–Anodina trayectoria, dinero oculto
–Los panistas, “una bola de cobardes”
Margarita Zavala durante la presentación de su plataforma política. Foto: Octavio Gómez |
(apro).- En “La Candidata”, la telenovela que este
lunes 21 estrenó Televisa, la protagonista es la guapa senadora Regina
Bárcenas que disputa a su ambicioso marido la Presidencia de la
República. En el México real, Margarita Zavala es una gris exdiputada
plurinominal cuyo esposo, Felipe Calderón, es el truculento jefe del
proyecto presidencial que lo reelegiría de facto y ella es… la candidata
de Televisa.
También Calderón fue, en la elección de 2006, el candidato de la
televisora propiedad de Emilio Azcárraga Jean, quien canjeó una amplia
cobertura propagandística en todos sus canales y en todos los programas a
cambio de la aprobación de la Ley Televisa por los congresistas del
Partido Acción Nacional (PAN) y multimillonarias canonjías en el
sexenio.
Y si Televisa apoya a Margarita es porque espera reproducir el
lucrativo esquema del sexenio de Calderón, que ella ha avalado de punta a
punta, incluyendo su estrategia de “guerra” que atizó la violencia,
como consta en su libro, “Margarita, mi historia”.
En 2006, Televisa creó un “El privilegio de mandar” para hacer una
parodia y ridiculizar o ensalzar a los candidatos que quería. Pero ahora
con “La Candidata”, producida por Giselle González, el objetivo es
claramente respaldar a Zavala, quien cuenta también con el apoyo de
Enrique Peña Nieto –producto también de la televisora–, en amasiato con
Calderón desde hace justamente una década.
El respaldo de Televisa a Margarita no es sólo con “La Candidata”,
sino con una inaudita cobertura de todas sus actividades, incluidas
entrevistas obsequiosas, plagadas de lugares comunes y mentirosos:
“tiene trayectoria propia”, “fue muy discreta como primera dama” y “es
panista de cepa”.
Como lo hizo con Calderón a lo largo de su sexenio, cuando encubrió y
solapó todos sus abusos de poder, ineptitudes y corrupción –incluido el
mediocre crecimiento económico idéntico al de Peña y la violencia que
detonó su estrategia de “guerra”–, Televisa guarda silencio ahora sobre
la anodina trayectoria de Zavala y su desdén por la transparencia y la
rendición de cuentas.
Su propia biografía, “Margarita, mi historia”, no incluye un solo
logro memorable como política y dos veces legisladora. El libro mismo es
una idea reciclada de su esposo quien publicó, en 2006, también como
insumo de propaganda, “El hijo desobediente”.
Zavala Gómez del Campo hace campaña con recursos públicos –usa
vehículos oficiales y soldados del Estado Mayor Presidencial (EMP)–,
recibe donativos vía Paypal y en la cuenta 4057243693 del banco HSBC, a
nombre de la asociación civil Dignificación de la Política.
Pero nada informa de esos recursos, ni de los que obtiene con la
venta de productos propagandísticos como pocillos, tazas, teteras,
playeras, cobijas, chamarras, chalecos, accesorios para teléfonos
móviles, bolsos, zapatos, relojes, pulseras…
¿Cuánto dinero ha recaudado con estos mecanismos y los “pases de
charola” que suele hacer en cenas y desayunos? Nadie sabe y cuando se le
pregunta, como hizo este reportero, promete que dará la información y
la oculta. Vaya, ni su 3 de 3 ha presentado, que podría hacer –si
tuviera voluntad– como “persona de interés público”.
Eso sí, como a lo largo de su libro, se la pasa quejándose de que sea
prima de Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo, una de las dueñas
de la guardería ABC, de Hermosillo, Sonora, donde murieron 49 niños, en
2009; de que su hermano Diego Hildebrando haya sido acusado de
enriquecerse mediante el tráfico de influencias, y de que en el PAN no
la deje ser diputada, presidenta de ese partido y candidata
presidencial.
No es raro, entonces, que se refiera con desprecio a sus propios compañeros de partido: Son una “bola de cobardes”.
Televisa apostó por Margarita Zavala con “La Candidata”, en agosto de
este año, cuando la victoria de Hillary Clinton en Estados Unidos
parecía inevitable y la panista era su principal propagandista en
México. Pero la derrota golpeó a las dos de la vida real.
Margarita y Calderón –quien afirma que la de su esposa es “una
candidatura muy fresca”– deberían verse en los protagonistas de los
melodramas: Televisa inventa ídolos que, si así le conviene, derrumba y
aun aplasta…
Apuntes
La esposa de Calderón no es “La Candidata” solamente de Televisa, sino de lo que suele llamarse el establishment o,
si se prefiere, del sistema. No es fortuito que llame tío al banquero
Roberto Hernández, accionista de Televisa, ni que uno de sus amigos
desde que comenzó a estudiar Derecho sea Claudio X. González, presidente
de Mexicanos Primero y Mexicanos contra la Corrupción, organismo al que
le fue filtrada la información de los 900 millones de pesos de dinero
público que transfirió Peña Nieto a la fundación de Josefina Vázquez
Mota…
Hay también despistados que aplauden a Margarita, porque se
manifestó, oportunistamente, contra la ratificación de Raúl Cervantes en
la PGR… casi un mes después de que el PAN votó a favor. De risa.
Comentarios en Twitter: @alvaro_delgado
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