Pedro Echeverría V.
1. Hace algunas semanas falleció Roberto González Barrera, llamado “Don maseco”(por ser el gran millonario monopolista de la masa y las tortillas), asimismo fue presidente vitalicio de BanNorte y tuvo otros grandes negocios. El día de ayer le hicieron un homenaje en vida al señor Rogerio Azcárraga Madero, multimillonario, creador y propietario de una cadena nacional de radios conocido como “Grupo Fórmula” y Tele Fórmula con una planta de conductores absolutamente de derecha que se presentan como “campeones de la libertad de expresión”. Otro homenajeado ayer en Palacio Nacional fue el recién fallecido Alonso Lujambio que estuvo enchufado en el IFE y al gobierno del PAN en los últimos 20 años. Me da risa, pero lo entiendo: la burguesía mantiene a sus personajes, los cuida, los cultiva y al morir les hace homenajes; no está mal, pero que no se piense que “todo el pueblo está afligido, triste o consternado”, porque éste jamás se entera o preocupa por homenajes.
2. “Don maseco” fue, y su familia sigue siendo, uno de los 10 multimillonarios de México, entre los que se cuenta Carlos Slim (propietario de Teléfonos), Emilio Azcárraga (dueño de Televisa) y Roberto Hernández, (expropietario de Banamex) Para hacerse de grandes capitales –como todos los millonarios- G. Barrera no trabajó en alguna tortillería o molino de nixtamal sino que se dedicó a los negocios financieros contando con capital, haciendo alianzas, poniéndose bajo la protección del Estado y explotando el trabajo humano. Hasta ahora en este sistema no se ha conocido nunca –sólo en el cine o las novelas- a un personaje que se haya convertido en millonario a partir de un trabajo honesto u honrado. Desafortunadamente las leyes dentro del sistema capitalista protegen a la gran propiedad privada y le hacen homenajes a quienes han sabido adaptarse a ellas en propio beneficio.
3. En entrevista a Rogerio Azcárraga declaró: Al regresar de EEUU a México –después de recibir el consejo de que me dedique a la radio, comencé a comprar estaciones a nivel nacional, primero en Amplitud Modulada (AM), con la finalidad de fusionarlas en una gran cadena con afiliados para después pasarlas de AM a Frecuencia Modulada (FM), lo que ha permitido que Grupo Fórmula pueda competir a nivel nacional. Después lancé una cadena televisiva, TeleFórmula, primero a través de Cablevisión, para posteriormente expandirme a Cablemás y otras compañías de televisión restringida, hasta alcanzar las 400 ciudades en la República Mexicana con casi 10 millones de suscriptores, cifra que continúa creciendo de una forma impresionante no sólo en México, sino también en Estados Unidos. Ahora ya arreglamos pasarla en Sirius, Sirius es el satélite de radio que tiene 26 millones de suscriptores en Estados Unidos.
4. ¿Es malo ser empresario o funcionario de gobierno en el sistema capitalista? Pues no, siempre y cuando no se sea explotador, saqueador de recursos, deshonesto o cómplice; pero por ser limpio y honrado –que es extremadamente difícil, por no decir imposible- estaríamos hablando de otro país y sistema económico. No del México profundamente corrupto gobernado por el PRI, el PAN y el PRD en el que personajes como Alonso Lujambio o Camilo Mouriño del PAN avalaron y justificaron todas las medidas tomadas por el gobierno ilegítimo de Felipe Calderón. El paso de estos personajes por la secretaría de Educación y de Gobernación, respectivamente, fue igual de mediocre a los anteriores secretarios pues las funciones que realizaron fueron absolutamente intrascendentes; sólo sirvieron para ocupar espacios libres, como muy bien se ha demostrado. Pero así son estos asuntos del poder y del dinero en los que los medios de información son determinantes.
5. En tanto los hombres del poder halagan a sus amigos de dinero con el fin de propagar sus grandezas, la población no hace homenajes de este tipo, reservándose el derecho de hacerlo a nivel familiar, en lo íntimo, cuando en vida el familiar o el amigo ha sido bondadoso y solidario. Los gobernantes y empresarios mantienen el poder, levantan monumentos y colocan sus nombres en plazas, calles, escuelas, para hacerlos perdurar. Se busca meter en la cabeza de los trabajadores que los empresarios y los políticos son personajes que se han sacrificado por el país, por los obreros, los campesinos, los empleados. Por ello quienes se sienten burlados por los poderosos han decidido en diferentes épocas bombardear esos monumentos, dilapidarlos, tirarles pintura o simplemente exigir que sean removidos, tal como ha sucedido con los monumentos a Miguel Alemán en la ciudad de México, López Portillo en Campeche, Vicente Fox en Veracruz, y otros.
6. No soy partidario de los homenajes porque pienso que los seres humanos simplemente cumplen con su papel en la historia y cuando sus obras han sido distinguidas nunca hay que silenciar su pensamiento, su ideología y las acciones que han realizado para beneficiar a los sectores más explotados y oprimidos. Las personas que más quiero –además de los trabajadores explotados que han luchado toda su vida- son aquellos que se han pasado décadas y décadas batallando por un mundo de igualdad; entre estos que han entregado sus vidas están los anarquistas como Flores Magón y los marxistas libertarios como Guevara, el Che. Jamás podré homenajear a quienes –en nombre de crear empleos y riquezas (que se embolsan) – explotan y oprimen el trabajo humano. Así que esos homenajes a los capitalistas y gobernantes, en vez de consternar al pueblo, los ignoran o les da risa.
http://pedroecheverriav.wordpress.com
pedroe@cablered.net.mx
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