Y repatriar los cuerpos íntegros de personas asesinadas
Mujeres
centroamericanas que están en busca de sus familiares migrantes
desaparecidos en México exigieron a las autoridades mexicanas que
implementen mecanismos nacionales y de coordinación internacional para
la búsqueda de más de 70 mil personas migrantes no localizadas.
En conferencia de prensa en el Distrito Federal, las madres también
exigieron que el Gobierno mexicano procure el regreso íntegro de los
cuerpos de las personas asesinadas, que permitan el acceso de las
familias a las cárceles y a los centros de detención, y que no violenten
más los Derechos Humanos de las y los migrantes.
Durante su séptimo día en México, y de cara a la conmemoración de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos este 10 de diciembre, la
XI Caravana de Madres Centroamericanas que Buscan a sus Hijos
Desaparecidos en Tránsito por México llamó al Gobierno mexicano a buscar
con vida a las 70 mil o 120 mil personas migrantes no localizadas, que
según estima el movimiento, hay desde 2006.
Las más de 40 madres que este año integran la Caravana, y las 270
organizaciones civiles que las acompañan, informaron que desde 2006 las
personas migrantes se enfrentan en México a un “demoledor” incremento de
la inseguridad a causa de las extorsiones, asaltos, violaciones,
secuestros, desaparición forzada y muerte.
A este contexto se suma el endurecimiento del control de las fronteras,
lo que está derivando en que 80 por ciento de las personas migrantes no
logren cruzar a Estados Unidos y que actualmente México deporte el doble
de personas que el país del norte, aseguraron.
QUE LEYES INCLUYAN A MIGRANTES SIN PAPELES
Las y los activista exigieron a las Comisiones Unidas de Justicia,
Derechos Humanos y Estudios Legislativos del Senado de la República la
pronta publicación de la Ley General para Prevenir, Investigar,
Sancionar y Reparar la Desaparición Forzada de Personas y la
Desaparición de Personas Cometida por Particulares, la cual
–enfatizaron- debe considerar especialmente a las personas migrantes que
se encuentran en tránsito irregular por México.
Lourdes María Suazo Mejía, hermana de Mauricio Francisco Sauzo Mejía
–quien murió en México durante la masacre de migrantes en Cadereyta,
Nuevo León en 2012–, exigió que se garantice justicia para las familias,
que se les dé a las madres más información sobre las personas migrantes
en México y que se regresen los cuerpos íntegros, “no en pedazos”, ni
con una tardanza de hasta 26 meses, de las personas que son asesinadas
en este país.
“Queremos que las denuncias (penales que presentaron a las autoridades
de justicia en México por la masacre en Cadereyta) las agilicen conforme
a la ley que ustedes quieran, pero que nos las atiendan”, expresó la
mujer.
Por su parte Maritza Venegas Pavón, de Nicaragua, pidió que el Estado
mexicano ponga en práctica otras alternativas a la detención en
estaciones migratorias y cárceles, y que se implementen mecanismos y
protocolos de protección a las personas migrantes en tránsito irregular
por México.
La ahora activista explicó que las personas están saliendo de los países
de origen por falta de oportunidades de trabajo y de desarrollo pero no
pretenden quedarse en México, por lo que pidió el apoyo a la sociedad
mexicana para aportar información sobre las personas migrantes
desaparecidas.
Martha Gómez, de El Salvador, también señaló la necesidad de que los
centros de detención y las cárceles proporcionen información detallada
sobre las personas migrantes que detienen, y que se integren bases de
datos con fotografía, porque a veces los “coyotes” piden a las personas
migrantes que se cambien de nombre.
También denunció que, tras platicar con las personas migrantes en las
cárceles mexicanas, supo que éstas son torturadas para que acepten
delitos que no cometieron, no cuentan con abogados sensibles a su
situación y se les impide hablar con su familia.
“Pedimos a las autoridades de este país que busquen a nuestros
migrantes, que se pongan en nuestros zapatos (…) nosotras no nos vamos a
quedar quietas, vamos a seguir buscándolos donde quiera que sea”,
relató Martha, quien aseguró que ayer fueron a la Basílica de Guadalupe,
extendieron las fotografías de sus familiares en el piso, pero pocas
personas las atendieron.
Por otro lado, Carolina López, proveniente de Guatemala, recordó que
“detrás de cada migrante queda una gran familia con ese incertidumbre,
con toda esta tristeza y con todo ese dolor” que significa una
desaparición, y destacó que “migrar es un derecho y no migrar también lo
es.”
Las madres coincidieron en que desde la desaparición de sus familiares
buscaron el apoyo de los consulados y de las autoridades de ambos
países, quienes ignoran sus demandas a pesar de que ellas no tienen los
recursos para emprender la búsqueda por sí mismas.
SIN GARANTÍAS PARA VIAJAR AL NORTE DEL PAÍS
Marta Sánchez y Rubén Figueroa, activistas y organizadores de esta
Caravana, declararon a Cimacnoticias que desde 2012 la Caravana no puede
llegar a las entidades del norte del país, donde podrían estar las y
los hijos de muchas madres que hoy integran el movimiento, porque
ninguna autoridad les ha podido garantizar su seguridad.
A lo largo de estos once años que inició el movimiento de las madres, se
han logrado localizar aproximadamente a 250 personas migrantes, aunque
no todas durante las caravanas.
En esta edición, el movimiento ya logró el rencuentro de tres personas
migrantes hondureñas con sus familias, pero en total suman 12 las
personas localizadas durante este año.
CIMACFoto: Anayeli García Martínez
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | México, DF.-
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