Bajo la lupa
Alfredo Jalife-Rahme
▲ Pese al manejo desastroso que ha hecho Trump de la pandemia del Covid-19, podría relegirse si crece el abstencionismo entre la llamada Generación Z.Foto Afp
Patti Waldmeir (PW), del rotativo globalista Financial Times (18/8/20), arguye que
a los votantes estadunidenses más jóvenes les desagrada la selecciónentre Trump y Biden
quienes no consiguen inspirar a la Generación Z, lo cual
podría significar un mayor abstencionismo.
Según PW, los centennials (Generación Z) representan sólo 10 por ciento de los votantes, pero pueden significar la diferencia si la elección es más apretada de lo que sugieren las encuestas actuales.
Mucho más allá de las controvertidas encuestas que no consiguen escrutar los
votos silenciososa favor de Trump por no ser
políticamente correctos, sobre todo para la aplastante mayoría de los multimedia que abominan al presidente Nº 45, la elección se antoja muy reñida, conflictiva y fraudulenta, cuando Trump ha puesto en tela de juicio el sufragio de 51 millones de votos mediante el polémico cuan anacrónico correo USPS, carente de vigilancia: desde la transmisión hasta la recepción de la boleta, no se diga su renvío y su conteo.
De acuerdo a PW, los centennials
tendrían la llave para que EU elija a su presidente de mayor edad en su historia: Biden, quien tendría 78 años en noviembre. Define a la Generación Z en forma laxa: nacidos entre 1995 y 2010 y que no muestran mucho entusiasmo por votar.
Pew Research Center mezcla a sufragantes centennials y millennials: entre 18 a 29 años, quienes exhiben una preferencia similar de 10 por ciento con Trump y 11 por ciento por Biden ( https://pewrsr.ch/3l4Clx7 ).
Definitivamente EU padece la
encuestitis, cuya industria maneja enormes cantidades de dinero, ya que redirecciona a un gran sector de sufragantes
volátiles.
PW cita una
encuesta Harris, anterior a la convención del Partido Demócrata que se celebró en forma virtual en Milwaukee (Wisconsin), donde se vuelve a refrendar la proclividad, todavía mayor a la del año pasado ( https://bit.ly/3aTcEuU ), de que 59 por ciento (¡super-sic!) del rango entre 18 y 39 años prefiere
vivir en un país socialista (¡mega-sic!) que en uno capitalista, 9 por ciento mayor al año pasado, lo que puede alejar a los
centristas, a cuyo segmento pertenece Biden.
Esa es precisamente la grave fractura ideológica en el seno del
antidemocráticoPartido Demócrata que tuvo que operar un fraude para sacar de la jugada en Iowa al
socialistaBernie Sanders, judío progresista e ídolo de los
jóvenes socialistas.
Justamente, la coalición del Partido Demócrata, a quien hoy unifica más su aversión a Trump que sus ideales y programas, se halla fracturado entre sus multimillonarios Bloomberg/Soros, al unísono de los jerarcas de Silicon Valley que apuestan por Kamala Harris –la ungida vicepresidenta casada con Douglas Emhoff: israelí de Brooklyn y abogado de la industria cinematográfica de Hollywood (https://bit.ly/2YpXS9P)– y el ala
izquierdistanotablemente antisionista del Squad, encabezada por la millennial Alexandria Ocasio-Cortez.
Mucho se comenta que en la elección anterior la apatía de los millennials, agraviados por el fraude interno en Iowa, perjudicó a Hillary y favoreció a Trump.
Cabe señalar que los millennials han sido flagelados por
una segunda crisis financiera debido a las consecuencias económicas de la pandemia del Covid-19cuando se encuentran muy endeudados (https://on.wsj.com/3hj86QP). A los millennials se les dificulta más que a sus generaciones previas iniciar una carrera y conseguir su independencia financiera cuando ostentan una tasa de desempleo de 12.5 por ciento mayor a sus antecesores.
¿Saldrán de su apatía, los hoy confinados centennials y millennials, para votar por correo, lo cual favorecería quizás a Biden?
No sólo los votos de los centennials
podrían detentar el equilibrio del poder en esta elección, sino que, también, a mi juicio, a mayor abstencionismo de los centennials (Generación Z) existirá una mayor probabilidad de que pueda relegirse Trump, pese a su manejo desastroso de la pandemia del Covid-19, pero a quien le beneficia el alza antigravitatoria de la bolsa de valores de Wall Street. El abstencionismo beneficia a Trump.
Facebook: AlfredoJalife
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