Valeria Cortés, venezolana en Gaza y su testimonio
Fósforo
blanco, bombas de más de una tonelada sobre barrios superpoblados,
misiles lanzados desde drones: así continúa el despiadado y en
apariencia indetenible ataque israelí sobre la población palestina que
este martes ya arrojaba un total de 620 niños, ancianos, mujeres y
jóvenes muertos, casi cuatro mil heridos y heridas y más de tres mil
viviendas destruidas.
Así lo narró a Radio Mundo Real desde Gaza la venezolana Valeria Cortés, de la organización Unadikum (“Os llamo”,
en lengua árabe), quien indicó además de actualizar los horrendos
números, desnudó que el reciente “cese el fuego humanitario” significó
“letra muerta” dado que los ataques han continuado sin cesar.
Valeria calificó a las autoridades israelíes como verdaderos
“criminales de guerra” y señaló que junto a sus compañeros apostados en
Gaza se han dedicado a actuar como “escudos humanos” para intentar
minimizar el ataque contra hospitales, asilos de ancianos y hasta
ambulancias. El Convenio de Ginebra por el cual se deben respetar en
situaciones de conflicto a los vehículos identificados como de atención
médica data de 1864… 150 años después, nada parece haber aprendido el
Ejército israelí, de acuerdo con el testimonio de Valeria y de tantos
otros comunicadores, internacionalistas y víctimas que se encuentran en
Gaza.
Valeria no duda en calificar la situación como “barbarie”.
“El pueblo palestino no pide el cese el fuego porque sabe que es
letra muerta. Pide el cese de la ocupación israelí de su territorios”,
dice en el teléfono antes de dirigirse a un centro sanitario para desde
allí, a través de redes sociales, anunciar la presencia de
internacionales para frenar muy probables bombardeos.
“Cuando hablo de tres mil casas derrumbadas hablo de casas de tres o
cuatro pisos, porque aquí las familias construyen una generación sobre
la otra. La mortandad ha sido terrible, las imágenes son inenarrables”,
manifestó la internacionalista.
En especial, la integrante de Unadikum señaló la masacre registrada
en la ciudad de Shayaía, donde toda la población resultó arrasada… en
pleno “cese el fuego”.
“Aquí no hay una guerra como pretende pintarlo la estructura
mediática, hay un pueblo invadido y sin ejército que resiste con
dignidad y coraje a uno de los ejércitos más poderosos del mundo. A
Israel le sale gratis (políticamente) invadir a Palestina y de nosotros
depende detener esta masacre. No se puede pedir el cese al fuego como
si fuese un conflicto entre iguales”.
Respecto a la matrización a nivel de la opinión pública
internacional de un “conflicto”, ocultando la creciente ocupación y
apropiación a través de estructuras militares y asentamientos civiles
de territorio palestino, Valeria dice: aquí además de bombas, llueven
silencios, llueven mentiras, llueven calumnias”.
"Ante nuestros ojos están asesinando a niños indefensos. Son 620
víctimas civiles frente a 27 militares israelíes -enfatizó- que estaban
atacando territorio palestino", anotó y dijo que para comprender las
fuerzas en tensión no puede omitirse que los uniformados israelíes son
ocupantes".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario