2/22/2010

Será diferente a la OEA, explican gobiernos de la región; Perú, reticente a participar

Hoy, la plataforma de una nueva organización de AL y el Caribe

Necesitamos un espacio nuestro, americano, dice el presidente de Venezuela, Hugo Chávez

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El presidente Felipe Calderón, rodeado de participantes a la primera Cumbre México-Caricom, realizada en la Riviera MayaFoto José Carlo González
Blanche Petrich, Georgina Saldierna y Claudia Herrera
Enviadas
Periódico La Jornada
Lunes 22 de febrero de 2010, p. 3

Riviera Maya, QR, 21 de febrero. Los gobiernos de Latinoamérica y el Caribe coincidieron por fin y dieron luz verde para que este inicio de semana se lance la plataforma de una nueva organización regional diferente a la OEA. Sin embargo, la iniciativa no tiene todavía la unanimidad necesaria. Sigue habiendo reticencias. La más evidente fue la de Perú, cuyo presidente, Alan García, incluso declinó asistir al encuentro cumbre que arranca mañana oficialmente.

Su canciller, José García Belaunde, señaló que no se va a conformar una nueva organización en este momento porque, en su opinión, “no hay condiciones… estas cosas se necesitan trabajar, reflexionar y debatir”. El gobierno de Lima se ha ausentado del debate sobre el nuevo organismo prácticamente desde su origen, hace dos años, en la cumbre de Salvador de Bahía.

En el otro extremo del abanico, la idea despierta adhesiones apasionadas, como la del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien ya apuntó a su capital, Caracas, como ciudad anfitriona de la próxima Cumbre de América Latina y el Caribe (CALC) para el año 2011. Este martes se sabrá si sus homólogos aceptan su oferta.

Sobre el nuevo organismo propuesto, Chávez dijo apenas bajó del avión, en el aeropuerto de Cancún: Necesitamos una organización específica, un espacio nuestro, americano. Por eso vine a apoyar esa idea y a labrarla con paciencia. Hay que tener en esto gradualidad.

Otros gobiernos, entre ellos los más influyentes de la región, consideran que el proyecto de unidad regional ya alcanzó el nivel de madurez suficiente para dar el paso histórico.

Es la opinión del subsecretario de asuntos sudamericanos de la cancillería de Brasil, Antonio Simoes, quien ha trabajado desde hace años en los basamentos de esta estructura que todavía está en su fase embrionaria: Sin duda hemos alcanzado el momento de trascender. La fase de foro unificado que alcanzamos ahora es ya un momento histórico.

Para el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, la decisión de formar la organización, de dotarla de funciones que generen el diálogo político al más alto nivel de presidentes de toda América Latina, ya está tomada. Sólo falta la última palabra de los mandatarios. Y su firma, desde luego.

Una de las razones que esgrime Perú de por qué no están dadas las condiciones para lanzar desde ahora la nueva organización es que falta uno de los 33 estados que integran la geografía del subcontinente. Aquí somos 32, falta uno, no se puede improvisar, dijo García Belaunde.

El que falta, por ahora, es Honduras. Su presidente, Porfirio Lobo, no fue invitado al cónclave por tener sus derechos suspendidos por la OEA. Lobo fue electo en el contexto de una anormalidad democrática creada por el golpe de Estado el 28 de junio del año pasado. Pero esta ausencia será subsanada próximamente, pues se prevé que en la próxima asamblea general de la Organización de Estados Americanos, en Lima, el gobierno de Tegucigalpa sea exculpado por la comunidad interamericana, que lo readmitirá en su seno.

Los diplomáticos que han trabajado en los dos últimos años en todos los documentos básicos que forman el proceso de este proyecto consideran que la futura organización latinoamericana y caribeña no alcanza aún los niveles de integración que tiene la Unión Europea. Es una fase previa, estima uno de ellos.

Por el contrario, la estructura y modo operativo de la Comunidad del Caribe (Caricom) parece ser un buen modelo en temas de cooperación, comercio y desarrollo; también de concertación política.

Aunque todavía no hay acuerdo sobre el nombre con el que bautizarán a la criatura, sí se ha avanzado sobre algunas cosas sustantivas. Por ejemplo, se ha decidido que la nueva organización sí trate cuestiones de energía y biocombustibles de la región, lo mismo que asuntos de seguridad colectiva. Para lo que no tendrá facultades es para tratar temas referentes a defensa.

El paso siguiente será la formación de un grupo de trabajo que defina los elementos de la nueva organización. El canciller ecuatoriano, Patiño, dijo: Esas no son decisiones que se tomarán mañana. Si habrá un presidente o secretario general, cuáles son los estatutos, eso se irá definiendo más adelante. Esperamos tenerlo listo para 2011.

Para Ecuador, el nuevo organismo vendría a llenar un vacío que se hizo patente cuando el país enfrentó la agresión del ejército colombiano en la zona fronteriza de La Angostura, en Sucumbíos, donde murieron cuatro ciudadanos mexicanos. Patiño recordó esa coyuntura: En ese momento el Grupo de Río tuvo una función importante. Eso motivó al presidente Rafael Correa a hacer una carta a todos los presidentes de América Latina y (ahí) les plantea la necesidad de crear una organización de estados latinoamericanos.

Por su parte, el canciller de Panamá, Juan Carlos Varela, reconoció que en algunos gobiernos hay reticencias. Pero ratificó que su país considera que a lo que hay que llegar es a una sola institución que absorba al Grupo de Río y la CALC. Sólo que ellos no están pensando, como Brasil, Venezuela y Ecuador, en una nueva organización, con una estructura específica, sino en un foro de debate político. Para estructura, ahí está la OEA, dijo.

Con estas ambigüedades y una batería de ocho borradores, los cancilleres se levantaron de dos largas jornadas de negociaciones previas.

Para la reunión cumbre de este lunes, esta noche ya habían llegado la mayor parte de los mandatarios convocados. Los demás arribarán en las primeras horas del día.

Representa un foro para que las naciones se puedan expresar de forma independiente, dice

La OEA y EU no deben ver a la nueva entidad de países como una amenaza: Bruno Rodríguez

Aún no se define si será una organización o únicamente un mecanismo de consulta

Blanche Petrich y Georgina Saldierna
Enviadas
Periódico La Jornada
Lunes 22 de febrero de 2010, p. 10

Riviera Maya, QR, 21 de febrero. El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, considera que ni la Organización de Estados Americanos (OEA) tiene porqué colisionar con el nuevo organismo de la región latinoamericana y del Caribe que se lanzará mañana aquí, ni el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tendría porqué disgustarle que las naciones de esta región busquen crear un organismo propio, que los represente y en el que puedan expresarse de forma independiente.

El proceso para conformar un nuevo organismo que de momento se denomina Cumbre de América Latina y el Caribe (CALC) es, en palabras del canciller cubano, la cristalización de nuestras aspiraciones de siglos. El anhelo de podernos expresar unidos los pueblos de América Latina y el Caribe. Lo define: una organización bolivariana, martiana, juarista. Creo que de eso se trata.

Añade: Si esta cumbre pudiera tomar la decisión de crear una nueva organización genuina y únicamente latinoamericana, se habrá dado un gran paso histórico.

Entre las decisiones que a última hora estuvieron a discusión en la reunión ministerial de los 33 gobiernos que componen este universo del subhemisferio, está la de si se tratará de una nueva organización o sólo de un mecanismo de consulta, como lo preferían inicialmente algunas cancillerías, entre ellas la mexicana. En opinión del ministro cubano, están dadas todas las condiciones para acordar la creación de una nueva organización con todos sus atributos.

–¿Puede derivar en un organismo en el que priven posiciones antiestadunidenses?

–En modo alguno. La Organización de Unidad Africana no es un sistema contra Europa ni antimperio. La Asociación de Naciones del Sureste Asiático no es ni pro ni anti un país particular. Es lamentable que cuando hablamos de nosotros mismos siempre se piense en una referencia al norte.

–¿Cree que a algunos gobiernos les preocupe que Venezuela haya pedido ser anfitrión de la próxima cumbre y obtener la secretaría pro témpore?

–Los que se preocupan de eso me parece que se ocupan de intereses que no son latinoamericanos ni caribeños. Estados Unidos, Europa, todos los países del planeta deben entender que nuestros países tienen derecho, así como tienen identidad propia, a tener una entidad propia.

–¿Cómo se vería la OEA ante un organismo de este tipo? ¿No habría duplicidad de funciones?

–Cuba no es miembro de la OEA ni lo va a ser en el futuro, aunque se reforme, cosa que lo dudo mucho. La OEA es el organismo que tiene Estados Unidos para influir, hegemonizar e influir en Latinoamérica y el Caribe. Tiene una carga histórica imposible de olvidar, una mancha indeleble. No veo que pueda haber contradicción entre la OEA y una organización latinoamericana y caribeña. Esta vieja y obsoleta organización no tiene porqué colisionar con algo que es autóctono, propio, que se ajusta al derecho internacional.

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Bruno Rodríguez, canciller de Cuba, espera que se dé un paso históricoFoto José Carlo González

–¿Es propicia la correlación de fuerzas actual, con el avance de algunos gobiernos de derecha en la región (Panamá, con Ricardo Martinelli; Chile, con Sebastián Piñera y Honduras, con Porfirio Lobo, los más recientes) para la creación de esta nueva organización?

–Incluso para la derecha latinoamericana, la concepción de que América Latina y el Caribe son una región que debe tener vida y voz propia, que no es el traspatio de Estados Unidos, sería razón suficiente para apoyar este proyecto. Probablemente esta idea va a permitir conocer mejor dónde termina una posición ideológica y una proyección política, y dónde empieza una posición de independencia. En este proceso van a quedar más claras las posiciones de cada quien.

–¿Trae la Alianza Bolivariana una posición concreta a esta cumbre?

–La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América concurre a esta reunión como todos los países, con visiones comunes, también visiones nacionales.

–¿Cómo ve Cuba el caso de Honduras, que está a punto de ser readmitida al sistema interamericano después de su expulsión por el golpe militar?

–Ahí hubo un golpe de Estado organizado con sectores del poder en Estados Unidos, que se consolidó. Lo que hay es un lavado de cara de un golpe militar con mecanismos de represión, con la realización de elecciones espurias. Es gravísimo que se establezca ese precedente de que a la altura de este siglo se pueda regresar a la etapa de golpes militares y dictaduras. Es una señal a los sectores más duros, incluso fascistas, de las fuerzas armadas y las oligarquías de algunos países, de que esto es posible hacerlo con plena impunidad. Esto demostraría que Estados Unidos no renuncia ni a los golpes de Estado ni a la dominación directa en nuestros países.

–¿Le va a gustar a Obama esta nueva organización?

–Si Obama fuera consecuente con su discurso, no tendría por qué no gustarle. Ha hablado en favor del derecho internacional, de la paz, de la autodeterminación, de la inclusión, de la no imposición. Se ha expresado en favor de la exclusión y la intolerancia. Ha dicho que está en favor de la diferencia de manera constructiva. Ha dicho que quiere relacionarse con otros países como iguales, no es lo que he visto, pero es lo que he oído.


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