6/01/2011

Los periodistas pal café.....



Julio Hernández López: Astillero
Si tan solo fuera en razón de ocurrencias, frases fallidas y tropiezos políticos, el secretario de Hacienda en campaña, Ernesto Cordero, podría sentirse plenamente capacitado para aspirar a ocupar la silla donde se han posado Vicente Fox y Felipe Calderón. La más memorable de sus frases, en el corto plazo en que ha estado expuesto a un escrutinio público más o menos serio (pues antes del año en curso poca atención se ponía a su lánguida carrera administrativa), es la relacionada con los 6 mil pesos que al mes bastarían a las familias mexicanas para hacerse de casa y automóvil, además de pagar a sus hijos colegiaturas en escuelas particulares.
Ayer, de visita en San Luis Potosí, el licenciado en actuaría por el ITAM refrendó lauros de extravagancia, pues soltó con toda tranquilidad una tesis muy apreciada en el circulito íntimo de Los Pinos: que en México ya no hay pobreza sino, en todo caso, localizados problemas de pobreza: jodidos no estamos todos, aunque sí hay algunos jodidos, podría ser la traducción práctica de las ingeniosas frases del caballero de la triste economía. Tan convencido está el ex profesor de la opusdeísta Universidad Panamericana del destino manifiesto de la gran potencia mexicana que asegura que en cinco años se consolidará ese país de clase media vigorosa y pobreza radicalmente extinta. Tuvo el pudor, eso sí, de evitar el uso de un plazo sexenal relacionado con sus propias aspiraciones presidenciales: en cinco años, el milagro mexicano.
Ha de consignarse, por lo demás, la prudencia de Cordero antes de lanzarse virtualmente al rodaje de Un mundo maravilloso, la película de Luis Estrada con Damián Alcázar como Juan Pérez (un vagabundo que por suerte entra a una espiral de simulaciones políticas que le reditúan casa, auto y empleo, con mucho más que 6 mil pesos al mes). Sabedor de que si México fuera el paraíso tal vez no habría necesidad de él como candidato para salvarlo, matizó su optimismo hacendario: No se trata de decir que México es un país maravilloso, porque todavía hay muchas cosas pendientes qué hacer. (Uf. Qué bueno, porque esta columna estaba a punto de cerrar el changarro para irse a vagabundear, ya sin materia de trabajo.)
Por lo pronto, el aspirante a administrador de la abundancia no ha podido ni siquiera asegurar la comida prometida a un puñado de seguidores de sus prédicas electoreras. En la capital potosina se preparaba una reunión gastronómico-política en el restaurante Villa Danieli para que el secretario de Hacienda, en el tiempo libre que debe dedicar a tomar sus viaticados alimentos, se reuniera con cuadros panistas que le apoyarían para ser candidato a la Presidencia de la República. La mecánica a inaugurar en San Luis Potosí podría haber dado pauta a esa forma de hacer campaña con recursos públicos y pretextos oficiales: desayuno con empresarios, reunión con el gobernador local y comida libre, es decir, con simpatizantes panistas. Pero a última hora la reunión de proselitismo se canceló.
De cualquier forma, notabilísimo fue el peso del panismo en el acompañamiento del funcionario Cordero. El anfitrión cuasioficial fue el senador Alejandro Zapata Perogordo, aunque su papel motriz en la candidatura de Cordero provoca suspicacias, pues pareciera que Calderón se ha especializado en embarcar a aquellos con quienes mantiene diferencias o resentimientos, como el caso de Zapata, en empresas destinadas a negociado fracaso, como la búsqueda de la gubernatura potosina que le fue cancelada al senador para dar paso a un acuerdo entre un PRI empanizado y un PAN necesitado de impunidad para el saliente Marcelo de los Santos.
Lo bueno para Cordero fue que en otras pistas continuaba la feria de disparates. Ayer, el secretario federal del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, asegundó la tesis de su jefe actual, Felipe Calderón, de que el Congreso federal debe aprobar casi en automático las iniciativas legislativas que a juicio del gobierno federal son urgentes o que no debieran analizarse y discutirse mucho: si la Cámara de Diputados hubiera dado su voto mayoritario a la reforma laboral propuesta por el calderonismo, muchas muertes en el ámbito del trabajo se habrían evitado, en particular en las catastróficas minas, dijo el político poblano, es de suponerse que muy deseoso de ir a presentar acusaciones por homicidio contra los priístas de los que formó distinguida parte años atrás.
En el flanco izquierdo de la descomposición política se producían desvergonzadas acusaciones del chuchismo encaramado en la dirección del PRD contra los oportunistas, saltimbanquis, negociantes de la política, colaboracionistas y jijos de su mal dormir que se la pasan en el tianguis de candidaturas y cargos para beneficio grupal. Ni un sólo gesto agrio en recuerdo del chichismo ha hecho Jesús Zambrano a la hora de pronunciar catilinarias contra René Arce, que desde un escaño del sol azteca ha anunciado su decisión de apoyar al candidato del PRI a gobernador del estado de México y a quien originalmente se había dicho que fraternamente acompañaría en esa aventura Víctor Hugo Círigo, que ahora parecería decidido a mantenerse en las filas de Convergencia, con la idea de que esa familia izquierdista pueda mantener opciones en dos terrenos de pepena.
Moreira y Blake se reúnen en Gobernación y el PRI se muestra súbitamente deseoso de impulsar las reformas que sus bancadas legislativas han atorado, entre otras la política (mero parche efectista), la laboral (aunque los charros sindicalistas del tricolor se opongan) y la de Seguridad Nacional (para que el ocupante de Los Pinos pueda llevar abiertamente al país a discrecionales estados de excepción). Mágicamente, en Aguascalientes hay justicia expedita para el ex candidato panista a gobernador, Martín Orozco, quien deja la prisión, a la que había llegado el sábado, merced al pago de una alta caución. Y, mientras Monterrey sigue hirviendo, ¡hasta mañana, con Sicilia anunciando que se reunirá con Calderón días después de la caravana!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx


Por fin los trabajadores tendrán algo que agradecer a Javier Lozano: gracias a su equívoca, ruda, vulgar, torpe y agresiva actuación de ayer en comisiones de la Permanente del Congreso, la temida reforma laboral que impulsa su jefe, el presidente Calderón, amaneció hoy en el bote de la basura legislativa. Llegó a agredir a todos: a los priístas, a los perredistas y hasta a uno que otro panista. La reforma calderonista, alentada por el Consejo Coordinador Empresarial –uno de los últimos pagos que le hará por su apoyo en la controvertida campaña electoral– lesiona a los trabajadores. Quiere el ala más conservadora que mediante el outsourcing un empleado sea temporal eternamente, que no realice lo que muchas veces es su mayor ambición: obtener una planta en la empresa. Como les digo, Lozano fue a defender la reforma, se embroncó con los legisladores y el resultado final es que echó a perder lo que había avanzado –no mucho, por cierto– su jefe. Al fin hubo un motivo para darle las gracias, aunque fue involuntario.
Telmex pierde al reabrir la bolsa
Sus socios internacionales cobraron a Telmex el veto que recibió del gobierno del presidente Calderón para ofrecer televisión de paga. Venía anunciando el servicio casi como un hecho, fue una decepción. Al reabrir Wall Street después del largo fin de semana del Memorial Day, el adr (grupo de acciones) de la compañía registró un descenso de 4.39 por ciento para ubicarse en 17.87 dólares. El viernes pasado la compañía tenía un valor de mercado de 9 mil 700 millones de dólares, la caída significó que bajara a 8 mil 770 millones, de acuerdo con la información bursátil que suministra The Wall Street Journal a sus suscriptores. Casi mil millones de dólares se esfumaron como humo del viernes al martes. No es una pérdida definitiva, las acciones de Telmex pueden recuperarse en el futuro, como ha sucedido en otros tiempos. En medio de la crisis de 2009 se fueron hasta el piso y en los meses siguientes fueron recuperando terreno. El problema no son los mil millones de dólares, sino que al parecer Carlos Slim no encuentra el camino a los favores presidenciales que en mejores tiempos disfrutó. Mientras, sigue defendiéndose en tribunales, pero los resultados de los recursos tardarán mucho y no es seguro que lo favorezcan. Estos son los tiempos de Televisa, su acérrimo competidor.


El corte de caja de hoy podemos aducir que los grandes triunfadores de las revueltas y revoluciones en curso en los 22 países árabes que apenas comienzan –y que como habíamos vaticinado irrumpieron en el sur europeo, los Balcanes y hasta el Transcáucaso–, a nivel estrictamente medio oriental, son paradójicamente dos países no árabes: uno sunita, Turquía, y otro chiíta, Irán.
Cabe recordar que, más allá de los simplones maniqueísmos lineales, en el mundo de la hipercomplejidad medio oriental, Turquía es un país islámico sunita moderado –como suelen clasificarlo insólita cuan insolentemente los ignaros multimedia nor-transatlánticos que ni siquiera entienden al mismo Occidente, y mucho menos a los mundos árabe e islámico–, que, hasta donde nos quedamos, mantiene excelentes relaciones geoeconómicas y geoenergéticas con la teocracia chiíta de Irán.


Ernesto Cordero ha pasado de la fábula al ridículo. De los 6 mil pesos con los que, según él, se vive de maravilla (la clase media mexicana consolidada y en desarrollo) y los 750 mil empleos por año generados durante el calderonato, ahora el secretario de Hacienda se lanza al ruedo para difundir la buena nueva, urbi et orbi, de que “hace mucho tiempo México dejó de ser pobre… es un país de renta media”. Eso sí, aclaró, no se trata de decir que México es un país maravilloso porque todavía hay muchas cosas pendientes por hacer. Qué cosa. Si con ese rosario de sandeces pretende no sólo concretar la candidatura panista, sino instalarse en Los Pinos, su fracaso está garantizado, como Felipe Calderón comprenderá.
Con una velocidad sorprendente, Cordero se ha convertido en una suerte de nuevo Fox; es decir, manifiestamente de ideas cortas y lengua incontrolable, aunque sin la arrasadora personalidad que el señor de las botas mostró como candidato. Negador profesional de la realidad nacional, el secretario de Hacienda supone que repetir fábulas, difundir mentiras y hacer el ridículo un día y el siguiente también, es la ruta idónea para construir una candidatura, ganar las elecciones, haiga sido como haiga sido, e instalarse cómodamente en la residencia oficial, en el entendido de que si Vicente y Felipe llegaron, cualquier, hasta él, puede lograrlo.
La mitad de los mexicanos en condición de pobreza y miseria, salarios de hambre para el grueso de los trabajadores –la mayoría de ellos sin prestaciones–, crónica falta de empleo en la economía formal, 50 por ciento de aumento en la tasa oficial de desempleo durante el calderonato, 13 millones en la informalidad, 7 millones de ninis, millones y millones en el exilio económico y tantos etcéteras que han convertido a este país en una bomba social de mecha cada día más corta, parecen minucias en el ánimo de Ernesto Cordero, tanto que lo llevan a decir, con enorme sonrisa, que México “hace mucho tiempo dejó de ser pobre… es un país de renta media” (El Universal).
Qué cara más dura, o qué nivel de inconsciencia, pero cualquiera que sea el caso lo único que confirman las Cordero-aventuras es que sólo por el capricho del actual inquilino de Los Pinos el secretario de Hacienda ha sido incluido, de forma por demás privilegiada, en el circuito de los siete enanitos (sin renunciar al hueso, obviamente). A ese nivel ha llegado la degradación de la política en México. Si dos destrozaron al país, imaginen tres panistas al hilo.
El multicitado enanito del señor se aventó al ruedo a decir las barbaridades referidas, en respuesta a lo declarado por el presidente de la Coparmex (es decir, el club de patrones que no poca responsabilidad tuvo en la llegada de Blanca Nieves a Los Pinos), Gerardo Gutiérrez Candiani, quien advirtió que a 17 años de su integración a la OCDE, México sigue en un estatus de país subdesarrollado, y no está al nivel de las naciones de primer mundo con los cuales comparte en el organismo. Fuimos el primer país emergente en ser aceptado por la OCDE, con la perspectiva de que se estaba consolidando nuestro paso hacia el primer mundo y los datos muestran que todavía estamos muy lejos de este objetivo, muy por debajo de los estándares de las demás naciones evaluadas. México se ubicó en el penúltimo lugar de los 34 países miembros (de dicha organización); sólo superó a Turquía, y fuimos el único con calificación de cero en el rubro seguridad, en una escala de cero a 10 y en educación e ingresos el puntaje fue inferior a uno.
No está equivocado el de la patronal, pero obvio es que tales declaraciones provocaron un ataque hepático en Los Pinos, de tal suerte que el inquilino mandó a Vicente Ernesto Fox Cordero a desmentir a la cabeza visible de la Coparmex (¡cómo estará la cocina para que los aliados naturales insistan en manifestar públicamente sus desacuerdos con el de la residencia oficial!) y a ponerla en su sitio a golpe de fábulas, pero al susodicho de plano se le pasó la mano, se barrió, porque aquello de que, con 50 por ciento de la población en la pobreza, México hace mucho tiempo dejó de ser pobre no se lo compra ni la fábrica de sueños.
Y para documentar eso de que somos un país de renta media, va el recuento: con base en las cifras oficiales, sólo cuatro de cada cien mexicanos ocupados ganan más de 17 mil 400 pesos mensuales (10 salarios mínimos para arriba) y 10 de cada cien entre esa cantidad y 8 mil 730 pesos (de 5 a 10 salarios mínimos), lo que si bien no son cantidades estratosféricas (son montos por debajo de un salario mínimo de Estados Unidos) sí representan uno de los ingresos más altos entre los mortales que aún habitan este país. El 86 por ciento restante obtiene mucho menos de 291 pesos por día. Entonces, en el mejor de los casos, y sólo en el mejor (con el libro de fábulas en la mano) apenas 14 de cada cien mexicanos ocupados constituirían el país de renta media pregonado por Ernesto Cordero, o si se prefiere 6.7 millones serían clasemedieros (bajo la clasificación corderiana) y alrededor de 41 millones serían pelusa que obtienen de 5 mil 400 pesos mensuales para abajo (el grueso de ellos mucho menos, desde luego).
En fin, de la fábula al ridículo. Los panistas están a tiempo de sacar la casta (si recuerdan qué es) para no plegarse a los caprichos del inquilino de Los Pinos. Éste ya destrozó suficientemente al país como para aplaudirle un exceso adicional, la candidatura de Ernesto Cordero. Desde luego que los otros partidos políticos estarán felices de que sea el actual secretario de Hacienda (¡hueso con candidatura¡) quien aparezca en las boletas electorales de 2012, porque así la contienda sólo sería entre dos.
Las rebanadas del pastel
Puntualmente, el inquilino de Los Pinos recibe su bono de riesgo (casi un millón de pesos al año, adicionales a su salario), por aquello de la inseguridad que conlleva el ejercicio de su cargo. Pues bien, a dicho bono debe añadirse el elevadísimo costo que implica mantener y movilizar al impresionante aparato de seguridad que lo acompaña hasta en el baño (es decir, el riesgo prácticamente es cero), como sucedió el pasado lunes en el ITAM y zonas aledañas, donde, a la vieja usanza priísta, la guaruriza cercó y paralizó el área desde cuando menos seis horas antes de que Felipe Calderón participara en un acto en dicho centro educativo. Entonces, ¿cuál riesgo? ¿Qué justifica el pago del bono?
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Ricardo Yáñez: Isocronías
Es posible enseñar poesía? Dejemos la pregunta en el aire. ¿Es posible aprender poesía? No queda sino rendirse a la evidencia. ¿Y cómo aprenden los que aprenden, adánicamente? Alguien, algo les muestra. Alguien, algo, les enseña.
Roberto Sosa, el poeta hondureño recientemente fallecido, indicaba sencilla y previsiblemente una verdad comprobabilísima: el poeta nace y se hace. ¿Pero solo se hace? Por más autodidacta que se proclame o lo pregonen, de algo, de alguien (no sé si sobre todo de alguien, creo que sí) aprendió. En hablando de la poesía de las palabras, la por excelencia reconocida como tal, alguien (¿conciente, inconscientemente?) le mostró (le despejó) el camino.
¿He dicho consciente, inconscientemente? Bueno, en tratándose de poesía todo es consciente, inconscientemente?


Afganistán: crímenes de guerra
Luego de la muerte, el pasado fin de semana, de más de 30 civiles no combatientes en Afganistán –14 de ellos en Helmand (sur) y una veintena más en la provincia de Nuristán (noreste)–, como resultado de supuestos errores en bombardeos de las tropas aliadas, el presidente de ese país centroasiático, Hamid Karzai, advirtió a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que si no detienen sus bombardeos contra nuestras casas, su presencia en Afganistán será la de un invasor; añadió que la historia muestra cómo reaccionan los afganos contra los invasores y pidió a las potencias occidentales que traten a esa nación como un país aliado y no como uno ocupado.Continuar


El Correo Ilustrado
Vigente, el ejemplo de mineros de Cananea
El 1º de junio se cumplen 105 años de la histórica gesta de Cananea, aquella huelga por lograr la dignidad humana e igualdad con los extranjeros y de la masacre de los rangers yanquis y del Ejército. Ésa ha sido la dualidad histórica del movimiento obrero: luchar por el reconocimiento de sus derechos y resistir la brutal agresión del capital, que destruye para aumentar su irracional lucro.Continuar


La nueva Ley de Migración es uno de los adelantos más significativos que se han alcanzado en materia de política migratoria en los últimos 80 años y se suma a la Ley de Refugiados y Protección Complementaria, recientemente promulgada, en enero, también de este año.
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Dentro de la ética médica, bajo el rubro relación médico-paciente, temas como fidelidad, lealtad, confidencialidad, privacidad, empatía y veracidad requieren, debido a la tecnología biomédica, nuevas miradas sin obviar preguntas añejas. El tema de la veracidad entre médico y paciente (y entre paciente y médico) es tan viejo como vigente.Continuar


Con las armas echadas al hombro, el panismo busca fugarse de su actualidad guerrera, desgobierno y escurridiza moralina. Los priístas, por su lado, se afanan en proyectar una imagen de modernismo y cambio que contrasta, hasta de manera grotesca, con su inveterada inclinación por los apañes, dispendios y las maniobras tras bambalinas. La burocracia perredista, encumbrada a golpes de tribunales de consigna, se empeña en insuflar, junto con sus aliados en el poder federal, un disfraz aliancista que deslava su ya de por sí confuso perfil de izquierda. El proceso, que se entroniza con tupidos brochazos publicitarios, es todo un fenómeno colectivo en busca de identidades a modo. La estela que queda en medio de la polvareda refleja las incapacidades de una elite política por completo distante de la ciudadanía, sin proyecto o ambición, digna de un pueblo angustiado, bueno y trabajador.
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De qué se habla cuando (si es que…) hablamos de Haití? Por la negativa, me parece que se prefiere hablar del país mártir, en lugar de la bicentenaria y (por sobre todo) sostenida lucha por su emancipación nacional y social efectiva.Continuar


Se globaliza la indignación. En los últimos meses y por distintas regiones del mundo se manifiesta con vigor el rechazo a la política que excluye a los ciudadanos y privilegia a las partidocracias. En España, y ya con movimientos similares en otras partes de Europa, los miles que acampan en la Puerta del Sol, en Madrid, claman por una democracia real, que no se agote en los procesos electorales, sino que incluya otros órdenes de la vida social.Continuar


El incremento del desempleo está asociado a una caída en la demanda efectiva y constituye un obstáculo para que una economía y sus empresas puedan recuperarse. Sin embargo, en Estados Unidos la fase actual de la recuperación ha funcionado de maneras extrañas. En esa economía el desempleo ha permitido aumentar la productividad y, con ello, las ganancias. El desempleo ha sido algo así como un regalo para las grandes corporaciones. Eso puede sorprender, pero los datos no mienten.Continuar


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