9/27/2012

Los periodistas pal cafe....



No tanto como en calles de México, donde organizaciones obreras protestaban ayer contra las reformas laborales que los diputados aprobaron en dictamen general y autorizarán por mayoría en el pleno que sesione hoy, pero Felipe Calderón manoteaba, gesticulaba y hablaba en tono enojado, casi de reproche, exigiendo a la Organización de Naciones Unidas que le entre a la guerra contra las drogas e incluso que analice la posibilidad de regular el mercado de esos productos, revisando si debe sostenerse la actual postura prohibicionista.
Patrones y cúpulas partidistas ajenas al interés popular proclamaban ayer las bondades de las modificaciones legales que preservarán los cacicazgos sindicales corruptos y que reducirán el caudal defensivo de los trabajadores ante la voracidad neoliberal en materia de contrataciones, pagos y despidos (Acción Nacional simulaba enojos porque no se tomaban medidas contra los pillos sindicales que ese partido, estando en el poder, protegió y fortaleció en aras de una gobernabilidad alcahueta). Pero nada parecía, a pesar de protestas y movilizaciones, inducir a la corrección de las líneas acordadas por PAN y PRI en esta insólita alianza en que el partido de blanco y azul, ya en la minoría legislativa, consigue que se aprueben parcialmente los cambios que no pudo sacar adelante cuando tenía más fuerza numérica en San Lázaro porque el de tres colores los obstruyó... para desatorarlos ahora. A fin de cuentas: dos partidos y dos propuestas distintas pero un solo afán verdadero. Hoy en lo laboral como mañana sucederá en materia de reformas energéticas y de gatopardismo fiscal.
El mismo Calderón se revolvía en Nueva York en torno a sí mismo como si fuera otro. Seis años después de la pesadilla sangrienta, con una lápida de decenas de miles de muertes por irresponsabilidad e ineficacia a cuestas, trastocado el país en cementerio, sala de tortura y reino de la impunidad, convertidos en realidad cotidiana los secuestros, destazamientos y ejecuciones, con la ley de los cárteles cobrando impuestos y ejerciendo poder, Felipe Calderón se puso reflexivo y se preguntó frente a una sala de sesiones de la ONU (a la que muy poco le importaba lo que dijera un cuestionado funcionario mexicano ya de salida) si no habrá llegado el momento de revisar las cosas, de echarles una ojeada crítica. Caray, en un descuido y lo correcto no es el enfoque represivo, el uso bruto de la fuerza, sino otras fórmulas. ¡Eureka (grito bañado en sangre): tal vez se podría prescindir del enfoque prohibicionista (y legalizar el uso de las drogas)! Seis años y un infierno después...
Vehemente, el Mesías del Cuerno de Chivo conminó a la ONU a entrar en acción contra la delincuencia organizada y cuestionó por qué en países clave no se combate al narcotráfico afectando su vertiente financiera (como si México no fuera un paraíso del lavado de dinero). Fue una bendición que no estuvieran a la mano Genaro García Luna o algún jefe militar o marino pues, a como estaban las cosas, Heilipe parecía decidido a ordenar arrestos o instalar retenes. Lo bueno es que casi nadie hizo caso de ese esfuerzo oratorio de un mexicano que hace ruido en busca de conseguir chamba como zar internacional de la lucha (o los arreglos) en materia de drogas.
Astillas
Mientras los medios de comunicación permanezcan en pocas manos, la democracia no será posible en México. La televisión encumbra, la televisión deshace, la televisión rige el destino de un país, señaló el martes reciente Elena Poniatowska (@eponiatoska en Twitter) durante su participación como comentarista en un segmento del programa informativo que en el canal 2 de Televisa opera Joaquín López Dóriga. En un minuto con siete segundos (bit.ly/S867ey), la respetada escritora exhibió el abusivo poder de las pantallas: La televisión convierte en héroes a los conductores de noticieros, en verdugos a los manifestantes y a los huelguistas, y en primeras damas a las actrices de telenovela. También criticó “los reality shows actuales, que por unos cuantos pesos ridiculizan y envilecen a sus participantes”. El conductor del noticiero ni porque había sido declarado héroe repitió esa noche la fórmula tradicional de despedida: Gracias, Elenita. Lo bueno es que muchísimos mexicanos siempre le dirán a la escritora, en todos lados, lo mucho que la quieren, y le darán gracias sinceras por muchas cosas, entre otras por sus palabras del martes dichas en las entrañas electrónicas del monstruo que encumbra, deshace, rige... En Chicago, donde fue a la presentación de un documental sobre su vida política, Cuauhtémoc Cárdenas consideró que tuvo resultados negativos el procedimiento utilizado para decidir la candidatura presidencial de izquierda en este año: Fue una encuesta que se acordó entre López Obrador y Ebrard, lo resolvieron entre dos, no fue una cuestión del partido o de los partidos de la coalición, y ése fue un error. Por cierto, ni entonces ni ahora han merecido difusión pública los datos duros relacionados con esas presuntas mediciones cuya confiabilidad sí fue aceptada en lo interno pero duramente rechazada en casos externos... El ex candidato presidencial tabasqueño asistió ayer al último informe de labores de Clara Brugada en Iztapalapa. Inevitable es recordar el episodio de Juanito, quien fue utilizado para ocupar un lugar en la papeleta pero condicionado a entregar el puesto a la aspirante a la que las autoridades electorales habían cerrado tramposamente el paso... El Senado aprobó, en la modalidad preferente, el dictamen sobre la propuesta calderonista de Ley General de Contabilidad Gubernamental...  Y, mientras el electo comía y platicaba largamente con el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Juan N. Silva Meza, ¡hasta mañana, leyendo Peña Nieto, el gran montaje, un libro de Jenaro Villamil que, como una fuente muy autorizada ha dicho: Por el título parecería una novela pornográfica, pero trata de otro tipo de indecencias!
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No hubo sorpresas: el gandallaje del PRI, el PAN y el Verde se manifestó ayer con todo su vigor en la Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados. Mayoritearon la ley Calderón-Peña Nieto en materia laboral con 21 votos en favor, ocho en contra y una abstención. Tendrá efectos prácticos en diversas áreas del mercado laboral. 1) Es previsible que aumente el número de empresas outsourcing. Legalizada plenamente su operación, no habrá limitación alguna para que ofrezcan a las compañías su servicio de abaratar la carga de los salarios y las prestaciones. 2) También puede anticiparse que fomentarán la evasión fiscal, mediante la manipulación de la facturación de sus servicios. Es decir, darán a sus clientes facturas infladas que eventualmente puedan deducir de impuestos. 3) El reformón favorece más a las empresas con nóminas grandes. Sus futuras contrataciones podrán hacerlas con las nuevas modalidades de personal que evitan crear plantas definitivas. 4) El pago por hora hará posible que dejen de pagar los sábados y domingos. 5) También la llamada flexibilización descargará de la nómina los tiempos extra, las vacaciones y el aguinaldo. Sin embargo, no todo es felicidad desde el punto de vista del sector patronal. No prosperó el supuesto intento de democratizar los sindicatos. Las jerarquías seguirán cobrando por los contratos de protección. Es algo con lo que pueden seguir viviendo; lo han hecho por muchos años. En resumen: Calderón se despide del Consejo Coordinador Empresarial con un espléndido obsequio y Peña Nieto cumple una parte de la agenda que firmó al mismo consejo en sus días de campaña. En las gráficas adjuntas pueden ver cómo votó cada uno de los diputados. Ahora el dictamen va al pleno camaral, donde también será mayoriteado.
Y todavía viene más
Lo que estamos viendo en el recientemente instalado Congreso no es nada nuevo; esto viene sucediendo desde que Acción Nacional dejó de ser un partido de oposición real. El partido del Niño Verdeniño muerde, le dicen los moneros– siempre ha visto sobre todo sus intereses familiares. Los votos de los partidos de la izquierda continúan siendo minoría. Es inexplicable que sólo tengan seis en la Comisión del Trabajo y siete el PAN, cuando se supone que el blanquiazul cayó al tercer lugar en las elecciones de julio. Después de la reforma laboral se anuncian otras: la energética, la hacendaria y un seguro universal. Por regla general nos va mal con las llamadas reformas que necesita el país. Después de la última en materia hacendaria fueron creados impuestos como el IETU y el IDE, y se aumentaron los que ya existían, como el IVA.


Final más que previsible: el PRI acordó con el PAN que a su mafia sindical no se le toca ni con el pétalo de una rosa: las modificaciones sobre transparencia, rendición de cuentas, manejo nítido de los recursos, etcétera, se fueron directo al bote de la basura. A cambio, el PAN acordó con el PRI aprobar la vía patronal, es decir, que íntegramente se le cargue la factura a los trabajadores: despidos fast track, contratación por hora, outsourcing, prestaciones al caño, salarios a la baja y los caídos al carajo, inestabilidad en el empleo, mayor informalidad, etcétera. Resultado: una moderna reforma laboral que incrementará sustancialmente las ganancias de la cúpula empresarial, aumentará la de por sí elevada precarización laboral y hundirá, aun más, a los mexicanos que ambos corporativos dicen representar.
Así, PRI y PAN (en cuyas bancadas hay de todo, como en botica, menos representación real de los trabajadores) decidieron legalizar y profundizar el mayor atraco laboral del que se tenga registro desde el porfiriato. Y aquello de los equilibrios entre los factores de la producción una vez más se lo pasaron por el arco del triunfo. Cierto es que no es novedad, pues ambas empresas… perdón, partidos políticos, lo vienen haciendo desde hace tres décadas, siempre en nombre de la modernidad y de los beneficios sociales, con los resultados por todos conocidos y padecidos. Se confirma, pues, que en México la democracia es de, para y por los empresarios (Fox dixit).
Millones de mexicanos están en la desocupación abierta, el desempleo, la precariedad laboral, con bajísimos salarios (hay que ser competitivos) y ahora, en su beneficio y para construirles un mejor futuro, les aprietan la tuerca. Entonces, si el horno estaba más que caliente, habrá que imaginar la temperatura social que alcanzará el país tras la modernización del sector laboral, la cual, dicho sea de paso, mantiene intocado al sector patronal. Y en el plano económico la tan cacareada reactivación del mercado interno, de por sí un sueño guajiro con el manual neoliberal, se ve más lejos que nunca.
En los últimos tres sexenios (Zedillo, Fox y Calderón) oficialmente se generaron 4.7 millones de empleos formales permanentes (5.6 millones si se incluyen los puestos eventuales), contra una demanda real cercana a 18 millones de plazas. Ello quiere decir que en 18 años sólo se generó uno de cada tres empleos formales demandados. En igual lapso, los mexicanos que sobreviven en la informalidad pasaron de 8.3 a 14.7 millones, es decir un incremento de 77 por ciento. Ello sin considerar quienes laboran en la formalidad, pero en condiciones de informalidad (17 millones adicionales).
La formalidad, pues, a paso de tortuga, mientras la informalidad avanza a paso veloz. Todo, desde luego, producto de una Constitución que nadie respeta y una Ley Federal de Trabajo que todos se las pasan por la entrepierna, comenzando por el gobierno. Entonces, ¿qué pasará con la moderna reforma laboral que aprobará el Congreso? No hay que ser adivino para conocer el resultado desde ya. En este contexto, la Cepal analizó los nada gratos resultados de la flexibilización laboral de los años 90 aplicada en otros países de América Latina, y su balance es el siguiente (cualquier coincidencia con México no es casualidad):
Las tendencias observadas en los indicadores laborales latinoamericanos “pueden atribuirse al impacto directo e indirecto de las reformas estructurales. Por un lado, los cambios específicos en la regulación de los mercados de trabajo fueron en su gran mayoría en desmedro de la seguridad de los trabajadores, por lo menos de aquellos que contaban con cierta protección en el marco del empleo formal. Este proceso incluye la instauración de modalidades ‘promovidas’ (periodos de prueba prolongados, pasantías sin beneficios de seguridad social), la reducción o eliminación de indemnizaciones por despido, la reducción de los impuestos al trabajo y la generalización de contratos a término, entre otros”.
Además de este proceso de precarización, con impacto directo en el empleo, el resto de las reformas estructurales en general tendieron a incrementar los niveles de exclusión e informalidad en los mercados de trabajo. Por ejemplo, en el caso de Argentina, impactaron la apertura comercial, la incorporación de capital y el cambio tecnológico en las condiciones de empleo, los niveles de actividad y los diferenciales salariales por capacitación, con la consiguiente vulnerabilidad de los trabajadores. Otras reformas, como las privatizaciones y la desregulación, también tuvieron impacto en el empleo. En términos de los mercados de trabajo en la región, “el nuevo régimen institucional se expresó tanto de jure, mediante la precarización de empleos en empresas formales (por ejemplo, con las distintas modalidades promovidas introducidas en países del cono sur en la década de 1990), como de facto, a través del aumento del desempleo y de la informalidad, derivados de la mayor volatilidad macroeconómica y la expulsión del empleo en los sectores perjudicados por los procesos de apertura y reforma”.
Las reformas estructurales, apunta la Cepal, introdujeron una mayor flexibilidad en el mercado de trabajo, pero los trabajadores cargaron desproporcionadamente con las consecuencias negativas de esta flexibilización. Aunque en materia de legislación laboral algunas de estas reformas fueron desandadas en la década de 2000, la histéresis del desempleo y la tendencia a una mayor informalidad en el marco de una apertura a los mercados internacionales constituyen límites concretos que deben ser incorporados en el diseño de políticas públicas. La implementación de medidas flexibilizadoras tiene un techo dado, en gran parte, por el nivel de informalidad de la fuerza de trabajo, dado que los trabajadores informales cuentan con un acceso limitado a mecanismos efectivos de protección y compensación frente a una mayor flexibilidad.
En síntesis, con la flexibilización laboral en la primera década del siglo XXI el desempleo y la informalidad son en general peores que a principios de la década de 1990, cuando se aprobaron reformas laborales en beneficio de todos.
Las rebanadas del pastel
¡Feliz inicio de sexenio!, mexicanos agachones: la Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados ya aprobó el dictamen de la reforma laboral. Hoy pasará al pleno, pero la votación será mero trámite. Cómo estarán de contentos los beneficiados, que hasta el personal sindicalizado que labora en San Lázaro ya protestó.

Fragmento I: En los tiempos por venir tendranse estas palabras por apócrifas y con ello se harán gran engaño quienes porfiasen en tal parecer, por cuanto lejos de ser apócrifas son proféticas.
Fragmento V: Y viendo tan menguado el dominio del reino sobre sus pueblos vasallos, reuniéronse los señores de la Triple Alianza en el Palacio de Quetzalcóatl y allí, entre invocaciones a sus ídolos y a la memoria de sus antepasados, sacrificios menores y sahumerios de copal, urdieron un engaño en el que habrían de encontrar gran utilidad y provecho en los años sucesivos. Pregonaríase en el Anáhuac, sus confines y sus territorios sumisos el fin del poderío de Tenochtitlan y el advenimiento de una era de igualdad entre las diversas naciones que habitaban esta tierra.



El gobierno de Estados Unidos pretende que los 12 policías federales arraigados por su posible participación en el ataque a un vehículo diplomático de ese país, ocurrido el pasado 24 de agosto en los alrededores de Huitzilac, Morelos, se conviertan en testigos protegidos de las agencias de seguridad del vecino país, según revelaron a este diario abogados de los uniformados. Significativamente, la salida a la luz pública de dicho ofrecimiento coincide con las declaraciones formuladas por la titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Marisela Morales, de que esa dependencia está muy próxima a resolver el caso y que solicitará una ampliación del arraigo de los efectivos policiales.

Desea que Mancera haga cambios en el DF
Muy buena la entrevista realizada a Miguel Ángel Mancera publicada el pasado 24 de septiembre.

Cada vez son más numerosas las voces de organizaciones y personajes que se pronuncian vigorosamente en contra de la iniciativa de reforma laboral de Felipe Calderón Hinojosa, las cuales siguen creciendo día con día ante la indiferencia y terquedad del gobierno y de muchos diputados y senadores. La inconformidad y la indignación recorren a la sociedad mexicana. Esa infame iniciativa denuncia claramente la irresponsabilidad política y el odio profundo del actual presidente hacia la clase trabajadora mexicana, en la cual se trasluce su parcialidad sumisa hacia los intereses empresariales que en México han medrado con la explotación de la mano de obra y los recursos naturales, hasta acumular riquezas de unos cuantos que aplastan lo que debiera ser una distribución justa y correcta del ingreso nacional.

El PAN quiso pasar una reforma de última hora como si su verdadero objetivo fuera la democratización de los sindicatos, cuando es obvio que en estos últimos 12 años no hizo otra cosa que aliarse de manera oportunista con las cúpulas dirigentes del SNTE, el sindicato petrolero y las centrales charras. En realidad, la iniciativa enviada por Calderón (la ley Lozano) contiene el mayor intento por redefinir las relaciones laborales a partir de los intereses de los grupos patronales dominantes. Toda la alharaca en torno de la democratización no fue más que eso, ruido mediático para satisfacer las ansias críticas de un sector liberal que observa la vida sindical como una pura y dura anomalía. Lejos de reflexionar sobre las instituciones que México debe fortalecer y construir en su caso para enfrentar con un nuevo aliento el conflictivo mundo laboral, –con sus millones de jóvenes sin destino y el océano de trabajadores informales, precaristas, en rigor inexistentes para la comunidad–, el Presidente (apoyado en este caso por el PRI) apenas se atiene a llevar a la norma la receta dictada por la lógica empresarial más estrecha, haciendo a un lado el sentido tutelar que la Constitución le concedió al derecho del trabajo. Recuérdese que los fantasmales contratos de protección se impusieron como antes la flexibilidad sin necesidad de reformar la ley.

El último libro de Alonso Lujambio, Retratos de familia, rastrea con toda pulcritud la trayectoria de tres de sus antepasados que son también tres vidas que gracias al tratamiento que reciben del autor nos permiten asomarnos a la agitada historia de nuestro siglo XIX. La reconstrucción nos acerca a estas vidas familiares tan lejanas en el tiempo, y da cuenta del peso de la historia del país sobre destinos individuales, a los que revoluciones y guerras daban giros y vuelcos, cuando no creencias y vocaciones los guiaban en direcciones inesperadas y hasta inmerecidas.

