El Instituto Federal
Electoral tuvo a bien desempolvar recuerdos del fraude 2006 mediante una
ceremonia efectista y ociosa de presunta reconfirmación de civilidad a
la que hizo concurrir como firmantes a los cuatro candidatos
presidenciales (aunque la dedicatoria de ese volátil compromiso
pareciera dirigirse abiertamente a uno de ellos).
Villano jurídicamente señalado seis años atrás, el sector empresarial
se constituyó ahora, con el beneplácito del consejero presidente del
IFE, en promotor y supuesto garante de la legalidad que en 2006 rompió
para agredir mediáticamente al candidato perredista pero que ahora
consideró imprescindible ensalzar y defender. De los mensajes
televisivos envenenados de entonces, y las pretensiones de que los
subordinados laborales sufragaran conforme a los designios de los
patrones electoralmente tutelares, a la solemne proclamación de la
República de las Leyes Impecables y las Instituciones Similares.
Y ¡ay de aquel que ayer se hubiera atrevido a poner en tela de jucio
las súbitas intenciones nobles del Consejo Coordinador Empresarial y su
espectáculo expiatorio de las firmas recabadas! Leña mediática verde se
hubiera juntado de inmediato para quemar en estos días de
reflexiónsilenciadora al candidato hereje que hubiera mencionado los múltiples indicios de fraude electoral por venir. Un toque más de humor grotesco provino de la inclusión del sindicato de pilotos como otro testigo
de honordel intento de convalidación mediante chantaje del proceso electoral desde ahora tan en entredicho: diarias violaciones a la ley en el proceso de Mexicana de Aviación, que constituye una de las vergüenzas del régimen calderonista, y el IFE cree prudente lucir a un sindicato de trabajadores que en parte ha sufrido de la represión y las trampas del sexenio espurio.
Delatora urgencia previa de convalidación de un proceso en sabido peligro.
Si hubiera parque no estaría usted aquí, es la frase que se atribuye al general Pedro María Anaya en respuesta a la exigencia que en 1847 le hacía un militar estadunidense, en el convento de Churubusco, para que entregara las municiones sobrantes luego del asalto invasor. Si la legalidad no estuviera lesionada desde ahora no habría necesidad de que ustedes estuvieran aquí, pudo haber parafraseado el administrador del engaño electoral, Leonardo Valdés Zurita. Pero todos firmaron. Andrés Manuel López Obrador, el destinatario real de todo el montaje, ha dicho una y otra vez que no cree que se pueda dar un fraude electoral, y asegura que Morena tendrá suficientes y eficaces representantes en todas las casillas. Así que también firmó, sin objeciones ni protestas, aunque de inmediato acusado, por los medios bajo alineamiento, de asumir falsas posturas pacifistas.
Ni siquiera en 2006 había tantas evidencias firmes de preparación de
un golpe electoral. Hoy, el aparato del peñanietismo está abiertamente
dedicado a la compra de votos, con un ejército de operadores expertos
listo para entrar en acción la mañana de este domingo. Así que al ex
gobernador del estado de México no sólo no le costó ningún trabajo
estampar su firma en el mencionado
pacto de civilidad: en realidad, esa elaboración documental pretende inhibir desde ahora el ejercicio cívico de la protesta, en una suerte de temprano cheque de confianza en blanco, a sabiendas de las trapacerías que se están haciendo en el banco de la esperanza electoral.
Josefina Vázquez flota políticamente. Candidata nini: ni tiene
posibilidades de ganar ni tiene condiciones para protestar. Su última
jugada u ocurrencia tiene tintes tragicómicos de múltiples
interpretaciones posibles: ha dicho que, de ganar, llevaría a Felipe
Calderón a la Procuraduría General de la República. Pero no como
acusado, tal cual muchos ciudadanos desearían, para someterlo a juicio
por las decenas de miles de muertes causadas por sus decisiones
políticas irresponsables. Lo llevaría para que se ocupara de esa oficina
y desde allí continuara con sus obsesiones de diván relacionadas con la
muerte y la guerra. ¿Broma siniestra de última hora para pitorrearse
del jefe pinolero que nunca la apoyó de verdad y que acabó
intercambiándola con Enrique Peña Nieto por impunidad para las familias
imperiales de este sexenio? ¿Forma disfrazada de declinación a favor de
AMLO al lesionarse ella misma de esa manera irreversible al envolverse
en el manto sangriento del calderonismo repulsivo? Los enigmas de la
sonrisa Comex que se va despintando.
