12/08/2015

Los periodistas pal cafe . . . . .


Dos puntos destacan de la consulta dominical sobre el proyecto de un corredor comercial en la avenida capitalina Chapultepec. En primer lugar, el insólito éxito de un segmento de ciudadanos activos que repelieron la realización de un negocio tan lleno de impugnación social como de fuertes intereses políticos y empresariales. Y, a consecuencia de esa movilización en las redes sociales, las calles y las urnas, la aceptación llana de los resultados por parte del gobierno de Miguel Ángel Mancera, en cumplimiento de una palabra empeñada y a pesar de que la mencionada consulta no tuvo efectos de acatamiento legal obligatorio.
Frenar el proyecto impulsado por la banda tecnocrática en la que participan el secretario de desarrollo económico, Salomón Chertorivski, y el director de la empresa de participación estatal mayoritaria, la agencia ProCDMX, Simón Levy (¿cuándo renunciará éste?), constituye un gran respiro para el movimiento social que en la capital del país suele protestar y resistir ante los abusos de poder sin que siempre se tengan resultados positivos. La cancelación de ese negocio leonino (la ciudad de México sólo recibiría cinco por ciento de las ganancias de lo concesionado por cuarenta años) es producto del espíritu progresista que ha caracterizado al Distrito Federal y sería deseable que los gobiernos, sobre todo uno tan distanciado de sus votantes, como es el de Mancera, fueran capaces de someter a la participación ciudadana en urnas los distintos tópicos polémicos del ejercicio público, y no solamente el caso Chapultepec.
Sin embargo, será importante, teniendo a la vista la postura inmediata de aceptación de resultados de Mancera, que no se pretenda pagar compensaciones disfrazadas a los empresarios que buscaban la concesión del corredor Chapultepec. Ayer mismo se anunció que de cualquier manera se realizarán arreglos y modificaciones en la avenida Chapultepec y que en esos futuros contratos pueden resultar beneficiadas las firmas que habían concursado para el negocio mayor.
Javier Duarte de Ochoa, el gobernador veracruzano cada vez más distante de la cordura política, tuvo una revelación que le hizo saltar al Twitter para compartir el relámpago que en su noche había hecho luz: “Ahora lo entiendo todo, dueño del @NOTIVER envuelto en escándalo de corrupción del alcalde de #BocadelRío”.
El sagaz político se enteró, a unas semanas de que se designe al candidato priísta a sucederlo, de que en 2010 se realizó en su terruño una notariada operación de compraventa de un terreno de mil 440 metros cuadrados por 3 millones de pesos. La adquisición fue realizada por Praxilong Pralo, una firma cuyo representante, como administrador, fue Miguel Ángel Yunes Márquez, quien actualmente es presidente del municipio conurbado de Boca del Río (es la segunda ocasión en que ocupa este cargo).
El autor de la novela negra de más duración en Veracruz encontró que la parte vendedora estaba constituida por la señora Sara Salces, viuda de Zapico, y por su hija, Mari Cruz, y detectó que el director de Notiver (el diario de más circulación en la zona conurbada con cabecera en el puerto de Veracruz) llevaba los mismos apellidos de la viuda: Salces Fernández, y como uno más uno dan dos, así de simple (eso dice uno de los personajes de Nic Pizzolatto, el autor de la recomendable serie True Detective, en su novela pionera, Galveston), sentenció que Notiver y su director están relacionados comercialmente con el panista Yunes y sus pretensiones familiares de poder (el padre, del mismo nombre, es casi seguro candidato del PAN y el PRD a la gubernatura). Para el intrépido gobernador Duarte de Ochoa, la cobertura de Notiver, que ha sido amable con los Yunes panistas y sostenidamente crítica con el mandatario priísta y su equipo, tendría como parte de su explicación financiera la venta de un inmueble por parte de la hermana del director del medio a una empresa en la que participa uno de los Yunes panistas que, desde luego, también tienen su historia, densa e intensa, en un Veracruz donde pareciera que no hay para dónde voltear en busca de alguna expectativa más o menos razonable de honestidad en el ejercicio público.
Gatillero político que ha ido disparando en redondo (hasta a sus propios compañeros de partido ha alcanzado, entre ellos a dos senadores con pretensiones de ser candidatos a relevarlo, uno de ellos, Héctor Yunes, con abiertas ofertas de promover su sometimiento a juicio por tanta corrupción, inseguridad y violencia), Duarte de Ochoa recibió metralla periodística del mismo calibre. El director del estridente Notiver, Alfonso Salces Fernández, publicó una carta abierta en su propio medio en la que acusa sin atenuantes al actual gobernador de intentos de corrupción: “Quiero recordarle, para que quede testimonio público, su ofrecimiento a título personal al inicio de su gobierno de un convenio por 8 millones de pesos mensuales a Notiver, por cinco años pagaderos por adelantado en efectivo o depositados en el extranjero para que se le cerrara el espacio a los Yunes, algo que en tiempo por supuesto rechazamos. Incluso nos dijo que sería el convenio más rico, pues ofrecía 4 millones más que a los vecinos”.
Según Salces Fernández, también recibió ofrecimientos (con supuestos testigos, a los que cita por nombre o apodos) de un avión bimotor PA24 turbo de seis plazas, de un apartamento en Barcelona, Santander o Madrid y el edificio de Tránsito, en Gómez Farías y Canal, también regalado. El batidillo jarocho de corrupción enmarca los forcejeos por las postulaciones de candidatos a gobernador y da un adelanto de las acusaciones que se multiplicarán contra Duarte de Ochoa y algunos de sus operadores de medios, como Gina Domínguez Colío (de infausto recuerdo entre la mayoría de los comunicadores, no sólo de esa entidad) y Alberto Silva Ramos, actual diputado federal y dirigente del PRI estatal, a quien Duarte pretende dejar como heredero y guardaespaldas.
Y, mientras el petróleo mexicano ha caído a menos de 30 dólares por barril, ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero Facebook: Julio Astillero Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx


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Antes que nada debe decirse que el rotundo no de los ciudadanos al corredor comercial de avenida Chapultepec y la Zona Rosa es un no a la corrupción y la prepotencia. También debe subrayarse el papel que jugaron las redes sociales, que sirvieron de puente de comunicación entre los activistas. Sin embargo, no está concluida la tarea. Ni Miguel Ángel Mancera ni Simón Levy, ni los intereses que representan, se han dado por vencidos. Dicen que tienen un plan B, pero no explican en qué consiste. No debe olvidarse lo que aseguró Levy semanas atrás: cualquiera que fuera el resultado, se ejecutaría el proyecto de Chapultepec. (Mala señal que no haya sido destituido por Mancera). Se niegan a interpretar correctamente el resultado de la consulta: es una señal de la inconformidad de la gente con la especulación inmobiliaria y los negocios entre funcionarios públicos y empresarios. Los gobiernos perredistas –a partir de Marcelo Ebrard– han sacado ventaja de los beneficios que generan los permisos de construcción. Ya está muy gastada la expresión cambio; sin embargo, puede tener sentido si los ciudadanos defienden el cambio que decidieron en la consulta.
Ciclicidios
De acuerdo con datos del subprocurador de Averiguaciones Previas Desconcentradas del Distrito Federal, Óscar Montes de Oca, este año han muerto nueve ciclistas atropellados y 12 han resultado heridos. Los últimos dos casos se dieron recientemente. Uno fue el martes 17 de noviembre, cuando Montserrat Paredes Alva, usuaria de Ecobici, fue atropellada por un camión de transporte público en avenida Reforma; el otro tuvo lugar el 19 de noviembre, en la colonia Agrícola Oriental. Un tráiler de la empresa Atcessa intentaba incorporarse a Canal de Tezontle y embistió a un ciclista. Sin embargo, no todos los accidentes se reportan a las autoridades. Es probable que sean muchos más. De acuerdo con una encuesta realizada en agosto de este año por Parametría, 87 por ciento de entrevistados dijeron que los peatones no estaban seguros y 91 por ciento consideraron que tampoco existe seguridad para las personas que se transportan en bicicletas. Ciudad ciclicida.
Descalabro: caen petróleo y peso
Sucedió lo esperado y temido. El precio de la mezcla de petróleo de exportación de Pemex rompió a la baja la barrera de los 30 dólares. Entre el viernes y ayer cayó de 32.06 a 29.91 el barril. Es una consecuencia de la conflictiva reunión de la OPEP en Viena. Prácticamente se quebró el cártel y no prosperó la idea de poner un límite a la producción. El peso también cayó: el dólar estuvo vendiéndose en ventanillas de bancos a 17.23 pesos, en promedio. Si la FED dispone que suban las tasas de interés en Estados Unidos, posiblemente antes de Navidad veremos nuestra moneda devaluarse en torno a los 18 pesos por dólar.
@VoxPopuli



Gobierno, patrones y líderes obreros aseguran que con dos o tres pesitos de aumento se recupera el poder adquisitivo del salario mínimo, mientras el jefe de Gobierno del Distrito Federal considera que casi 83 pesos por día es un buen nivel para comenzar dicha recuperación. El problema es que nadie ha tenido la delicadeza de escuchar ni considerar las urgencias de los presuntos beneficiarios de tales pronunciamientos, es decir, a los millones de mexicanos que obtienen entre cero y tres mini ingresos como máximo.
Dos semanas atrás los levantadedos de San Lázaro aprobaron reformar la Constitución con el fin de desvincular el salario mínimo como medida de referencia en el cobro de multas, tarifas, precios y conexos, y en su lugar autorizaron la creación de una Unidad de Medida y Actualización. Por tratarse de una modificación a la carta magna, tal aprobación se fue de gira por los congresos estatales y a estas alturas, con toda pachorra, sólo unos pocos la han avalado.
Nadie tiene prisa por elevar el ingreso real de los trabajadores (no la han tenido en los últimos 33 años), y menos si el afamadísimo Lupe-Reyes está a la vuelta de la esquina. No obstante, días atrás algunos sindicalistas que no forman parte del circuito oficial organizaron un encuentro sobre el salario mínimo en la Asamblea Legislativa, y entre sus exigencias destaca la de considerar un incremento inmediato de entre 20 y 30 por ciento para arrancar 2016 en 91 pesos por día.
Quien fundamentó tal exigencia fue Víctor H. Palacio Muñoz, profesor-investigador del Centro de Investigaciones Económicas Sociales y Tecnológicas de la Agroindustria y la Agricultura Mundial de la Universidad Autónoma Chapingo, de cuyo trabajo se retoman las siguientes consideraciones:
En 2015 el salario mínimo es de 70.10 pesos, o 2 mil 103 mensuales. Si en el caso de la gente que vive en las ciudades la canasta alimentaria cuesta mil 295.01, quiere decir que 61.6 por ciento del ingreso mensual se gasta en la compra de alimentos. Pero si sabemos que la suma de las canastas alimentaria y no alimentaria era de 2 mil 639.65 pesos en octubre de 2015, entonces el salario mínimo no alcanza para cubrir las necesidades mínimas también de alimentación y servicios (suntuosos como vivienda, educación, transporte, cultura, etcétera.). Hay un déficit para cubrir estas necesidades de 536.65 pesos, es decir, faltaría 20.3 por ciento de incremento en el salario mínimo para cubrir lo que el Coneval llama canastas alimentaria y no alimentaria.
Una primera demanda es exigir un incremento salarial de 20 por ciento. Un estudio para 18 países de la OCDE (no incluye a México) señala que un aumento del salario mínimo posibilita el incremento en la productividad. Pero, ¿aumentará la inflación? Los estudios más elaborados en materia de salario mínimo en Estados Unidos indican que un incremento de 10 por ciento en el salario mínimo genera un aumento de 0.6 por ciento en los precios. Así, con un incremento al salario mínimo de 20 por ciento la inflación, en el peor de los casos, subiría 1.2 por ciento.
La propuesta de Mancera sobre el salario mínimo es que se incremente 18 por ciento, llegando a 82.86 pesos, lo que se reflejaría en un aumento inflacionario de uno por ciento. La sugerencia inicial es que el salario mínimo suba 20 por ciento para pasar de 70.10 a 84.12 pesos, con un incremento en la inflación de 1.2 por ciento. Según el Sistema de Cuentas Nacionales, la remuneración a los asalariados (obreros, trabajadores de los servicios, etcétera) representa el 16.6 por ciento del total de la producción. Si se exige 20 por ciento de aumento al salario mínimo, éste repercutirá en un incremento de 3.3 por ciento de los costos totales de las empresas. Pero puede demandarse 30 por ciento de incremento al salario mínimo, el cual se traducirá en un crecimiento de 4.9 por ciento de los costos totales de las empresas.
La segunda propuesta sería aumentar 30 por ciento el salario mínimo, con lo que quedaría en 91.13 pesos diarios, lo que incrementaría la inflación en 1.9 por ciento. Ante cualquiera de las propuestas (aumento de 20 o 30 por ciento), los empresarios o burgueses de este país levantarían las manos al cielo pidiendo ayuda. Pero se ha demostrado que con 20 por ciento de incremento al salario mínimo los costos subirían 3.3 por ciento y la inflación 1.2. Y si el aumento es de 30 por ciento, entonces los costos crecerían 4.9 y la inflación 1.9. Los empresarios pueden deducir fiscalmente con facilidad estos aumentos.
Una tercera propuesta sería que los empresarios pagaran las tasas de impuesto sobre la renta (ISR) que les corresponde: no olvidar que en estos momentos del total de ISR recabado, el 51 por ciento lo aportan los causantes cautivos y 49 por ciento los empresarios (en Estados Unidos y Europa las tasas que pagan los empresarios están arriba de 50 por ciento de sus ingresos).



