En otras circunstancias,
parecería absurdo que el gobierno federal celebre, como una especie de
triunfo de último minuto, la sujeción a proceso judicial de Javier
N, alias Javier Duarte de Ochoa, el personaje que simboliza los excesos delictivos de los políticos mexicanos.
Es, desde luego, un júbilo oficial envenenado, tramposo. Se festeja
con ínfulas victoriosas someter a juicio al ex gobernador de Veracruz,
como si este hecho fuera suficiente por sí mismo, cuando, en términos
reales, se regaló a la acuciosa defensa de Duarte de Ochoa toda una
plantación de errores, imprecisiones y torpezas que podrán ser
cosechadas con sentido exculpatorio más adelante, pasadas las elecciones
presidenciales, acaso ya en el tramo final de la cómplice
administración peñista.
El juego de las apariencias justicieras entró a partir de este sábado
reciente en una etapa de latencia: el actoral personaje conocido como Javidú
queda a resguardo en una cárcel de jurisdicción capitalina (a pesar de
que el gobierno de Miguel Ángel Mancera ha advertido que no tiene las
condiciones adecuadas para cuidar de un interno de las características
del veracruzano), en espera de que la Procuraduría General de la
República (PGR) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP)
encuentren, en el plazo de seis meses, más datos que refuercen las
acusaciones hasta ahora enderezadas contra el rotundo amigo del
inquilinaje actual de Los Pinos.
Cuando se retome el caso Javidú, en enero del año próximo, ya estará
centrada la atención pública en los detalles de la contienda global que
desde ahora se prevé fragorosa (Presidencia de la República, algunas
gubernaturas, Congreso federal en sus dos cámaras y, en determinados
casos, legislaturas estatales y presidencias municipales).
Los escándalos y las tormentas que se produzcan en este semestre
habrán de atenuar la indignación y la observación que hoy rodean el caso
del más escandaloso (pero no el peor) de los agresores del interés
público. Y es probable que, para entonces, poco se repare en el daño al
proceso judicial que se ha infligido desde ahora, con la primera
diligencia judicial cargada de
errorescometidos por la parte gubernamental y la segunda, la de este sábado, cargada de enmiendas tan cacareadas como insuficientes, que han dejado empotradas en el armario manipulable del poder judicial las claves para posteriores exculpaciones, a título de violaciones al debido proceso, imprecisiones de origen, acusaciones fofas y
comprobacionesprogramadamente desbaratadas.
Por cierto, parece necesario reproducir aquí lo publicado en esta columna el pasado 6 (https://goo.gl/o2maoj),
pues se sigue propiciando mediáticamente la expectativa de que a Duarte
de Ochoa se le podrá castigar por la totalidad de los presuntos delitos
cometidos durante su paso por el gobierno de Veracruz, y que algunos
añadidos podrán darse conforme aparezcan datos e indicios. No hay tal:
“Javier Duarte de Ochoa no podrá ser juzgado por acusaciones distintas
de aquellas que fueron ya presentadas puntualmente por las
administraciones de Enrique Peña Nieto y Miguel Ángel Yunes Linares en
Guatemala para pedir su extradición (salvo, claro está, por los delitos
de otra índole que cometiera en adelante, por ejemplo, en la propia
cárcel mexicana).
“Dicho de otra manera: Javidú (...) ha sido
virtualmente exonerado del resto de hechos delictivos que cometió como
gobernador de Veracruz y sólo deberá responder por el reducido número de
casos concretos que sustentó la Procuraduría General de la República y
los que presentó la manejable fiscalía veracruzana. Sólo por esos casos,
ni uno más.”
Miguel Ángel Mancera ha declarado una guerra al diccionario. Según su cruzada semántica, en la Ciudad de México no hay cárteles, sino grupos delictivos dedicados al narcomenudeo
y a otras actividades que no calificarían para dar a esos simples
granujas el título mayor que, en todo caso, ostentan las agrupaciones de
otras partes del país.
El esfuerzo conceptual del ex procurador de justicia de lo que
entonces solamente se llamaba Distrito Federal pretende reducir, por la
vía declarativa, la gravedad del problema que muchos capitalinos asumen,
sin tretas retóricas, como propios de cárteles: el cártel de Tepito, llamado Unión Tepito; el cártel de Tláhuac, con su abatido jefe llamado El Ojos, y otros.
Los efectos de esos cárteles sobre la vida de los habitantes
de la capital del país están a la vista. Ayer hubo muertos y heridos en
un tianguis de Iztapalapa, donde, según versiones que las autoridades
tratan de diluir, hubo un enfrentamiento entre comerciantes del lugar
contra cobradores de derecho de piso. La descomposición de la vida
citadina, el aumento de la violencia y la inseguridad no habrán de
disminuir solamente por la verbosidad cargada de aspiraciones
electorales de Mancera.
Rafael Moreno Valle realizó ayer un acto masivo de apoyo a su
precandidatura presidencial panista en el Auditorio Nacional. Hasta
ahora había navegado en aguas someras, con giras discretas y, sobre
todo, la embustera propaganda disfrazada de promoción de un libro cuya
parte más leída ha sido solamente el título, colocado en anuncios
espectaculares por todo el país.
La atención de quienes decidirán la postulación presidencial del
partido conservador ha estado centrada en los pataleos del grupo
calderonista, que ha pretendido forzar la designación adelantada de
Margarita Zavala, y en el atrincheramiento estructural de Ricardo Anaya.
El ex gobernador de Puebla, Moreno Valle, sólo parecería en condiciones
de avanzar si ese pleito entre las dos corrientes principales obligara a
optar por una tercera vía.
Pero, en realidad, el ex priísta y ex gordillista busca acumular
cierto capital político para posteriores negociaciones y, sobre todo,
para canjear sus fichas por la postulación a la gubernatura de su
esposa, Martha Erika Alonso Hidalgo, actual secretaria general del PAN
estatal (la actual gubernatura, a cargo del morenovallista José Antonio
Gali, fue electa sólo por 20 meses). ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Y después de Tláhuac, ¿qué?
El gobierno perredista de la capital insiste en que los sangrientos
sucesos no pasan de ser un hecho desconectado de la guerra de los cárteles
de las drogas. Sin embargo, la mayoría de la población, alarmada, no
coincide con ese punto de visita. Tampoco los medios internacionales,
como puede leerse en Reuters, The New York Times y Los Ángeles Times,
sólo por mencionar algunos. Más que obstinarse en negar la realidad,
Miguel Ángel Mancera debería apresurar la decisión de dejar el gobierno
para emprender su campaña por la candidatura a la Presidencia de la
República, a lo que tiene derecho, sin duda. O permanecer en su cargo,
pero asumiendo sus responsabilidades. Pero a lo que no tiene derecho es a
dilatar una decisión hasta el límite, porque a los problemas que
afectan a los capitalinos está agregándose el de la guerra de las
mafias, en la que suelen perder la vida y patrimonio personas inocentes.
Esto dicen algunos medios internacionales:
La encarnizada guerra entre las organizaciones delictivas que luchan por el control de las rutas del narcotráfico ha alcanzado a la capital de México, en medio de inusuales hechos de violencia y cifras récord en homicidios: Reuters.
“La Ciudad de Mexico, sede de la elite política y financiera de la
nación, parecía estar en una órbita distinta de la turbulenta
constelación de estados narcos en la frontera con Estados
Unidos y el resto del país. Pero ese sentido de excepcionalismo cayó con
la batalla armada en la delegación Tláhuac…”: Los Ángeles Times.
La capital de la nación parecía cerrada a la guerra de las drogas como campo de batalla de otros estados. Eso ya no más: The New York Times.
Más sangre
Y ayer domingo siguió corriendo la sangre en la capital:
cinco personas fueron asesinadas en dos tiroteos. Reuters remachó su
diagnóstico:
La encarnizada guerra entre organizaciones delictivas que luchan por el control de las rutas del narcotráfico ha alcanzado a la capital de México, en medio de inusuales hechos de violencia y cifras récord en homicidios.
¿Puede ser perdonado?
Trump ha encargado a sus abogados que hurguen en las
leyes hasta dónde alcanza el poder presidencial para perdonar algunos
delitos. No es que tenga en mente salvar a un condenado a muerte, sino
que está pensando en usar el poder del perdón con él mismo, sus
familiares y colaboradores que hayan actuado fuera de la ley. Sería algo
sin precedentes en la historia de Estados Unidos. Pero es cosa de
ellos. Lo que si no tiene perdón es lo que ha hecho sufrir a nuestros
paisanos y su familias con la amenaza de las deportaciones masivas y el
impuesto sobre las remesas. Además, ha actuado con hipocresía. El club
de Trump Mar-a-Lago y su Campo Nacional de Golf en Florida han
solicitado visas a las autoridades migratorias para contratar a
extranjeros bajo el programa H-2B, que permite tomar trabajos temporales
que no sean del área agrícola y que supuestamente son rechazados por
empleados gringos.
Ombudsman social
Dicen en el pueblo, generalmente con un tonito sentencioso:
no hay fecha que no se llegue ni plazo que no se cumpla.Pero como seguimos en Estados Unidos, sin visa ni siquiera green card, un poquito de urbanidad y buenas maneras no me quitan lo indocumentado pero tampoco menguan mi refinada educación de colegio particular (el Ignacio Zaragoza de los Hermanos Lasallistas). Por eso subtitulemos: “ there is not date that is not fulfilled, nor a term that is not reached.”
Para autocancelar la excusa de que el espacio me constriñe, las
sociedades financieras me asfixia y me cancela la oportunidad de
proporcionar la información ofrecida, por esta vez empiezo con el plato
principal.
Iniciemos con un inquilino o, más bien un deudor hipotecario. En
aquel lado nadie compra un bien inmueble (o mueble, recapacito,) al
contado. La cadena del crédito accesible y vitalicio, para quien respete
la esclavitud ad perpetuam del débito mensual, es como un cordón umbilical que alimenta la sociedad de consumo.
The American Dreames sencillo y fácil de entender: Poseer. Consumir. Derrochar, desperdiciar y, aún devastar. Recordemos que del otro lado de la frontera, tienen una estrategia infalible para activar la producción y la reconcentración del capital: inventar, crear satisfactores que luego la industria de la publicidad hará el milagro de hacer creer a la gente que fue a ella a quien se le ocurrieron y los considere como artículos indispensables los cuales comience a reclamarlos con gran urgencia para atender necesidades que no habían descubierto antes. El objetivo, de entrada, es poseer. Luego vendrá el agrandar, magnificar: (departamentogcasagmansión. Igual con los autos, la vestimenta, los viajes, festines y el glamur). Se compra (a plazos) todo lo que la ambición reclame y el crédito permita. Al final (y aún antes si es posible), de la pesada carga que las deudas significan, y a cuyo pago se dedican vidas enteras, se mal revende todo, y no para gozar de la tranquilidad que otorga la legítima propiedad de lo adquirido, sino para volver a empezar el vía crucis que implica regir la vida entera por el vocablo latino:
excelsus:más alto, más arriba, más riqueza, abundancia, poder, lujo, confort, belleza. Más nuevo y moderno, más inútil, pero ostentoso, petulante, clasista. Todo objeto, bien, concesión, privilegio, fuero, rango que oculte, o disimule siquiera, pobreza de espíritu, deplorable calidad humana y, las más de las veces, una supina ignorancia e insensibilidad acogota a los poseedores, aunque su expresión externa sea la del permanente winner. Su vida interna confirma un latinajo (a los que no soy muy afecto): “ Maxima egestas avaritia.” Que como todo el mundo sabía en el kínder Apolonio M. Avilés, donde estudié quiere decir:
la avaricia es la mayor pobreza.
Es común pensar que, en
términos geográficos, en Estados Unidos existe una dicotomía social,
política y económica caracterizadas por el pensamiento liberal y por el
conservador. Esquemáticamente hablando, en las costas predomina el
pensamiento liberal y progresista, mientras en el sur y en el centro
agrícola del país el pensamiento conservador y reaccionario.
Independientemente de las razones históricas de esa dicotomía, esa
caracterización ha venido cambiando en las décadas recientes, debido a
que la configuración de la población también ha cambiado. Entre otros
factores, debido a la migración y la educación, particularmente en las
capitales de algunas ciudades del sur y centro del país, en las que
están ubicados los centros culturales, artísticos y las instituciones de
educación superior. En esos centros urbanos la población es más liberal
y menos atada a los cánones conservadores. Por ejemplo: Austin capital
de Texas; Raleigh, capital de Carolina del Norte; Nashville capital del
estado de Tennessee.
El indicador general de
la inflación, Indice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), registró
en junio un incremento anual (12 meses) de 6.31%, el más alto
porcentaje desde 2001 (6.6). El crecimiento del índice de la Canasta
Básica fue aun mayor, de 8.57%, el más alto desde el año 2000 (9.2); y
el Indice Nacional de Precios (a que vende el) Productor (INPP) aumentó
5.61% con tendencia descendente desde el 8.40 registrado en enero
(Gráfico 1).
Inflación según el gasto
Si el aumento en el INPC nacional junio-junio fue de 6.31%, los principales incrementos en rubros básicos se registraron en:
• Alimentos 7.88%. Destacan: Tortilla de maíz 8.18, fruta fresca
8.39, pescados y mariscos 9.03, aceites y grasas vegetales 9.45, arroz
10.06, hortalizas frescas 17.41, el frijol 17.53, y azúcar 27.17%.
• Energéticos 15.20%. Destacando: Gas doméstico natural 17.84,
gasolina de bajo octanaje (magna) 20.65%, y gasolina de alto octanaje
(premium) 25.60
• Transoporte 13.07%. Destacan: Transporte público urbano 10.11,
transporte por cuenta propia 14.86, y Metro / transportes eléctricos
26.13 (Gráfico 2).
En acumulado quinquenal junio 12-junio 17, los rubros con mayor
incremento (+ de 30%) son: Agua (suministro) 30.03%, refrescos y agua
embotellada 30.74, pan dulce 30.75, transporte colectivo 30.78, galletas
populares 31.10, transporte por cuenta propia 35.10, hortalizas frescas
35.22, gas doméstico natural 40.29, frutas frescas 41.38, pescados y
mariscos 44.90%, trámites vehiculares 47.02, gasolina magna 51.76, metro
y transportes eléctricos 52.13, carne de res 53.73, y gasolina premium
61.03%.
El creciente beneficio
económico que, vía remesas, aportan los emigrantes a sus familias y sus
respectivos países tiene un altísimo costo social. Los gobiernos
gerenciales –aquí y en el resto de América Latina– han armado un jugoso
negocio privado por el trasiego de dinero de los expulsados de su
tierra, pero nada hacen para atemperar el sufrimiento y detener la
tragedia de quienes obligadamente abandonan su país por razones
evitables.
En 2016 cerca de 240 millones de emigrantes
movieronalrededor de 450 mil millones de dólares en remesas. De ellos, Latinoamérica captó alrededor de 70 mil millones de dólares en mesadas, de los que en México quedaron casi 27 mil millones) ocupando así el primer lugar regional y el cuarto internacional. Para naciones como Haití, Honduras y El Salvador, tales envíos representan 25, 17 y 18 por ciento de su producto interno bruto, respectivamente, y en todos los casos las divisas aportadas por los expulsados de su tierra se utilizan como
herramientapara nivelar, en lo posible, las cuentas macroeconómicas.
El multimillonario negocio privado de las remesas (el citado cuan muy productivo trasiego del hambre de otros) involucra a
agencias financierasnacionales e
internacionales(en la mayoría simples filiales u oficinas de
representaciónde la matriz) y mientras la mayoría de los emigrantes sudan la gota gorda para obtener recursos y destinar una parte a sus familias, son víctimas de racismo y permanente violación de sus derechos humanos; otros, muy pocos, cobran altas comisiones por las
transferencias. Esa es la
gran soluciónde los gobiernos gerenciales a la emigración, mientras en sus respectivos países se deteriora vertiginosamente la situación económico-social y arrasa con su población.
En la edición dominical, La Jornada advierte que
el número de menores de edad que emigraron de países centroamericanos hacia México, o de dichas naciones y de aquí hacia Estados Unidos, llegó a su máximo histórico en 2016, cuando más de cien mil de ellos fueron aprehendidos por autoridades migratorias de ambas fronteras, de acuerdo con la Fundación Bancomer y el Consejo Nacional de Población (nota de Juan Carlos Miranda).
El año pasado
fueron detenidos cien mil 234 menores (59 mil 692 en Estados Unidos y 40 mil 542 en México) en su intento por migrar a alguno de los dos países, un incremento de 9.3 por ciento frente al máximo histórico previoen 2014.
En nuestro país el aseguramiento de menores extranjeros por las autoridades migratorias se incrementó más de 900 por ciento en los recientes seis años, al pasar de 4 mil 43 detenidos en 2010 a 40 mil 542 al cierre del año pasado, según cifras preliminares. La mayoría de las detenciones de menores extranjeros correspondió a varones adolescentes de entre 12 y 17 años (40 por ciento).
En este contexto la Cepal detalla que
además de una elevada pobreza y los niveles más altos de desigualdad, México, al igual que la mayoría de países de la región, se caracteriza por una serie de rezagos sociales y económicos, entre los que destacan vacíos y dificultades de acceso a mecanismos de protección social que permitan a las personas hacer frente a riesgos y vulnerabilidades individuales y colectivas magnificadas, además, por razones de género, edad o pertenencia étnico-racial.
El horror, mientras los barones del trasiego de dinero
obtienen más y más utilidades. El organismo especializado de la ONU
divulgó un análisis temático que detalla la situación, y en este sentido
aporta su numeralia para comprender de mejor manera de qué se trata
todo esto, e indica que
por el lado mexicano la frontera está integrada por seis estados, y por el estadunidense cuatro estados. En casi la mitad de la frontera existe un muro fronterizo y en la restante existen barreras naturales. El paso fronterizo divide a 48 condados estadunidenses y 94 municipios mexicanos.
Un asesor financiero de uno de los bancos más grandes del mundo en Wall Street comenta a La Jornada que el momento político estadunidense se puede resumir en una sola frase:
Estamos viviendo en una república bananera.
Varios de los elementos clásicos de un régimen autoritario y corrupto
están presentes: la instalación de miembros de la familia del
presidente Donald Trump en puestos clave –sobre todo su hija Ivanka y su
yerno Jared Kushner– a pesar de su nula experiencia en gobierno, los
ataques y humillaciones públicas contra su equipo si percibe que éste no
cumple con su labor básica de proteger a esa familia e impulsar sus
deseos personales. A esto se suma el desconocimiento y hasta burla de
normas y prácticas de ejercicio democrático de su poder, el uso de la
mentira y de tácticas orwelianas para proclamar qué es verdad y qué no, y usar el gobierno para promover sus negocios, entre tanto más.
Una de las muestras más extraordinarias de esto fue la reunión de su
gabinete hace poco más de un mes, donde permitió que las cámaras de
prensa grabaran un ejercicio casi obsceno en el cual uno por uno sus
secretarios fueron obligados a elogiarlo y expresar que trabajar con
Trump es
un gran privilegioy un
honor, y hasta una
bendiciónpor la que sienten
profunda gratitud. Nunca nadie había sido testigo de algo tan vergonzoso en una cita del gabinete.