Y así se llega al final de fiesta. Saludos de mano entre candidatos (AMLO y EPN, los significativos) y besito de Chepina
a Quique. Monederos electrónicos Monex listos para dar sustento a las
operaciones de fraude electoral que esta vez serán extracasillas, de tal
manera que los ciudadanos queden muy convencidos de que voto por voto
contado el desenlace es el previamente construido en cuevas de
mapachesde donde saldrán boletas marcadas por el PRI para ser depositadas mediante el truco de La Ruleta. Tarjetas de beneficios económicos condicionados al triunfo del candidato priísta, en este caso a través de Soriana en el estado de México. Robo de boletas, cuchillo en mano, contra anónimo capacitador del IFE, en ese Veracruz de incesante oleaje sospechoso de trapacerías gubernamentales para favorecer a Peña Nieto: con esa pérdida violenta de unas mil 200 papeletas (bit.ly/LFQLRD) se justifica el echar a andar nuevamente la maquinaria de los Talleres Gráficos de la México, donde antes imprimieron
por errordecenas de miles de documentos de más. Agresiones de priístas contra ciudadanos y, en especial, contra jóvenes, en abierta labor de intimidación, como pudo verse en Guadalajara, donde priístas abiertamente hostigaron y agredieron a jóvenes de Morena, según denunció el dirigente Francisco Félix (foto: bit.ly/MCDw15 y video: bit.ly/MYNrLt). Ah, y los lapicitos mágicos del IFE tan precavido.
Y, mientras llega la hora de las urnas (cualquier novedad o imprevisto que sea de importancia tendrá un comentario exprés en astillero.tv), ¡feliz fin de semana!
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Facebook: Julio Astillero
Que las refinerías
no son negocioy, por lo mismo,
sería un grave error construir ese tipo de plantas en territorio nacional y una injustificada pérdida de recursos públicos, gritan a coro los insistentes promotores de la privatización petrolera. Pues bien, que griten todo lo que quieran, pero si ingresos por 112 mil millones de dólares en tan sólo seis años no son negocio, entonces qué lo es. Lamentablemente el negocio real no es para México, pues esa voluminosa cantidad de dinero la perdió el país ante la rotunda negativa del gobierno calderonista (quien en este sentido siguió la línea marcada desde el sexenio de Miguel de la Madrid) de revertir la creciente dependencia del exterior en materia de petrolíferos por medio de la construcción de cuando menos una refinería.
La terrible noticia dice así: “la falta de infraestructura para
refinar los petrolíferos que consume el mercado nacional,
particularmente gasolinas automotrices, le ha costado al país 112 mil
569.2 millones de dólares, además de una cantidad superior a 511 mil
millones de pesos en subsidios durante el actual gobierno. Con base en
informes oficiales, el actual gobierno federal gastó 53 por ciento de
los ingresos por exportaciones petroleras en la compra de un volumen
cada vez mayor de combustibles automotrices que alcanzó su máximo nivel
histórico en octubre del año pasado, con 467 mil 400 barriles
diariamente, es decir, más de 74.3 millones de litros, suficientes para
llenar al tope el tanque de 18.5 millones de automóviles cada día.
“Esas compras representaron un gasto promedio para el gobierno
mexicano cercano a 2 mil 500 millones de dólares mensuales. Ese aumento
en las importaciones de gasolinas coincidió con la más baja producción
de gasolinas de décadas recientes, con un promedio de apenas 367 mil 100
barriles por día, es decir, poco más de 58 millones de litros. La falta
de capacidad para refinar crudo y la falta de decisión que hubo para
ampliar la infraestructura correspondiente permitieron que los
beneficios se hayan concentrado en un limitado grupo de empresas
petroleras, entre las que se encuentran algunas de las más grandes del
mundo, con las que se mantienen contratos de compra de las gasolinas,
según fuentes de Pemex. Trasnacionales como Shell, Exxon, la venezolana
Citgo Petroleum Corporation (filial de PDVESA, pero constituida
legalmente en Estados Unidos) y la también estadunidense Valero Energy
Corporation concentran alrededor de 75 por ciento de las compras de
gasolinas que se consumen en México. Sólo dos petroleras, la
estadunidense Exxon y la anglo-holandesa Shell, le venden a México más
de la mitad de las importaciones de combustibles automotrices, bajo el
argumento de que ‘se compra al que ofrezca el precio más barato’”. Las
compras de gasolinas por Pemex se concentran en 60 por ciento en el
mercado estadunidense y otro 20 por ciento se adquiere en compañías
europeas (particularmente Shell)” (La Jornada, Víctor Cardoso).
De ese tamaño es el enorme negocio que México representa para las
refinería extranjeras (estadunidenses, principalmente), es decir el
no negocioque dicen los jilgueros privatizadores. México acumula 33 años sin construir una refinería. La más joven del sistema data de 1979, y a estas alturas ya no da para más. Con Calderón en Los Pinos, la capacidad refinadora del país ha ido en declive, y los precios de los petrolíferos en riguroso sentido contrario. Nadie movió un dedo para evitar la creciente cuan veloz dependencia externa de petrolíferos. A la urgente necesidad de construir nuevas refinerías, los cinco gobiernos neoliberales
respondieroncon
remodelaciones,
actualizacionesy
modernizacionesde las plantas existentes, pero tardaron tanto en concluir los reacomodos, que a la hora de reinaugurarlas de nueva cuenta resultaron obsoletas. Además, decidieron cerrar (Carlos Salinas) la refinería de Azcapotzalco en 1993, sin remplazarla (en su lugar construyeron un parque ecológico, que a medio terminar inauguró Calderón 18 años después del citado cierre).
Por si fuera poco, en marzo de 2008 (y años subsiguientes,
porque la prometió en cuatro distintas ocasiones, como si fuera algo
novedoso; será, dijo,
la obra más importante del sexenio, y por saliva no paró) el propio Calderón anunció la construcción de la refinería Bicentenario, de la que, cuatro años después, ni siquiera se ha terminado de construir la barda perimetral, es decir, el muro que delimita el terreno donde, eventualmente, alguna día se construiría (en Tula, Hidalgo), sin olvidar que a los hidalguenses los dejó colgados con una deuda cercana a mil 500 millones de pesos por la adquisición de los terrenos en donde, se supone, se ubicaría la nueva planta industrial.
Otro ejemplo del derroche gubernamental es la
modernizaciónde refinerías, como en el caso de la Lázaro Cárdenas, en Minatitlán, Veracruz (la más vieja del sistema, en funcionamiento desde 1906): el inicio formal de su
reconfiguraciónfue anunciada por Vicente Fox el 12 de mayo de 2003, con un presupuesto de mil 600 millones de dólares (17 mil millones de pesos al tipo de cambio de esa fecha) y la obra concluiría en diciembre de 2007; con esta inversión, se prometió, la capacidad de refinación se incrementaría de 186 mil a 350 mil barriles diarios. Pasó el tiempo, y por fin el 26 de julio de 20011 Felipe Calderón dio por oficialmente concluida tal
reconfiguración, aunque con algunos cambios: la inversión total superó los 3 mil 500 millones de dólares (48 mil millones de pesos al tipo de cambio actual), y la capacidad de refinación se redujo a 285 mil barriles diarios. Así es: el tiempo utilizado para
reconfigurarla planta duplicó al estimado originalmente: el presupuesto creció 120 por ciento con respecto al anunciado por Fox, y la capacidad de refinación se redujo casi 20 por ciento en comparación con la anunciada.
