Julio Hernández López: Astillero
El sistema propone como paradigma de esperanza justiciera la corrección tardía y partidizada de una tropelía tan evidente y sostenida que habrá de quedar en anécdota cínica del desastre institucional si no es acompañada de castigo ejemplar a los policías, agentes del Ministerio Público, procuradores, jueces y demás autoridades que hubiesen participado en la farsa jurídica montada contra Alberta Alcántara y Teresa González, las mujeres de Santiago Mexquititlán que junto con Jacinta Francisco Marcial fueron condenadas a 21 años de prisión por el presunto secuestro de indefensos agentes federales en una fabulación de las que hoy mismo está lleno el país sin que alcancen las augustas preocupaciones de la Suprema Corte a remediar y menos a sancionar.
Y la justicia se hizo, pregona el viejo, corrupto y manipulado aparato de justicia que en sus cúpulas togadas acabó resolviendo en el sentido buscado con previo sentido de oportunidad por los constructores del PRI de 2012, el gobernador priísta del Querétaro devastado por la anterior administración blanquiazul, José Calzada, y el coordinador de los senadores del tricolor, Manlio Fabio Beltrones, quienes un mes atrás se habían presentado entre promovido alboroto mediático a la cárcel para entrevistarse con las mujeres bárbaramente sentenciadas.
De visita en Monterrey, Felipe Calderón no pudo escaparse de los reproches y críticas, a pesar de que habilitó encuentros con líderes en buena parte suavizados y que se mantuvo en ambientes políticos de temperatura controlada. Aceptó el beligerante panista que su estrategia de lucha contra el narcotráfico puede tener errores susceptibles de corrección, pero siempre y cuando se entienda y asuma que los combates han de seguir y las
consecuencias y daños colaterales continuarán. Felipe bajo acoso civil al que no quedó sino el recurso de la demagogia de las correcciones institucionales a destiempo y bajo sospecha: el asesinato de dos jóvenes estudiantes del Tec de Monterrey está siendo rigurosamente investigado por las autoridades competentes, y en este caso por la PGR y, como nos comprometimos, los resultados serán dados a conocer a la sociedad una vez que terminen las investigaciones y sancionados, si fuera el caso, quienes resulten responsables.
Vaya celeridad justiciera: los crímenes se cometieron la madrugada del 19 de marzo y a pesar de los abundantes indicios de responsabilidades militares, el presuroso comandante en jefe no puede dar a conocer un solo dato nuevo y firme que apunte a cierta posibilidad de esclarecimiento y castigo. ¡Ah, también dijo el lic. Felipe que se deben investigar los nexos entre narcotraficantes y políticos y, de ser encontradas algunas evidencias, aplicar la ley con toda fuerza, caiga sido quien caiga sido! Luego se aventó la puntada de proponer a los ciudadanos que funjan como halcones del bien, denunciando a delincuentes, en sentido inverso a los informantes de los cárteles a quienes suele llamárseles con el nombre del ave rapaz diurna ahora invocada por el promotor de la mano dura en el país, el halcón (pero bueno) de Los Pinos.
En Oaxaca, mientras tanto, el arranque de las campañas electorales se tensa con el episodio de múltiples lecturas acontecido en San Juan Copala, donde una caravana civil de observadores fue atacada por un grupo presumiblemente asociado al PRI y al gobernador Ulises Ruiz que se ha especializado en el
uso de la sangre para proyectos políticos de sobrevivencia grupal. Aun cuando de entrada arroja en su contra los reflectores nacionales e internacionales, el nuevo asomo de violencia política mortal ayudará al ulisismo en peligro comicial a restablecer el clima de amenaza parapoliciaca que utilizó contra la APPO a partir de 2006, con escuadrones de la muerte que selectivamente fueron sembrando el terror que ahora necesita el PRI para imponer entre abstencionismo y mapachería armada al guardaespaldas Eviel Pérez Magaña. La muerte de cuando menos dos personas, y los heridos y
desaparecidos, constituyen un mensaje renovado del PRI-gobierno oaxaqueño de que todo puede suceder contra quienes se opongan a las líneas trazadas desde el poder, no sólo en materia de conflictos regionales sino, sobre todo, en el terreno electoral en el que Gabino Cué ha ido ganando terreno en la misma proporción en que el gobernador represivo aprieta el puño rojo.