El domingo se efectuó en Aguascalientes la elección extraordinaria de diputado por el primer distrito federal, la cual ganó el Partido Acción Nacional en coalición con Nueva Alianza. La jornada transcurrió como era de esperarse: entre acusaciones de compra de votos, proselitismo e irregularidades en las casillas, aunque no hubo acusación formal ante la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Electorales.
Las declaraciones de los protagonistas son de pena ajena. Los representantes de los partidos Revolucionario Institucional y Verde Ecologista de México aseguraban por la mañana que respetarían el resultado, pero al percatarse del fracaso inmediatamente hablaron de impugnación... de nueva cuenta, pues esta fue una elección extraordinaria por decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación debido al proselitismo del gobierno del estado en favor de su partido, el PRI.
La desesperación del Partido del Trabajo por conservar el registro puso en evidencia su poco interés por los ciudadanos. Las declaraciones de su dirigente fueron concisas: no importa la derrota, el PT se conforma con lograr el registro estatal, que los llevará a contender en las elecciones grandes de 2016, ¿para ofrecer qué? Lo mismo que les hizo perder el registro.



Entre los antiguos mexicanos era común adornar imágenes con ramilletes o súchiles, coronas y cadenas o cuelgas de flores en distintas celebraciones. En la fiesta llamada Tlaxochimaco, le ponían a las estatuas de Huitzilopochtli y de otros dioses guirnaldas y sartales y collares de flores. También podían hacerse con diferentes alimentos, como los chiles y las mazorcas de maíz.
Otro tanto ocurría en España; el Diccionario de Autoridades (1726) registra con la palabra colgar: El labrador coge las espigas más altas, y más llenas de sus panes, y las lleva a la Ermita o Imagen devota del lugar, y las cuelga del altar. (p. 413, t. I). Debió haber una costumbre similar para el día del santo o del cumpleaños; de ahí la palabra cuelga como sinónimo de regalo para esas ocasiones.
La antigua costumbre se conserva hasta nuestros días. El día de san Juan Bautista en la población de San Juan Ixtayopan, ubicada en la delegación Tláhuac del Distrito Federal, al santo, además del morral con elotes que le cuelga al hombro, le ponen racimos de fruta en una mano, y en la otra un collar con chiles de árbol y otro con calabazas, como ya hemos descrito alguna vez en este espacio. En Olinalá, Guerrero, a san Francisco se le cuelgan sartas de cempasúchil y chiles, como muestra la historiadora Janet Long. En Chiapas se dan cuelgas de flores en los cumpleaños.





La presidencia de Nicolás Maduro y el proyecto chavista sufrieron una significativa derrota política en las elecciones legislativas del pasado domingo, en las que la coalición oficialista Gran Polo Patriótico Simón Bolívar (GPPSB) experimentó un retroceso que lo coloca en minoría en la Asamblea Nacional. En contraste, las oposiciones, aliadas en la Mesa de Unidad Democrática (MUD), lograron hacerse con un completo control del Legislativo, que implica las dos terceras partes de la cámara, con lo que están en capacidad de remover a los ministros del Tribunal Supremo de Justicia y a los rectores del Consejo Nacional Electoral, promover referendos y reformas constitucionales, destituir al vicepresidente de la república y someter a consulta tratados, convenios y acuerdos internacionales.

Piden al Legislativo impedir que se fortalezca el autoritarismo
Me refiero a la nota publicada ayer en este diario Repudian partidos que en ley de hidrocarburos se equipare protesta social con terrorismo. El dictamen aprobado por la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados es perfectamente coherente con la obsesión del gobierno para fortalecer el autoritarismo. En este escenario, urge que los legisladores actúen como real contrapeso y desalienten el tinte represivo que ya bastante terreno ha ganado en, por ejemplo, los mecanismos usados para la imposición de la reforma laboral (dizque educativa). Tanto el intento de criminalizar la protesta como la definición a modo del concepto de seguridad nacional que el dictamen propone son absolutamente inaceptables en un régimen que se presume democrático y que dice promover la teoría política del gobierno abierto, la transparencia y el combate a la corrupción y la impunidad. El estado de crispación social que hoy priva en México no se resolverá con más agravios ni con más fuerza.

Una de las reformas pendientes en el proceso de modernización del país es ampliar y culminar los cambios legales y las políticas de Estado para incorporar al desarrollo nacional, con derechos plenos y de acuerdo con su realidad cultural específica, a los 12 millones de mexicanos que forman parte de los pueblos y las comunidades indígenas, número estimado por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI).

En ningún país del mundo ha ocurrido nunca algo así. Si lo absurdo resulta de lo impensable, eso es justamente lo que está viviendo el magisterio mexicano.

Gerrero vive asolado por el crimen. Es uno de los estados más inseguros del país. No hay región en la entidad que esté a salvo de la violencia. Tan sólo durante noviembre se perpetraron allí 172 asesinatos, 79 en Acapulco.

Se anuncia en París una discusión sobre el reconocimiento de los daños y perjuicios del cambio climático, que es lo mismo que discutir la deuda ecológica o una parte de ella, la deuda climática. Los ricos deben al sur una enorme cantidad que va creciendo de año en año por su ocupación desproporcionada de la atmósfera y los océanos como sumideros de excesivas emisiones de dióxido de carbono.

