Por Guadalupe Cruz Jaimes
México, DF, 5 oct 12 (CIMAC).-
La reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT), recién aprobada por la
Cámara de Diputados, excluyó los derechos laborales de los 2 millones
de trabajadoras del hogar ocupadas en México, debido a que entre las y
los legisladores “aún pesa una mirada de discriminación hacia ellas; no
las consideran trabajadoras sino servidumbre”.
Lo anterior lo
denunció Rosario Ortiz, integrante de la Red de Mujeres Sindicalistas
(RMS), quien añadió que quedaron fuera las demandas de las trabajadoras
del hogar como una jornada de trabajo de 8 horas, seguridad social,
vacaciones, aguinaldo, y jubilación, entre otras.
La reforma a
la LFT sólo añadió al capítulo 13 de esa legislación los descansos que
deben tener las mujeres ocupadas en esta labor; señala que quienes
laboren de “planta” deberán tener un reposo nocturno de 9 horas, 3
horas durante el día, y día y medio de descanso semanal, que de
preferencia sean en sábado y domingo.
Además, menciona que las
personas empleadoras tienen que proporcionarles una alimentación sana y
suficiente, así como una habitación cómoda e higiénica.
Para
Marcelina Bautista, directora del Centro de Apoyo y Capacitación para
Empleadas del Hogar (CACEH), es preocupante que “a nadie le importe” la
explotación y la falta de ejercicio de los Derechos Humanos (DH) y
laborales que padecen las trabajadoras del hogar.
Muestra de
la ausencia de derechos es que de los cerca de 2 millones de mujeres
ocupadas en esta labor sólo 5 por ciento de ellas tiene contrato
escrito, y 0.01 por ciento tiene acceso a la seguridad social.
Bautista
agregó que la exclusión de sus demandas en la modificación a la LFT se
debe a la “incapacidad de las autoridades para reconocer el aporte
económico de su labor”.
Y es que, recordó, el trabajo en el
hogar representa el 22.6 por ciento (2 mil 672 billones de pesos) del
Producto Interno Bruto (PIB), superior a la aportación de sectores como
el manufacturero y el agrícola, según el Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (Inegi).
Pese a su importante
contribución económica, las y los legisladores “desvalorizan a esta
actividad, y anteponen los intereses de los empleadores por encima de
los derechos de las trabajadoras del hogar”, lamentó.
“Siguen
pensando que al emplear a una mujer en su casa, le hacen un favor y que
ahí aunque no tenga derechos está mejor que en su pueblo”, añadió la
también coordinadora regional de la Red Internacional de Trabajadoras
del Hogar para América Latina.
Para colmo, la reforma laboral,
que en su exposición de motivos sostiene que fue elaborado con enfoque
de género, “ni siquiera nombra a las trabajadoras: en la redacción
quedó como ‘trabajadores domésticos’”, a pesar de que 9 de cada 10
personas ocupadas en esta labor son mujeres.
Marcelina
Bautista aseveró que continuarán con la exigencia de que sus DH y
laborales se incluyan en la LFT y para ello se reunirán con senadoras y
senadores, a quienes presentarán sus demandas debido a que esta semana
la Cámara alta inició la revisión de la reforma aprobada en San Lázaro
el sábado pasado.
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