Baja California recibe este lunes al presidente Enrique Peña Nieto. Visita de doctor, según la agenda dada a conocer, pues sólo estará
poco más de dos horasen el estado, donde se han cometido mil 12 homicidios en el primer semestre.
La entidad ocupa el tercer lugar nacional en ejecuciones, 70
por ciento perpetradas en Tijuana. El Presidente visitará Mexicali,
donde se encontrará con un movimiento social que se opone a la
instalación de una planta cervecera de Constellation Brands e instaló un
plantón en la carretera Mexicali-San Felipe.
El mandatario irá a San Felipe en helicóptero, así que quizá sólo
pueda verlos desde el aire. Inaugurará el canal agrícola 27 de Enero en
el Valle de Mexicali –que sustituye varios dañados por un sismo de 7.2
grados en 2010– y un tramo carretero que enlaza la vía que corre
paralela al Alto Golfo de California con la Transpeninsular, que corre
al lado del Pacífico.
Puertas y ventanas de la memoria. La idea de un lago,
segundo largometraje de la realizadora argentino-suiza Milagros
Mumenthaler, es el sugerente entrecruzamiento de recuerdos íntimos de
Inés Acevedo (Carla Crespo), la mujer encinta que prepara un libro de
fotografías y poemas sobre su pasado familiar donde evoca las temporadas
de vacaciones a orillas de un lago al sur de Argentina en compañía de
un padre añorado que habrá de desaparecer, poco después, durante los
días aciagos de la dictadura militar.
A diferencia de muchas otras películas argentinas o chilenas que
abordan el tema de la desaparición de seres cercanos como un reclamo de
justicia que se mantiene vivo a través de la obstinación de la memoria
personal o colectiva (un caso emblemático, el cine documental de
Patricio Guzmán), lo que acomete aquí la directora es mostrar los
efectos de ese pasado, hecho de imágenes idílicas y recuerdos
tormentosos, sobre un presente y una vivencia personal que se rediseña
fantasiosamente y cobra ímpetu nuevo sobreponiéndose, de modo catártico,
a la desdicha.
Es un consenso: los músicos de
jazz en este país –siempre– han hecho su tarea del Diez, desde aquellos
pianistas que recrean los clásicos del ragtime hasta los
grupos que van del sonido Nueva Orleáns al etno jazz y al jazz
progresivo. Todos (o casi todos) dejan un estupendo sabor de boca. Lo
malo es que estos jazzistas, además de músicos, hasta hace poco tenían
que ser sus propios manágers, sus propios secres, sus bookings, sus roadies,
sus ingenieros de sonido, sus técnicos de luces, sus productores, sus
promotores, sus agentes de prensa... todo, con tal de seguir tocando.
Por fortuna, las cosas empiezan a cambiar. Sin prisa pero sin pausa,
la silueta de una incipiente infraestructura se ha ido dibujando en los
horizontes del jazz en México. Y uno de los ejemplos más categóricos y
contundentes de este soporte profesional es la creación de la agencia
Blackhill Media, a iniciativa del preclaro e hiperactivo maestro Erik
Montenegro, quien después de tres lustros al frente de Relaciones
Públicas del Instituto Mexicano de la Radio y de la gerencia de
Horizonte se inserta de lleno en esta nueva aventura.
Como corrido ranchero, la
crónica de la vida de Juan Rulfo pasa por las consignas de la infancia
violentada, las peripecias adversas para construir una vida posible, el
éxito que corona un talento mayor, las controversias con distintos
poderes y, en el ocaso terrenal, el peso de andar cargando su propia
leyenda. En primer lugar le toca andar el mundo en terrenos de la
provincia mexicana que no ha mutado demasiado desde los postreres
momentos del fin de la Revolución.
