5/29/2011

Sorpresas del mundo


Sara Sefchovich

Sorprende que mientras en Estados Unidos los tornados han causado cientos de muertes y gran destrucción material, el presidente Obama esté en Europa jugando ping-pong y asistiendo a cenas de gala. Por menos que eso en otros países, incluido el nuestro, ya habríamos pedido juicio político.

Sorprende también que el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, no se haya enojado con Estados Unidos por la detención de Dominique Strauss-Kahn. Uno se pregunta por qué no ha hecho el mismo “pancho” que nos armó a nosotros cuando México encarceló a Florence Cassez. En ambos casos, los acusados sostienen su inocencia mientras que los tribunales afirman su culpabilidad, pero en uno el mandatario tomó partido y en el otro se quedó callado. ¿No será que le conviene haberse deshecho de su opositor mientras que por el contrario, para ganar votos le resultaba más útil aparecer como fuerte aunque para ello tuviera que humillar a un país?

Sorprende además, que el caso Strauss-Kahn no haya afectado para que una francesa, la ministra de Economía, Christine Lagarde, quiera sustituirlo en la presidencia del Fondo Monetario Internacional. Lo digo porque siempre que el ciudadano de algún país o el creyente de alguna religión comete un delito, se culpabiliza a todos sus conciudadanos o correligionarios. Por ejemplo, desde el atentado del 11 de septiembre, cualquier musulmán es visto con recelo. Hace unos días los pasajeros de un avión obligaron a bajar a dos personas porque iban vestidos como clérigos de esa fe.

En general son los atributos negativos los que se le aplican a las colectividades, no los positivos. Cuando algún mexicano comete una ilegalidad en un país desarrollado, se nos obliga a todos a pasar por innumerables revisiones y requisitos para otorgarnos una visa. Recuérdese cuando un turista mexicano se orinó encima de un monumento en París, los enojos y las bromas fueron contra todos los mexicanos. Nosotros por supuesto somos iguales. La embajada mexicana en Australia exigió que el gobierno de ese país se disculpara porque en una obra de teatro se burlaron de los mexicanos. Y en este mismo espacio de EL UNIVERSAL conté cuando un conocido perredista usó en su campaña política argumentos ofensivos y descalificadores contra todas las personas de origen libanés, con tal de criticar a su adversario que lo era. Sin embargo, esa actitud no se la están aplicando a la señora francesa.

En este caso además, resulta curioso que, dado que los llamados países emergentes se quejaron de que se nombre siempre a un europeo para dirigir el FMI, y propusieron a un candidato que no lo es (el mexicano Agustín Carstens), el argumento que dieron para no aceptarlo es que es demasiado neoliberal, seguidor extremo del Consenso de Washington. Resulta increíble que Carstens, como muchos de los que ocupan cargos importantes en instituciones hacendarias o financieras de todo el mundo, haya sido discípulo de quienes ahora le echan en cara lo bien que aprendió la lección y lo rigurosamente que la quiere aplicar.

Por fin, sorprende lo que sucedió en España. Porque muchos nos hemos ido con la finta de que ser joven es sinónimo de ser progresista, pero en ese país los que se manifestaron en la Puerta del Sol contribuyeron a que la derecha ganara las pasadas elecciones provinciales.

Claro que las cosas ya no son tan fáciles en estos tiempos. Por ejemplo, lo que están pidiendo esos manifestantes, no es otra cosa que un programa de izquierda: vivienda, trabajo, apoyos para estudiar y que se les considere seres pensantes y no sólo consumidores (“No queremos una nueva Ipad, queremos una nueva vida”, decía una pinta).

Lo mismo sucede con mucha gente que se dice pacifista pero se porta de manera violenta para defender esa postura, como los que se han manifestado contra la reunión del Grupo de los 8 en Francia y algunos de los que participaron en la Marcha por la Paz en México, que venían gritando mueras a los funcionarios y queremos venganza.

¡Qué complicado es entender al mundo! ¡Cuántas sorpresas nos da!

sarasef@prodigy.net.mx
Escritora e investigadora en la UNAM

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