Adiós a Graciela. Primera Dama del Jazz Afrocubano
La cantante cubana, quien había sido hospitalizada en el Cornell Medical Center para ser intervenida del corazón, tuvo complicaciones posteriores ocurriendo el fatal desenlace. En el momento de su deceso se encontraban presentes sus amigos Mapy Torres y Avenol Franco, quienes la cuidaron hasta el último instante, y comentaron a los medios informativos que Graciela se había ido tranquila, sin dolor y en paz
.
Hermana del cantante y compositor Frank Grillo Machito y cuñada del clarinetista y arreglista Mario Bauzá, Graciela era una de las últimas sobrevivientes estelares de aquella gran época del mambo en Estados Unidos de los años 40 y 50, desde el siglo pasado. Logrando sus más sonados éxitos como integrante de la orquesta Machito y sus Afro Cubans.
Bolerista incomparable y guarachera de altos vuelos, esta auténtica diva de la canción cubana ocupa una de las páginas más importantes de la historia musical latinoamericana, tanto por su longeva y aleccionadora carrera musical como por su forma interpretativa. Conocida como Primera Dama del Jazz Afrocubano es una referencia imprescindible a la hora de hacer cualquier recuento sobre la época dorada de la música cubana en Estados Unidos y su influencia en el llamado jazz latino y el fenómeno de la salsa.
Aspectos biográficos
Nació en el rumbero barrio de Jesús María el 23 de agosto de 1915. Desde temprana edad se dedicó al canto. A los 17 años se unió a la famosa banda Anacaona, formada por las hermanas Castro en 1932 y considerada una novedad, por ser una orquesta totalmente integrada por mujeres. Con esta agrupación se mantuvo alrededor de 11 años presentándose en La Habana y realizando extensas giras por el Caribe, Estados Unidos y Europa.
En 1943 tomó la decisión de radicar en Nueva York, donde a petición de Mario Bauzá se integró a la orquesta de su hermano Machito, cuando éste tuvo que dejarla para ingresar al ejército estadunidense. La propuesta fue acertada, ya que su inclusión aportó frescura a la agrupación, por esa picardía y sensualidad que destacaba al interpretar atrevidas canciones como las guarachas ¡Dale jamón!, ¡Ay!, José, el insinuante mambo Si, si, no, no; o encendidos boleros de la talla de Adoración y Contigo en la distancia. También hizo segunda voz con su hermano.
Con la banda de Machito permaneció 32 años hasta que éste la desintegró por problemas económicos. Con los Afrocubanos se presentó en los más encumbrados escenarios, alternando con figuras de la época como Sarah Vaughan, Ella Fitzgerald y el Trío de Nat King Cole, en el Backstreet Club; Lester Young, en el Birland, o ya en solitario cantando a dúo en el cabaret La Conga, con el puertorriqueño Polito Galindo.
En 1977 formó parte de la orquesta La Botánica, sin lograr trascender. Siendo ya una leyenda del canto del Caribe fue invitada a la inauguración del centro nocturno Golden Akasaka, de Japón. Por esos años trabajó con el pianista de jazz Jorge Dalto. Entre 1992 y 1993, grabó con Bauzá para el sello Messidor un espléndido disco en el que se escucha su voz fresca y bien colocada de contralto entonar el intenso bolero Congratulations to someone y la alegre Biri bi, Kum bi.
Con 80 años cumplidos es invitada por el trombonista Steve Turre para grabar el bolero Ayer te vi llorar. Con el legendario percusionista cubano Cándido Camero, con quien compartió escenarios a lo largo de varias décadas, grabó el que sería su último disco Inolvidable, Cándido & Graciela (Chesky Records, 2006). Desde luego su voz ya no tenía la frescura de antaño, pero su potencia no había disminuido. En esta grabación participa con la alegría y el entusiasmo de una aplicada debutante.
Entre los reconocimientos que recibió la intérprete se encuentran el Latin Jazz USA Chico O’Farrill Lifetime Achievement Award 2006 y tras varias nominaciones recibió el Grammy Latino a la excelencia musical, por los logros de toda su carrera.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario