Utopía
¿Castigarlos? ¡Premiarlos!
Eduardo Ibarra Aguirre
--¿Por qué afirma que la Policía Federal es corrupta --interrogó seca, directamente Genaro García Luna a Raúl Benítez Manaut, especialista en fuerzas armadas y seguridad nacional.
--Porque tengo información para sustentarlo –contestó el doctor al policía número uno del país y que tiene bajo su mando a 33 mil elementos, y aún aspira en la recta final del sexenio y con el apoyo de su jefe y amigo, a dirigir a los 430 mil existentes en el país.
Benítez postuló la tesis el martes 3, durante su exposición en Diálogo por la seguridad. Evaluación y fortalecimiento, organizado por la Presidencia de la República, y en el que participaron 27 especialistas, incluidos intelectuales orgánicos de los últimos cuatro presidentes de la República.
El sábado 7 llegó la respuesta pública, apabullante, desde Ciudad Juárez, Chihuahua, para el ingeniero mecánico egresado de la Universidad Autónoma Metropolitana y uno de los jefes policiacos más jóvenes de la aldea. Durante 13 horas, 248 agentes de la PF se negaron a trabajar en demanda de la libertad de un compañero, la destitución de cuatro comandantes a quienes acusaron de colusión con bandas del crimen organizado, enviar a los subordinados a extorsionar a la ciudadanía y sembrarles droga. Prácticas de las que se publican testimonios reporteriles que el titular de la Secretaría de Seguridad Pública y su primer círculo ignoran.
Con lenguaje más propio de un convento de monjas, la SSP informó que puso a disposición del Ministerio Público a los presuntos delincuentes, previa separación de sus cargos por “actos indebidos”.
Los participantes en la insólita protesta sostienen llanamente: “Nuestros mandos son pura basura”. Y ejemplifican que Rodolfo Salomón Alarcón Romero, El chamán, no sólo carece de grado en la PF, sino que encabezaba el agrupamiento a pesar de que su nombre figura en una narcolista.
Es de recordarse que apenas el sábado pasado el ingeniero mecánico que trabajó una década en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional y desde 1998 es alto mando de la Federal, la que aspira a convertir en la policía única –el gran sueño de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa--, “alertó” que el narcotráfico y sus ramificaciones en el crimen organizado –secuestros, venta de protección, trata de personas, pornografía y prostitución infantiles-- destinan mensualmente mil 200 millones de pesos para corromper a los cuerpos policiacos municipales y estatales. Ni una sola palabra dijo sobre la extendida práctica en la corporación que jefatura desde la SSP.
Sí, extendida porque atenidos a la información de la misma secretaría, ésta recibió 500 denuncias en contra de agentes o mandos policiales por presuntos actos de corrupción. Esto no incluye los documentados señalamientos periodísticos sobre varios integrantes del círculo más cercano a García Luna y quien, presuntamente, no cubrió los procedimientos de calidad y control para designarlos como altos mandos. Y al mismo ingeniero por adquirir una nueva y suntuosa residencia que, también presuntamente, no empatan sus ingresos laborales con los costos cubiertos, como lo documentó la reportera Anabel Hernández. Informantes que solicitan el anonimato, insisten a Utopía que perdura la generalizada práctica de que los altos mandos de la Federal se roben la mayor parte de los gastos para viáticos de los agentes comisionados en peligrosos operativos donde exponen la vida.
En consecuencia, es un absurdo, un estímulo a la corrupción hecha institución en este empobrecido y maltratado país por ese cáncer social, que se inicie un procedimiento de investigación para castigar por “insubordinación” a los 248 uniformados, cuando si se comprueban las denuncias realizadas, correspondería premiarlos, ascenderlos.
Acuse de recibo
El general José Francisco Gallardo añade a Guerra, cifras y contradicciones (6-VIII-10): “Desde que Calderón declaró su guerra al narco, haciendo una proyección de las muertes en el sexenio de Fox, estimé que el señor de la guerra terminaría su gestión, si es que la termina, con 40 mil ejecuciones, y me estoy quedando corto, las mismas que quedarán en la impunidad”… En tanto, la doctora Victoria Livia Unzueta Reyes comenta: “En relación a tu excelente artículo, me permito puntualizar lo siguiente. El día de hoy, la Secretaría de Gobernación informó que no hay una contradicción entre las cifras de muertes relacionadas con el narcotráfico, señalando que las proporcionadas por la Procuraduría General de la República corresponden a la cifra de ejecuciones y las proporcionadas por el Cisen corresponden a las muertes, en general. Esto quiere decir que existen 3,174 ‘daños colaterales’, es decir, personas inocentes que no tuvieron ninguna relación con el crimen organizado. Lo cual contrasta enormemente con las 1,200 averiguaciones previas iniciadas por la PGR en relación con delitos de esta naturaleza que, ni siquiera de lejos, corresponderían con aquellas personas que no tuvieron culpa de nada. No cabe duda de que estamos en un estado de guerra”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario