Aun cuando el planteamiento teórico de
la privatización energética se ha apoyado en una lectura optimista de
la capacidad del peñismo para sacarlo adelante (viabilidad aritmética
de aprobación en las cámaras, control de los partidos opositores
mediante el Pacto por México y apatía ciudadana y debilidad de la
oposición callejera), las primeras horas posteriores a la develación
oficial de la trama reformista están exhibiendo debilidades e impericia
que podrían generar más turbulencias al interior del poder federal que
la misma inconformidad activa de cierta franja social.
El primer dato significativo proviene de algunos de los presuntos
beneficiados, a quienes no dieron satisfacción, cumplidos los términos
de la apuesta de Los Pinos. El tamaño del negocio hace que de cualquier
manera los inversionistas estén dispuestos a aprovechar las ofertas,
pero ya se han escuchado expresiones de desencanto de parte de
tiburones empresariales que esperaban una rendición sin refrendos del
gobierno mexicano y no el planteamiento de un muy priísta control
discrecional, con su carga de permanente manejo corrupto por debajo del
agua, lo cual se desprende del hecho de que no se propone el
establecimiento de concesiones, sino de permisos, y no se habla de
producción, sino solamente de utilidades compartidas.
Las variantes asumidas por Peña Nieto han recibido críticas de esos
segmentos empresariales trasnacionales y del partido que impulsa una
privatización más abierta y definitiva, el de Acción Nacional. A ello
puede añadirse el creciente enojo en la Casa Blanca, y sus oficinas
relacionadas con la seguridad nacional, por la liberación de Rafael
Caro Quintero, en un escenario de reinstalación de ánimos vengativos de
Estados Unidos por el asesinato de un agente infiltrado, Enrique
Camarena, y la fundada suposición de que, contra lo que supuestamente
se desearía en Washington, en la administración peñista se están
tejiendo acuerdos de complicidad con ciertos grupos de la delincuencia
organizada. Por lo pronto, Estados Unidos ya ha pedido la detención del
sinaloense, evadido legalmente, y se ha abierto el camino de una
eventual extradición.
El manejo de la propaganda también ha resultado errático. Podría
decirse que, con una extraordinaria rapidez, el equipo de Los Pinos ha
permitido que se asiente un escepticismo ciudadano, extendido a causa
de las lecturas a la inversa que los mexicanos se han acostumbrado a
hacer frente a lo que los gobernantes les dicen. Entre otros factores,
a la pretensión oficial le han hecho daño: la irrespetuosa
desproporción de utilizar la figura del ex presidente Lázaro Cárdenas
para justificar lo que ahora se propone; la falta de autoridad técnica
y moral de algunos de los voceros utilizados machaconamente para
promoverlas reformas; la increíble dimensión del paraíso prometido a cambio de la aprobación de la reforma, y especialmente la delatora imprecisión en cuanto a fechas y términos para que se materialice dicho edén de rebajas en tarifas y empleos al por mayor.
También se han ido acumulando agravios en las fuerzas armadas, cuyo
papel sería central en el mantenimiento de una paz forzosa, en ca-so de
que una poco probable rebelión cívica se desatara a causa de la cesión
de las ganancias petroleras a consorcios foráneos. Felipe Calderón
expuso y desgastó al Ejército en tareas de combate a la delincuencia
organizada, pero Enrique Peña Nieto, aparte de trazar líneas poco
claras de rediseño de los entendimientos oficiales con losgrupos del
narcotráfico y cri-minalidades conexas, ha im-puesto a los cuerpos de
verde olivo una política de tolerancia extrema frente a explosiones
populares de ira (genuina o inducida) que han desembocado en escenas,
años atrás, absolutamente impensables, con tropa y oficiales de la
Secretaría de la Defensa Nacional enfrentados por civiles, hostigados e
incluso
retenidos(por usar el término eufemístico que se niega a usar la palabra adecuada:
secuestrados), sin que ese personal legítimamente armado tuviese instrucción (afortunadamente) de actuar con energía, conforme a las circunstancias.