Astillas
Alegremente, funcionarios y comisionistas presentaban ayer a inversionistas privados el pastel de los negocios que ahora se pueden hacer sin la presencia incómoda del Sindicato Mexicano de Electricistas, cuando un grupo de trabajadores, con Martín Esparza al frente, se presentaron en la Torre Mayor de la Ciudad de México para denunciar esa virtual subasta de bienes públicos. En el Zócalo, mientras tanto, ya eran 36 los huelguistas de hambre... ¿Y el caso de la niña Paulette? Igual que en otros expedientes de injusticias y manipulaciones evidentes: convenientemente adormilado el proceso, entre diligencias interminables y rumores adecuadamente filtrados (el más reciente: que la conclusión científica es que siempre sí fue accidental la muerte: colchón asesino). Ayer, las nanas y la madre debieron acudir a otra reconstrucción de hechos, mientras la copetocracia es mediáticamente perdonada (el escándalo que harían las televisoras si el asunto hubiese sido tratado por el gobierno capitalino la décima parte de mal que lo ha hecho la dupla Bazbaz-PeñaPeña)... Muy chistosito el comisario de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, al comentar que el cambio climático eliminará el problema que para Washington ha significado Cuba... Discursos van y vienen, pero en Ciudad Juárez continúan las ejecuciones, sobre todo de jóvenes... Y, mientras Amnistía Internacional confirma que México es candil de Arizona y oscuridad con los migrantes que pasan por la casa rumbo a Estados Unidos, ¡hasta mañana, con los asaltantes que pignoraron rehenes por patrulla!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
El sistema propone como paradigma de esperanza justiciera la corrección tardía y partidizada de una tropelía tan evidente y sostenida que habrá de quedar en anécdota cínica del desastre institucional si no es acompañada de castigo ejemplar a los policías, agentes del Ministerio Público, procuradores, jueces y demás autoridades que hubiesen participado en la farsa jurídica montada contra Alberta Alcántara y Teresa González, las mujeres de Santiago Mexquititlán que junto con Jacinta Francisco Marcial fueron condenadas a 21 años de prisión por el presunto secuestro de indefensos agentes federales en una fabulación de las que hoy mismo está lleno el país sin que alcancen las augustas preocupaciones de la Suprema Corte a remediar y menos a sancionar.
Y la justicia se hizo, pregona el viejo, corrupto y manipulado aparato de justicia que en sus cúpulas togadas acabó resolviendo en el sentido buscado con previo sentido de oportunidad por los constructores del PRI de 2012, el gobernador priísta del Querétaro devastado por la anterior administración blanquiazul, José Calzada, y el coordinador de los senadores del tricolor, Manlio Fabio Beltrones, quienes un mes atrás se habían presentado entre promovido alboroto mediático a la cárcel para entrevistarse con las mujeres bárbaramente sentenciadas.
De visita en Monterrey, Felipe Calderón no pudo escaparse de los reproches y críticas, a pesar de que habilitó encuentros con líderes en buena parte suavizados y que se mantuvo en ambientes políticos de temperatura controlada. Aceptó el beligerante panista que su estrategia de lucha contra el narcotráfico puede tener errores susceptibles de corrección, pero siempre y cuando se entienda y asuma que los combates han de seguir y las
consecuencias y daños colaterales continuarán. Felipe bajo acoso civil al que no quedó sino el recurso de la demagogia de las correcciones institucionales a destiempo y bajo sospecha: el asesinato de dos jóvenes estudiantes del Tec de Monterrey está siendo rigurosamente investigado por las autoridades competentes, y en este caso por la PGR y, como nos comprometimos, los resultados serán dados a conocer a la sociedad una vez que terminen las investigaciones y sancionados, si fuera el caso, quienes resulten responsables.
Vaya celeridad justiciera: los crímenes se cometieron la madrugada del 19 de marzo y a pesar de los abundantes indicios de responsabilidades militares, el presuroso comandante en jefe no puede dar a conocer un solo dato nuevo y firme que apunte a cierta posibilidad de esclarecimiento y castigo. ¡Ah, también dijo el lic. Felipe que se deben investigar los nexos entre narcotraficantes y políticos y, de ser encontradas algunas evidencias, aplicar la ley con toda fuerza, caiga sido quien caiga sido! Luego se aventó la puntada de proponer a los ciudadanos que funjan como halcones del bien, denunciando a delincuentes, en sentido inverso a los informantes de los cárteles a quienes suele llamárseles con el nombre del ave rapaz diurna ahora invocada por el promotor de la mano dura en el país, el halcón (pero bueno) de Los Pinos.
En Oaxaca, mientras tanto, el arranque de las campañas electorales se tensa con el episodio de múltiples lecturas acontecido en San Juan Copala, donde una caravana civil de observadores fue atacada por un grupo presumiblemente asociado al PRI y al gobernador Ulises Ruiz que se ha especializado en el
uso de la sangre para proyectos políticos de sobrevivencia grupal. Aun cuando de entrada arroja en su contra los reflectores nacionales e internacionales, el nuevo asomo de violencia política mortal ayudará al ulisismo en peligro comicial a restablecer el clima de amenaza parapoliciaca que utilizó contra la APPO a partir de 2006, con escuadrones de la muerte que selectivamente fueron sembrando el terror que ahora necesita el PRI para imponer entre abstencionismo y mapachería armada al guardaespaldas Eviel Pérez Magaña. La muerte de cuando menos dos personas, y los heridos y
desaparecidos, constituyen un mensaje renovado del PRI-gobierno oaxaqueño de que todo puede suceder contra quienes se opongan a las líneas trazadas desde el poder, no sólo en materia de conflictos regionales sino, sobre todo, en el terreno electoral en el que Gabino Cué ha ido ganando terreno en la misma proporción en que el gobernador represivo aprieta el puño rojo.
Astillas
Alegremente, funcionarios y comisionistas presentaban ayer a inversionistas privados el pastel de los negocios que ahora se pueden hacer sin la presencia incómoda del Sindicato Mexicano de Electricistas, cuando un grupo de trabajadores, con Martín Esparza al frente, se presentaron en la Torre Mayor de la Ciudad de México para denunciar esa virtual subasta de bienes públicos. En el Zócalo, mientras tanto, ya eran 36 los huelguistas de hambre... ¿Y el caso de la niña Paulette? Igual que en otros expedientes de injusticias y manipulaciones evidentes: convenientemente adormilado el proceso, entre diligencias interminables y rumores adecuadamente filtrados (el más reciente: que la conclusión científica es que siempre sí fue accidental la muerte: colchón asesino). Ayer, las nanas y la madre debieron acudir a otra reconstrucción de hechos, mientras la copetocracia es mediáticamente perdonada (el escándalo que harían las televisoras si el asunto hubiese sido tratado por el gobierno capitalino la décima parte de mal que lo ha hecho la dupla Bazbaz-PeñaPeña)... Muy chistosito el comisario de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, al comentar que el cambio climático eliminará el problema que para Washington ha significado Cuba... Discursos van y vienen, pero en Ciudad Juárez continúan las ejecuciones, sobre todo de jóvenes... Y, mientras Amnistía Internacional confirma que México es candil de Arizona y oscuridad con los migrantes que pasan por la casa rumbo a Estados Unidos, ¡hasta mañana, con los asaltantes que pignoraron rehenes por patrulla!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Enrique Galván Ochoa: Dinero
El gobierno de Estados Unidos decidió unilateralmente el 11 de marzo de 2009 suspender el proyecto de transporte transfronterizo en virtud del cual compañías mexicanas podían rodar sus camiones en sus autopistas. El secretario de Economía, Ruiz Mateos, declaró una guerra comercial. Unos días después anunciaría que un grupo de productos estadunidenses pagarían mayores aranceles para ingresar a nuestro territorio. En la lista figuraban los arbolitos de navidad y las croquetas para perros y gatos. La declaración de guerra del mariscal tuvo el efecto colateral de afectar a los niños y las mascotas de las familias pudientes. El joven funcionario pasaría al anecdotario como el supremo jefe de la guerra de las croquetas. Al parecer, tanto los arbolitos navideños como el alimento de perros y gatos han seguido entrando al país con etiquetas de procedencia de otros países, los fabricantes son trasnacionales. Y hasta donde se sabe, no se ha firmado el armisticio. Un año después se registra una nueva agresión, ahora es la ley antinmigrante de Arizona. La única manera de tumbarla es que la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos la declare inconstitucional. Es conveniente tener esto en mente porque algunos funcionarios mexicanos quieren emular a los Niños Héroes, al menos declarativamente. Si algo pueden hacer es presionar donde duela realmente y ese punto se encuentra en la inversión de las reservas de dólares del Banco de México en bonos del Tesoro estadunidense. Otros caminos podrían conducir a la repetición de la ridícula guerra de las croquetas del mariscal Ruiz Mateos.
Champotón: ¿fraude inmobiliario?
Aunque la firma inmobiliaria española denominada Grupo Mall niega que exista una demora en la construcción del Complejo Turístico Campeche, localizado en Champotón, e incluso el presidente de la compañía, Julio Noval, amenaza con interponer denuncias civiles y penales contra las personas que lo desprestigian, no le fue permitido el acceso a un grupo de clientes que quisieron verificar con sus propios ojos el supuesto avance de las obras. Recientemente, más de 150 ciudadanos de Inglaterra, Holanda, Irlanda, Italia, España y otros países de la Unión Europea, escribieron al presidente Calderón pidiendo que intervenga si es que realmente tiene interés en que se hable bien de México en el exterior, porque han resultado afectados como inversionistas. Pagaron y no les han entregado sus departamentos. No son cacahuates: cada uno cuesta de 250 mil a 550 mil dólares.
Carlos Fernández-Vega: México SA
Sólo para que no digan que no dijo, el inquilino de Los Pinos se ha comprometido, según él, a utilizar todos los recursos en defensa de los derechos y la dignidad de los mexicanos que se vean afectados por la SB 1070, y asegura que no escatimaremos esfuerzos para lograrlo. Vamos a actuar, estamos actuando y actuaremos más, que no puede nadie quedarse cruzado de brazos frente a decisiones que afectan tan claramente a paisanos. ¡Qué alentador!, ¡qué enternecedor!
Pero discursos aparte, resulta obvio que el problema es estructural, pues no existe mejor defensa para la paisanada que generar empleo suficiente y bien remunerado en el país, elevar sustancialmente sus condiciones de vida aquí mismo, distribuir equitativamente el ingreso y la riqueza en esta nación que registra una escalofriante concentración en ambos indicadores, revivir el campo (no subsidiar a los grandes consorcios agroindustriales), combatir la vergonzosa corrupción de las autodenominadas autoridades que insulta y afecta la dignidad y los derechos de los mexicanos (los de adentro y los de afuera), invertir socialmente y sepultar el clientelismo político disfrazado de política social, y tantos etcéteras que laceran a esta República, a quienes en ella habitan y a los que el sistema de apartheid económico ha expulsado.
Todo ello, y algunas cosas más, habrían evitado el pisoteo, permanente y bilateral, de los derechos humanos y la dignidad de la paisanada que obligadamente abandonó, abandona, el territorio nacional en busca de mejores condiciones de vida. Nada se hizo, nada se hace, por evitarlo, salvo desgastar el micrófono. Después de la expulsión de millones y millones de mexicanos a lo largo de cinco sexenios, el autodenominado gobierno calderonista asegura que va actuar, que los va a defender, lo mismo que en su momento dijeron sus cuatro predecesores, es decir, en el periodo de mayor expulsión de connacionales, en el que la emigración pasó de ser focalizada, a regional y de allí a nacional. Entonces, ¿alguien le cree a Calderón? Yo tampoco.
Entre defensa y defensa, el gobierno mexicano, con sus últimas cinco caretas, no hizo absolutamente nada por mejorar las condiciones de vida en el país, de tal suerte que los mexicanos que emigraron a Estados Unidos y allí se asentaron, pasaron de representar 1.8 por ciento de la población nacional en 1970 a 11 por ciento en 2007. ¿Qué pasó en ese periodo? La carencia de empleo formal, los bajos salarios, las profundas desigualdades, la marginación y la pobreza se extendieron a todo el territorio mexicano, llevando a la emigración a constituirse en una estrategia individual y familiar para elevar el nivel de vida. Basta decir que mientras en 1990 los mexicanos figuraban entre los cinco grupos más numerosos de inmigrantes en 23 estados del vecino del norte (de 50 en total), en 2007 ese posicionamiento se presentaba en 43 estados. Ese año sólo Montana, Dakota del Norte, Maine, Vermont, New Hampshire (todos fronterizos con Canadá), Massachusetts y Hawai no registraron tal condición, de acuerdo con el detallado estudio sobre Emigración mexicana a Estados Unidos: balance de las últimas décadas, elaborado por Paula Leite, María Adela Angoa y Mauricio Rodríguez.
Los autores explican que entre los nuevos patrones de la migración México-Estados Unidos “destaca, por un lado, la presión ejercida por el crecimiento de la población en edad de trabajar sobre el mercado laboral mexicano a partir de mediados de la década de los 70, la cual ha implicado incrementos anuales que superan el millón de personas; por el otro, las sucesivas crisis y procesos de restructuración económica han influido negativamente sobre el empleo y salarios de los trabajadores mexicanos, lo que ha intensificado y extendido a escala nacional las presiones migratorias. Lo anterior ha contribuido de manera decisiva a la masificación de la migración, a una diversificación de los perfiles de los migrantes y a una mayor extensión territorial del fenómeno… Las reestructuraciones económicas (en México) no han logrado traducirse en mayores niveles de convergencia económica ni en el cumplimiento de las promesas de un mayor bienestar social para la población mexicana… Frente al deterioro del nivel de vida en México, a la intensificación de las disparidades respecto a Estados Unidos, y a la incapacidad de incorporar un creciente contingente de mano de obra, es posible afirmar que, en buena medida, la intensa migración a Estados Unidos ha resultado funcional, al fungir como una válvula de escape, aliviando presiones que, de otro modo, habrían agudizado los problemas sociales, económicos y políticos en el país”.
Así, documenta, se registra un abrumador aumento del número de mexicanos residentes en el vecino país del norte. La información de los censos de aquel país muestra que en 1970 residían en Estados Unidos cerca de 865 mil mexicanos; en 1980, 2.2 millones; en 1990, 4.4 millones; en 2000, 9.3 millones y en 2007 alrededor de 12 millones, de las cuales 44 por ciento eran mujeres. El flujo neto anual de migrantes mexicanos registra un notable incremento. Mientras la pérdida neta anual era de alrededor de 235 mil personas en la década de los 80, estimaciones recientes del Conapo señalan que la cifra ascendió a alrededor de 460 mil personas (documentadas e indocumentadas) en el periodo 2000-2006. Las encuestas más recientes sugieren una tendencia declinante, de magnitud aún imprecisa, en los flujos mexicanos hacia Estados Unidos desde 2006, la cual guarda relación con un contexto político y social más adverso a la inmigración procedente de México y, sobre todo, con la recesión de la economía estadunidense que ha incidido negativamente en las oportunidades laborales de la población mexicana.
Y todo lo anterior sucedió en el mismo momento en el que el neoliberal gobierno mexicano –con sus cinco caretas– se envolvía en la bandera para defender los intereses y el futuro de la paisanada, y anunciar que cerca, muy cerca, estaba la inexistente firma de un acuerdo migratorio muy conveniente para nuestros paisanos.
Las rebanadas del pastel
Grecia se hunde y para evitar su bancarrota los grandes de Europa le imponen la condición de que hunda más a su población…. Es ridículo, pero crudamente real: salvan a los promotores de la crisis (trasnacionales financieras, bancos voraces, especuladores bursátiles) y les inyectan miles y miles de millones de dólares de recursos públicos para que vuelvan a depredar, pero a los griegos –como a los mexicanos y demás poblaciones– les exigen que paguen por lo que no comieron.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
El gobierno de Estados Unidos decidió unilateralmente el 11 de marzo de 2009 suspender el proyecto de transporte transfronterizo en virtud del cual compañías mexicanas podían rodar sus camiones en sus autopistas. El secretario de Economía, Ruiz Mateos, declaró una guerra comercial. Unos días después anunciaría que un grupo de productos estadunidenses pagarían mayores aranceles para ingresar a nuestro territorio. En la lista figuraban los arbolitos de navidad y las croquetas para perros y gatos. La declaración de guerra del mariscal tuvo el efecto colateral de afectar a los niños y las mascotas de las familias pudientes. El joven funcionario pasaría al anecdotario como el supremo jefe de la guerra de las croquetas. Al parecer, tanto los arbolitos navideños como el alimento de perros y gatos han seguido entrando al país con etiquetas de procedencia de otros países, los fabricantes son trasnacionales. Y hasta donde se sabe, no se ha firmado el armisticio. Un año después se registra una nueva agresión, ahora es la ley antinmigrante de Arizona. La única manera de tumbarla es que la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos la declare inconstitucional. Es conveniente tener esto en mente porque algunos funcionarios mexicanos quieren emular a los Niños Héroes, al menos declarativamente. Si algo pueden hacer es presionar donde duela realmente y ese punto se encuentra en la inversión de las reservas de dólares del Banco de México en bonos del Tesoro estadunidense. Otros caminos podrían conducir a la repetición de la ridícula guerra de las croquetas del mariscal Ruiz Mateos.
Champotón: ¿fraude inmobiliario?
Aunque la firma inmobiliaria española denominada Grupo Mall niega que exista una demora en la construcción del Complejo Turístico Campeche, localizado en Champotón, e incluso el presidente de la compañía, Julio Noval, amenaza con interponer denuncias civiles y penales contra las personas que lo desprestigian, no le fue permitido el acceso a un grupo de clientes que quisieron verificar con sus propios ojos el supuesto avance de las obras. Recientemente, más de 150 ciudadanos de Inglaterra, Holanda, Irlanda, Italia, España y otros países de la Unión Europea, escribieron al presidente Calderón pidiendo que intervenga si es que realmente tiene interés en que se hable bien de México en el exterior, porque han resultado afectados como inversionistas. Pagaron y no les han entregado sus departamentos. No son cacahuates: cada uno cuesta de 250 mil a 550 mil dólares.
Carlos Fernández-Vega: México SA
Sólo para que no digan que no dijo, el inquilino de Los Pinos se ha comprometido, según él, a utilizar todos los recursos en defensa de los derechos y la dignidad de los mexicanos que se vean afectados por la SB 1070, y asegura que no escatimaremos esfuerzos para lograrlo. Vamos a actuar, estamos actuando y actuaremos más, que no puede nadie quedarse cruzado de brazos frente a decisiones que afectan tan claramente a paisanos. ¡Qué alentador!, ¡qué enternecedor!
Pero discursos aparte, resulta obvio que el problema es estructural, pues no existe mejor defensa para la paisanada que generar empleo suficiente y bien remunerado en el país, elevar sustancialmente sus condiciones de vida aquí mismo, distribuir equitativamente el ingreso y la riqueza en esta nación que registra una escalofriante concentración en ambos indicadores, revivir el campo (no subsidiar a los grandes consorcios agroindustriales), combatir la vergonzosa corrupción de las autodenominadas autoridades que insulta y afecta la dignidad y los derechos de los mexicanos (los de adentro y los de afuera), invertir socialmente y sepultar el clientelismo político disfrazado de política social, y tantos etcéteras que laceran a esta República, a quienes en ella habitan y a los que el sistema de apartheid económico ha expulsado.
Todo ello, y algunas cosas más, habrían evitado el pisoteo, permanente y bilateral, de los derechos humanos y la dignidad de la paisanada que obligadamente abandonó, abandona, el territorio nacional en busca de mejores condiciones de vida. Nada se hizo, nada se hace, por evitarlo, salvo desgastar el micrófono. Después de la expulsión de millones y millones de mexicanos a lo largo de cinco sexenios, el autodenominado gobierno calderonista asegura que va actuar, que los va a defender, lo mismo que en su momento dijeron sus cuatro predecesores, es decir, en el periodo de mayor expulsión de connacionales, en el que la emigración pasó de ser focalizada, a regional y de allí a nacional. Entonces, ¿alguien le cree a Calderón? Yo tampoco.
Entre defensa y defensa, el gobierno mexicano, con sus últimas cinco caretas, no hizo absolutamente nada por mejorar las condiciones de vida en el país, de tal suerte que los mexicanos que emigraron a Estados Unidos y allí se asentaron, pasaron de representar 1.8 por ciento de la población nacional en 1970 a 11 por ciento en 2007. ¿Qué pasó en ese periodo? La carencia de empleo formal, los bajos salarios, las profundas desigualdades, la marginación y la pobreza se extendieron a todo el territorio mexicano, llevando a la emigración a constituirse en una estrategia individual y familiar para elevar el nivel de vida. Basta decir que mientras en 1990 los mexicanos figuraban entre los cinco grupos más numerosos de inmigrantes en 23 estados del vecino del norte (de 50 en total), en 2007 ese posicionamiento se presentaba en 43 estados. Ese año sólo Montana, Dakota del Norte, Maine, Vermont, New Hampshire (todos fronterizos con Canadá), Massachusetts y Hawai no registraron tal condición, de acuerdo con el detallado estudio sobre Emigración mexicana a Estados Unidos: balance de las últimas décadas, elaborado por Paula Leite, María Adela Angoa y Mauricio Rodríguez.
Los autores explican que entre los nuevos patrones de la migración México-Estados Unidos “destaca, por un lado, la presión ejercida por el crecimiento de la población en edad de trabajar sobre el mercado laboral mexicano a partir de mediados de la década de los 70, la cual ha implicado incrementos anuales que superan el millón de personas; por el otro, las sucesivas crisis y procesos de restructuración económica han influido negativamente sobre el empleo y salarios de los trabajadores mexicanos, lo que ha intensificado y extendido a escala nacional las presiones migratorias. Lo anterior ha contribuido de manera decisiva a la masificación de la migración, a una diversificación de los perfiles de los migrantes y a una mayor extensión territorial del fenómeno… Las reestructuraciones económicas (en México) no han logrado traducirse en mayores niveles de convergencia económica ni en el cumplimiento de las promesas de un mayor bienestar social para la población mexicana… Frente al deterioro del nivel de vida en México, a la intensificación de las disparidades respecto a Estados Unidos, y a la incapacidad de incorporar un creciente contingente de mano de obra, es posible afirmar que, en buena medida, la intensa migración a Estados Unidos ha resultado funcional, al fungir como una válvula de escape, aliviando presiones que, de otro modo, habrían agudizado los problemas sociales, económicos y políticos en el país”.
Así, documenta, se registra un abrumador aumento del número de mexicanos residentes en el vecino país del norte. La información de los censos de aquel país muestra que en 1970 residían en Estados Unidos cerca de 865 mil mexicanos; en 1980, 2.2 millones; en 1990, 4.4 millones; en 2000, 9.3 millones y en 2007 alrededor de 12 millones, de las cuales 44 por ciento eran mujeres. El flujo neto anual de migrantes mexicanos registra un notable incremento. Mientras la pérdida neta anual era de alrededor de 235 mil personas en la década de los 80, estimaciones recientes del Conapo señalan que la cifra ascendió a alrededor de 460 mil personas (documentadas e indocumentadas) en el periodo 2000-2006. Las encuestas más recientes sugieren una tendencia declinante, de magnitud aún imprecisa, en los flujos mexicanos hacia Estados Unidos desde 2006, la cual guarda relación con un contexto político y social más adverso a la inmigración procedente de México y, sobre todo, con la recesión de la economía estadunidense que ha incidido negativamente en las oportunidades laborales de la población mexicana.
Y todo lo anterior sucedió en el mismo momento en el que el neoliberal gobierno mexicano –con sus cinco caretas– se envolvía en la bandera para defender los intereses y el futuro de la paisanada, y anunciar que cerca, muy cerca, estaba la inexistente firma de un acuerdo migratorio muy conveniente para nuestros paisanos.
Las rebanadas del pastel
Grecia se hunde y para evitar su bancarrota los grandes de Europa le imponen la condición de que hunda más a su población…. Es ridículo, pero crudamente real: salvan a los promotores de la crisis (trasnacionales financieras, bancos voraces, especuladores bursátiles) y les inyectan miles y miles de millones de dólares de recursos públicos para que vuelvan a depredar, pero a los griegos –como a los mexicanos y demás poblaciones– les exigen que paguen por lo que no comieron.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
Cuando El Negre le dio a escoger a uno de los resurrectos para que lo acompañara en su viaje de regreso, el almero Tomás seleccionó a un hombre de edad mediana, estatura baja y rasgos europeos. El anfitrión celebró la decisión con una carcajada a la que se unieron todos los presentes.
–Ahora pies en cabeza y cabeza en pies –comentó El Negre–: Garcí, español esclavo de Tomás, indio.
El español no pareció ofenderse con la observación. Por el contrario, se unió a las risas y saludó a su nuevo dueño con una caravana.
El primer cálculo de Tomás fue que su nueva compañía lo liberaría del molesto disfraz de mujer castellana que había debido usar, hasta entonces, para mantener en secreto su presencia en el sitio en el que su amo, Don Hernando Cortés, había muerto. A partir de ese momento, podía aparentar que era un indio sirviente de un peninsular igualmente anónimo, colono de la Nueva España, y efectuar el resto del retorno por la ruta habitual: la Villa Rica, la Puebla de los Ángeles.
Teresa y Alberta: liberaciones y lo que falta
Por unanimidad, la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenó ayer la liberación inmediata de Alberta Alcántara Juan y Teresa González Cornelio, indígenas otomíes apresadas el 5 de agosto de 2006 y condenadas a 21 años de prisión, luego de que la Procuraduría General de la República las acusó de haber secuestrado –junto con Jacinta Francisco Marcial, excarcelada en septiembre pasado– a seis efectivos de la extinta Agencia Federal de Investigación en la comunidad de Santiago Mexquititlán, Querétaro. Alcántara Juan y González Cornelio fueron puestas en libertad ayer mismo.
Continuar
–Ahora pies en cabeza y cabeza en pies –comentó El Negre–: Garcí, español esclavo de Tomás, indio.
El español no pareció ofenderse con la observación. Por el contrario, se unió a las risas y saludó a su nuevo dueño con una caravana.
El primer cálculo de Tomás fue que su nueva compañía lo liberaría del molesto disfraz de mujer castellana que había debido usar, hasta entonces, para mantener en secreto su presencia en el sitio en el que su amo, Don Hernando Cortés, había muerto. A partir de ese momento, podía aparentar que era un indio sirviente de un peninsular igualmente anónimo, colono de la Nueva España, y efectuar el resto del retorno por la ruta habitual: la Villa Rica, la Puebla de los Ángeles.
