11/23/2016

Amenazas de Trump a migrantes no son nuevas; Obama deportó 3 millones

Claro que hay miedo; la clave es organizarse y conocer los derechos, dice activista laboral


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Estudiantes de secundarias (high school) se reunieron el pasado 14 de noviembre en la Plaza del Mariachi, en Los Ángeles, California, antes de continuar su marcha hacia City Hall, para protestar por la elección del republicano Donald Trump como presidente de Estados Unidos. La mayoría de los jóvenes latinos salieron de clases para manifestarse, pues temen que sus familias sean divididas mediante deportaciones masivas de millones de inmigrantes, como lo prometió Trump durante su campañaFoto Afp

Periódico La Jornada

La amenaza de Donald Trump durante su campaña, de deportar migrantes, no es novedad para los que viven en Estados Unidos, pues Barack Obama deportó más de tres millones,’. Con eso hemos vivido durante años. Claro que hay miedo, por eso ahora recurrimos a la autodefensa y al cierre de filas entre mexicanos, musulmanes, japoneses, polacos, ju díos, entre otros, aseguró Jorge Mujica, activista laboral de la organización Arise.
En Chicago y en la mayor parte de Estados Unidos la vida transcurre en el batallar cotidiano que es defender a las mujeres de diversos tipos de acoso, ir en contra de compañías que contratan de forma temporal a los trabajadores y los explotan de forma extrema; evitar que madres solteras sean detenidas, o que algún trabajador ilegal sea deportado tras haber sido víctima de sufrimiento extremo. Detalló que Georgia o Alabama son las ciudades en las que se espera una reacción más violenta contra los migrantes con la llegada de Trump a la presidencia; en Arizona ya no, porque ahí ya lo vivieron y la gente ya sabe cómo defenderse.
Mujica, encargado de las campañas por la defensa de los derechos laborales de los migrantes que deciden apoyarse en Arise Chicago, descartó que Trump vaya a hacer deportaciones masivas de migrantes porque hay muchos recursos legales a los que pueden acogerse.
Sin embargo, dijo, la percepción es que atacará partes más sensibles para los indocumentados que llevan años en espera de la ciudadanía. Uno de esos frentes, explicó, es el de los dreamers, alrededor de 2 millones de jóvenes que llegaron siendo niños a Estados Unidos, y se han preparado para regularizar su situación migratoria. Muchos han entrado a programas de empleo temporal por periodos de dos años, lo que les da cierto reconocimiento.
Incertidumbre, más que ilegalidad
El golpe, dijo, sería que ya no les renueven ese permiso y entonces los coloquen en una situación que debe ser bien entendida, pues no sería de ilegalidad, pero sí de incertidumbre, después de tantos años de espera.
Jorge Mujica dijo que sí hay miedo entre los migrantes de cualquier nacionalidad, sobre todo porque no todos tienen la misma protección de sus consulados. Por ejemplo, dijo, polaco detenido, polaco reportado a su consulado. Pero en el caso de los mexicanos, no.
La autoridad estadunidense tiene la obligación de decirle al mexicano que tiene derecho a hacer una llamada para avisar de su situación o si prefiere la harán los mismos policías, pero el reporte no es en automático como en otros casos.
El gobierno de México debe entender que los migrantes no están escondidos; nos estamos organizando porque el miedo paraliza, y unirse es una forma de defensa, dijo.
Detalló que esta organización rebasa la nacionalidad, pues ante las circunstancias hace unos días se realizó una asamblea en una organización de migrantes islamita; “llegaron más personas de las acostumbradas y el dirigente pidió que se identificaran, pues no eran asiduos ni parte de la comunidad.
La sorpresa fue que se empezaron a parar judíos que dijeron que ellos sabían lo que es la persecución y se presentaron a ofrecer apoyo. Lo mismo hicieron hijos de japoneses que estuvieron en campos estadunidenses, y otras organizaciones. Mujica dijo que la mayoría pertenecen a grupos independientes que hacen trabajo directo en la calle; ninguno forma parte de las grandes organizaciones no gubernamentales de presupuestos elevados que se dedican a hacer inscripción electoral.
La realidad de los migrantes es la de todos los días desde hace años, sólo con las variaciones que presenta la legislación o el mercado laboral. A las compañeras que son de las más organizadas, hay que apoyarlas cuando son víctimas de acoso sexal, laboral o de cualquier tipo. Las madres solteras deben saber que si son detenidas deben ser liberadas casi de inmediato para que puedan atender a sus hijos.
Abusos de todo tipo
Cada día hay que atender casos de abusos de los patrones, como el que ahora está en investigación. Son tres empresas de empleo temporal que mandaban a los trabajadores a un restaurante chino y otras empresas de ese tipo donde eran explotados vilmente. Trabajaban lunes y martes, el miércoles el patrón empezaba a tener fricciones con ellos, el jueves la situación ya era de enfrentamiento y el viernes les aventaba 20 dólares y los corría. Entonces debían volver a buscar donde los emplearan otra vez.
Dentro de todo el drama, esos trabajadores y otros en situación de sufrimiento extremo podrían obtener la nacionalidad estadunidense si conocen sus derechos. Si alguießn va a ser deportado y eso ocasionaría la muerte de su madre se puede resistir en caso de sufrimiento extremo, al igual que si una madre soltera va a ser deportada con sus hijos y los niños nunca han estado en México ni hablan español.
En espera de que llegue el 20 de enero y haya más claridad, la clave es conocer los derechos y la organización, dijo Mujica.

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