El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, aseguró que el TPP posiciona a México en acuerdos comerciales. Sin embargo, la apertura de otros países al comercio con EU será una fuerte competencia
"Si en los últimos 20 años enfrentamos la apertura con éxito, a pesar de
un marco deficiente de competencia económica, hoy gracias a las reformas
estamos mejor preparados para aprovechar las ventajas que ofrecerá la
entrada en vigor del TPP" .-Ildefonso Guajardo, Secretario de Economía
"México tiene mucho más que perder que ganar en el TPP; especialmente si se
utiliza eventualmente como plataforma para que otros países como China
puedan unirse en el futuro” : Clyde Prestowitz, Presidente del Instituto de Estrategia Económica
Joseph Stiglitz, profesor de economía de la Universidad de Columbia y Premio
Nobel 2001, argumenta que con el TPP, México está pagando un precio muy
alto por muy poca cosa a cambio
Si el tratado se extiende a 17 miembros e incluye a Corea del Sur, Taiwán,
Filipinas, Tailandia y Colombia; el PIB se incrementará en 5 puntos
porcentuales para el 2025
12 países integrarán el TPP
40% de la economía mundial representan esos países
11 tratados de libre comercio ha firmado México con más de 50 países
El
Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP, por
sus siglas en inglés) se trata del mayor pacto comercial multilateral de
la historia.
El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, señaló el martes que este pacto tardará dos años en ser implementado, pero posiciona a México en los estándares de punta en acuerdos comerciales.
De ser ratificado, cubrirá a 12 países que en conjunto representan aproximadamente el 40 por ciento de la economía y un tercio del comercio a nivel global.
Y aunque aún falta que todos los socios estrechen la mano, su eventual aprobación ha sido celebrada en México y en el mundo por quienes consideran este tratado como una herramienta clave para impulsar el comercio y el crecimiento económico, durante el periodo de estancamiento financiero que se vive.
Guajardo detalló que aunque es difícil estimar cuánto aportaría al comercio de México este tratado, esta plataforma será muy atractiva y la lista de países que querrán entrar será muy larga.
“Cuando hacíamos las estimaciones del NAFTA todo mundo se equivocó, nadie imaginó que en 20 años se multiplicarían por ocho las exportaciones de México. Realmente no hay estimaciones claras”, dijo el funcionario federal.
Sin embargo, en este acuerdo hay un socio más atractivo que los demás: Estados Unidos, la mayor economía del mundo y un país que representa un 12 por ciento de la actividad comercial global.
Y en la lista hay cinco países que obtendrían libertad de acceso hacia el mercado estadounidense, lo que podría poner a México en desventaja, pues es el vecino país nuestro principal socio comercial y una de las mayores fuentes de crecimiento económico en los últimos años.
Libertad de comercio
La firma del TPP por parte de México no es una sorpresa. El país ha seguido una política de apertura comercial durante los últimos 30 años: en 1986 ingresó al GATT (antecesor de la Organización Mundial del Comercio), en 1994 firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y ahora se integra a un grupo de 12 países que representan un tercio del comercio global y 40 por ciento de la economía mundial.
La política de apertura de México –que ha llevado al país a firmar 11 tratados de libre comercio con más de 50 países– pretende generar sectores competitivos internacionalmente que distingan al país como un destino de inversión.
Durante la Jornada por la Competencia de la Cofece, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, destacó que este tratado es el más relevante por su nivel de ambición, la amplia gama de disciplinas que incluye y los altos estándares que establecen cada una de ellas.
“Si en los últimos 20 años enfrentamos la apertura con éxito, a pesar de un marco deficiente de competencia económica, hoy gracias a las reformas estamos mejor preparados para aprovechar las ventajas que ofrecerá la entrada en vigor del TPP”, aseguró Guajardo.
Destacó además la aprobación de la reforma en materia de competencia económica, que contiene instrumentos y la capacidad de regular los mercados, de dotar de plena autonomía a las autoridades competencia y armarlas con capacidades suficientes para proteger el proceso de competencia y libre concurrencia.