Teresa y Alberta: liberaciones y lo que falta
Por unanimidad, la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenó ayer la liberación inmediata de Alberta Alcántara Juan y Teresa González Cornelio, indígenas otomíes apresadas el 5 de agosto de 2006 y condenadas a 21 años de prisión, luego de que la Procuraduría General de la República las acusó de haber secuestrado –junto con Jacinta Francisco Marcial, excarcelada en septiembre pasado– a seis efectivos de la extinta Agencia Federal de Investigación en la comunidad de Santiago Mexquititlán, Querétaro. Alcántara Juan y González Cornelio fueron puestas en libertad ayer mismo.
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El Correo Ilustrado
Indignación por asesinatos
Con dolor y rabia repudiamos el brutal asesinato de Bety Cariño (Cactus) y Jyri Jaakkola (Finlandia) cometido por paramilitares de la Unión de Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort), mientras se dirigían al municipio autónomo de San Juan Copala en una caravana humanitaria de observadores internacionales, defensores de derechos humanos, periodistas, maestros e integrantes de diversas organizaciones populares oaxaqueñas. Durante el ataque fueron heridas 15 personas y se encuentran desaparecidas hasta este momento cuatro.
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Orlando Delgado Selley: Fraudes y crisis financiera
El gobierno de Obama aprovechó las acciones de Goldman Sachs para impulsar políticamente su propuesta de reforma financiera. Las acciones de esa empresa son conocidas: colocaron en el mercado valores financieros respaldados por hipotecas, que fueron vendidos a clientes con una promesa de rentabilidad que Goldman sabía que no se conseguiría, pero además compraron derivados apostando precisamente a que esos valores sufrirían caídas en el valor de sus títulos. El resultado fue que los inversionistas perdieron mucho y Goldman Sachs ganó grandes cantidades.
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Ángel Guerra Cabrera: Honduras ¡qué clase de resistencia!
El movimiento de masas contra el golpe de Estado en Honduras logró consolidarse en diez meses de lucha como una fuerza política nacional de primera magnitud, capaz de proponerse una importante transformación social y política del país. Enfrentado a una creciente represión y a la demagogia de Lobo, nueva cabeza visible del golpismo impuesta por la farsa electoral, el Frente Nacional de Resistencia Popular(FNRP) ha conseguido enrolar a las más diversas fuerzas sociales y pueblos –incluyendo indígenas y afrodescendientes–, elevar apreciablemente la conciencia política de sus integrantes y mantener sus posiciones de principio unidas a una táctica flexible, que le permite avanzar en condiciones muy adversas en la batalla política que tiene por delante.
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Conjuro teatro es un colectivo fundado hace diez años y que ya ha tenido éxitos como Trazos del viento acerca de los feminicidios de Ciudad Juárez, escenificación con la que recorrieron varios estados de la República y, sobre todo, Los niños de Morelia de Víctor Hugo Rascón Banda, bajo la dirección de Mauricio Jiménez en que, junto al colectivo español La Jarra Azul, tuvieron brillantes temporadas en México y España. Ahora, Dana Stella Aguilar, directora artística del grupo, presenta Desmontaje amoroso, fragmentos de un discurso escénico cuyo título recuerda a Roland Barthes, aunque nada tenga que ver con la obra del filósofo francés. Los cuatro actores de la escenificación (Alejandra Marín, Carolina Contreras, Héctor Hugo Peña y Julio Escartín) realizaron ejercicios de improvisación de recuerdos e ideas acerca del amor que fueron conformando, bajo la dirección de Dana Stella Aguilar, diversas escenas que lograron su entramado final con la dramaturgia de Elena Guiochíns.
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Ricardo Rocha
Detrás de la Noticia
Alberta y Teresa, al fin libres
Me llaman inusitadamente el domingo a mi celular. Y a ellas y a mí las palabras nos brotan, nos enlazan, nos desbordan y nos atropellan.
Por favor, señor Ricardo, díganos si es verdad, que sí es cierto que ora sí ya nos van a dejar libres Es que nos cuentan que allá en la Corte sí nos van a hacer justicia. Pero si no es cierto, mejor díganos desde ahorita para ya no hacernos ilusiones. La verdad, no se los puedo asegurar, pero parece que sí. Entonces sí es cierto. Bueno parece que sí que la corte va a votar a favor de ustedes. Sí, pero cuándo, señor Ricardo, cuándo. Es lo que no podría asegurarle, Alberta, no quisiera que tuviera una desilusión. Mire, aquí le paso a Teresa que también lo quiere saludar. Verdad que sí es cierto, que ora sí vamos a salir; a ver, díganos, ya estamos las dos pegadas al teléfono. Sí, de plano sí, yo creo que sí, yo estoy seguro que sí. Pero díganos por favor para cuándo. Bueno pues yo creo que esta misma semana. ¿De veras? ¿Quién se lo dijo? Pues nadie me lo ha asegurado, pero, saben, entrevisté a la mera mera ministra y no me lo dijo con todas sus letras. Pero entonces qué le dijo. Pues que ella se estaba dando cuenta de todas las injusticias que se cometieron con ustedes. Y qué más. Bueno, que creo que eso es muy importante y que ella se va a pronunciar a su favor. Y eso qué quiere decir. Pues que sí… que ya podrían quedar libres. ¿De veras? … ay, perdón, es que se nos acabó la tarjeta y además aquí en la cárcel no podemos hablar mucho tiempo, pero vuélvanos a decir por favor. Que sí… que ya podrán quedar libres.
Y yo me quedo con la angustia de esas palabras. Con el sabor agridulce de esas palabras. Porque qué tal si sí. Pero qué tal si no. Qué decirles a dos mujeres que van para cuatro años viviendo el mal sueño de un encierro que todavía hoy no comprenden.
Por eso pego de brincos cuando me entero el martes que ya es oficial, que el dictamen elaborado por doña Olga Sánchez Cordero reconoce las gravísimas irregularidades cometidas por este gobierno federal a través de su PGR en el proceso contra Alberta Alcántara Juan y Teresa González Cornelio. Incluida la infame, absurda y vergonzante siembra de cocaína. Además de que nunca se probó el presunto secuestro de seis de sus agentes armados. Y que tienen que ser liberadas.
Por eso y más me regocijo con ellas apenas ayer cuando empezamos a reírnos, ya sin decir nada en cuanto llego al penal de San José el Alto y las abrazo a las dos y a la pequeña Jazmín. Y las tres me reconcilian con la vida y hasta con la política. Porque he de reconocer al gobernador José Calzada que sí supo exigir justicia para sus paisanas. Y al senador Manlio Fabio Beltrones que fue a visitarlas un domingo y luego llevó su caso al Congreso. A la ministra Sánchez Cordero y a la unanimidad de la Corte. Y, por supuesto, destacar la labor fundamental del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez. Así como el apoyo invaluable de los miles que alentaron esta cruzada con sus mensajes justicieros. Los que saben que todavía hay muchas Teresas y Albertas presas en este país. Y que hay que continuar en esta batalla formidable.
Me llaman inusitadamente el domingo a mi celular. Y a ellas y a mí las palabras nos brotan, nos enlazan, nos desbordan y nos atropellan.
Por favor, señor Ricardo, díganos si es verdad, que sí es cierto que ora sí ya nos van a dejar libres Es que nos cuentan que allá en la Corte sí nos van a hacer justicia. Pero si no es cierto, mejor díganos desde ahorita para ya no hacernos ilusiones. La verdad, no se los puedo asegurar, pero parece que sí. Entonces sí es cierto. Bueno parece que sí que la corte va a votar a favor de ustedes. Sí, pero cuándo, señor Ricardo, cuándo. Es lo que no podría asegurarle, Alberta, no quisiera que tuviera una desilusión. Mire, aquí le paso a Teresa que también lo quiere saludar. Verdad que sí es cierto, que ora sí vamos a salir; a ver, díganos, ya estamos las dos pegadas al teléfono. Sí, de plano sí, yo creo que sí, yo estoy seguro que sí. Pero díganos por favor para cuándo. Bueno pues yo creo que esta misma semana. ¿De veras? ¿Quién se lo dijo? Pues nadie me lo ha asegurado, pero, saben, entrevisté a la mera mera ministra y no me lo dijo con todas sus letras. Pero entonces qué le dijo. Pues que ella se estaba dando cuenta de todas las injusticias que se cometieron con ustedes. Y qué más. Bueno, que creo que eso es muy importante y que ella se va a pronunciar a su favor. Y eso qué quiere decir. Pues que sí… que ya podrían quedar libres. ¿De veras? … ay, perdón, es que se nos acabó la tarjeta y además aquí en la cárcel no podemos hablar mucho tiempo, pero vuélvanos a decir por favor. Que sí… que ya podrán quedar libres.
Y yo me quedo con la angustia de esas palabras. Con el sabor agridulce de esas palabras. Porque qué tal si sí. Pero qué tal si no. Qué decirles a dos mujeres que van para cuatro años viviendo el mal sueño de un encierro que todavía hoy no comprenden.
Por eso pego de brincos cuando me entero el martes que ya es oficial, que el dictamen elaborado por doña Olga Sánchez Cordero reconoce las gravísimas irregularidades cometidas por este gobierno federal a través de su PGR en el proceso contra Alberta Alcántara Juan y Teresa González Cornelio. Incluida la infame, absurda y vergonzante siembra de cocaína. Además de que nunca se probó el presunto secuestro de seis de sus agentes armados. Y que tienen que ser liberadas.
Por eso y más me regocijo con ellas apenas ayer cuando empezamos a reírnos, ya sin decir nada en cuanto llego al penal de San José el Alto y las abrazo a las dos y a la pequeña Jazmín. Y las tres me reconcilian con la vida y hasta con la política. Porque he de reconocer al gobernador José Calzada que sí supo exigir justicia para sus paisanas. Y al senador Manlio Fabio Beltrones que fue a visitarlas un domingo y luego llevó su caso al Congreso. A la ministra Sánchez Cordero y a la unanimidad de la Corte. Y, por supuesto, destacar la labor fundamental del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez. Así como el apoyo invaluable de los miles que alentaron esta cruzada con sus mensajes justicieros. Los que saben que todavía hay muchas Teresas y Albertas presas en este país. Y que hay que continuar en esta batalla formidable.
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