7/26/2017

Los periodistas pal café. . . .



En lo que prácticamente significa una confesión pública y concreta de irresponsabilidad criminal compartida, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) anunció que se construirá un nuevo viaducto, con 48 metros de longitud y una sección transversal de 36 metros, en el tramo del Paso Exprés de Cuernavaca en el que se produjeron un socavón, dos muertes y múltiples daños materiales a la población.
El costo de la nueva obra estará a cargo del consorcio de firmas particulares que realizó la construcción original, mediante mecanismos que combinan la aplicación de las fianzas de anticipo y cumplimiento, así como la utilización de un seguro de daños a terceros, según ha comunicado la SCT (aunque nunca se puede tener la seguridad de que esa secretaría, siempre al servicio de los intereses empresariales, no encuentre imaginativas vías para compensar más adelante a las firmas ahora afectadas).
El comunicado de prensa que emitió la secretaría a cargo del Gran Recaudador, Gerardo Ruiz Esparza, es todo un cántico a la desfachatez. En sus sumarios establece, en una tácita aceptación de que no se había cumplido con lo que ahora se anuncia como logros a alcanzar: Con esta obra se garantizará el afluente hidráulico de la zona. Su construcción también garantizará la seguridad de pobladores y usuarios, así como el buen funcionamiento de este tramo.
Una medida de paliación como la anunciada debería llevar como acompañamiento obligatorio la renuncia de los principales funcionarios involucrados en un fracaso de esa magnitud y, por parte del gobierno federal, de la apertura de investigaciones de índole penal y administrativa para fincar responsabilidades y castigos. Pero en México basta con anunciar nuevas obras y desplegar retórica de autocomplacencia para entrar de lleno a la autopista de la desmemoria, con el redituable tráfico de intereses, reinstalado a plenitud, en las carreteras de la gran corrupción.
A propósito, un lector envía más datos sobre la conexión hidalguense con la corrupción en el Centro Morelos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes: ya se ha dicho aquí que el actual subsecretario federal del medio ambiente, Cuauhtémoc Ochoa, fue secretario en dos carteras en el gobierno de Miguel Ángel Osorio Chong en Hidalgo y que ha sido impulsor de José Luis Alarcón Ezeta, quien fue delegado de SCT en Morelos y desatendió las denuncias relacionadas con el socavón. Pero, además: “el papá de Cuauhtémoc Ochoa trabajó en Pemex muchos años; el padrino de Cuauhtémoc les consiguió unos contratos con Pemex por allá de 1996, en Cadereyta, para la reconfiguración de la refinería. Esos contratos con Foster Wheeler fueron muy amañados y les permitieron que de 1996 a 1998 construyeran tres verificentros, en los cuales José Luis Alarcón es o fue socio en alguna parte pequeña.
En el 97, más o menos, el suegro de Cuauhtémoc, subdirector de generación en CFE (cuando Ruiz Esparza era director de administración de la Comisión Federal de Electricidad), les dio la oportunidad de participar en licitaciones dando apertura a trabajar también en CFE con la empresa Supervisión y Dirección de Proyectos SA de CV, en la que José Luis es o fue socio.
Otro lector demanda no dejar de lado la corresponsabilidad, en el tema del socavón de Cuernavaca, del actual subsecretario de infraestructura, Óscar Callejo Silva, “ya que en su anterior cargo, como director general de Carreteras Federales dentro de la misma SCT, fue quien lideró la revisión y aprobación de los proyectos, así como la adjudicación de la obra al grupo de empresas representadas por la compañía Española Aldesem; asimismo, él adjudicó el contrato de supervisión, todo bajo los mismos intereses. Lo de Cuernavaca tuvo relevancia por su cercanía con la Ciudad de México y el número de usuarios capitalinos, pero hay que voltear la vista a otros lugares, por ejemplo, a la ‘obra del sexenio’, la autopista Durango-Mazatlán, que no tiene ni dos años de inaugurada y ya se están cayendo los túneles y la carretera está toda deteriorada, por lo cual la SCT sigue metiéndole dinero para tratar de cubrir todos los vicios ya no tan ocultos”.
Con un telón mundial de fondo, Enrique Peña Nieto reconoció que en México se viven momentos convulsos, complejos y difíciles, tal vez los peores de la historia. Sería impreciso pretender atribuirle a esas palabras una carga razonada de autocrítica o algún anuncio o intento de giro correctivo de la política federal (en todo caso, se habían dado en seguimiento de lo dicho antes por el gobernador panista de la atribulada Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis). En realidad, el ocupante de Los Pinos colocó los problemas mexicanos en el contexto de lo que sucede en el orbe entero e insistió en la importancia y éxito de las medidas que su administración ha tomado.
Respecto de la súbita rebeldía de Ivonne Ortega, una lectora escribe desde la península: lo menos que podríamos decir de ella, como gobernadora de Yucatán, es frivolidad; desde el inicio de su mandato se entregó a Televisa, siguiendo el ejemplo de EPN. Tenía un secretario de Protocolo y Logística y su gran amigo era su colega Humberto Moreira. Su única obra visible es el Gran Museo Maya de Mérida, pero pocos saben que es un proyecto público-privado a cargo de Hank Rhon y su banco Interacciones. Dejó hospitales a medio terminar y un Centro Científico, de los cuales puso las primeras piedras.
Astillas
El viernes recién pasado hubo un enfrentamiento con armas de fuego en el municipio de San Martín de las Pirámides, estado de México, con un saldo de tres lesionados. El fondo del problema es la oposición de comuneros a la explotación de los cerros para llevar material a la construcción del nuevo aeropuerto internacional…
Desde Sinaloa, en el recuento de la corrupción y las malas obras públicas, recuerdan que el tiburonario de Mazatlán duró 38 días y Transparencia ordenó guardar la información cinco años; igual el parque temático de Culiacán, que costó 300 millones y cerró en tres meses… ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx



De un día a otro, Trump volvió a poner a temblar a nuestra moneda. Después de permanecer durante varias semanas en 17 pesos y fracción, ayer trepó arriba de 18 pesos. ¿Qué sucedió? Trump advirtió que Estados Unidos determinará el destino del Tratado de Libre Comercio de América del Norte luego del actual proceso de renegociación con Canadá y México, en una entrevista con The Wall Street Journal. Es decir, él tendrá la última palabra, no los negociadores. (¡Quitó el papel protagónico a Ildefonso Guajardo y Luis Videgaray y a sus propios representantes!) Tal vez tendremos que ponerle fin, o incluso “podría ser salvado (…) tengo la obligación de darle una oportunidad”, añadió. Las conversaciones comenzarán en agosto. En los tiempos que vienen nuestra moneda seguirá en la montaña rusa (literal) trumpiana.
Nueva deuda de Pemex
Con frecuencia, el gobierno federal utilizó los préstamos adquiridos por Pemex para trasladarlos a su tesorería y luego usó los fondos para sus propios gastos. Pemex acaba de concertar un nuevo préstamo por 5 mil millones de dólares, vía colocación de bonos. La proximidad de una campaña presidencial siempre despierta dudas sobre el destino final de los recursos. La analista de la calificadora de riesgos Moody’s, Nymia Almeida, opina que parte de los recursos se utilizarán para refinanciar su deuda con vencimiento este año y blindarse ante las posibles volatilidades del mercado durante el próximo año, que estará marcado por elecciones presidenciales. Según Pemex, de los 5 mil millones usará 1.7 mil millones para liquidar su deuda con vencimiento en 2017. Lo que realmente sumó la empresa (a su deuda) fueron 3.3 mil millones, aseguró Almeida. Este monto está ligeramente más arriba de lo que tiene que pagar de deuda el próximo año. Pero habrá elecciones y la duda persiste.
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Rudos vs rudos

La salida de Agustín Carstens del Banco de México antes de Navidad vino a acelerar las decisiones de los partidos políticos, excepto de Morena. Ahí está más que claro que será Andrés Manuel el candidato. En el PRI hay ruidos que anuncian un cisma. Resurge el enfrentamiento entre políticos y tecnócratas, es decir, rudos contra rudos. Los políticos quieren a Manlio Fabio Beltrones como abanderado. Los tecnócratas esperan que salga humo blanco de Los Pinos. Una pista será quien quede en el Banco de México en vez de Carstens. La formación que más se menciona es esta: José Antonio Meade permanecería en Hacienda y sería el candidato presidencial y Luis Videgaray iría al Banco de México. También dicen que Videgaray, a pesar de sus altibajos, sigue siendo el favorito de Peña Nieto para la grande. Hay apuestas más complicadas: Meade al Banco de México, José Antonio González de Pemex pasaría a Hacienda y Enrique Ochoa ocuparía su lugar. Ya fue antes director de Cemex. ¿Y Videgaray? Continuaría en la cancillería en lo del TLCAN. No se descarta que el enfrentamiento entre técnicos y políticos divida al priísmo y tenga que salir nuevamente de Los Pinos por la puerta de atrás.
Ombudsman social



El ominoso Rusiagate, montado por la cábala de las dos dinastías de los Bush y los Clinton, sumadas del intrigante Obama, ha entrado a una delicada fase tanto por la investigación de Robert Mueller (RM) –vinculado a los Bush y a James Comey, anterior soplón del FBI defenestrado por Trump– como por el Comité de Espionaje del Senado que ha citado a Paul Manafort, anterior jefe de campaña del presidente 45, a su hijo Donald Jr. y a su pérfido yerno Jared Kushner (JK).
The Washington Post inculpa a JK de haber arrojado a su cuñado debajo de un autobús (https://goo.gl/Q4c8uU). ¡Uf!
A nivel legal se anticipa que RM solicitará el impeachment de Trump al Congreso, donde se requieren 2/3 partes para ello en el Senado, hoy controlado por el Partido Republicano (PR), cuando la maquinaria legal está controlada por los Clinton y Obama en las otrora prestigiosas facultades de Derecho de Yale y Harvard. El tortuoso camino al impeachment no será sencillo y puede ser detenido en el Senado, siempre y cuando Trump siga obteniendo triunfos en las elecciones parciales, como ha sido el caso en cuatro recientes (https://goo.gl/diBZYS).
No es ninguna consolación que Trump ostente en los primeros seis meses de su mandato una pésima aceptación, cuando Hillary Clinton, la malhadada candidata del Partido Demócrata (PD), exhibe un rechazo mucho mayor. Más que del trumpismo propiamente dicho –fenómeno estructural demográfico supremacista (https://goo.gl/BYc3n8)–, hoy existen cuatro escenarios que decidirán el futuro de Trump que (de)penden de cuatro factores:1.Desempeño del PR en las próximas elecciones. 2. La situación antigravitatoria de la Bolsa de Wall Street: una caída le perjudica, mientras su alza exorbitante lo mantiene a flote. 3. Más que el rechazo del Obamacare, que ridiculiza la incapacidad de maniobra política de los líderes del PR en el Congreso, la obtención del gasto mayúsculo para infraestructura por un billón de dólares, acompasados de megarecortes fiscales, puede significar el gran despegue de la economía, que no de sus finanzas, con lo cual EU podría empezar a paliar sus fenomenales déficits con Alemania y China, y 4. Una aventura militar en uno de los eslabones más débiles del planeta.
Los tres primeros escenarios, como comenté con Carmen Aristegui (https://goo.gl/nsYKbc), seguirían las suertes de los presidentes Kennedy (No.35),Nixon (37) y Clinton (42). El cuarto escenario, que habría que considerar lejos de los arrebatos catárticos, sería un Trump 2: su relección.




