¿Qué es el feminicidio?
El feminicidio es una categoría teórica que define los asesinatos contra las mujeres en razón de su sexo
Sara Lovera
México
D.F., 29 nov. 15. AmecoPress/SemMéxico.- El concepto no nace de una
simple feminización del término homicidio cuando las víctimas de
asesinatos son mujeres, ya que en el feminicidio el componente de género
de las víctimas no es coyuntural sino que es el elemento que las hace
víctimas potenciales de la violencia.
Los
asesinatos de mujeres por el simple hecho de serlo tienen lugar en el
seno de contextos sociales patriarcales en los que se generaliza una
visión objetualizada de las mismas. El hecho de objetualizar a la mujer
la convierte en un ser utilizable, fácilmente reemplazable y como tal,
eliminable.
Para Sara Lovera, periodista y fundadora de Comunicación e Información de la Mujer AC (CIMAC) la violencia feminicida es:
“La forma
extrema de violencia de género contra las mujeres, producto de la
violación de sus derechos humanos, en los ámbitos público y privado,
conformada por el conjunto de conductas misóginas que pueden culminar en
homicidio y otras formas de muerte violenta de las mujeres y que se
agrava cuando el Estado no actúa y la sociedad lo consiente".
Al contrario de
lo que suele pensarse, el feminicidio no es un problema local que
sucede en otra parte, sino un fenómeno global que ocurre en todo el
mundo. El asesinato machista, la tortura y la violencia sexual contra
las mujeres conforman una realidad recurrente en muchos territorios del
mundo y una flagrante violación de los derechos humanos.
Ciudad Juárez: el punto de partida
México, al
igual que otros muchos países, no cuenta con un sistema de estadísticas
fiable que permita conocer con exactitud el número de feminicidios
cometidos, pero según fuentes oficiales de las que se ha hecho eco el
portal Feminicidio.net, en los últimos 25 años en México se han
producido más de 34.000 muertes violentas de mujeres (una media de 20
mujeres asesinadas por día).
Ciudad Juárez
desató la alarma hace casi 20 años, en 1993, tras el asesinato deAlma
Chavira Farel y tras otros crímenes que tuvieron gran impacto social
como los de Lomas de Poleo, Cristo Negro, Lote Bravo o Campo Algodonero.
Aunque
Chihuahua no es la región con mayor número de feminicidios ni de mujeres
desaparecidas de México, podemos considerar el feminicidio en Ciudad
Juárez como un caso paradigmático sobre todo por el alto nivel de
denuncia de las familias y activistas y la constante exigencia de
justicia que sigue sin recibir una respuesta satisfactoria y que ha
internacionalizado el fenómeno.
Además, la
ciudad fronteriza, tiene una idiosincrasia particular que conforma un
caldo de cultivo ideal para que la violencia machista quede impune:
narcotráfico, alto flujo migratorio, maquilas, zonas de tolerancia,
EEUU, corrupción, impunidad, machismo, falta de garantías jurídicas y de
seguridad, urbanización deficiente, desidia institucional y
gubernamental, falta de voluntad política...etc.
El feminicidio en América Latina y en el mundo
A pesar de que
cuando se habla de feminicidio, las imágenes de Ciudad Juárez son las
primeras que vienen a la mente, en otros países como Guatemala, El
Salvador, Honduras, Colombia, Burundi, El Congo, Afganistán o Timor
Oriental, la violencia social y el machismo se alían de forma macabra
contra los cuerpos de las mujeres.
Si bien es
cierto que la violencia contra las mujeres se agrava cuando el país
atraviesa una situación de conflicto y la violencia sexual se utiliza
como parte de la estrategia de guerra, no debemos olvidar que ya sea por
motivos religiosos, legales, culturales o políticos, miles de mujeres
son asesinadas anualmente en todo el mundo.
Así por
ejemplo, la violencia machista en El Salvador ha aumentado
exponencialmente en la última década debido a la proliferación de las
maras que suponen una nueva suerte de formas bélicas en el país -muchas
veces los feminicidios se cometen como rito de iniciación para
pertenecer a las pandillas-.
Del mismo modo,
tras el golpe de estado de 2009 en Honduras, la violencia política y
social se incrementó considerablemente y con ella se ha podido
contemplar una creciente escalada de feminicidios (cabe destacar los
asesinatos de muchas activistas feministas y pro derechos humanos).
Según datos de la Fiscalía de la Mujer, tan solo en el primer trimestre
del año 2010 se reportaron 62 muertes violentas de mujeres (los
asesinatos de mujeres triplican al aumento de homicidios masculinos
durante el mismo periodo de tiempo).
¿Feminicidio en Europa?
Lo que impulsa
el aumento exorbitado de los feminicidios en América Latina u otros
países de África o Asia, además de una cultura machista y un sistema
patriarcal enquistado es el marco de impunidad, inoperancia del estado y
desorganización administrativa, así como la violencia estructural que
afecta al conjunto de la sociedad en contextos de alta violencia y la
violencia institucional que sufren las víctimas y sus familias, aumentan
las posibilidades de que muchas mujeres sufran maltrato y agresiones
sexuales e incluso sean asesinadas.
Pero, ¿podemos
hablar de feminicidio en Europa? La respuesta es: por supuesto.
Solamente desde 2003, en España han muerto más de 600 mujeres teniendo
en cuenta tan solo las que han sido asesinadas por sus parejas o ex
parejas.
"El concepto de
feminicidio aporta una perspectiva compleja y global para referirse a
los asesinatos machistas de mujeres o a los crímenes de género que
suceden en todo el mundo ya que no solamente contempla los asesinatos
cometidos por la pareja o ex pareja (feminicidios íntimos) sino por
cualquier hombre, incluyendo también los crímenes con un claro
componente sexual (estos son los casos más conocidos en Ciudad Juárez y
que sin embargo en España y Europa en general no se incluyen dentro de
las estadísticas sobre violencia de género)".
Aunque el
término no está asentado en Europa, básicamente por una cuestión de
mentalidad neocolonialista (incluso dentro del propio movimiento
feminista) de la que cuesta desprenderse respecto a esos otros países
dónde si se ha conceptualizado sobre el feminicidio.
Jean Michel
Bouvier, padre de la joven turista francesa Cassandre Bouviera asesinada
en la Quebrada de San Lorenzo junto a su amiga Houria Moumniove, en
julio del 2011, ha emprendido una campaña para reclamar a los poderes
públicos franceses la inclusión en el Código Penal de la figura del
crimen de feminicidio con el propósito de convertir los asesinatos
machistas en un delito contra la humanidad.
Tal como
expresa muy acertadamente Bouvier, "El asesinato de una mujer por el
simple hecho de serlo supone en sí mismo una negación de la mujer que
debe ser considerada una figura jurídica específica".
¿Por qué es conveniente hablar de feminicidio?
En primer
lugar, es preciso registrar los feminicidios cometidos tanto por
conocidos como por desconocidos, para que se puedan establecer
indicadores de riesgo adecuados. Para favorecer una visualización más
certera de la verdadera magnitud de los asesinatos por violencia
machista, misógina o feminicida que se cometen en todo el mundo, desde
Europa debemos abogar por una apropiación y generalización del término.
Por otra parte,
desde un punto de vista comunicativo, una unificación de la
terminología a nivel internacional facilitaría también la organización
de campañas de lucha contra la violencia machista, así como una
involucración mayor de organismos internacionales y un aumento de
compromisos de cooperación para erradicar el feminicidio.
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