Utopía
“Yo me siento a salvo”
Eduardo Ibarra Aguirre
--¡Abogado, abogado, abogado! –escuchó Eduardo López Betancourt que gritaba un señor con insistencia dentro del Costco de la exclusiva Zona Diamante de Acapulco, Guerrero.
El profesor universitario e historiador volteó y frente a él se encontró a un hasta entonces obeso penalista que despacha como secretario de Gobernación, metido en unas bermudas, playera y chanclas, acompañado de su esposa.
Los dos penalistas se dieron sonoros abrazos mientras las esposas intercambiaban besos en las mejillas. Concluidos los rituales de la salutación que para los funcionarios públicos y los políticos profesionales son infaltables, los abogados iniciaron una breve plática.
--Me parece, Fernando, que fue muy desafortunado el reto que hiciste a los señores del narco. Si me lo permites, un secretario de Gobernación no puede darse esos lujos, a riesgo de parecer y ser juzgado como bravucón por los gobernados.
La tranquilidad con que el abogado que despacha en el Palacio de Covián tomó la observación del profesor normalista, sorprendió al también guerrerense, más todavía cuando paciente pero en forma breve le explicó sus razones e incluso motivaciones.
--¿Cuándo platicamos? –la manida frase que lo mismo se usa para concluir una conversación que para hacer una invitación a continuarla en otra ocasión, pero que hermana a políticos y funcionarios de todos los colores y sabores, brotó de los labios del apadrinado por Diego Fernández de Cevallos.
El tan polémico penalista como solicitado conferenciante, reviró a su colega, el mismo que tiempo después se viera precisado a renunciar a las filas de Acción Nacional: --Te he llamado, Fernando, y dejé varios recados en tu oficina.
--¿Cuándo? ¿Con quién?
Seca fue la respuesta. –Con tu secretario particular y de allí no logro pasar.
--Déjame ver qué pasa –dijo el secretario de la política interior dando la penosa impresión, nada más impresión, de que su particular no le informa.
--Te adelanto –anunció Eduardo-- los dos asuntos que quiero ver contigo. Sé que ustedes son muy ejecutivos y no les gusta perder el tiempo. Y me parece muy bien. El primero es sobre el programa radiofónico de Nino Canún, con quien siempre he participado haciendo comentarios y quiere que vuelva, pero Aguirre no lo autoriza porque tiene miedo que ustedes se enojen.
El rostro de Gómez-Mont no se alteró, por el contrario, esperaba el otro anuncio.
--Y el segundo asunto es sobre la revista Forum que, entiendo, ustedes tienen bloqueada con la publicidad del gobierno federal. Es el único medio, Fernando, que nunca me censura mis artículos.
El hombre que padece incontinencia discursiva fue lacónico pero cortés: “Llámame el lunes, por favor”.
Consumadas las despedidas con sonoros abrazos entre ellos y besos de mejilla de las señoras, López Betancourt, le comentó a la Elba gratamente sorprendido:
--¡Qué sencillez de Fernando! En el súper con su esposa como un mexicano más.
La señora no aguantó la candidez del marido despistado y le informó lo obvio.
--Mi amor, aquí y afuera del súper está lleno de guaruras sin uniforme y con éste. ¡Parece estado de sitio!
El lunes siguiente ya ni el secretario particular de Gómez-Mont Urueta tomó las llamadas de López, el prolijo autor de libros de texto universitario.
Seguramente usted, paciente lector, también podrá decir: “yo me siento a salvo” del narcotráfico y el crimen organizado, como aseguró Gómez-Mont el domingo 25, si hasta para ir al baño primero lo revisan los guardaespaldas y lo acompañan con toda la incomodidad y vergüenza del caso.
Vale, además, recordar que durante la primera visita a Ciudad Juárez, Chihuahua, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa fue el titular del Ejecutivo más y mejor protegido en toda la aldea global, al disponer de 9 mil soldados, policías y marinos. Así cualquiera está a salvo.
Acuse de recibo
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos solicitó el 8 de abril al gobierno federal adoptar “medidas para garantizar la vida y la integridad física” del profesor Agustín Estrada Negrete, quien por ser homosexual fue violentado y destituido de su puesto como director del Centro de Atención Múltiple 33 y 34 del estado de México. Según el texto de la CIDH, el gobierno mexicano está obligado a fijar las medidas cautelares, así como informar al organismo internacional en qué consisten, en un plazo de 20 días que se cumplen hoy. La CIDH pidió también medidas cautelares para Guadalupe Negrete Silva y Leticia Estrada, madre y hermana del docente, quienes también han sufrido “una persecución” por parte del gobierno mexiquense, afirmó en entrevista con NotieSe el docente… La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas en México para los Derechos Humanos solicitó que el sistema de justicia de Guerrero actúe con “diligencia debida, imparcialidad y celeridad” en el caso del prisionero Raúl Hernández Abundio… El 26 de abril se cumplió un año del fallecimiento del reportero, sindicalista, editor y columnista Benjamín Flores de la Vega, también integrante del Grupo María Cristina.
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