MÉXICO, DF, 13 de agosto (apro).- Si los exhortos que hace la Comisión Permanente son un “llamado a misa”, al PRI parece no quedarle otra que optar por la ausencia para evitar así la casi inevitable entrega del gran espectro radioeléctrico a Televisa al precio de ganga de 180 millones de pesos.
Parece ser esta la primera lectura que se puede hacer a la fallida sesión de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) del viernes pasado.
Como se recordará, desde el 19 de julio anteriro, el Grupo Salinas del dueño de Televisión Azteca, Ricardo Salinas Pliego, presentó ante la Auditoría Superior de la Federación (ASF) una demanda en contra de Juan Molinar Horcasitas, secretario de Comunicaciones y Transportes, y de su gran amigo y exasesor, Mony de Swaan, presidente de Cofetel, por haber participado “activamente” en la elaboración de las bases para las licitaciones 20 y 21 para la entrega del espectro radioeléctrico.
Estas, por la forma en que fueron confeccionadas, hicieron imposible que el resto de los aspirantes a obtener las nuevas frecuencias participaran, dejando así el camino libre al binomio Televisa-Nextel.
Por el mismo número de megahertz, 30, cuatro competidores debieron pagar cerca de 5 mil millones de pesos, mientras que por otro bloque similar, de 30 megahertz, Televisa-Nextel, por ser los únicos pujantes que podían concursar, ofrecieron tan sólo 180 millones de pesos.
Además de la denuncia ante la ASF, existen decenas de recursos de amparo interpuestos contra la citada licitación, de hecho, el pasado 9 de julio, un juez de Acapulco, Guerrero, decidió sobre una de las demandas de amparo y falló a favor del demandante, teniendo como verdad y orden jurídica “que se dejara todo como estaba”, es decir, “que se suspendiera la licitación”.
A pesar de ello, la SCT y Cofetel siguieron con el proceso, que consistió en revisar las “diferentes ofertas” y, este viernes 13 de agosto, daría a conocer el fallo, el cual resulta obvio: al ser sólo Televisa-Nextel la concursante y oferente, pues a ella se le otorgaría el citado espectro radioeléctrico.
Para evitarlo, el miércoles 11 de agosto, la Comisión Permanente, a iniciativa del diputado panista Javier Corral, propuso un punto de acuerdo en donde se “exhorta al Ejecutivo federal” a que declare “desierta” la licitación.
Durante el debate, el también diputado del PRI, César Augusto Santiago, cuestionó el punto de acuerdo, pues dijo que los exhortos al Ejecutivo siempre han terminado en simples “llamados a misa”, esto es, que Felipe Calderón puede o no tomar en cuenta la petición del Poder Legislativo.
De ahí que César Augusto sostuviera que en su partido aceptaban aprobar el exhorto pero a cambio de que el PAN, o por lo menos el propio Javier Corral, aceptara que, en caso de no ser tomado en cuenta el llamado, entonces respaldara una solicitud de juicio político en contra de Molinar Horcasitas.
Corral aceptó el reto, por ello, ante la negativa de Felipe Calderón de tomar en cuenta el exhorto, y ante la convocatoria que para el viernes 13 hizo la propia Cofetel, con el ánimo de entregar “oficialmente” y declarar “ganador” a Televisa-Nextel, el siguiente paso deberá ser la demanda de juicio político contra Molinar Horcasitas.
Esperemos que Corral y los panistas tengan palabra y pongan en marcha en lo inmediato el proceso para llevar a cabo el citado juicio.
Esto lo veremos la próxima semana.
Y es que la Cofetel tiene de plazo hasta el 19 de agosto para dar el fallo sobre la licitación que tanto beneficiará a Televisa.
A sabiendas entonces de que el exhorto no sería tomado en cuenta y ante la convocatoria de Mony de Swaan, presidente de la Cofetel, para dar “trámite” a la entrega del espectro a la televisora, el PRI decidió otra vía de presión y con ello evitar o por lo menos ganar tiempo para que otras demandas de amparo sean resueltas en contra de Televisa: que no acudiera uno de sus comisionados, Ernesto Gil Elorduy.