Con un tono u otro, pero siempre como parte del bombardeo propagandístico, los tres últimos inquilinos de Los Pinos se ha autoproclamado campeones en la generación de plazas laborales, e incluso uno de ellos aseguró ser el (rotundamente fracasado) presidente del empleo. Durante su estancia en la residencia oficial Vicente Fox presumió fuentes de trabajo a manos llenas (en los hechos exportó –expulsó de su tierra– el mayor volumen de mano de obra que se tenga registro, es decir sus famosos jardineros de alta calidad), porque, presumía y mentía, el empleo en México está en franca recuperación.
En su sexenio, según el registro oficial del IMSS, a duras penas acumuló poco menos de 890 mil plazas permanentes y cerca de 300 mil eventuales, con lo que sólo atendió 20 por ciento de la demanda real; es decir, quedaron fuera de la jugada ocho de cada 10 mexicanos en edad y condición de laborar que por primera vez intentaron incorporarse a la economía formal. Ello, desde luego, sin considerar el rezago histórico en este renglón.
Cínicamente Felipe Calderón se autoproclamó presidente del empleo, lo que, como todos sus grandes logros para que los mexicanos vivan mejor, resultó en mero discurso. Durante sus seis años en la residencia oficial el registro del IMSS reconoció la incorporación de alrededor de un millón 600 mil trabajadores permanentes y cerca de 700 mil eventuales. En la docena trágica panista el outsourcing creció como la espuma y la informalidad sentó sus reales. La tasa oficial de desocupación se elevó permanentemente y su política laboral fue un sonado fracaso, como tantos otros.
Y llegó el del México en movimiento, Enrique Peña Nieto, quien –lo mismo que Fox y Calderón– prometió empleo a manos llenas y la formalización de centenas de miles de plazas laborales (algo así como 400 mil por año de estancia en Los Pinos, gracias a la reforma laboral, claro está). La administración peñanietista (hasta junio pasado) celebra el registro adicional de aproximadamente 2 millones 850 mil plazas en el IMSS (eventuales 15 por ciento) y se autoproclama como el sexenio del empleo. Sin embargo, no detalla cuántas son realmente nuevas y cuántas sólo se formalizaron. Lo maneja como secreto de Estado.
En cualquier caso, la cifra que ahora se presume en Los Pinos es la mejor de los llamados gobiernos del siglo XXI, pero oficialmente a estas alturas en la desocupación abierta se mantienen alrededor de dos millones de mexicanos. Entonces, el resultado parecería bueno, pero no alcanza para hacer fiesta.
Para efectos comparativos vale recordar que sólo en los sexenios de Calderón y Peña Nieto la población económicamente activa se incrementó en poco más de 8 millones de personas, pero en ese mismo periodo oficialmente sólo se crearon (y/o formalizaron) alrededor de 5 millones 150 mil plazas laborales en el sector formal de la economía, de tal suerte que lejos de reducirse el rezago histórico en este renglón se incrementa presidente del empleo tras presidente del empleo. Y en la informalidad se mantiene alrededor de 60 por ciento de la PEA, por lo que es obvio que nada hay que celebrar. En este sentido, el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) aporta la siguiente numeralia sobre los resultados laborales de los tres autoproclamados presidentes del empleo”. Va, pues.
La precarización del mercado laboral se ha generalizado en México durante los últimos 17 años. En 17 de las 32 entidades federativas que integran la nación hay más población ocupada que no recibe ingresos respecto de la que tiene un ingreso superior a cinco salarios mínimos: existe mayor ocupación precaria que la bien remunerada. En Guerrero y Oaxaca la proporción de personas que tienen una ocupación pero no reciben un salario supera en más de 900 por ciento a aquellas que tienen una ocupación laboral con un ingreso superior a cinco salarios mínimos. Chiapas, Puebla, Tlaxcala, Morelos, Veracruz, Hidalgo, Zacatecas, y Michoacán complementan a las 10 entidades de la República donde el número de personas que no reciben ingresos supera en más de 200 por ciento a las que ganan más de cinco salarios mínimos.
Además, la proporción de personas ocupadas que no reciben ingresos respecto de las que ganan más de cinco salarios mínimos se ha incrementado en la mayor parte de las entidades desde el cuarto trimestre de 2000 y hasta el primero de 2017: solamente nueve estados han logrado reducir dicha proporción. El mayor problema se observa en los estados del sur y sureste, poco industrializados, donde existe una situación de crisis energética y están vinculados a la baja capacidad para generar valor agregado en su sector primario y de servicios.



Una fantasía futurista. Posiblemente la idea más afortunada de la cinta de animación Abril y el mundo extraordinario (Avril et le monde truqué), de los franceses Christian Desmares y Franck Ekinci, haya sido recurrir al enorme talento del historietista gráfico Jacques Tardi (también co-guionista de la cinta) para ilustrar el delirio de una civilización occidental congelada en la era preindustrial por un accidente de laboratorio que hasta 1941 la ha privado de sus mejores científicos y frustrado invenciones tan esenciales como la electricidad o la aviación. Los dibujos de Tardi recrean, de modo estupendo, las lúgubres atmósferas de una ciudad (París) sumida en la penumbra e invadida por el vapor y los gases carboníferos. Nadie como Tardi, especialista en el género bélico y el policiaco, y en narrativas muy pesimistas vinculadas al existencialismo, para sugerir esta pesadilla de la imaginación ecologista. Tardi es también ilustrador de textos literarios; entre ellos, Viaje al fin de la noche, de Louis Ferdinand Céline. Se entiende, pues, que el mundo trucado y maravilloso que presenta la cinta sea una verdadera anticipación del infierno.




Los cuerpos de cinco migrantes centroamericanos –tres mujeres y dos hombres, de nacionalidades guatemalteca y hondureña– que fallecieron ahogados en el Río Bravo fueron rescatados ayer por personal de Protección Civil de Ciudad Juárez, Chihuahua. De acuerdo con las autoridades, podría haber otros 11 muertos. Así se incrementa, en cuestión de días, el saldo trágico de la criminalización de los trabajadores que intentan ingresar a territorio estadunidense por la frontera norte de México. Apenas el domingo de la semana pasada 10 viajeros indocumentados (cuatro de ellos, mexicanos) que eran transportados en un camión de carga sin ventilación ni refrigeración murieron por asfixia o deshidratación en el trayecto de Laredo a San Antonio, en un episodio atroz que evidenció una vez más el rostro más brutal del tráfico de personas.

