7/30/2017

Las alianzas entre la derecha económica, política y religiosa


México arde al calor empresarial (VII)

Introducción
Durante mucho tiempo la derecha en México, representante de la oposición al régimen revolucionario, expresada principalmente por la Iglesia Católica, el sector privado y los Estados Unidos, prefirió ejercer su influencia en el país de manera directa en el gobierno e infiltrándose entre sus filas, a hacerlo mediante un partido de oposición. Por tales motivos el Partido Acción Nacional principal representante actual de la derecha, creció lentamente.
Muestra de lo dicho es que durante el gobierno de Miguel Alemán, éste dio al sector privado un lugar prominente dentro del sistema, mientras que los banqueros e industriales más poderosos preferían tratar directamente con el gobierno, además de que no tenían empacho en nombrarse abiertamente miembros del PRI. Así, a partir de 1973, le iniciativa privada se construye un pensamiento teórico: el Pensamiento Empresarial, mismos que defenderá y promoverá la filosofía de la libre empresa, con la intención de deshacer las concesiones hechas en años previos a obreros y campesinos1. 
A lo cual se le sumara el hecho de que, conforme el gobierno se vuelve más conservador, a éste le será más necesaria la figura de un partido de oposición, máxime al intentar conservar el mito de una alianza “revolucionaria” con campesinos y trabajadores. Así, el PAN conformara una identidad de partido de oposición y como tal se convertirá en el principal receptor de los votos de protesta, de manera que entre 1952 y 1970, su parte de los votos en las elecciones presidenciales pasó de 7.8 a 13.8 por ciento. Y creando Acción Nacional una sólida base de seguidores entre las clases medias urbanas, emanadas del periodo de rápido crecimiento económico en el país, ganara en 1964 la presidencia municipal de Mérida, Yucatán y cinco años después ganara la presidencia municipal de Hermosillo, Sonora2.
En el mismo sentido, la crisis financiera de 1982 que provoco un gran resentimiento contra el gobierno, favoreció a que el PAN captara aun más votos, siendo que su candidato a la presidencia, Pablo Emilio Madero, obtuvo más del doble de votos que los cuatro candidatos de izquierda juntos. De manera que, De la Madrid obtuvo 16.7 millones de sus votos de parte de campesinos y trabajadores “organizados”, mientras que Madero recibe 3.7 millones de votos por parte de la población más próspera, informada y exigente del país. Más aun, en el lapso de un año los candidatos del PAN ganaran las presidencias municipales de Moclova, las capitales de los estados de San Luis Potosí, Sonora, Durango, Chihuahua y Ciudad Juárez.
En tal contexto, pasadas la elecciones de Chihuahua, a principios de 1983 se ponen de manifiesto las primeras alianzas entre la derecha económica, religiosa y política: El Grupo Chihuahua, de Eloy Vallina – molesto por la expropiación de su banco, Multibanco Comermex -, apoyo con recursos económicos a los candidatos del PAN que ganaron las elecciones, mientras que por su parte, los prelados católicos se dedicaron a criticar desde sus púlpitos la manera en que se estaba administrando el país. Y dentro del mismo entramado, para las elecciones de gobernadores de 1985 y 1986, importantes figuras empresariales fueron elegidos como candidatos del PAN: Fernando Canales Clariond por Nuevo León y Manuel Clouthier por Sinaloa.
Con tales actores en acción, paulatinamente se dará una ratificación de la vida política de nuestra nación, aspecto anhelado e impulsado también por el gobierno norteamericano, el cual deseaba que en nuestro país se asentaran las siguientes premisas: el conservadurismo como doctrina política, un bipartidismo, la rectificación de la conducta internacional y el apoyo a la empresa privada; elementos que significaran la desaparición de las tesis centrales de la Independencia y la Constitución de 19173.
Tendiendo la teoría política del bipartidismo a reducir a dos las vías sociales de nuestro país: derecha y sistema moderado, por lo cual el PAN no representara un peligro serio. Toda vez que, las diferencias entre el PRI y el PAN no son sustanciales, en cuanto a su política real frente a los trabajadores, ni respecto al capitalismo como sistema económico y social. Variando simplemente en sus formas y las proposiciones sobre cómo gobernar, pero en lo fundamental sus diferencias son mínimas, igual que ocurre entre países como los EE.UU., Gran Bretaña, Colombia, etc4.
Así, al PAN le ha abierto el camino el miedo a la revolución, siendo sus tesis el compendio de las obsesiones empresariales, del rencor de muchos curas y de los anhelos de quienes han deseado unir a nuestro país a las ambiciones de los Estados Unidos. De manera que, al llegar al año 2000, la venta de empresas del Estado, el combate abstracto a la corrupción, la detención de la reforma agraria, mediante policías estatales contra ejidatarios o comuneros, así como la no observación de los agravios estadounidenses, le fueron despejando gran parte del camino al PAN para que llegara al poder en la figura de tristemente célebre Vicente Fox Quesada.
De suerte que, el PAN solo ha servido como tropa electoral para quienes realmente han dirigido desde hace tiempo sus políticas, a saber, empresarios de la Coparmex, el Episcopado y el gobierno de los Estados Unidos5.
El amalgamiento del conservadurismo en México.
Durante la década de los treinta es cuando surgen las organizaciones reaccionarias, pero solo dos lograron prosperar: la Unión Nacional Sinarquista (UNS) y el Partido Acción Nacional (PAN), grupos que identificaran su catolicismo con las ideologías fascistas y liberal respectivamente. Por ende, ambos partidos recogerán muchas de las demandas de la iglesia y de los católicos contra los preceptos constitucionales que limitaban la acción de la organización eclesiástica.
Siendo importante el crecimiento de la UNS en los años cuarenta debido a que supo integrar su movimiento místico-nacionalista con el apoyo de masas, pero una vez derrotado el fascismo en la guerra y con el giro del gobierno y con el giro del gobierno que pasa a ser tolerante con la Iglesia y represivo con la izquierda, así como con los trabajadores, sus posibilidades de permanencia se tornaron cada vez más precarias. Mientras tanto el PAN, mantuvo un desarrollo mediocre y sólo logro consolidarse como fuerza política menor a mediados de los cincuenta.
De ahí que, la alianza anhelada por la iglesia no se concreta en su totalidad, motivo por los cuales, salvo manifestaciones aisladas en contra del gobierno, el clero cuida que sacerdotes miembros de la jerarquía no se salieran de las reglas pactadas con el Estado, proceso que comprenderá los años cuarenta mediados de 1955. Sin embargo, conforme la Iglesia se va fortaleciendo ésta se ira involucrando cada vez más en la vida política del país, con la intención de romper los límites legales impuestos a su actuar por la Constitución. Desprendiéndose de ahí que, en 1955 el arzobispo primado de México declara que lo único que quedaba hacer en a partir de entonces era cambiar la Constitución, pero eso todavía no era posible6.
En consecuencia, desde mediados de los cincuenta la no intervención de la iglesia en política sufre un cambio sustancial. Desde entonces los ministros de tal culto serán más audaces y en los periodos electorales realizaran proselitismos en favor de los partidos católicos registrados. Así también, en momentos determinados actuaran como aliados de los capitalistas que se enfrentaran contra el gobierno. De manera que, durante las campañas electorales para la renovación de los poderes legislativos y ejecutivos federales, en 1955, 1958, 1961 y 1964, los sacerdotes utilizaron el púlpito para pedir que se votara por candidatos de los partidos Acción Nacional o Nacionalista Mexicano, los cuales prometían restituir los derechos ansiados por la iglesia y sus ministros.
Dichos actos que alcanzarán su más alta expresión el 10 de octubre de 1956, cuando el Episcopado mexicano formula un documento que establece siete deberes cívicos para los católicos, de los cuales es relevante destacar los puntos IV, V y VII, que a la letra dicen:
  1. Los católicos deben interesarse en los asuntos públicos y, consiguientemente, pueden pertenecer a partidos políticos, siempre que estos partidos nada atenten contra los derechos de Dios y de la Iglesia.