Efectivamente, José Luis Peralta y Gil Elorduy no acudieron a la cita del viernes; el segundo no se excusó pero el primero envió un oficio en donde recordó que desde el 14 de diciembre de 2009 se había manifestado en contra de las bases de la licitación --que claramente beneficiaban a Televisa y sacaban de la subasta a cualquier otro concursante--, por lo cual determinó no acudir a la sesión de este viernes 13 para no avalar con su presencia la parte última del proceso.
Y aunque Gil Elorduy no se justificó, todos saben que fue la pieza que el PRI colocó cuando se conformó la nueva Cofetel.
Como se recordará, luego de la aprobación de la llamada ley Televisa en 2006, a los partidos políticos se les dio como premio un lugar en la Cofetel, y al PAN le tocó Héctor Osuna Jaime, quien fungiría durante los siguientes cuatro años como presidente, y al PRI, Gil Elorduy.
Con la renuncia de Osuna a la Cofetel, ésta quedó acéfala; el momento fue aprovechado por Calderón y Molinar, quienes colocaron a Mony de Swaan como comisionado, y entonces el Ejecutivo federal lo nombró presidente de Cofetel, así, el PAN tenía ya dos asientos de los cinco que la conforman.
El tercer comisionado afín al gobierno es Rafael del Villar Alrich, quien se había desempeñado en el área jurídica y, al ser nombrado comisionado, es hoy considerado también como la tercera pieza del gobierno federal y el panismo en Cofetel.
Calderón nunca se sintió cómodo con Héctor Osuna, de hecho había sido una posición heredada por su antecesor, Vicente Fox, por esta misma razón en dos ocasiones le llegó a pedir su separación, pero este panista se sostuvo y se negó a renunciar.
Sin embargo, el pleito de las grabaciones del entonces titular de la SCT, Luis Téllez, que salieron a la luz pública el año pasado y en donde se acusaba a Osuna de haberlas filtrado, fue el pretexto perfecto para que éste saliera de Cofetel. Así fue y con ello el PAN se quedó con tres espacios.
Aunque la Cofetel está conformada por cinco comisionados, de los cuales tres son del gobierno, uno del PRI y el quinto cercano a Carlos Slim, el pasado viernes la comisión tuvo el quórum suficiente, al contar con los tres comisionados panistas, para llevar a cabo la conclusión de la licitación en beneficio para Televisa.
A sabiendas de que la ausencia de Elorduy y Peralta resulta vital, aunque legalmente no necesaria pues se contó con el quórum suficiente, el gobierno calderonista determinó no llevar a cabo la sesión.
¿Cuál fue el motivo?, pues que el PRI ha hecho tanto ruido en el último mes, tanto en contra de Molinar Horcasitas como en contra de la licitación, que al gobierno de Calderón no le quedó de otra que ordenar la no realización del encuentro.
Sin embargo todavía tiene cuatro días de plazo para realizar la reunión y entregar a Televisa-Nextel el especto de 30 megahertz por tan sólo 180 millones de pesos contra los 5 mil millones que desembolsaron los otros competidores por el mismo número de megahertz.
Este plazo resultará clave para que el PRI pueda llevar a cabo sus negociaciones y, como siempre, ante la debilidad y el no saber cómo hacer bien las cosas de parte del gobierno federal, los priistas podrán sacar raja de todo este conflicto, que no sólo afecta a la otra televisora o a los otros competidores que quedaron fuera, sino a toda la población, ya que la concentración de los medios de comunicación en pocas empresas, o el uso de los espectros radioeléctricos, implican una verdadera limitación a la libertad de expresión y, por lo mismo, es también un ataque contra la población en general, quien tiene pocas opciones para informarse de lo que verdaderamente ocurre en un país.
Lo que el PRI podrá negociar o hasta dónde es capaz de llegar el gobierno calderonista a favor de los dueños del dinero en México lo veremos en los próximos días. Aunque, sin duda, gran parte de la población sabe cuál camino seguirá: el pago de facturas.
Comentarios: mjcervantes@proceso.com.mx
No hay comentarios.:
Publicar un comentario