El funcionario federal dijo que esta renovación en el marco de competencia y la conclusión del TPP no son eventos aislados sino son parte de una misma estrategia de competitividad, donde uno es indispensable para el otro.
La expectativa con este nuevo acuerdo, según la Secretaría de Economía, es que dentro de cinco años México exporte más de 150 mil millones de dólares hacia los países que integran el TPP.
¿Y la competencia?
El gobierno mexicano se mantiene optimista e insiste en que el TPP le abrirá al país la puerta hacia nuevos mercados, lo que derivará en 150 mil millones de dólares de ingresos por exportación adicionales hacia el quinto año de entrada en vigor del tratado.
No obstante, voces relevantes de la academia y de la industria han hecho público su descontento.
Joseph Stiglitz, profesor de economía de la Universidad de Columbia y Premio Nobel 2001, argumenta que con el TPP, México está pagando un precio muy alto por muy poca cosa a cambio. Asimismo, agrega que “ciertamente, una mayor integración comercial y de inversión con el mundo es muy prometedora para México, pero el TPP no es la manera de lograrla”.
En un estudio publicado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM titulado “El riesgo de México ante el TPP”, el presidente del Instituto de Estrategia Económica Clyde Prestowitz concluye: “México tiene mucho más que perder que ganar en el TPP; especialmente si se utiliza eventualmente como plataforma para que otros países como China puedan unirse en el futuro”.
La destrucción de las industrias nacionales que sean poco competitivas no es el único peligro que supone la suscripción al TPP.
Más allá de las críticas relativas a la propiedad intelectual que presuntamente benefician a las grandes firmas farmacéuticas, al uso de tribunales privados para la resolución de disputas como sustituto del sistema de justicia nacional y a la reducción de contenido local estipulado para los productos de exportación, existe una preocupación generalizada sobre la pérdida de la posición de privilegio que tiene México como socio comercial de Estados Unidos.
Dado que es su principal destino de exportación, la economía mexicana depende en gran medida de Estados Unidos. El nuevo escenario delimitado por las condiciones del TPP representará una competencia más intensa por la participación de mercado americano.
Pero, el acceso preferencial de los miembros del TPP, particularmente de países asiáticos, no es el único riesgo para las exportaciones mexicanas. Analistas consideran que China puede beneficiarse del nuevo estado de las cosas sin estar sometido a los lineamientos acordados en el tratado.
Las productos chinos de exportación a Estados Unidos son rivales directos de las manufacturas de México. Según datos del Departamento de Comercio, hace quince años, la participación de las exportaciones mexicanas en Estados Unidos era superior a las de China. Ahora, la situación se ha revertido y la tendencia se exacerba.
En cambio, las ganancias del TPP para México parecen ser marginales. El país ya cuenta con tratados de libre comercio con cinco de los once miembros del acuerdo: Estados Unidos, Canadá, Japón, Perú y Chile. El resto de los países son el destino de apenas el 0.5 por ciento de las exportaciones mexicanas.
Quejas y efectos para productores
Con la firma del TPP, México debe estar preparado para el posible cierre de productores nacionales que no estén listos para competir internacionalmente.
Las negociaciones y el contenido del TPP aún no son del dominio público, pero un número importante de representantes de organismos industriales de México ya han expresado públicamente sus preocupaciones.
La posición del país en las discusiones del tratado fue calificada como defensiva.
Un estudio del Instituto Peterson de Economía Internacional concluye que México prácticamente no se beneficiará del acuerdo si prevalece la situación actual.
En cambio, si el tratado se extiende a 17 miembros e incluye a Corea del Sur, Taiwán, Filipinas, Tailandia y Colombia; el crecimiento del Producto Interno Bruto mexicano se incrementará en cinco puntos porcentuales para 2025.
Mientras tanto, las industrias mexicanas del acero, autopartes, azúcar, lácteos, textiles, farmacéuticos, electrónicos y agropecuarios se preparan para la intensificación de la competencia, tanto en México como en Estados Unidos, principal destino de las exportaciones nacionales.
Por ejemplo, la reducción del contenido local para los productos de exportación de 62.5 por ciento a 45 por ciento interrumpirá la integración de los proveedores locales de acero y autopartes a la pujante industria automotriz, de acuerdo a analistas.
