8/15/2013

Aún sin reforma ya hacen negocio


Exfuncionarios del gobierno federal, relacionados con miembros del gabinete de la actual administración, participan en la mayor inversión privada que ha realizado Pemex



Los involucrados en esta red siguen moviendo intereses que aún estarían por concretarse en la reforma energética que viene

En mayo la paraestatal lanzó la segunda fase de la convocatoria para la construcción de Los Ramones, anunciando que traería “gas natural barato” desde Agua Dulce, en Texas
El gasoducto de Los Ramones es el proyecto que pone nombres y apellidos a los negocios que traerá la reforma energética.
La licitación y fabricación de estos 1,221 kilómetros de ductos que irán de Tamaulipas a Guanajuato, establece una red de conexiones que dan sentido a la estructura energética y financiera del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Los nombres del director general de Pemex, Emilio Lozoya, y el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, se relacionan en una red que involucra a la principal constructora de Peña Nieto en el Estado de México, y al exsecretario salinista Pedro Aspe.
Se trata de un proyecto de 3 mil 291 millones de dólares que servirá para comprar el gas natural que hoy produce Estados Unidos y más tarde, dicen sus promotores, para vender el gas que México produciría si se detona la industria del shale.
La segunda fase del proyecto de Los Ramones está por adjudicarse, mientras los involucrados en esta red siguen moviendo intereses que aún estarían por concretarse en la reforma energética que viene.

Hijos de Aspe
Los dos hombres que manejarán las finanzas energéticas en México no se conocieron en el equipo de Peña Nieto.
Mucho antes, ya Luis Videgaray y Emilio Lozoya fueron alumnos de Pedro Aspe, exsecretario de Hacienda de Carlos Salinas.
Aspe es el elemento en común entre estos dos personajes actualmente con cargos públicos. Uno es secretario de Hacienda y otro director de Pemex, y ambos están colocados en la plataforma de la escena pública donde se debate la reforma energética.
Videgaray fue asesor de Aspe en Hacienda de 1992 a 1994, y luego fungió durante siete años –de 1998 a 2005– como director de finanzas públicas en Protego-Evercore, propiedad de Aspe.
Salió de la compañía al ser nombrado por Enrique Peña Nieto secretario de Finanzas en el Estado de México durante su gubernatura.
Durante su tiempo en Protego conoció a Emilio Lozoya, hijo del exsecretario de Energía de Carlos Salinas, Emilio Lozoya Thalmann, quien había sido también alumno de Aspe.
Al momento en que Lozoya fue nombrado encargado de asuntos internacionales en la transición, formaba parte del consejo de administración de la filial mexicana de la constructora española OHL.
Durante el gobierno de Peña Nieto en el Estado de México OHL ganó los contratos para construir el aeropuerto de Toluca, el Viaducto Bicentenario y el Circuito Exterior Mexiquense.
En abril de este año, ya siendo Lozoya director general de Pemex, la paraestatal y la Secretaría de Energía adjudicaron de manera directa la construcción de una planta de cogeneración de energía a instalarse en la refinería Francisco I. Madero, en Tamaulipas.
El contrato incluye el equipamiento general de la planta, una estación de medición y regulación de gas natural, un sistema de enfriamiento y las interconexiones con la refinería.
Fue firmado por Pemex y Sener con OHL, bajo un régimen de “responsabilidad compartida”, aunque no dieron a conocer su monto.
Luego de que Lozoya renunció a OHL, en septiembre del año pasado, quedaron allí dos de sus compañeros en el encargo, Carlos Ruiz Sacristán y Jesús Reyes Heroles.
En esta red también aparece Mario Alberto Beauregard Álvarez, director financiero de OHL México y sus subsidiarias desde 2011 hasta enero pasado, cuando fue nombrado director de finanzas de Pemex.

Los Ramones para Sempra y Protego
Las empresas que fundó Pedro Aspe o en las que han participado funcionarios del actual sexenio, tienen contratos privilegiados en la paraestatal.

Dos meses antes del cambio de gobierno, cuando Lozoya aún fungía como encargado de asuntos internacionales en la transición, Pemex asignó al banco de Aspe, Protego-Evercore,  el armado financiero del gasoducto Los Ramones, que irá de Tamaulipas a Nuevo León y llegará a suministrar el 40 por ciento del gas que se transporte en el país.
Las dos licitaciones, para el financiamiento y la construcción del ducto, se hicieron a través de MexGas International, una de las filiales de Pemex Internacional constituida en Islas Caimán en el sexenio de Salinas la cual no es auditada, funciona como empresa.
El compañero de Lozoya en OHL, Carlos Ruiz Sacristán, había sido nombrado en junio del año pasado como presidente y director general ejecutivo de la filial mexicana de Sempra Energy, empresa de EU cuestionada durante dos décadas por prácticas corruptas en Baja California.
Cuando se dio el cambio de gobierno la licitación para Los Ramones, estaba empantanada debido a que varios consejeros de Pemex estaban en descuerdo con las negociaciones, por lo que se esperó a que el equipo de Peña Nieto diera su punto al respecto.
Un mes y medio después de que Lozoya fuera nombrado director general de Pemex, la paraestatal adjudicó de manera directa, sin licitación, la primera fase del gasoducto: el tramo Tamaulipas-Nuevo León.
La ganadora fue precisamente Sempra Energy, la compañía dirigida por Ruiz Sacristán, bajo el nuevo nombre de Ienova.
El argumento que dio Pemex fue que esta adjudicación directa se había hecho para acelerar la construcción del ducto, cuya primera fase debe inaugurarse en diciembre del próximo año.
Sempra se hizo del ducto ya que absorbió a la empresa que en los papeles había ganado la licitación.
Triunfó la licitación de TAG Pipelines, filial de Pemex Gas y Petroquímica Básica (PGPB).
TAG Pipelines fue absorbida por Gasoductos de Chihuahua, la cual tuvo coinversión a partes iguales de PGPB y Sempra Energy, según publicó el diario El Financiero.
La primera fase del ducto sería propiedad sólo en parte de Pemex, mientras la segunda será totalmente privada. 

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