Lo anterior es una muestra adicional del desastroso manejo de los
recursos públicos, pues con los citados 112 mil millones de dólares se
podrían construir cinco refinerías de gran capacidad, y sobraría la
mitad, amén del ahorro en lo que el gobierno llama
subsidiosa la gasolina. Si cada uno de los cinco gobiernos neoliberales hubiera construido una refinería, hoy México no sólo sería autosuficiente en petrolíferos, sino que se habría convertido en un gran exportador, o lo que es lo mismo, le habría dado valor agregado a su oro negro. No lo hicieron, desde luego, pero sí se esforzaron en concretar la privatización del sector, y a pesar de los notorios avances que lograron en tal sentido, también en eso fracasaron, hasta ahora.
Schiaparelli y Prada: conversaciones imposibles,
exposición montada por el Met de Nueva York, recibe miles de visitantes
y crítica elogiosa, como ayer las tuvieron otros dos diseñadores: Jean
Paul Gaultier y Alexander McQueen. Ahora el inagotable museo ofrece una
muestra con la producción más representativa de dos diseñadoras
separadas en el tiempo pero conectadas por su género, su herencia
italiana y sus estrategias creativas que responden a las actitudes
políticas, culturales y artísticas de sus respectivas épocas.
Elsa Schiaparelli (1890-1973) y Miuccia Prada (1949), son conocidas
por sus provocaciones estilísticas deliberadas que confrontan las
convenciones normativas de gusto, belleza, glamour y feminidad. Sin embargo, aun cuando sus diseños resisten o rompen los preceptos establecidos en el concepto
moda, nunca olvidan las realidades o la pragmática del vestido.
Cuestionan el uso de lápiz para marcar la boleta
Es increíble que estamos a
días de las elecciones y que aún mucha gente ignore los cambios
realizados por el IFE, especialmente la decisión de usar lápiz para
marcar la boleta.
Un golpe de Estado es
una acción desde arriba para interrumpir un proceso político. No importa
quién la realice ni los métodos que utilice. Los golpes al estilo del
que derrocó a Salvador Allende cayeron en desuso, por el alto costo
internacional que tienen.
Este primero de julio,
cuando los miembros de algún pueblo indígena de México que acudan a
elegir al próximo presidente de la República, para renovar el Poder
Legislativo, o para algún otro cargo en los poderes locales, lo harán
conscientes de que durante sus campañas ninguno de los candidatos a esos
cargos profundizó en propuestas que atiendan las demandas y
aspiraciones de nuestros pueblos. La candidata del Partido Acción
Nacional los ignoró completamente; el del Partido Revolucionario
Institucional se refirió a ellos prometiendo seguir proporcionándoles
asistencialismo –es decir, menos de los mismo–, mientras el del
Movimiento Progresista por un lado fijó postura en favor de sus
reclamos, al mismo tiempo que se pronunciaba por continuar con algunos
megaproyectos contra los que éstos luchan, porque violan sus derechos y
atentan contra su futuro.
El presidente de Siria,
Bashar Assad, podría durar más de lo que sus opositores esperan, con la
tácita aceptación de líderes occidentales, ansiosos de asegurar nuevas
rutas petroleras hacia Europa vía Siria, antes de la caída del régimen.
Según una fuente íntimamente involucrada en una posible transición del
partido Baaz en el poder, estadunidenses, rusos y europeos están
fraguando un acuerdo que permitiría a Assad quedar como líder de Siria
durante al menos dos años a cambio de concesiones políticas para Irán y
Arabia Saudita, tanto en Líbano como en Irak.
Don Carlos
Fernández-Vega, en su espléndida columna del 22 de este mes, comenta
“que el gobierno mexicano se ha negado rotundamente a utilizar parte de
las sacrosantas reservas internacionales para reactivar la economía
nacional, atemperar la pobreza y/o atender la devastación producto de
fenómenos naturales. Ni un solo peso porque el ‘guardadito’ es
intocable. En cambio sí son utilizables y rapidito para fortalecer la
capacidad de respuesta y de maniobra del FMI y contribuir a una
recuperación más rápida de la estabilidad y de la capacidad de
crecimiento de la economía mundial”.
El proyecto Sombras tenebrosas es resultado de la admiración común del realizador Tim Burton y su actor
fetiche Johnny Depp por la telenovela homónima, que duró varios años
(1966-71) en la televisión gringa, con la distinción de ser la única de
su género, una telenovela sobre vampiros.
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