  2. Los católicos como ciudadanos que son, están obligados a votar por los candidatos que más garanticen el bien público, los derechos de Dios y de la Iglesia.
  1. El juzgar en cada caso en particular la gravedad de la obligación de un ciudadano de acudir a las elecciones es asunto que debe resolver el prelado o el confesor, conforme a los principios y las enseñanzas de la moral.
Escenario que se vera fortalecido a partir de la visita que hace el presidente Luis Echeverría Álvarez al papa Paulo VI, en el Vaticano en 1974, y después de lo cual habrá un fuerte apoyo de manera extraoficial por parte del Estado y la iniciativa privada, para la construcción de lo que sería la nueva basílica de Guadalupe. Y en la misma dirección, durante su campaña política el entonces candidato a la Presidencia de la República, José López Portillo, visitara de manera también extraoficial y privada, a cerca de cuarenta obispos mexicanos. Además de que, ya siendo presidente creara el programa de conciliación de clases llamado Alianza para la producción, mediante el cual se hará público y manifiesto el acto de “reconciliación” entre el Estado mexicano y el Grupo Monterrey, representado por Bernardo Garza Sada.
Todo lo cual se articulara con la visita a México del papa Juan Pablo II. Visita que si bien genero la asistencia espontánea de miles de mexicanos, además, la comisión organizadora contara con un fuerte apoyo, tanto del aparato oficial del Estado mexicano como de la iniciativa privada, dentro de la cual destacaron Comermex, Bancomer, Banamex y Televisa. Proporcionándose todos los recursos necesarios para el desarrollo de la gira papal sin detenerse en gastos: helicópteros, aviones, automóviles especiales, horas de transmisión televisiva y demás fueron otorgados.
Además, dentro del recorrido que realiza el papa dentro de nuestro país, fueron significativas la visitas que hizo a tres ciudades cuyos arzobispos y diócesis han sido símbolos de una tendencia conservadora dentro de la iglesia católica mexicana: Ciudad de México, Puebla y Guadalajara, así como la visita que realizo a diócesis con alta población indígena como Oaxaca y San Cristóbal de las Casas. Además de la ciudad de Monterrey, diócesis en la cual el arzobispado se ha encontrado tradicionalmente ligado al Grupo Monterrey.
Así como será relevante el discurso que el papa pronuncia a sacerdotes y feligreses el 27 de febrero de 1979, en la basílica de Guadalupe, debido a su contenido conservador y contra las manifestaciones de inconformidad dentro de la misma iglesia católica a partir de sectores como la teología de la liberación. Dicho discurso señalaría que: “Sois sacerdotes y religiosos; no sois dirigentes sociales, líderes políticos o funcionarios de un poder temporal. Por eso os repito: no nos hagamos la ilusión de servir al Evangelio si tratamos de “diluir” nuestro carisma a través de un interés exagerado hacia el amplio campo de los problemas temporales. No olvidéis que el liderazgo temporal puede fácilmente ser problema de división, mientras el sacerdote debe ser signo y factor de unidad, de fraternidad. Las funciones seculares son el campo propio de acción de los laicos que han de perfeccionar las cosas temporales con el espíritu cristiano7.
El PRI-AN en el poder y el avance de los proyectos de la Iglesia católica en el país.
Desde el reconocimiento jurídico a la Iglesia católica en nuestro país y la reanudación de las relaciones diplomáticas entre el Vaticano y el gobierno mexicano, a partir de las disposiciones encargadas a Mariano Palacios Alcocer, por parte del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, entre 1991 y 1992, como la coordinación de un equipo de destacados juristas que dieran soporte legislativo a los cambios históricos enunciados8. Hasta la llegada a la presidencia de la República de personajes como Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón y actualmente Enrique Peña Nieto, se ha visto crecer la participación de la iglesia católica en la vida social de nuestro país, así como en la definición de políticas públicas.
Toda vez que, personajes como Vicente Fox y los precedentes presidentes del país, han realizado actos como el de Vicente Fox, quien ya presidente de México, como primer acto presidencial hace un rezo público y ante medios televisivos, a la Virgen de Guadalupe, en la Basílica. Acto que fue una flagrante violación al artículo constitucional número 25, referente a la Lay de Asociaciones Religiosas y Culto Público, puesto que la misma establece que autoridades federales, estatales y municipales no podrán asistir con carácter oficial a ningún acto religioso de culto público, ni a actividad que tenga motivos o propósitos similares.
Dentro de la misma lógica, en el año 2000, el coordinador de asuntos religiosos del equipo de transición del entonces presidente electo Vicente Fox, visito al Vaticano para reunirse en privado con los altos jerarcas y explicarles el proyecto de libertad religiosa, emanado a partir del consenso entre el Equipo de Consulta de Asuntos Religiosos. Más toda vía, el mismo Vicente Fox invito al por ese momento papa Juan Pablo II, para que asistiera a su toma de posesión como presidente de México.
En tal contexto de subordinación del Estado que va urdiendo Vicente Fox, durante los primeros días de mayo del 2000, se hizo pública una carta enviada por Fox a los principales dirigentes religiosos del país, en la cual el entonces candidato exponía su Proyecto para la Nación sobre Libertades Religiosas y Relaciones Estado-Iglesia, dicha carta pretendía establecer los siguientes lineamientos en el país:
  1. Promover el respeto al derecho a la vida desde el momento de la concepción hasta el momento de muerte natural.
  2. Apoyar el fortalecimiento de la unidad familiar, que en México es un recurso estratégico.
  3. Respetar el derecho de los padres de familia a decidir sobre la educación de sus hijos.
  4. Promover el libre acceso para la asistencia espiritual y religiosa en los centros de salud, penitenciarios y asistenciales, como los orfelinatos y los asilos para ancianos.
  5. Responder al interés manifestado por la iglesia para promover un amplio espacio de libertad religiosa a partir del 24 constitucional.
  6. En congruencia con el derecho humano a la libertad religiosa y con los acuerdos internacionales suscritos por México en esta materia, promover que se eliminen las contradicciones entre los artículos 24 y 130 de la Constitución, reformando el 130 en la parte que restringe la libertad religiosa, que proclama el artículo 24.
  7. Abrir el acceso a los medios de comunicación a las iglesias, para que éstas puedan difundir sus principios y actividades.
  8. Promover que en el marco de una reforma hacendaria integral se defina su régimen fiscal para la iglesia, con deducibilidad de impuestos, cuando contribuyan al desarrollo humano.
  9. Terminar con la discrecionalidad para autorizar la internación y permanencia en México de los ministros de culto de las iglesias.
  10. Promover la homologación voluntaria de los estudios eclesiásticos en el ámbito civil, respetando los programas y contenidos de las materias que imparten los seminarios o instituciones de formación religiosa9.
Decálogo que puso en evidencia el reposicionamiento de la iglesia católica sobre los asuntos públicos del país, máxime cuando desde las disposiciones echas por Salinas de Gortari respecto a la iglesia, para las cuales fueron fundamentales la intermediación del padre Marcial Maciel Degollado y el nuncio apostólico Jerónimo Prigione. Se observa la participación de personajes pertenecientes a la Iglesia católica en la vida de los gobernantes. Y entre ambos violentaran cada vez más abiertamente la carta magna que nos rige. Todo lo cual se desarrolla desde hace tres décadas en el país, al amparo de la supuesta democracia impulsada por los Estados Unidos, así como por una introducción ad doc de una concepción amplia de los derechos humanos.
De tal suerte, se pudo observar la penetración de agrupaciones como los Legionarios de Cristo, hasta las intimidades de Los Pinos, durante el sexenio foxista. Congregación fundada por Marcial Maciel, quien fuera cuestionado por una larga historia de pederastia y lo que el Vaticano ha llamado su “doble vida”. A partir de la amistad que mantenía la familia Sahagún con el padre Maciel.
Y, si bien el decálogo propuesto por Fox no logro realizar en profundidad sus metas, estas serán retomadas por Felipe Calderón, desde el 25 de enero de 2006, cuando sostuvo un encuentro con el grupo interconfesional por México, integrado por representantes de la Iglesia católica, ortodoxa y anglicana, así como por líderes de iglesias evangelistas. En dicha reunión les prometió que de llegar a la presidencia, tendrían medios de comunicación masiva, podrían impartir educación religiosa en las escuelas públicas, evangelizar a los militares, así como la realización de todos los demás puntos enmarcados en la propuesta eclesiástica de libertad religiosa.
Propuestas que no fueron fortuitas, puesto que Felipe Calderón es identificado con el panismos ortodoxo, es decir, el grupo que no le perdona a Juárez que haya derrotado a los conservadores. De forma que, en estrecha relación entre tal panismo y la iglesia, la iglesia militante y clericalista, en su calidad sacerdotal para hacer política, hizo campaña a favor de Calderón10. Y ya una vez como presidente en 2009, Felipe Calderón le corresponderá a la iglesia católica prestándole el Teatro de la República de Querétaro, icono del Estado laico, donde se promulgo la constitución de 1917, para realizar un encuentro de intelectuales y académicos de todo el país.
De suerte que no resulta baladí el hecho de que el acto “cultural” cristiano se realizará en el lugar donde, en 1854 se estrenó el Himno Nacional y donde en 1867 se reunió el consejo de guerra que sentenció a muerte al emperador Maximiliano y a los generales imperialistas Miramón y Mejía. Además de que en el mismo teatro, tuvo lugar años más tarde el Congreso Constituyente, y el 5 de febrero de 1917 se promulga la constitución de 1917, odiada por empresarios, la iglesia y el gobierno estadounidense. Estableciendo un parteaguas en la historia de tal recinto, al ser celebrada en él una ceremonia precedida por el entonces hombre más importante del Vaticano después del Papa, el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone. Y reivindicándose la iglesia católica y el PAN en el poder, intentan consolidar un nuevo proyecto de nación11.
En consonancia con tales eventos, el actual presidente de la República, Enrique Peña Nieta, también desde el inicio de su proselitismo presidencial se vera envuelto en un estrecho abrazo con los intereses de la iglesia católica. Hecho que se puso de manifiesto el 19 de abril de 2012, en la sede del episcopado, en Lago de Guadalupe, Estado de México, donde se comprometió a apoyar las reformas constitucionales que pide la jerarquía católica en materia de libertad religiosa. Reformas dentro de las cuales se encuentra la demanda de modificar la constitución, para que la jerarquía católica goce de una “libertad religiosa plena” y sus ministros de culto puedan por fin ser gobernadores, diputados, senadores, así como presidentes municipales, añeja aspiración clerical12.
Tal relación también se vera reivindicada a partir de la compleja maquinación eclesiástica y política, urdida por la Arquidiócesis de México y el gobierno del Estado de México, tras la historia de telenovela del noviazgo y la boda entre Peña Nieto y Angélica Rivera. Para anular en 2009 la boda entre Angélica y el productor de Televisa, José Alberto El Güero Castro, realizada cinco años atrás en la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima, en la colonia Roma, Ciudad de México.
Siendo que tal enlace matrimonial jugo un papel fundamental para que Peña Nieto fuera presidente, y donde el cardenal Norberto Ribera, arzobispo primado de México, agilizó la anulación de las dos ceremonias realizadas por Rivera y El Güero Castro, el 2 y el 11 de diciembre de 2004. Para permitir el enlace matrimonial con el gobernador mexiquense Peña Nieto, quien además también conto con el apoyo del Tribunal Eclesiástico de la Arquidiócesis de México, dirigida por el presbítero Alberto Pacheco Escobedo13.
