6/28/2012
México: Tercera llamada… ¡comenzamos!
Gerardo Fernández Casanova (especial para ARGENPRESS.info)
“Que el fraude electoral jamás se olvide”
“Aquí termina la farsa y comienza la realidad” solían decir los cómicos de la legua al iniciar sus representaciones teatrales. Así también se aplica al momento político: “Aquí terminan las encuestas y los mitotes mediáticos y comienza la realidad de las urnas”. Ahora es cuando habrá que aplicar toda la energía y la decisión ciudadana para hacer valer su voluntad y, de una vez por todas, emprender la tarea de la regeneración nacional.
Valen algunos comentarios de última hora:
1.- VOTO EN CASCADA.- Es importante ganar la elección presidencial para el Movimiento Progresista encabezado por Andrés Manuel López Obrador, pero igual de importante será asegurar la mayoría en las cámaras de diputados y senadores; las gubernaturas y congresos locales, así como las presidencias municipales, en las entidades en que tales cargos serán renovados. El Nuevo Proyecto de Nación se plantea la más amplia convocatoria a todas las fuerzas políticas, pero tendrá menos obstáculos si cuenta con un mínimo suficiente de respaldo propio. Hay quienes recomiendan el voto cruzado diferenciando el voto al ejecutivo con el voto por el legislativo, como medida de contrapeso al poder presidencial; no procede en el caso del México actual en que los poderes fácticos ejercen, no el contrapeso, sino el gran obstáculo a la decisión de transformar de raíz al país. El reciente caso paraguayo habla por sí solo de lo que esto significa.
2.- VIGILANCIA ELECTORAL.- La limpieza del proceso electoral es tarea de todos, pero principalmente de quienes estamos comprometidos con el cambio democrático. Significa que tendremos que vigilar y, en su caso, aplicar los instrumentos legales de denuncia y protesta por las irregularidades que llegaran a presentarse y, desde luego, no caer en la tentación de aplicar la misma fórmula tramposa de los adversarios. Habrá que ser especialmente cuidadosos en este sentido, dada la estrategia de los mapaches de acusar al otro de las fechorías que ellos cometen buscando invalidar casillas en que se vean claramente perdidos.
3.- VOTAR POR UN SOLO PARTIDO.- La votación a favor del Movimiento Progresista tiene varias alternativas válidas. Para el caso de la presidencia de la república puede marcarse a un solo partido o por dos de ellos y hasta por los tres que integran la coalición; los votos así emitidos son válidos y se suman al candidato de la coalición; igual en el caso de los legisladores, pero aquí la votación aplica para la definición del número de plurinominales y para la determinación de los porcentajes de participación en la masa del financiamiento público a los partidos; si se vota por dos o por los tres partidos de la coalición el voto no cuenta para tales fines con lo que serían beneficiados el PRI o el PAN en plurinominales y en financiamiento. Es preferible votar por uno solo de los partidos, el que más convenza o el que menos disguste, pero por uno solo de ellos.
4.- CELEBRAR EL TRIUNFO.- Es importante estar reunidos en todas las plazas del país para seguir el conteo de los votos y prepararnos para celebrar con gran alegría y entusiasmo el cumplimiento de la hazaña del pueblo de México, que retomará en sus manos la conducción de los destinos de la Patria. Es de esperarse que se obtenga un triunfo muy por arriba de los pronósticos de las encuestadoras, dado el auge incontenible con que se cierra la campaña de AMLO, es el escenario más deseable. Pero aún en el caso de una elección cerrada será importante agregar una mayor dosis de entusiasmo, en términos de desalentar las mapacherías postelectorales (1988 y 2006).
5.- MANTENER EL IMPULSO.- Es importante recordar que la elección es sólo un paso, muy importante desde luego, pero que la verdadera lucha apenas comenzará. La transformación afirmativa del país no es tarea sólo del gobierno, sino de todo el pueblo. La movilización tendrá que mantenerse e incrementarse, para respaldar los cambios necesarios, incluso para exigirle a Andrés Manuel el cumplimiento de los compromisos en caso de flaqueza.
Por último, en el caso del México actual la tercera llamada del teatro, que siempre es la última, coincide con ser también la última llamada para sacar al país del atolladero en que lo han metido los tecnócratas y los corruptos neoliberales. Es hora de volcar todo el esfuerzo y el entusiasmo al final de la carrera, ¡FFFUUUAAAHHH!.
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