La trinchera de Calíope
Por Yolanda de la Torre*
México, DF, 14 oct 11 (CIMAC).- En el rostro de Iris Bringas, como en sus palabras, hay una paz que sólo tienen quienes son felices. Su tono es al mismo tiempo suave y altivo: “Mi nombre es Iris Iseth. Soy cantante y compositora, pues no reconozco alguna otra forma de transitar la vida”. Así se presenta la mujer cuya voz resuena hoy en La trinchera de Calíope.
Si se le pregunta a qué mujeres admira, aparece una lista de luminarias tan distintas como respetables: Gabriela Mistral, María Grever, Consuelo Velázquez, Violeta Parra, Kate Bush, Beth Gibbons, Björk, sor Juana Inés de la Cruz, Rosario Castellanos. Pero si se trata de admiración, eso, justamente, es lo que despierta su trayectoria:
“Una de las mayores satisfacciones que me ha dado mi trabajo es conocer, interactuar y trabajar con todas las personas que admiro. Uno de ellos es la estrella de rock argentina Nito Mestre, quien grabó a dúo conmigo la canción “He buscado”, del compositor mexicano Jehová Villa, mi pareja y mancuerna creativa. Estrenamos esta canción en México el 22 de octubre de 2010 con un lleno total en el foro Voilá Acustic”, comenta.
Eso es sólo una pequeña parte de una carrera que incluye haber sido reconocida por George Martin, el legendario productor de The Beatles, por haber ganado todos los premios de su página Garage Band en 2003, como mejor voz y mejor canción, y por haber roto récords como artista del mes y artista del día durante 12 semanas.
Como muestra de su solidez profesional, unos cuantos botones más: “Otro de mis más preciados logros fue crear el concepto, producir y actuar en el proyecto-festejo “Armando Rosas. 29 años en el mismo tren”, el 11 de febrero del 2011 en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris. También, haber reunido y actuado con La Camerata Rupestre y haber alternado con Arturo Meza, Jaime López, Rafael Mendoza, David Haro, Carlos Arellano, Nina Galindo y Juan Pablo Villa, entre tantos otros artistas nacionales y extranjeros”.
No por vivir una vida apasionada en los territorios del arte y la creación Iris Bringas es ajena a los avatares de este mundo donde las personas transitamos con nuestras virtudes y nuestras vilezas, y lidiamos con una realidad que no siempre sonríe:
“Lamento mucho que en algunos estados del país, mujeres que fueran violadas o ultrajadas sean encarceladas por abortar”, sostiene, y abunda:
“Estoy a favor del aborto libre en los casos de violación. No estoy en contra en los demás casos; sin embargo, no existe una conciencia global que permita hacer comprender a la juventud femenina que no es un crimen abortar, pero que es un crimen contra su propia lógica no usar anticonceptivos en este nuevo milenio en que son regalados por las calles”.
En esta misma veta reflexiva, puntualiza: “No podemos estar en contra del aborto, pero debemos ser conscientes como mujeres de nuestra sexualidad y ser responsables por ella”.
Como mujer, Iris no ha sido discriminada, pero sabe que tal cosa no es un fenómeno extraño: “Nunca he sufrido la discriminación de género. Sin embargo, sé y he visto que en el mundo cultural, como en tantos otros, la discriminación hacia las mujeres es muy grande”.
Ellas, esas mujeres, también han sido parte de su canto:
“Tengo en particular tres piezas con nombre de mujer. Una de ellas, ‘Azucena’, habla de la imposibilidad de decidir sobre su propio destino, sometida al yugo y la atrocidad del padre. Sin embargo, la generalidad de mi trabajo se centra en la creación de la conciencia humana”.
Y es que a pesar de que sabe que este es un mundo que puede oprimir, su apuesta es generosa y abarcadora, como lo es siempre la esperanza:
“Creo que el arte y la cultura son espacios de bondad y de paz que pueden transformar cualquier cosa a su alrededor, pues la magia se encuentra ahí mismo, en un escenario, en una sala de cine, en un libro, en un disco. El arte está abierto para todas y todos. No mejora la situación de las mujeres: transforma el mundo del ser humano cuando llega a tocarle el alma”.
*Periodista y narradora mexicana.
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