MÉXICO, D.F. (apro).- El día de hoy fue inaugurada la primera etapa de la Plaza Mariana, el enorme mall religioso-comercial que el empresario Carlos Slim está construyendo a un costado del atrio de la Basílica de Guadalupe, y con el que piensa hacer negocio con los 20 millones de visitantes que anualmente llegan el santuario.
Aparte de Carlos Slim, considerado el hombre más rico del mundo, a la inauguración asistieron el presidente Felipe Calderón, Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del Distrito Federal y el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México.
La ceremonia fue aprovechada para que Calderón, Ebrard y Rivera Carrera se dirigieran elogios mutuos:
Calderón –quien saludó calurosamente a Ebrard y a su nueva esposa, la hondureña Rosalinda Bueso– calificó como “positivo” el hecho de que el gobierno capitalino haya donado el predio de 30 mil metros cuadrados donde se está edificando la Plaza Mariana.
Por su parte, Rivera Carrera agradeció a Ebrard el apoyo que su gobierno le está dando a la obra: “Muchas gracias señor jefe de Gobierno”, le dijo.
El cardenal también agradeció a Slim porque, “gracias a su gran corazón”, su empresa Grupo Carso está construyendo la Plaza Mariana, luego de que el proyecto estuvo detenido durante casi una década.
Para no quedarse atrás en los elogios, Ebrard igualmente elogió a Carlos Slim por estar construyendo esa obra y otras más localizadas en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Agregó que la Plaza Mariana forma parte de las iniciativas de su administración encaminadas a dignificar el espacio público de los capitalinos.
Calculó que para el próximo mes de diciembre la obra quedará terminada, por lo que coincidirá con las festividades a la Virgen de Guadalupe.
Ebrard y Calderón ingresaron juntos al inmueble después de haberse saludado efusivamente. Aprovecharon el acto para mostrar en público su mutua simpatía.
Con la Plaza Mariana se ampliará el atrio de la Basílica, aunque a diferencia del atrio, que es propiedad federal –como todos los templos del país–, la Plaza Mariana es realmente una propiedad privada manejada por la Fundación Plaza Mariana, en la que siempre han estado metidos el cardenal Rivera Carrera y representantes de Carlos Slim, según ha revelado en varias ocasiones la revista Proceso.
La enorme derrama económica que dejan los alrededor de 20 millones de peregrinos y turistas que anualmente visitan el santuario, siempre ha sido muy disputada por los pequeños comerciantes de la zona, quienes ahora se sienten desplazados por la sociedad comercial que hicieron Slim y Rivera Carrera, ya que –han asegurado en varias ocasiones– con la Plaza Mariana el empresario y el cardenal lograrán mantener cautivos a todos estos consumidores.
Para construir esta obra, el gobierno capitalino expulsó a los pequeños comerciantes que tenían sus locales establecidos en el área, quienes actualmente trabajan en la calle, esperando ser reubicados en la Plaza Mariana, como se les prometió.
Sin embargo, hay un grupo de comerciantes que fueron desalojados a la fuerza –la Agrupación de Comerciantes Emiliano Zapata–, que no aceptaron esa promesa, por lo que están pidiendo en tribunales que se les reinstale en lo que legítimamente son terrenos de su propiedad.
Así, los terrenos de Plaza Mariana están en litigio.
La Plaza Mariana constará de 78 mil metros de construcción. Tendrá modernas tiendas comerciales, un mercado, un museo de sitio, estacionamientos públicos y un área para criptas, las cuales empezaron a venderse desde hace años.
Hoy, Ebrard les prometió a los comerciantes desalojados que podrán estar en la Plaza Mariana, donde “tendrán un espacio digno para trabajar”.
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