FORO GLOBAL DE MUJERES PARLAMENTARIAS
Llamado de Rebeca Grynspan en Foro de Mujeres Parlamentarias
Cimacnoticias | México, DF.-Rebeca
Grynspan, dirigente de la Secretaría General Iberoamericana (Segib),
órgano que integra a los 22 países iberoamericanos, llamó a las
parlamentarias y a las feministas a dialogar con las jóvenes a fin de
que conozcan la lucha, las demandas y los logros de las mujeres.
En una conversación con Silvana Koch-Mehrin, fundadora del Foro Global
de Mujeres Parlamentarias (WIP, por sus siglas en inglés), la actual
secretaria general iberoamericana habló de su experiencia personal y
dijo que todas las mujeres deben comprometerse para trabajar por las
otras que vienen atrás.
En la charla –como parte del Foro de la WIP, que se realiza desde ayer y
concluye mañana en esta capital–, Grynspan destacó que sus cargos de
poder no habrían sido posibles sin la lucha y el movimiento de mujeres
en el mundo, por lo que aseguró que sus logros fueron un resultado
“colectivo y no sólo personal”.
Economista
de profesión, esta mujer destaca por su trayectoria en organismos
internacionales: de 2010 a 2014 fue secretaria general Adjunta de las
Naciones Unidas y administradora asociada del Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD); y de 1994 a 1998 fue vicepresidenta de
Costa Rica.
También fue directora de la sede subregional en México de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), y actualmente es
secretaria general iberoamericana, pero además se ha caracterizado por
sus aportes a las demandas y propuestas feministas en la región.
Con esta hoja de vida y a sabiendas de que sus posturas ideológicas son
públicas, Silvana Koch-Mehrin pidió a su interlocutora que narrara algo
de su vida que fuera motivo para seguir trabajando en organismos
internacionales, con toda la responsabilidad que ello implica.
En respuesta, Grynspan comentó su paso por la política costarricense, y
recordó el momento en el que el entonces presidente del país
centroamericano, Oscar Arias, le pidió ser viceministra de Economía,
propuesta que rechazó porque tenía un hijo recién nacido y tenía que
amantarlo, pero como al gobierno le interesaba su perfil, le dieron seis
meses para integrarse al equipo.
Esta historia, dijo, le hace ver que las mujeres aún no han logrado
conciliar la vida laboral y familiar, algo que es fundamental para el
cambio cultural y el empoderamiento de las mujeres y la sociedad.
“No hemos podido deshacernos o desmarcarnos de eso como deberíamos”,
explicó. Al ser cuestionada sobre cuáles serían tres propuestas para la
agenda de género de las legisladoras, la economista expuso que en
realidad las prioridades tienen que construirse “con un mapa y de abajo
hacia arriba”, porque las políticas no pueden decir: “esto es lo más
importante para las mujeres”, ya que hay diversidad de situaciones y
discriminación.
En ese contexto, llamó a la cautela porque consideró que una
parlamentaria que representa a todas las mujeres debe ir con todas las
ciudadanas, y construir un consenso de los intereses particulares a los
generales.
Sin embargo, recomendó a las parlamentarias y a las mujeres no ser
tímidas con la discriminación positiva (acciones para favorecer a un
sexo, en este caso a las mujeres, a fin de lograr la igualdad), y por
tanto exhortó a tener un diálogo intergeneracional con las más jóvenes
sobre este tema.
“Creo que tenemos que continuar sobre este camino sin importar lo que
todo el mundo nos diga, que todo esto es demasiado, que esto no es un
mensaje que le llegue a todos; creo que la discriminación positiva es
muy importante y necesitamos hablar con las generaciones jóvenes de
esto”.
Al
hacer una retrospectiva de su vida, Grynspan rememoró que su intención
era que la gente pensara que las oportunidades que se le abrían era algo
que se ganó por sí misma, pero después descubrió que eso era una
postura egoísta, porque sus logros fueron parte de un esfuerzo colectivo
y de acciones a favor de las mujeres.
Para las jóvenes, acotó, estas estrategias de discriminación positiva no
son una prioridad, a pesar de que llegan al poder porque la ley mandata
que sean ellas quienes ocupen un cargo; y por ello consideró
“preocupante” que las nuevas generaciones no contemplen esta postura.
La economista, que en noviembre de 2014 fue incluida entre las 50
personalidades iberoamericanos más influyentes del año en un estudio
realizado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso),
también destacó que en la agenda de igualdad se debe hablar de la
autonomía física, económica y social de las mujeres.
En este tema volvió a hablar de su experiencia personal: contó que una
vez que llegó a ser viceministra de su país sintió que podía ser una
“súper mujer”; demostrar que podía ser “una madre extraordinaria, una
increíble esposa y una buena viceministra”. “Me dio ese síndrome, tengo
que aceptarlo, y en dos años me di cuenta de que en realidad no era
cierto”, narró.
Al final contó que rompió con la idea de que una mujer sola “todo lo
puede hacer”, cuando su hijo de dos años de edad se cayó y se rompió la
frente, lo que la hizo salir de una negociación importante en materia
económica, ir al hospital, y más tarde renunciar a su cargo y a la idea
de ser una “súper mujer”.
“Muchas veces no podemos ser las súper mujeres; nosotras nada más somos
seres humanos comunes y corrientes, tratando de hacer lo mejor por el
país y la familia, y algunas veces no podemos lograrlo todo, y la
sociedad tiene que cambiar; todas las veces que le decimos a la sociedad
que podemos tener tres o cuatro trabajos, trabajar en la noche y en el
día, damos una impresión equivocada”.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Anayeli García Martínez
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