El riesgo fundamental yace en que se importen productos de Malasia y Vietnam cuyos insumos provengan esencialmente de China. En este sentido, el gigante asiático tendría acceso al mercado mexicano sin sujetarse a las regulaciones y lineamientos del TPP.
La queja es similar para el sector textil. Alfonso Juan Ayud, presidente de la Cámara de la Industria Textil, indicó que China provee el 80 por ciento de los insumos de Vietnam, país que además cuenta con un fuerte subsidio al sector textil.
Por otro lado, Benjamín Grayeb Ruiz, presidente del Consejo Nacional Agropecuario, resaltó que la industria de lácteos, manzanas, azúcar y cárnicos sufrirá con la llegada de productos de Australia y Nueva Zelanda. De igual forma, el café de Vietnam también implica un riesgo para los productores nacionales.
La controversia de la secrecía
Tras cinco años de negociaciones, el acuerdo alcanzado es un pacto de 30 capítulos cuyo contenido abarca desde reducciones de aranceles y armonización de regulaciones hasta definiciones de contenido local, propiedad intelectual y transparencia.
Sin embargo, el extenso y variado contenido específico del TPP aún no ha sido revelado en su enteridad.
Esto, sumado a la opacidad con la que se condujeron las negociaciones, ha resultado en fuertes críticas hacia el tratado por su falta de transparencia y por el contenido controversial que esto pueda estar intentando proteger.
Autoridades de algunos de los miembros del tratado han defendido este elemento de las negociaciones como algo necesario, y han indicado que el acuerdo podrá ser consultado en su totalidad próximamente, con suficiente tiempo antes de que se de su ratificación.
El propio secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, señaló que el proceso de negociación del TPP -al que México se sumó en 2011- no se podía hacer público pues dar a conocer la estrategia de negociación era similar a “darse un balazo en el pie”.
De acuerdo con el funcionario, haber dado a conocer las condiciones pudo haber tirado las intenciones del país en temas delicados como la protección de la propiedad intelectual, punto en el cual México acordó extender en cinco años la protección de datos e información clínica para nuevas moléculas biotecnológicas.
Guajardo mencionó que el documento será publicado en la página de Internet de la Secretaría de Economía, pero señaló que a dependencia no organizará foros de debate público, sino que será el Senado el que convoque a la sociedad civil a discutir el documento.
También el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, defendió la secrecía del pacto.
“En las próximas semanas y meses, podrán leer cada palabra de este acuerdo en línea bastante antes de que lo firme”, dijo la semana pasada.
De igual forma, el primer ministro canadiense, Stephen Harper, indicó que su gobierno planea publicar los detalles del acuerdo próximamente.
El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, señaló el martes que este pacto tardará dos años en ser implementado, pero posiciona a México en los estándares de punta en acuerdos comerciales.
De ser ratificado, cubrirá a 12 países que en conjunto representan aproximadamente el 40 por ciento de la economía y un tercio del comercio a nivel global.
Y aunque aún falta que todos los socios estrechen la mano, su eventual aprobación ha sido celebrada en México y en el mundo por quienes consideran este tratado como una herramienta clave para impulsar el comercio y el crecimiento económico, durante el periodo de estancamiento financiero que se vive.
Guajardo detalló que aunque es difícil estimar cuánto aportaría al comercio de México este tratado, esta plataforma será muy atractiva y la lista de países que querrán entrar será muy larga.
“Cuando hacíamos las estimaciones del NAFTA todo mundo se equivocó, nadie imaginó que en 20 años se multiplicarían por ocho las exportaciones de México. Realmente no hay estimaciones claras”, dijo el funcionario federal.
Sin embargo, en este acuerdo hay un socio más atractivo que los demás: Estados Unidos, la mayor economía del mundo y un país que representa un 12 por ciento de la actividad comercial global.
Y en la lista hay cinco países que obtendrían libertad de acceso hacia el mercado estadounidense, lo que podría poner a México en desventaja, pues es el vecino país nuestro principal socio comercial y una de las mayores fuentes de crecimiento económico en los últimos años.
Libertad de comercio
La firma del TPP por parte de México no es una sorpresa. El país ha seguido una política de apertura comercial durante los últimos 30 años: en 1986 ingresó al GATT (antecesor de la Organización Mundial del Comercio), en 1994 firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y ahora se integra a un grupo de 12 países que representan un tercio del comercio global y 40 por ciento de la economía mundial.
La política de apertura de México –que ha llevado al país a firmar 11 tratados de libre comercio con más de 50 países– pretende generar sectores competitivos internacionalmente que distingan al país como un destino de inversión.
Durante la Jornada por la Competencia de la Cofece, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, destacó que este tratado es el más relevante por su nivel de ambición, la amplia gama de disciplinas que incluye y los altos estándares que establecen cada una de ellas.
“Si en los últimos 20 años enfrentamos la apertura con éxito, a pesar de un marco deficiente de competencia económica, hoy gracias a las reformas estamos mejor preparados para aprovechar las ventajas que ofrecerá la entrada en vigor del TPP”, aseguró Guajardo.
Destacó además la aprobación de la reforma en materia de competencia económica, que contiene instrumentos y la capacidad de regular los mercados, de dotar de plena autonomía a las autoridades competencia y armarlas con capacidades suficientes para proteger el proceso de competencia y libre concurrencia.
El funcionario federal dijo que esta renovación en el marco de competencia y la conclusión del TPP no son eventos aislados sino son parte de una misma estrategia de competitividad, donde uno es indispensable para el otro.
La expectativa con este nuevo acuerdo, según la Secretaría de Economía, es que dentro de cinco años México exporte más de 150 mil millones de dólares hacia los países que integran el TPP.
¿Y la competencia?
El gobierno mexicano se mantiene optimista e insiste en que el TPP le abrirá al país la puerta hacia nuevos mercados, lo que derivará en 150 mil millones de dólares de ingresos por exportación adicionales hacia el quinto año de entrada en vigor del tratado.
No obstante, voces relevantes de la academia y de la industria han hecho público su descontento.
Joseph Stiglitz, profesor de economía de la Universidad de Columbia y Premio Nobel 2001, argumenta que con el TPP, México está pagando un precio muy alto por muy poca cosa a cambio. Asimismo, agrega que “ciertamente, una mayor integración comercial y de inversión con el mundo es muy prometedora para México, pero el TPP no es la manera de lograrla”.
En un estudio publicado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM titulado “El riesgo de México ante el TPP”, el presidente del Instituto de Estrategia Económica Clyde Prestowitz concluye: “México tiene mucho más que perder que ganar en el TPP; especialmente si se utiliza eventualmente como plataforma para que otros países como China puedan unirse en el futuro”.
La destrucción de las industrias nacionales que sean poco competitivas no es el único peligro que supone la suscripción al TPP.
Más allá de las críticas relativas a la propiedad intelectual que presuntamente benefician a las grandes firmas farmacéuticas, al uso de tribunales privados para la resolución de disputas como sustituto del sistema de justicia nacional y a la reducción de contenido local estipulado para los productos de exportación, existe una preocupación generalizada sobre la pérdida de la posición de privilegio que tiene México como socio comercial de Estados Unidos.
Dado que es su principal destino de exportación, la economía mexicana depende en gran medida de Estados Unidos. El nuevo escenario delimitado por las condiciones del TPP representará una competencia más intensa por la participación de mercado americano.
Pero, el acceso preferencial de los miembros del TPP, particularmente de países asiáticos, no es el único riesgo para las exportaciones mexicanas. Analistas consideran que China puede beneficiarse del nuevo estado de las cosas sin estar sometido a los lineamientos acordados en el tratado.
Las productos chinos de exportación a Estados Unidos son rivales directos de las manufacturas de México. Según datos del Departamento de Comercio, hace quince años, la participación de las exportaciones mexicanas en Estados Unidos era superior a las de China. Ahora, la situación se ha revertido y la tendencia se exacerba.