La
profunda irritación de las cúpulas castrenses ante suce-sos como el de
El Pericón, en Guerrero, pareció haber tenido desahogo ayer en el
munici-pio michoacano de Aquila, con la detención de decenas de
miembros de la policía comu-nitaria. La advertencia hechaen días
pasados por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, de
que no se permitirían más desa-catos, tomó tierra en el Michoacán del
desgobierno generalizado, pero con mensaje a Guerrero y otros lugares
donde los problemas políticos y sociales han encontrado, hasta ahora,
un retraimiento de las fuerzas represivas en aras de que no haya hechos
sangrientos que contaminen las delicadas negociaciones políticas que
tienen como meta indiscutida la aprobación del negocio energético. El
golpe seco en Aquila tuvo inmediata reacción, igualmente retadora, que
coloca al gobierno peñista en una disyuntiva grave, pues a la hora de
cerrar esta columna se mencionaba que decenas de militares habían sido
retenidosen busca de canjearlos por los comunitarios previamente encarcelados.
La acumulación de errores y problemas en la cúpula del poder
mexicano ha creado, como se apuntó en el primer párrafo de esta
columna, turbulencias diversas que, sin embargo, parecieran estar
destinadas a procesarse justamente en esos ámbitos de privilegio y no
con un sentido popular. Todo indica que en términos numéricos la
aprobación del rediseño energético está garantizada con la concurrencia
de legisladores del PAN, el PRI y sus aliados. Y que, a pesar de sus
insuficiencias tramposas respecto a los intereses de los grandes grupos
empresariales locales y extranjeros, estos aprovecharán la oportunidad
tal como se las ofrece Los Pinos. Falta ver el impacto y la
trascendencia que podría alcanzar el movimiento de protesta programado
para el próximo 8 de septiembre.
Y, mientras el oráculo Emilio Gamboa dice desde el Senado que la reforma energética saldrá
muy rápido, ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Apesar de las protestas, en
particular de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación
(CNTE), y aun cuando falta la segunda fase, la reforma educativa no
tiene vuelta atrás. La segunda sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se negó
a atraer los amparos colectivos contra la reforma educativa, al
reiterar la tesis de que no es válido ese recurso en contra de un
cambio constitucional. Además, la Comisión Permanente del Con-greso aprobó, con 26 votos de
PRI y PAN en favor, y nueve de PRD, PT y MC en contra, realizar
periodos extraordinarios en las cámaras de senadores y diputados para
revisar precisamente la segunda fase de la reforma educativa y otros
temas, como candidaturas independientes, transparencia y deuda de
estados y municipio
Algunos
sectores opinan que el proyecto de reforma energética constituye una
privatización de la industria petrolera. Otros sostienen que se quedó
corta, en los límites de una verdadera privatización. Tal vez lo
correcto está a la mitad del camino: este es otro paso de los que se
han dado desde Salinas de Gortari a la fecha en aquella dirección.
Privatización total será cuando Pemex coloque acciones de su capital
social en las bolsas de valores, de suerte que sean adquiridas por
inversionistas nacionales y extranjeros. Si deseas conocer los puntos
básicos de su contenido en cinco minutos, pueden servirte de guia los
siguientes puntos, elaborados por analistas de BBVA-Bancomer:
Guía para entender la reforma
– La iniciativa presentada el día 12 de agosto de 2013
por el Ejecutivo federal propone cambios a los artículos 27 y 28 de la
Constitución a efecto de permitir la posibilidad de que el Estado
suscriba contratos de utilidad compartida con el sector privado
(artículo 27) y de eliminar el monopolio estatal en materia energética
(artículo 28).
– El tema más importante a resaltar es que busca permitir la
participación privada en la exploración y producción de
hidrocarburos únicamente mediante asignaciones de contratos de
utilidades compartidas y no mediante concesiones, como algunos
participantes del mercado esperaban.
– Para maximizar las probabilidades de su aprobación, la propuesta
de reforma se remite al texto constitucional que introdujo el
presidente Lázaro Cárdenas en 1938, cuando se nacionalizó la
industria petrolera, en el que se permitían las asociaciones con
empresas privadas mediante contratos de utilidades compartidas.
– Adicionalmente, se pretende otorgar permisos al sector privado
para que pueda participar en petroquímica básica, refinación,
transporte, almacenamiento, distribución y comercialización de
hidrocarburos y sus derivados.
– La propuesta de reforma busca incrementar la capacidad y
diversificación de la generación eléctrica al permitir su venta
entre particulares, manteniendo el control del Estado sobre los
segmentos de transmisión y distribución.
Europa sale de la recesión
Una grata noticia para los terrícolas: los países de la
eurozona salieron de un periodo de 18 meses de recesión en el segundo
semestre de este año, apoyados por las economías de Alemania y Francia.
Las 17 naciones de la eurozona crecieron 0.3 por ciento de abril a
junio, terminando la más larga contracción económica desde su creación
en 1999. Alemania tendrá elecciones el próximo mes y creció 0.7 por
ciento, mientras Francia, con gobierno socialista, alcanzó 0.5.
El
futuro venturoso que –según ellos– garantiza la iniciativa energética
peñanietista ha desquiciado a la selecta industria de los cálculos y
los pronósticos. Cada jubiloso seguidor de la causa privatizadora
incrementa o
acotael bienestar y el crecimiento económico que –otra vez según ellos– generaría la susodicha
reforma. Todo depende del entusiasmo que cada uno le ponga y qué tan convencido esté de los eventuales resultados (léase de la tajada que para sí obtendría).
Por ejemplo, meses antes de que el presidente Peña Nieto formalmente
presentara la referida iniciativa, el secretario de Energía, Pedro
Joaquín Coldwell –sin experiencia previa en el sector– aseguraba que
“con la aprobación de la reforma energética (…) se podría dar un empuje
adicional al crecimiento del país de 2 puntos porcentuales del producto
interno bruto” por año. Eso fue por allá de marzo pasado, pero ya con
el documento publicado, ahora el cálculo del político quintanarroense
se redujo a uno por ciento del PIB (
a partir de 2018). ¿Por qué modificó el cálculo? Sólo él sabe.
Se supone que todos los
estimadoresy
calculadoresprofesionales –oficiales y oficiosos– parten de la misma base, de las mismas cifras y de la misma
realidad, para analizar el efecto de tal o cual decisión y los maravillosos beneficios que por ella se obtendrían. ¿Por qué, entonces, las profundas diferencias? ¿Estado de ánimo, acto de fe, mala lectura inicial o posterior? Quién sabe.
Otro ejemplo se encuentra en la perspectiva de empleo formal que se
generaría si la multicitada iniciativa es aprobada por el Congreso
mexicano: en estos días de júbilo nacional, el director general de
Petróleos Mexicano, el empresario Emilio Lozoya, aventuró
al menos 500 mil plazas laborales directas en el corto plazo(es decir en un año, plazo en el que no coincide el titular de la Sener, aunque sí en el número de plazas), pero ya en el detalle aclaró que “la generación de empleos (…) podría ascender a 2.5 millones en el sector hacia 2025”, o lo que es lo mismo poco más de 200 mil por año involucrado en el periodo (no aclaró si permanentes o eventuales).
Tal vez la primera declaración del otrora integrante del consejo de
administración de la trasnacional española OHL (la que, por gracia de
Marcelo Ebrard, cobra peaje en el segundo piso del Distrito Federal) se
dio al calor de justificar lo dicho por el emocionado inquilino de Los
Pinos, en el sentido de que con su
reformase crearían
cientos de miles de empleos en todo el territorio nacional. Con todo, la experiencia mexicana de los últimos 30 años indica que el número de desocupados en el país crece a cada
reforma estructuralque se aprueba.
Pero no sólo en el sector público se cuecen habas. El Grupo Financiero BBVA-Bancomer considera que
involucrar el capital privado en áreas del sector energético que hoy están reservadas al Estado aumentaría el potencial de crecimiento de la economía mexicana en medio punto porcentual, proporción que equivaldría a unos 5 mil 800 millones de dólares, es decir, nada, frente a las urgencias nacionales. Eso sí, estima la trasnacional española,
con mayor inversión privada Pemex tendría un menor porcentaje del mercado, pero de algo más rentable, y a cambio obtendría un raquítico incremento de 0.5 por ciento en el PIB.
Eso dicen los
calculadoresdel BBVA-Bancomer, basados, se supone, en
la realidadpetrolera nacional y en la información gubernamental. Sin embargo, sus paisanos del Grupo Financiero Santander parece que, con la misma información, entienden esa
realidadde otra manera o con otro feeling, pues creen que
la apertura del sector, tal y como como la propone el Ejecutivo federal, permitirá un incremento de 2 puntos porcentuales en el producto interno bruto de México, es decir, cuatro tantos más de lo previsto por los primeros. ¿Por qué la abismal diferencia? ¿Será que unos son vascos y los otros santanderinos?
Pero
los gachupines no son los únicos que no coinciden. Allí está la
trasnacional estadunidense Citigroup-Banamex, que todavía ve mejor el
panorama, aunque en el plano laboral. Para sus analistas, con la
reformapeñanietista la inversión en el sector energético sería de entre 15 y 20 mil millones de dólares (de 2.5 a 3 tantos mayor que la estimada por el BBVA-Bancomer),
sólo considerando algunas actividades, de tal suerte que el impacto en el PIB sería de 1.5 puntos porcentuales
en el primer año de su implementación.
Al contrario del emocionado cálculo del gobierno federal, en materia
de empleo Citigroup-Banamex apenas si estima la creación de entre 45 y
55 mil plazas laborales, diez veces menos, en números cerrados, que los
presumidos por Emilio Lozoya, Pedro Joaquín Coldwell y el propio
inquilino de Los Pinos. ¿Por qué la abrumadora diferencia en inversión,
crecimiento y empleo?
Y ya entrados en gastos, el siempre voluntarioso Consejo Coordinador Empresarial (¿recuerdan aquello de
apostarle a algo distinto implicaría retroceso?) se fue hasta la cocina: por medio de su Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, estima que la
interesante e inteligentepropuesta de Enrique Peña Nieto
podría atraer inversiones de entre 50 mil y 70 mil millones de dólares anuales, es decir, casi 12 veces más que las estimadas por BBVA-Bancomer y hasta 3.5 tantos más que la prevista por Citigroup-Banamex. Ahora que si finalmente se aprueba el otorgamiento de concesiones a particulares, entonces tal inversión llegaría a 100 mil millones de dólares anuales.
¿Alguien más? Hagan sus apuestas.
Las rebanadas del pastel
De la lectoría y el por qué de las crecientes ganancias
bancarias: “el 29 de julio de 2013 me quitaron de mi cuenta Perfiles
Banamex, por error, la cantidad de mil 704.91 pesos. Comentaron que en
ocho días serían devueltos y me dieron el folio 20130801280669. Hoy día
13 de agosto de 2013, 14 días después, aún no regresa mi dinero. Para
lograr que alguien (en Banamex) me escuchara y tomara nota –incluyendo
el día de hoy con reporte 20130813-102012– me costó 21 llamadas
telefónicas igual a dos horas de mi tiempo y un correo que nunca fue
contestado, enviado desde la pomposa dirección electrónica ‘queremosescucharte@banamex.
com’. ¿Qué hacer ante estos abusos? El mes pasado me faltaron 300 pesos
para completar el pago mínimo de mi tarjeta de crédito Banamex (las
finanzas no han estado bien), y en el lapso de dos días recibí
alrededor de 17 llamadas telefónicas exigiendo ponerme al corriente.
¿Ellos sí exigen prontitud?” (Juan Carlos Navarro, productorrealizador@yahoo.com.mx).
Twitter: @cafevega
D.R.: cfvmexico_sa@hotmail.com
La
historia de la pobreza nacional, con todos sus derivados de violencia,
va emparejada con dos factores ineludibles en este recuento: la venta
de la industria y los bienes nacionales y el Tratado de Libre Comercio
(TLC), a punto de cumplir 20 años.
Según los datos con que se cuenta, en los 30 años de neoliberalismo
y las dos décadas de libre comercio México no ha logrado crecer a un
ritmo que le permita cubrir sus necesidades principales.