Dentro de tal espectro, también se darán transgresiones claras a la Constitución y a la Ley, cuando el papa Jorge Bergoglio visita México en 2016. Dado que en su visita fueron sustituidos los símbolos patrios en las páginas de internet de la Presidencia de la República y de varias de las secretarias por símbolos religiosos. Agraviando la Ley de Asociación Religiosa y Culto Público, además de leyes referentes al Escudo, la Bandera y el Himno Nacional, tipificado como “agravio a los símbolos patrios”, ante la sustitución del Escudo Nacional por las imágenes religiosas del catolicismo.
Pero además, a los vínculos entre los gobernantes del país con la iglesia se le añadirán dos más, los de los empresarios y el narcotráfico con la iglesia católica. Los primeros se han puesto de manifiesto en la alianza entre Carlos Slim y monseñor Diego Monroy para la construcción de la Plaza Mariana, en lo que sería una ampliación del atrio de la Basílica de Guadalupe, y que tras la “renuncia” de Monroy a la rectoría de la Basílica en 2011, continuaría el nuevo rector Enrique Glennie Graue.
Dicho proyecto arranca en 2003, cuando Andrés Manuel López Obrador, entonces jefe de gobierno le dona a la Basílica un terreno de casi 30 mil metros cuadrados, en el que se construirá la Plaza, a la Fundación Plaza Mariana, mediante un contrato de donación, el cual estipula que el terreno y la obra deberían tener un fin social. De manera que, supuestamente el proyecto consistiría en la edificación de un museo, estacionamientos, un centro de evangelización, área de columbario bajo la concesión para la prestación del servicio público de cementerios, mercado público y área verde. Todo lo cual, con el objeto de generar un espacio urbano que conserve la dinámica de culto religioso y el carácter público de la zona, según indica el contrato de donación.
Sin embargo, dichas disposiciones han sido violadas, siendo que inmediatamente después de la donación, Monroy empezó a pedir donativos, principalmente entre los fieles guadalupanos de México y de Estados Unidos, con el fin de financiar la construcción de la obra. Para ello abrió dos cuentas bancarias. Así también, empezó a vender por adelantado 115 mil nichos que se previa tuviera la Plaza, y generarían ingresos de alrededor de 5 mil millones de pesos. Pero posteriormente ya se hablo de se podrían construir unos 600 mil nichos, los cuales les dejarían de ganancia unos 13 mil 200 millones de pesos, sin contar los cobros que periódicamente harán por el mantenimiento y lo llaman el resguardo. Y de tan jugoso negocio, a cambio de la “donación” del predio, en actas de asamblea realizadas por el Comité del Patrimonio Inmobiliario del gobierno capitalino, se estipulo que al gobierno capitalino le corresponde 30% de las ganancias que dejara la Plaza14.
Finalmente, respecto a los nexos entre la iglesia católica y el narcotráfico, han destacado las llamadas “narcolimosnas”, así como la construcción de lujosas capillas en barrios populares, como la construida en 2010, en Pachuca, Hidalgo, por Heriberto Lazcano El Lazca, supuestamente el jefe de Los Zetas. Ante lo cual la Conferencia del Episcopado Mexicano, por medio de su entonces secretario general, Víctor René Rodríguez Gómez, indico que el episcopado no tiene el control administrativo de las cerca de 60 mil capillas existentes en el país. Y siendo que son los laicos quienes consiguen los recursos para edificar las capillas, así como son quienes las administran y les dan mantenimiento, los obispos y sacerdotes, supuestamente quedan al margen.
No obstante, el tema de las narcolimosnas data de tiempo atrás, ya en los noventa fueron acusados los hermanos Arellano Félix de apoyar mediante fuertes donativos el entonces obispo de Tijuana, Emilio Berlié, el cual a su vez gestiono una reunión privada entre los narcotraficantes y el entonces nuncio apostólico en México, Jerónimo Prigione, cuando fue asesinado el cardenal Posadas15.
Algunos resultados adversos para el país de los nexos entre los grupos conservadores.
Ante la situación descrita, en estados de la República como Monterrey, se han llegado a posicionar con gran fuerza agrupaciones religiosas de católicos como los Legionarios de Cristo, hasta ser considerado Monterrey como uno de los enclaves más importantes de dicha congregación. De forma que, en la capital de dicha entidad, existen varias escuelas particulares de corte clerical, todas exclusivas y en las cuales tienen injerencia los Legionarios, tales son los casos del instituto Superior de Estudios para la Familia, dependiente de la Universidad de Anáhuac; Irlandés; Himalaya; Kilimanjaro y Higlands, además del Colegio Femenino del Bosque, el Centro de Educación y Cultura del Valle (Cecvac), el kínder Oak Hill Cecvac y el Aula 24 Horas.
Más todavía, los Legionarios, conocidos en Monterrey como “Los millonarios de Cristo”, por su poder económico, participaron directamente en la elaboración de la Ley de la Familia, aprobada en diciembre de 2007 por el Congreso de Nuevo León, pero que vetó el gobernador priísta Natividad González Parás16.
Mientras que en Guadalajara, Jalisco, en 2007, el entonces gobernador panista Emilio González Márquez organizó clases de Biblia en la Casa Jalisco para los miembros de su gabinete y su esposa, además de haber sido conocido por sus simpatías con organizaciones civiles que rechazan a los homosexuales y el aborto. Llegando a presentar controversias constitucionales ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en contra de las leyes que protegen a esos sectores.
De igual manera, Emilio González también promovió y financio a la organización civil Valora, dedicada a “sanar” la homosexualidad. Integrada por católicos de tendencia ultraconservadora, cuyo lema es Conciencia en los Medios, Valora en 2010 estuvo registrada formalmente ente el Instituto Jalisciense de Asistencia Social (IJAS). Organizando talleres y retiros espirituales, así como periódicamente fomentar encuentros de oración y terapias para “ayudar a los homosexuales a vivir en castidad”.
Adicionalmente, en 2008, Valora recibió ayuda de la Secretaría de Desarrollo Humano estatal por más de 1 millón 300 mil pesos, derivados de la partida 4308, llamada “Aportación a los organismos de la sociedad civil”. A lo cual se le sumo la entrega de 300 mil pesos, por parte del titular de dicha dependencia, Martín Balderas, con la supuesta finalidad de promover “los valores de la familia”, con fondos del Programa Estrategia Vive, mismo que sólo tiene la finalidad de impulsar causas sociales.
En el mismo sentido, se han promovido congresos de corte trasnacional por agrupaciones como Courage Internacional, fundada en Estados Unidos por el sacerdote John Harvey, de la congregación de San Francisco de Sales. Según lo dicho por sus promocionales, Courage, es un apostolado con aprobación del Vaticano, para la atención espiritual de hombres y mujeres que viven en condición de Atracción al Mismo Sexo (AMS), y desean vivir en castidad. Y, otra agrupación similar es la de Renacer, que auspiciada por el congreso, se formo en 2005 en México, la cual forma parte a su vez de la Asociación para la Investigación y Terapia de la Homosexualidad y que tiene su matriz en Estados Unidos y fue creada en 199217.
En consonancia con tales acciones, se ha podido observar que entre los ochenta y los noventa, tras la llegada del PAN a gobiernos municipales y estatales, se impulsaron campañas contra el aborto y el uso del condón, así como cruzadas moralizantes y redadas homofóbicas. Hasta llegar a observarse el peso del PAN y la iglesia, en mayo de 2016, cuando Peña Nieto presentó la iniciativa para reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo, - aunque considerada como oportunista por intentar cooptar a la comunidad Lésbico-Gay – al día siguiente la Conferencia del Episcopado Mexicano le advirtió, mediante un comunicado, que la iglesia sólo acepta el matrimonio entre hombre y mujer. Y antes de concluir el mes de mayo, el Frente Nacional por la Familia (FNF), ya estaba conformando y realizando protestas en las calles, con lo cual logro detener dicha iniciativa.
