Escrita y dirigida por el cineasta argentino Sebastián Schindel (El
Patrón, 2014), el filme recibió apoyo, principalmente para el guion, de
la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de ONU Mujeres,
la organización de las Naciones Unidas dedicada a la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.
El filme narra, en paralelo, dos historias interrelacionadas sobre
violencia de género en torno a una familia y su empleada doméstica, con
una minuciosa presentación de las distintas instancias de procedimientos
judiciales.
En la trama, Alicia, encarnada por Cecilia Roth, es una madre de
buena posición social que está desesperada y maniobra para que su hijo
Daniel (Benjamín Amadeo) no vaya preso, ya que está acusado de intento
de homicidio de su ex esposa (Sofía Gala).
El esposo de Alicia, Ignacio (Miguel Ángel Solá) ya está cansado de
intervenir en favor de Daniel. En paralelo, la empleada doméstica del
matrimonio, Gladys (Yanina Ávila), quien tiene un hijo prácticamente
educado por Alicia, también resulta acusada de un crimen.
La película “ilustra varias dimensiones abordadas por el Convenio 190
y la Recomendación 206 de la OIT”, observó Javier Cicciaro, oficial de
la OIT y de la Iniciativa Spotlight, que apoya la erradicación de la
violencia contra las mujeres y las niñas y, en particular, el femicidio o
feminicidio.
El Convenio 190, adoptado en 2019, busca proscribir la violencia y el
acoso en el mundo del trabajo, en su relación y en el lugar de labores,
sea en espacios públicos o privados, en este caso en el ámbito
doméstico.
La Recomendación 206, adosada al Convenio 190, pide a los países
adoptar medidas apropiadas ante las modalidades de trabajo más expuestas
a la violencia y el acoso, algunas derivadas de relaciones de poder,
culturales y sociales y normas de género, entre las que se incluye el
trabajo doméstico.
Cicciaro destacó que la nueva obra de Schindel “propone un debate
necesario para jerarquizar la perspectiva de género en el cruce de dos
temas muy importantes para la agenda global: el trabajo doméstico y la
violencia y el acoso en el mundo del trabajo”.
Entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible que integran la Agenda
2030, el ODS 5 plantea lograr la igualdad entre los géneros y su meta
5.2 propone “eliminar todas las formas de violencia contra todas las
mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado”.
A su vez, el ODS 8, al promover empleo y trabajo decente, planteó
como meta 8.5 “lograr el empleo pleno y productivo y el trabajo decente
para todas las mujeres y los hombres”.
El filme enhebra temas diversos, como la violencia de género, la
solidaridad entre mujeres, la corrupción judicial, embarazos no
deseados, la negación de la realidad, la drogadicción, la relación entre
abuelos y nietos y la legalización del aborto.
Para Lucía Martelotte, de ONU Mujeres en Argentina, “la construcción
de este filme permite vislumbrar la complejidad de las violencias
basadas en género y también su carácter multidimensional”, por lo que
abogó por políticas públicas que aborden la intersección entre los
distintos tipos de violencias.
“Crímenes de familia”, apta para mayores de 16 años y con una
duración de 99 minutos, está disponible en Netflix desde el jueves 20.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario