El presidente Felipe Calderón volvió a responder enérgico al poeta Javier Sicilia, e incluso manoteó varias veces, cuando éste le solicitó la creación de una Comisión de la Verdad “frente a lodo en el que se está convirtiendo el país”.
“México no es Bosnia”, dijo, y argumentó que las comisiones de la verdad se constituyen para regímenes dictatoriales. También dijo que no siempre se hace lo que él dice.
Calderón fue respondiendo una a una las demandas que le hizo el Movimiento para la Paz con Dignidad, en defensa de su política contra la guerra y en temas puntuales relativos a cada uno de los secretarios presentes.
Antes, Sicilia llamó, frente al presidente y en el segundo encuentro entre ambos, a tomar todos los espacios la noche del 31 de octubre, “más allá de diferencias ideológicas, políticas y sociales”.
“En todas las plazas, zócalos, cementerios, escuelas, panteones, centros ceremoniales, en todo espacio público que nos haya quitado la delincuencia y la incapacidad gubernamental, allí donde los señores de la muerte hayan dejado dolor y hayan pretendido destruir la esperanza, para juntar nuestros dolores, recordar a nuestros muertos y manifestar nuestra voluntad de paz, de amor y de justicia”, señaló Sicilia frente al presidente.
“Salgamos esa noche a nombrar a nuestros muertos. Llevemos junto a sus nombres y fechas de nacimiento y muerte fotografías, prendas, todo aquello que los haga de nuevo presentes entre nosotros, para que todo México sepa que alguna vez habitaron en esta casa que tiene una deuda inmensa con su memoria y la justicia y la paz que les debemos y nos debemos, para que todo México sepa también que ningún ciudadano permitirá más que se construya ningún proyecto político sobre el odio, la corrupción, la impunidad, la guerra y la muerte”.
Sicilia planteó al mandatario seis puntos:
- Un drástico y transparente deslinde de todos los partidos políticos del crimen organizado. Lo que significa que no deberán aceptar un sólo peso del narcotráfico, de la delincuencia o por fuera de la ley; que no deberán aceptar un solo candidato o candidata que tengan vínculos con la delincuencia organizada; que denunciarán cualquier amenaza o extorsión que amenace el proceso electoral.
- El mapa de ruta de la desmilitarización del país, el fortalecimiento de las instituciones civiles y la garantía de seguridad y respeto a los derechos humanos de los ciudadanos. No queremos más muertos ni más desaparecidos.
- La justicia que se les debe a nuestros muertos y la aparición de todos los desaparecidos de esta guerra. Con idependencia de este diálogo, es obligación del Estado garantizar el acceso a la justicia, por lo que la atención a los casos individiuales y colectivos debe prevalecer para mantener los espacios de atención hasta ahora construidos.
- Un acuerdo nacional de inversión de largo plazo en la educación y empleo que garantice a los jóvenes de México varias opciones de educación así como el rescate de dicha población en las regiones de mayor riesgo donde el crimen organizado ha encontrado en ellos su ejército de reserva.
- La restauración del tejido social mediante el respeto a las diferencias regionales y el reconocimiento de las autonomías indígenas con todos los derechos que eso implica.
- El rescate de los caminos de México que devuelva el seguro y libre tránsito de los ciudadanos por los territorios de la nación. Llamamos así a los mexicanos y mexicanas a hacer uso de todas las formas pacíficas de resistencia civil contra la violencia. Es el momento, frente al horror y la fractura del Estado, que el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad nos de las formas de organización necesarias y siempre pacíficas para resistir juntos tanto a la violencia criminal como la oficial y refundar el Estado.
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