Más aun, otros resultados adversos ante el asentamiento del conservadurismo en el país, han sido las recurrentes denuncias de pederastia. A este respecto, el 27 de agosto de 2016 fue detenido Carlos López Valdés, quien siendo sacerdote de Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, estuvo abusando sexualmente del entonces niño, de Jesús Romero Colín, entre 1994 y 1999. Y después de que el joven denunciara tales abusos en 2007, ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), será hasta 2016 cuando se detenga a Carlos López18.
Y en estrecha relación con tales hechos, en julio de este año se han denunciado los abusos cometidos por el sacerdote Pedro Gutiérrez Farías, en León Guanajuato, eventos que se vinculan a la supuesta asistencia social emitida por la iglesia católica. Pero no obstante las denuncias emitidas por niños de distintos alberges ubicados en Salamanca, Irapuato, Moroleón y Morelia, hasta el momento se desconoce el paradero de Pedro Gutiérrez, mismo del cual se dice tiene vínculos con Vicente Fox y su esposa. En tanto que la jerarquía de Guanajuato ha manifestado su apoyo al sacerdote a partir de letreros colocados fuera del alberge, los cuales han tenido la siguiente leyenda: “Estado, protégeme, pero también a mis papás Pedro Gutiérrez Farías y Hortensia Jiménez Cruz”19.

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Urbe, No. 10, febrero de 2016.
La Jornada, domingo 16 de julio de 2017.


Notas
1 González Casanova Pablo y Florescano Enrique (Coordinadores). México hoy. Siglo Veintiuno Editores, 10a edición 1986. Pág. 323.
2 Riding Alán. Vecinos distantes. Un retrato de los mexicanos. Joaquín Mortiz/Planeta, vigésimo cuarta reimpresión 1993. Pág. 135.
3 García Cantú Gastón. El desafío de la derecha. Joaquín Mortiz/Planeta, 1987. Pág. 132.
4 De la Rosa Martín y Reilly Charles A. (Coordinadores). Religión y política en México. Siglo Veintiuno Editores, Centro de Estudios México-Estados Unidos, Universidad de California, San Diego, 1985. Pág. 265.
5 García Cantú Gastón. El desafío de la derecha. Joaquín Mortiz/Planeta, 1987. Pág. 142.
6 De la Rosa Martín y Reilly Charles A. (Coordinadores). Religión y política en México. Siglo Veintiuno Editores, Centro de Estudios México-Estados Unidos, Universidad de California, San Diego, 1985. Pág. 65.
7 De la Rosa Martín y Reilly Charles A. (Coordinadores). Religión y política en México. Siglo Veintiuno Editores, Centro de Estudios México-Estados Unidos, Universidad de California, San Diego, 1985. Pág. 286.
8 Proceso. No. 2066, 5 de junio de 2016.
9 Blancarte Roberto. Entre la fe y el poder. Grijalbo, 2004. Pp. 25-50.
10 Proceso. No. 1574, 31 de diciembre de 2006.
11 Proceso. No. 1681, 18 de enero de 2009.
12 Proceso. No. 1873, 23 de septiembre de 2012.
13 Proceso. No. 2049, 7 de febrero de 2016.
14 Proceso. No. 1794, 20 de marzo de 2011 y No. 1783, 2 de enero de 2011.
15 Proceso. No. 1775, 7 de noviembre de 2010.
16 Proceso. No. 1631, 3 de febrero de 2008.
17 Proceso. No. 1774, 31 de octubre de 2010.
18 Proceso. No. 2081, 18 de septiembre de 2016.
19 La Jornada. Domingo 16 de julio de 2017.

Ramón César González Ortiz es licenciado en Sociología y Maestro en Estudios Políticos y Sociales por la FCPyS de la UNAM. Actualmente es profesor adjunto en la misma FCPyS, de las materias: Sociología latinoamericana: temas contemporáneos y Sociología contemporánea.

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