6/01/2011

Liberan a mujer indígena acusada injustamente de fraude


Tras juicio viciado, María Luna estuvo presa 3 años


Por Anayeli García Martínez

México, DF, 31 may 11 (CIMAC).- La indígena tzeltal María Luna Méndez, acusada de un presunto fraude por 150 mil pesos, recuperó su libertad el pasado 20 de mayo tras permanecer tres años en el Centro de Reinserción Social para Sentenciados número 5, en el municipio de San Cristóbal de las Casas, Chiapas.

En abril de 2008 esta mujer indígena, pobre y que apenas habla español fue acusada por el profesor Lorenzo Sántiz Gómez de cometer un presunto fraude luego de que se negó a mantener una relación sentimental con él. En agosto de 2009, en un proceso irregular, fue condenada a cinco años de prisión.

Francisca Rodríguez López, abogada del Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas, informó que María fue sometida a un proceso jurídico que derivó en una sentencia injusta y, aunque ahora está libre, aseguró que estos hechos “le pueden pasar a alguien más”, por lo que hizo un llamado para que no se repitan.

En entrevista con Cimacnoticias, la abogada denunció que las autoridades del estado de Chiapas violaron las garantías procesales de María ya que la detuvieron sin una orden de aprehensión, no la asistieron con un traductor, no realizaron los careos procesales y tampoco ampliaron la declaración de algunos de los testigos.

El 20 de junio de 2008 María se encontraba vendiendo tortillas echas a mano, pozol y verduras en el tianguis de Ocosingo, cuando fue detenida por la policía ministerial. Dos meses antes, el 15 de abril, Sántiz Gómez interpuso una denuncia por abuso de confianza, según consta en la averiguación previa 107/SE18-12/2008.

Aunque ella sostuvo que nunca cometió un fraude y que esta acusación se dio luego de negarse a mantener una relación sentimental con Sántiz Gómez, profesor jubilado que daba clases en la escuela donde estudiaban sus hermanos, fue puesta a disposición del juez mixto de Primera Instancia del Distrito Judicial de Ocosingo.

La acusación fue que Sántiz Gómez le prestó 150 mil pesos para un negocio de ropa, el cual nunca se puso en marcha. Aunque ella afirma que no recibió ese dinero y que se dedicaba a vender verduras que ella misma cosecha y no a vender ropa.

Pese a ello, el 26 de junio de 2008 el juez le dictó el auto de formal prisión. Ese mismo día interpuso un recurso de apelación porque aseguró que la determinación fue injusta y sustentada en testimonios falsos. Desde entonces pidió entrevistarse con su acusador, lo cual no sucedió porque él no se presentó aunque fue citado en varias ocasiones.

María aseguró que Sántiz Gómez, una de sus hijas y un abogado, llegaron a la casa de sus papás, quienes tampoco saben leer ni escribir, a quienes obligaron a poner su huella en un “convenio” (con fecha de 27 de enero de 2007) en el que se afirma que María mantenía una relación de concubinato con él, y que debía pagarle 50 mil pesos por un préstamo que le hizo.

Después de este proceso, el día 21 de agosto 2009, el Juzgado Mixto de Primera Instancia del Distrito Judicial de Chiapas la sentenció a cinco años de prisión y a reparar el daño con 145 mil pesos, por lo cual su defensa presentó una apelación el 28 de agosto del mismo año y finalmente el 20 de mayo de 2011 se resolvió su libertad.

Lo anterior porque hubo irregularidades en el proceso penal. A decir de la abogada Rodríguez López, María fue víctima por partida doble porque Sántiz Gómez quiso abusar de ella, fue hostigada y durante el proceso jurídico se violaron sus derechos. “Este caso demuestra la violencia que viven las mujeres”, alertó.

La abogada señaló que actualmente María se encuentra confundida, porque perdió tres años de su vida, tiempo en el que su familia tuvo que realizar diversos gastos para su defensa y para visitarla. Dijo que la indígena hoy sólo quiere reconstruir su vida y denunciar públicamente las injusticias de las que pueden ser víctimas otras mujeres.


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