10/17/2015

Mujeres rurales se hacen escuchar en combate a cambio climático

   Demandan participar en políticas públicas; ellas padecen efectos

-Mujeres rurales de México y América Latina (AL) exigieron en el Senado que se les tome en cuenta para la creación de programas y políticas públicas sobre el cambio climático, ya que son ellas quienes más padecen el impacto negativo de este fenómeno que deriva en desastres naturales, degrada la tierra, e impide la cosecha y recolección de alimentos.

Mujeres rurales del país y de otras regiones de AL se reunieron con la senadora Silvia Guadalupe Garza Galván, presidenta de la Comisión Especial de Cambio Climático en la Cámara alta y con representantes del gobierno federal, para presentar una “agenda frente al cambio climático” que integra las necesidades específicas de las mujeres rurales, indígenas y campesinas.

Al participar en el foro “Las mujeres rurales frente al cambio climático”, Margarita Ruiz López, indígena tzotzil del estado de Chiapas, expresó a la senadora Garza Galván la necesidad de que la toma de decisiones sobre este fenómeno rompa con la estructura “vertical” en la que se ha sostenido hasta ahora e integre la visión y las propuestas de las mujeres rurales.

El foro se realizó como parte del Día Internacional de la Mujer Rural, que se conmemora cada 15 de octubre a instancias de Naciones Unidas.

RECLAMOS

“Ya no sabemos qué día va a llover y ¿cómo le vamos hacer para que mujeres y hombres se adapten a eso a través de sus conocimientos y no que alguien más nos lo diga? Queremos participar en estos espacios; que nos escuchen porque somos nosotras quienes sabemos esa realidad”, demandó Margarita Ruiz.

También llamó a generar estrategias sustentables para hacer frente al cambio climático, pero que se les dé seguimiento y después de un tiempo se pregunte directamente a las mujeres y a la comunidad si funcionaron o no.

Ruiz López explicó que los efectos se están traduciendo en pérdidas de cosechas, sequías, inundaciones, y en la contaminación de las semillas criollas de maíz por la siembra de transgénicos.

“Nuestra alimentación ya no es sustentable. Nosotras creemos y queremos que es posible recuperarla y queremos trabajar junto a ustedes (legisladores) para salvar a nuestra madre tierra, que hay que nutrirla y no matarla”, observó la mujer campesina.

Guadalupe Esquivel, de El Salvador y quien viajó a México en representación de las mujeres rurales de AL, precisó que en su país ha habido grandes pérdidas de maíz y frijol, lo que deja en la incertidumbre sobre si habrá alimentación para sus hijas e hijos en el futuro, además de que el cambio climático destruyó cinco kilómetros de playa en el país centroamericano.

La también activista señaló la importancia de que haya financiamiento, capacitación y formación en el tema del cambio climático con enfoque de género porque –expresó– para las mujeres es muy difícil estar en la toma de decisiones, y que se reconozca el papel que desempeñan en la producción económica.

“Si todas nos pusiéramos en huelga de no trabajar la tierra, de no ayudar a nuestros esposos, se haría un caos (…). No estamos viviendo un cuento del país de las maravillas, porque realmente todo el mundo se está terminando”, advirtió.

AFECTACIÓN POR TRANSGÉNICOS

Y detalló que las empresas convencen a las y los productores para que cosechen maíz transgénico bajo el argumento de que producirán más, pero no les dicen que en tres años sus tierras ya no van a producir y que posiblemente después serán compradas para otro tipo de negocios.

También precisó que otro efecto del cambio climático es la migración, ya que las personas no ven sustentable trabajar la tierra. “Se van a trabajar a las casas, las mujeres van a servir, a ser manipuladas y violentadas por quienes tienen cómo sobrevivir”, observó.

Guadalupe dijo que su presencia en el foro era para expresar a las y los senadores la necesidad de que haya una ley que permita a las mujeres tener acceso y control a la tierra, “que si están hablando de mitigación y adaptación del cambio climático, que son cosas diferentes, también puedan proveernos de esas herramientas a las mujeres porque somos parte primordial del desarrollo de cada país.”

Agregó: “Queremos que ustedes creen leyes que ordenen a los órganos del Estado erradicar los tipos de violencia que enfrentamos las mujeres: si no nos permiten producir porque no tenemos tierra es una violencia, si no nos permiten estar en la toma de decisiones es una violencia porque están decidiendo por mí”.

La activista –aprovechando la presencia del director general para Temas Globales de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Roberto Dondisch Glowinski– pidió que en los foros internacionales la representación de México haga ver a los países europeos que dejen de producir alimentos transgénicos y explotar las minas.

Esquivel pidió a la senadora que leyera la “agenda frente al cambio climático” que ellas elaboraron. El documento enumera exigencias como el reconocimiento por parte del Estado del papel que tienen  las mujeres como productoras, y de sus prácticas sustentables de adaptación frente al cambio climático.

También que los Estados pongan fin a todo tipo de violencia y criminalización de la población rural organizada, que garanticen la asignación de presupuesto para programas y políticas en beneficio de ellas, y que hagan un análisis de los impactos de los Tratados de Libre Comercio en materia ambiental y de Derechos Humanos.

Asimismo, pidieron la implementación de leyes de soberanía y seguridad alimentaria con perspectiva de género y que promuevan la inversión en la agricultura familiar; que establezcan un plan regional integral de agricultura familiar mediante la consideración de pequeñas productoras, así como que garantice una jubilación para las mujeres rurales por su aporte en la soberanía y seguridad alimentaria.

En respuesta, la senadora Silvia Guadalupe Garza se comprometió a enviar una carta al titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), para solicitarle que durante su participación en el próximo Encuentro Iberoamericano de Ministros de Agricultura –a celebrarse en México– plantee el análisis de la participación de las mujeres rurales.

En breve entrevista, la legisladora apuntó que presentará la misiva como un punto de acuerdo en el Senado.

En AL hay aproximadamente 58 millones de mujeres que viven en el campo, pero sólo 17 millones son consideradas como parte de la población económicamente activa, además de que únicamente 30 por ciento poseen tierras agrícolas.

Además, en la década pasada se registraron más de 15 millones de personas afectadas por inundaciones; más de 3 millones por sequías extremas, y casi 5 millones por temperaturas extremas, según documentaron las mujeres rurales.

Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | México, DF.

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