Por una educación al servicio del pueblo
Las instituciones de educación pública de México surgieron con la tarea de investigar, estudiar e intervenir en la resolución de los grandes problemas nacionales, bajo un proyecto de Nación libre, soberano e independiente. En las últimas décadas los objetivos de dichas instituciones se han olvidado, perdido o mutilado, principalmente por decisión de los funcionarios a cargo de ellas, convirtiéndolas sólo en observadoras. Quienes deben ser los primeros en preservar el sentido crítico y participativo de las mismas, trabajan para favorecer sólo a las grandes empresas trasnacionales, las que no tienen ninguna intención de promover el crecimiento y desarrollo nacional, más bien aprovechan el saqueo, la falta de regulación, las ilegalidades y condición semicolonial a la que nos lleva la puesta en marcha de las reformas estructurales, para fortalecer sus negocios y hacer crecer sus ganancias.

Norberto Rivera, el pastor del poder, es el título del libro de editorial Grijalbo que recién se está posicionando en los anaqueles de las principales librerías del país. Yo lo coordino y reúne ensayos originales de Alberto Athié, María Eugenia Jiménez, Guadalupe Loaeza, Fátima Moneta, Marilú Rojas Salazar, Mónica Uribe, Rodrigo Vera y Jenaro Villamil. Con un espléndido prólogo de Denise Dresser, que se ha reproducido recién en dos semanarios. No es un libro que busque una falsa neutralidad; por el contrario, son textos bien documentados que cuestionan con fundamentos el ejercicio episcopal del cardenal Rivera. Usted verá que los trabajos se construyen desde diferentes disciplinas y metodologías, propias de los calificados autores.

El tiempo transcurrido que va de la tragedia del Paso Exprés al presente, actúa como disolvente de la legitimidad que le resta al oficialismo de élite. El contratismo rampante, las complicidades de diversos actores, los favoritismos gubernamentales que cabalgan con flagrantes improvisaciones en su funcionamiento, socavan buena parte de la traqueteada ética pública. La precisa visión que emerge de tan desgraciado suceso, es la de un denso y oscuro entramado de grandes intereses. Éstos excluyen, de manera tajante y cínica, la justa pretensión popular vivir con decoro y bienestar. El transcurrir de las semanas sin respuestas aceptables consolida la idea de una intocable cuan abarcante red de espurios intereses coaligados. Queda también asentada en la conciencia pública la incapacidad de una administración para responder a mínimos de transparencia, racionalidad funcional y aceptable conducta política.

Tras docenas de encuentros de reflexión y debates a lo largo y ancho del país, miles de judíos políticamente comprometidos “…con las mejores tradiciones nacionales, populares y democráticas de la República Argentina”, dieron a conocer en Buenos Aires el Llamamiento Argentino Judío (LAJ, mayo 2016).

En las negociaciones del TLCAN en 1993, el tema de la migración de trabajadores fue absolutamente arrinconado por la parte estadunidense ante la propuesta mexicana de que formara parte de los acuerdos paralelos. Carlos Salinas de Gortari explicó en su momento que las condiciones que ponía Estados Unidos para incorporar a la migración en el tratado eran inadmisibles, pues tenían que ver con perder soberanía en el rubro del petróleo mexicano. Lo que puede señalarse es que, como ya se perdió la soberanía sobre el petróleo, ahora ya no hay excusa, los trabajadores migrantes deben ser considerados en la renegociación que se anuncia y no puede seguir siendo un tema tratado en forma totalmente unilateral por el vecino del norte.

Ya casi nadie habla del Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE). Para muchos esa ya no es noticia y después de la tormenta del referendo de junio de 2016, cuando el electorado decidió abandonar la UE, parece que las aguas han vuelto a su cauce normal. Pero las apariencias engañan. Debajo de la aparente calma hay varios volcanes preparándose para hacer erupción. Se ha escrito mucho sobre las razones que explican el resultado del referendo. Pero todavía falta mucho que analizar sobre las consecuencias de ese sufragio de dimensiones telúricas.
Cuando un poeta muere va perdiendo sus lectores. Mueren con él. Cada aniversario se le recuerda menos y la circulación de sus libros disminuye. Pocos sobreviven a ese río que todo lo devora y que es el tiempo. Gabriel Garcia Márquez es uno de esos sobrevivientes y goza de muy buena salud. Sus libros se siguen reditando, sus malquerientes continúan ladrando para subirse a su fama y su novela emblemática, Cien años de soledad, sigue siendo un best seller con casi 40 millones de ejemplares publicados en medio siglo.

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