Los datos son demoledores. En 1982 existían mil 115 empresas que
pertenecían a la nación. Había de todo, desde siderúrgicas y mineras
hasta de bicicletas. Para 1993 sólo quedaban 200; ya se habían vendido
poco menos de mil. Hasta 1982 el crecimiento de México rondaba 6 por
ciento anual; a la llegada de Miguel de la Madrid se desplomó y ese
crecimiento no ha llegado a superar 2 por ciento.
El
desalojo de los campamentos de simpatizantes de la Hermandad Musulmana
en El Cairo, Egipto, derivó ayer en un saldo trágico de al menos 278
muertos y centenares de heridos. La jornada de violencia más sangrienta
en décadas en el país norafricano fue repudiada por buena parte de la
comunidad internacional. El régimen militar que arribó al poder
mediante un golpe de Estado al presidente Mohamed Mursi y al gobierno
de la Hermandad Musulmana –el primero electo democráticamente en ese
país– anunció la reinstauración por un mes del estado de excepción,
vigente durante las tres décadas que duró la dictadura de Hosni Mubarak
(1981-2011).
Golpe a la memoria de Cárdenas
En el debate energético de
2008, quienes estaban en favor de la privatización y la reforma a los
artículos 27 y 28 decían que oponerse a la desnacionalización
energética retomando los juicios del Constituyente y los procesos
históricos que los motivaron era propio de
metafísicoso
espiritistas, y con esos dicterios se burlaban de quienes recordaban a Lázaro Cárdenas, Andrés Molina o las luchas sociales que construyeron la Carta Magna del 17 y, ulteriormente, la Expropiación Petrolera.
Partidarios del depuesto presidente Mohammed Mursi huyen de los
tiroteos que emprendieron contra ellos las fuerzas de seguridad de
Egipto, durante los enfrentamientos ocurridos en el distrito de Ciudad
Nasr de El Cairo Foto Ap
Escribimos sobre lo que ocurre en Tepoztlán, Morelos, recordando a Juárez:
El respeto al derecho ajeno es la paz. Las declaraciones de las autoridades estatales descalificando a los integrantes del Frente por la Defensa de Tepoztlán como un
grupito violento de opositoreshan sido desmentidas por el mismo director regional de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), quien confirmó las denuncias del frente acerca de que el gobierno federal no cuenta con la titularidad de la tierra ni el derecho de vía para ampliar la carretera. Este hecho ha colocado al gobierno del estado en una lamentable situación, pues utilizó la fuerza pública para reprimir a auténticos propietarios y facilitar un despojo. Independientemente de lo que en última instancia ocurra con la carretera, deberán deslindarse responsabilidades. Mientras tanto, una disculpa pública por parte del gobierno de la nueva visión sería muy bienvenida.
Algunos
amigos me hicieron llegar un documento de Pemex que se ha difundido en
las redes sociales dirigido a potenciales inversionistas de México y el
extranjero (ExpoForo Pemex). Elaborado en julio de 2012, dicho texto es
como la otra cara de la moneda del pesimismo oficialista que justifica
la privatización en el desastre de la empresa, esa autoprofecía tejida
durante años para convencer a los ciudadanos mexicanos de que no hay
otro ni mejor camino que volver a abrir las puertas a los capitales
privados en la industria energética. Para lograrlo, primero combatieron
sin éxito los
tabúes constitucionales, injustamente ridiculizados como reliquias incompatibles con la modernidad. Como no tuvieron eco, ahora se cuelgan de las banderas rechazadas, repitiendo –palabra, por palabra, del Peña Nieto para abajo– que la iniciativa presidencial no es más que la vuelta a la visión original cardenista de 1940. El priísmo camaleónico del siglo XXI cree con ello haber hallado la piedra filosofal de la reforma, la justificación ideológica para enterrar
el espíritu de 1938y, en definitiva, todo replanteamiento que insista en fortalecer el papel de la industria petrolera en una perspectiva de verdadero desarrollo nacional, sin cambiar la Constitución (artstículos 27 y 28). El truco de hacer del presidente Cárdenas el autor intelectual de la reforma peñanietista es un recurso inmoral, pues deja sin explicar las difíciles circunstancias internas y exteriores a las que debió enfrentarse el Estado y la naciente empresa pública frente a la voracidad de los capitalistas expropiados, ni tampoco toma en cuenta la astucia del presidente Cárdenas ante el amenazante contexto internacional convulsionado por el horizonte de la guerra. En el fondo, y al revés de lo que plantean, los oficiosos guardianes de la redacción de 1940 del artículo 27 niegan el legado cardenista, su coherencia en la defensa del patrimonio nacional, expuesta, entre otras muchas ocasiones, en la carta al director de Pemex de 1968, publicada aquí por el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas. La campaña mediática de propaganda resultante es demagogia pura, pues al reconocer que el expropiador del petróleo no se oponía en 1940 al concurso de los particulares mexicanos (ni tampoco a la modernización de Pemex) sí alertaba ante quienes pretendían vigorizar
los intereses privados que es de presumirse que llegaran a ser, si no antagónicos, a lo menos distintos de los intereses generales. Sabía que las fuerzas interesadas en ello no pararían hasta destruir la obra de la nacionalización. Memorables son, en este sentido, las polémicas libradas por el cardenista Natalio Vázquez Pallares, siendo diputado, contra los contratos de riesgo autorizados por Miguel Alemán y otros saqueadores del patrimonio nacional, los cuales no hubieran cesado de no haberse aplicado las reformas que hoy Peña Nieto quiere eliminar (aunque el contratismo halló su propias vías).
El
procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, hizo una
presentación en El Colegio de México, el pasado martes 13, en la que
expuso cómo entiende su responsabilidad, y las necesidades del aparato
de procuración de justicia. También describió algunos de los aspectos
centrales de la reforma institucional que ha emprendido para construir
la nueva procuraduría. Después de escucharlo sentí enorme alivio, nada
más porque dejó ver la distancia que nos separa de la vidente La Paca y
de sus contactos con el más allá, que en 1996 dirigieron las
investigaciones en el rancho de Raúl Salinas. Sólo recordar ese
episodio de la justicia mexicana me sonroja de vergüenza.
Fidel
Castro está vivo, muy vivo. Acaba de cumplir 87 años el martes 13 sin
perder un ápice de su insaciable curiosidad y lucidez intelectual y su
ímpetu trasformador de la realidad. Quien lo dude que lea su último
texto (www.jornada.unam.mx/ultimas/2013/08/14/122728331-las-verdades-objetivas-y-los-suenos-fidel-castro).
El
7 de agosto pasado, el Banco de México y el Banco de Inglaterra
publicaron sus informes sobre la inflación en el segundo trimestre de
2013. En ambos casos sus gobernadores informaron las expectativas de
sus respectivas entidades sobre el comportamiento futuro de sus
economías y anunciaron las decisiones de política monetaria para los
próximos meses. El Banco de México redujo su pronóstico de crecimiento
de la economía mexicana para 2013 de entre 3-4 por ciento a 2-3 por
ciento. El Banco de Inglaterra señaló que había signos claros de que la
actividad de la economía inglesa se ha fortalecido durante este año, lo
que le lleva a revisar al alza su proyección de crecimiento.
La
República de Chechenia tiene un largo historial separatista de Rusia.
Al desintegrarse la Unión Soviética surgió un fuerte movimiento para
instaurar un país autónomo musulmán a base de guerra de guerrillas y
ataques por comandos suicidas en lugares específicos. Uno de estos
ataques ocurrió en 2002 cuando un grupo de chechenios tomó por asalto
el Teatro de Dubroka en Moscú, totalmente lleno, en donde se
representaba la comedia musical Noreste, amenazando con matar
a los rehenes, uno a uno, si no se retiraban las tropas rusas de
Chechenia. El gobierno moscovita respondió lanzando por las ventilas
del teatro un gas que supuestamente adormecería tanto a los atacantes
como a los rehenes, pero que resultó ser venenoso y dejó una estela de
172 muertos entre unos y otros, algunos espectadores extranjeros. El
presidente Putin se negó a especificar de qué gas se trataba y
surgieron muchas especulaciones, sin que se haya develado hasta la
fecha, a pesar de la difusión que el hecho tuvo y las solicitudes
internacionales para conocer el gas, específicamente de Estados Unidos,
su poderoso socio.
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