Es muy posible que la cumbre de París, la COP21, sea el cónclave mundial más decisivo de la historia, porque allí se decide el futuro de la humanidad o de la especie humana. Pocos se percatan de ello. Ya no se trata de dirimir conflictos entre países, bloques o incluso entre regiones del mundo, sino del destino de todos y de su entorno planetario. Todo problema puede leerse desde diferentes ángulos, y esta vez esta afirmación se torna decisiva. La investigación científica sobre nuestra casa común, producto de casi medio siglo de estudios llevados a cabo sobre el ecosistema planetario (ver: S. Weart, 2006, El calentamiento global,), es hoy por hoy determinante. La acumulación de evidencias, el perfeccionamiento de los métodos e instrumentos de análisis, que incluye sofisticados modelos, ha permitido concluir, cada vez con menor incertidumbre, que el planeta tiene fiebre. La analogía con el cuerpo humano no sobra. Al contrario, confirma que el incremento de la temperatura es síntoma y anuncio de un desequilibrio sistémico, de un estado patológico de escala global, provocado por el propio ser humano convertido ya en una nueva fuerza geológica. Hay cierta belleza en este descubrimiento: el pensamiento objetivo no sólo ha revelado el fenómeno, sino que ha logrado explicarlo, decantar sus causas, y está en condiciones de trazar los escenarios futuros de acuerdo con la combinación de los factores que lo provocan. El cerebro humano es el diseño de mayor complejidad en el universo, y el de miles de científicos ha quedado articulado en cooperativas de conocimiento, en esfuerzos y tareas comunes, en equipos internacionales de investigación. Esto ha logrado revelar un fenómeno que amenaza la supervivencia de la propia especie humana y de buena parte de lo que hoy existe, de la trama vital. Este logro es formidable, porque da fe de un conocimiento universal y en consecuencia de una conciencia de especie. Quizás por vez primera la ciencia inaugura, de manera limpia, es decir, fuera de las ataduras y de los intereses nacionales, políticos, ideológicos, religiosos y mercantiles, una nueva era en que ética y conocimiento se enlazan para generar diagnósticos y mecanismos para la supervivencia de todos los seres humanos. Este hecho confirma la presencia del Homo sapiens, del mono pensante, que no sólo se mira frente al espejo, sino que explora su casa (el planeta) de manera total y nos revela un estado general de emergencia. “Si ya pertenecemos al todo –afirma William Ospina–, ya el todo nos pertenece y podemos hablar en su nombre. En consecuencia ya cada individuo tiene el deber de ser la conciencia del planeta.”

El Grupo Internacional de Expertos Independientes (GIEI) confirmó ayer con bases científicas incontestables lo que todo mundo sospechaba desde el 7 de noviembre del año pasado, cuando Jesús Murillo Karam dijo en conferencia de prensa que los 43 muchachos normalistas capturados en Iguala el 26 de septiembre anterior habían sido ejecutados e incinerados en el basurero de Cocula. Esa misma tarde los padres de los desaparecidos manifestaron sus dudas sobre esa versión oficial –que habría de ser elevada al rango de verdad histórica por el mismo declarante a fines de enero de este 2015– y exigieron pruebas contundentes de lo dicho por el entonces procurador del peñato. Por el contrario, en las semanas y meses siguientes fueron surgiendo numerosos indicios de que el régimen mentía y que su narración era insostenible: simplemente, entre la noche del 26 y la mañana del 27 de septiembre no hubo en Cocula las condiciones materiales para incinerar allí una cuarentena de cuerpos.

La respuesta a la pregunta que da título a este artículo es no, de acuerdo con el trabajo de la doctora Daphna Joel y sus colaboradores, aparecido el pasado lunes 30 de noviembre en los Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. La investigadora y su equipo observan que en general las diferencias en el cerebro que se han documentado hasta ahora son utilizadas para demostrar que los seres humanos pertenecen a dos categorías distintas: hombres y mujeres más allá de las diferencias en los genitales. No obstante, una investigación muy detallada, basada principalmente en el estudio funcional del cerebro, mediante técnicas de imagen por resonancia magnética, revela que difícilmente los cerebros humanos pueden catalogarse en esas dos clases.

Hace unos días, en los muros de una galería de Polanco, observé una pintura de Irma Palacios, realizada hace tiempo y simultáneamente observé otra (en ámbito privado) mucho más reciente que me sorprendió por estar tan despojada de elementos como las famosas pinturas casi lisas de Ad Reinhardt.

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