En cambio, las ganancias del TPP para México parecen ser marginales. El país ya cuenta con tratados de libre comercio con cinco de los once miembros del acuerdo: Estados Unidos, Canadá, Japón, Perú y Chile. El resto de los países son el destino de apenas el 0.5 por ciento de las exportaciones mexicanas.
Quejas y efectos para productores
Con la firma del TPP, México debe estar preparado para el posible cierre de productores nacionales que no estén listos para competir internacionalmente.
Las negociaciones y el contenido del TPP aún no son del dominio público, pero un número importante de representantes de organismos industriales de México ya han expresado públicamente sus preocupaciones.
La posición del país en las discusiones del tratado fue calificada como defensiva.
Un estudio del Instituto Peterson de Economía Internacional concluye que México prácticamente no se beneficiará del acuerdo si prevalece la situación actual.
En cambio, si el tratado se extiende a 17 miembros e incluye a Corea del Sur, Taiwán, Filipinas, Tailandia y Colombia; el crecimiento del Producto Interno Bruto mexicano se incrementará en cinco puntos porcentuales para 2025.
Mientras tanto, las industrias mexicanas del acero, autopartes, azúcar, lácteos, textiles, farmacéuticos, electrónicos y agropecuarios se preparan para la intensificación de la competencia, tanto en México como en Estados Unidos, principal destino de las exportaciones nacionales.
Por ejemplo, la reducción del contenido local para los productos de exportación de 62.5 por ciento a 45 por ciento interrumpirá la integración de los proveedores locales de acero y autopartes a la pujante industria automotriz, de acuerdo a analistas.
El riesgo fundamental yace en que se importen productos de Malasia y Vietnam cuyos insumos provengan esencialmente de China. En este sentido, el gigante asiático tendría acceso al mercado mexicano sin sujetarse a las regulaciones y lineamientos del TPP.
La queja es similar para el sector textil. Alfonso Juan Ayud, presidente de la Cámara de la Industria Textil, indicó que China provee el 80 por ciento de los insumos de Vietnam, país que además cuenta con un fuerte subsidio al sector textil.
Por otro lado, Benjamín Grayeb Ruiz, presidente del Consejo Nacional Agropecuario, resaltó que la industria de lácteos, manzanas, azúcar y cárnicos sufrirá con la llegada de productos de Australia y Nueva Zelanda. De igual forma, el café de Vietnam también implica un riesgo para los productores nacionales.
La controversia de la secrecía
Tras cinco años de negociaciones, el acuerdo alcanzado es un pacto de 30 capítulos cuyo contenido abarca desde reducciones de aranceles y armonización de regulaciones hasta definiciones de contenido local, propiedad intelectual y transparencia.
Sin embargo, el extenso y variado contenido específico del TPP aún no ha sido revelado en su enteridad.
Esto, sumado a la opacidad con la que se condujeron las negociaciones, ha resultado en fuertes críticas hacia el tratado por su falta de transparencia y por el contenido controversial que esto pueda estar intentando proteger.
Autoridades de algunos de los miembros del tratado han defendido este elemento de las negociaciones como algo necesario, y han indicado que el acuerdo podrá ser consultado en su totalidad próximamente, con suficiente tiempo antes de que se de su ratificación.
El propio secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, señaló que el proceso de negociación del TPP -al que México se sumó en 2011- no se podía hacer público pues dar a conocer la estrategia de negociación era similar a “darse un balazo en el pie”.
De acuerdo con el funcionario, haber dado a conocer las condiciones pudo haber tirado las intenciones del país en temas delicados como la protección de la propiedad intelectual, punto en el cual México acordó extender en cinco años la protección de datos e información clínica para nuevas moléculas biotecnológicas.
Guajardo mencionó que el documento será publicado en la página de Internet de la Secretaría de Economía, pero señaló que a dependencia no organizará foros de debate público, sino que será el Senado el que convoque a la sociedad civil a discutir el documento.
También el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, defendió la secrecía del pacto.
“En las próximas semanas y meses, podrán leer cada palabra de este acuerdo en línea bastante antes de que lo firme”, dijo la semana pasada.
De igual forma, el primer ministro canadiense, Stephen Harper, indicó que su gobierno planea publicar los detalles del acuerdo próximamente.
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