Cuando los caciques se reorganizan, los cotos se institucionalizan y
el campo aún tiene sangre sin coagular, el niño Juan Rulfo va andando
los días entre un susto y otro, sea por querellas de terrenos y ganado,
sea porque un día una improvisada camilla mortuaria le estampa la imagen
de su padre muerto a balazos. En esos territorios donde se quiere que
lo peor resulte un sueño, los dramas son la esencia de un nuevo día y se
extraña tanto a los muertos que uno quiere hablar con ellos como lo
hizo en la alborada de la jornada, cuando nadie se imaginaba que habría
cirios encendidos por la tarde, Juan Rulfo crece absorbiendo la materia
de lo que hoy es literatura magnífica, base de estudio en una
cincuentena de países pues, como se ha insistido tanto, Rulfo es el
escritor mexicano más traducido y leído en todo el mundo.
Se cumplieron ayer cuatro meses del asesinato de Miroslava Breach Velducea, corresponsal de La Jornada en
Chihuahua y colaboradora de Norte de Ciudad Juárez. En ese tiempo los
autores materiales e intelectuales de su muerte han gozado de impunidad y
las autoridades estatales y federales han formulado abundantes
declaraciones y promesas de justicia, pero ésta no parece encontrarse
cerca. Por el contrario, y como sucede con el resto de las víctimas de
la violencia que padecen la entidad y el país, las probabilidades del
esclarecimiento y de la sanción a los responsables se reducen conforme
pasan los días, los meses y las semanas.
Agradecer por la comida
En México no damos a nuestros
campesinos el valor espiritual que tienen. Ellos merecen que todos los
mexicanos les demostremos absoluto homenaje, como si fueran fuerzas
armadas, Cruz Roja o el Papa.
Seis meses después de asumir el
cargo entre promesas de construir un muro fronterizo pagado por
México, salir del TLCAN, deportar millones de indocumentados (80 por
ciento mexicanos) y declarar ilegales las ciudades santuarios,
es tiempo de volver a evaluar el avance del presidente Trump y de la
mayoría republicana en el Congreso en ejecutar esta agenda xenófoba,
racista y proteccionista.
No es fácil saber cuál de las
dos reformas estructurales, la energética o la educativa, ha causado
más daño; una arrebata bienes materiales que manejados con honradez
podrían servir para que la población tuviera lo necesario para vivir con
lo suficiente y hasta con cierta holgura, la otra arrebata el futuro,
condenando a niños y jóvenes a la dependencia, la falta de preparación,
el conformismo y la sumisión.
Hoy, ver un programa de información
por televisión significa de antemano estar dispuestos a observar la
desolación y la muerte que impera en grandes porciones de nuestro
planeta. Seguramente existe la proclividad a presentar un mundo
destruido, incluso por los más bajos motivos mercantiles, pero más allá
de la mentalidad coincidente en lo macabro y trágico, es un hecho que
existe en nuestro mundo una prolijidad mucho mayor (tal vez que nunca) a
que existan tales situaciones de violencia y de sangre, pero también de
una moralidad capaz de saltarse todas las trabas.
Desde 1959 México celebra en julio
el Día del Árbol. Brigadas de voluntarios siembran miles de plantas a
fin de contrarrestar la enorme deforestación que arrastramos por la
agricultura, la ganadería, los asentamientos humanos y hasta la siembra
de enervantes. También por la pobreza extrema y la tala ilegal de
especies de valor comercial. Pero de 10 arbolitos plantados apenas
sobreviven dos o tres.
La distancia entre las
ciudades de Nueva York y Washington DC es de 362 kilómetros. El viaje en
automóvil dura alrededor de tres horas y media; en tren, cuatro horas y
media y en avión una hora 20 minutos, a lo que hay que sumar el viaje
al y desde el aeropuerto y la espera para abordar.
Descontento con el
descontento que tengo, me abro de pecho y pongo el cerebro en la
escalera de ascenso de la Línea 8 del Metro. Si no se quieren quedar sin
respuesta no me pregunten por qué. El viento en el corazón, el viento
de la calle me golpea el rostro. Despeina a una mujer que sube del otro
lado del escalón que arrastra el impulso eléctrico de un mecanismo
oculto bajo nuestros pies.
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