Existen diferentes versiones de lo que, en su conversación de hace una semana con la presidenta brasileña Dilma Rousseff, Enrique Peña Nieto planteó en relación con Petrobrás: una empresa integrada de energía, sociedad anónima de capital abierto cuyo mayor accionista es el gobierno de Brasil (petrobras.com.br). Primera, de acuerdo con la página web del viajero (enriquepenanieto.com) se planteó: De manera puntual, sería benéfico un más intenso intercambio de experiencias y conocimientos entre Petrobrás y Pemex. Ya que hay avances que debemos concretar. Segunda: el portal de la presidencia brasileña (planalto.gov.br) refiere que Peña manifestó su deseo de conocer el modelo de gestión de Petrobrás para implantarlo en la paraestatal petrolera mexicana, Pemex. Tercera, una nota del diario mexicano El Universal, firmada por Francisco Reséndiz, señala que Peña “puso interés en conocer a fondo la reforma que se realizó en Brasil para modernizar Petrobrás... que es un modelo de lo que quiere implantar en la paraestatal Pemex…” El reportero incluye más adelante, en cursivas, una cita textual de Peña en la que afirma que Petrobrás es una empresa que a partir del cambio estructural le permitió, con la participación del sector privado, ser más competitiva y más grande. En seguida se puntualiza que eso es lo que queremos hacer en México. Las breves notas que en los portales de O Globo y Folha de São Paulo se dedican al encuentro de Brasilia no aluden a este tópico de conversación. A pesar de las diferencias de extensión, intención, énfasis y sintaxis, queda en claro que Peña desea importar el modelo Petrobrás para aplicarlo en Pemex y que considera que la participación privada es no sólo el componente distintivo de ese modelo, sino el que explica que, tras aplicarlo, la corporación brasileña haya crecido y aumentado su capacidad de competencia. ¿Es así, en realidad?

Para aquellos que pensaban que las elecciones no sirven para cambiar un país, vean la propuesta de reforma laboral que se está intentando. Si hubiera ganado la izquierda este monstruoso proyecto no habría sido propuesto por Calderón al nuevo Congreso de la Unión de mayoría derechista. Ya entenderán, sobre todo los trabajadores, uno de los costos de haber votado por el PRI, e igualmente entenderán por qué los poderes fácticos le echaron tanto dinero a impedir que triunfaran el Movimiento Progresista y su candidato López Obrador.

Cuando Hugo Chávez ganó las elecciones presidenciales de 1998 en Venezuela la perspectiva de América Latina y el Caribe parecía ser la recolonización total por Washington mediante el Acuerdo de Libre Comercio para las Américas (ALCA). El neoliberalismo se imponía en la mayor parte del mundo y en nuestra región solamente Cuba resistía contra el imperio a un costo humano verdaderamente inexplicable si no se conoce a fondo su épica historia de lucha por la independencia y la justicia social.

Dos instancias diferentes han señalado que las expectativas para el cierre de este año se siguen deteriorando. El FMI advirtió que las incertidumbres europeas y de Estados Unidos están debilitando el crecimiento global, lo que les llevará a reducir por segunda vez en el año sus estimaciones para 2012 y 2013. El G 20, por su parte, planteó que los riesgos financieros globales no sólo permanecen sino que están incrementándose, lo que impedirá que se alcance el crecimiento previsto este año para la economía mundial de entre 3 y 3.5 por ciento.

La Ley de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México condensa un proyecto académico exigente, innovador, que tiene, entre otros propósitos, contribuir a la reforma universitaria que es urgente en nuestro país. Defender a la UACM es defender este proyecto y a una institución que en sus escasos once años de vida ha logrado importantes avances en su construcción. Es perverso denostar a la UACM sin conocer este proyecto y es insensato reclamarle a la comunidad no haber logrado su plena realización. Quien tiene una mínima idea de lo que significa crear un proyecto educativo innovador sabe que ésta es una tarea que requiere tiempo y condiciones que no ha tenido esta universidad. Me referiré a una de las características importantes del proyecto.

El recientemente publicado estudio en el Journal Food and Chemical Toxicology acerca del daño a la salud y a la vida de una población de ratas alimentadas con maíz genéticamente modificado (en un grupo de investigación encabezado por el doctor Gilles-Eric Seralini) ha reavivado el debate acerca de la comercialización de alimentos genéticamente modificados (OGM). Al respecto de este hallazgo es imprescindible señalar lo siguiente:

SeguroMiguel sabe, Voy a preguntárselo a Miguel, Capistrán tiene toda esa información, Con preguntarle a Capistrán y a su memoria privilegiada basta.

No puedo dejar de escribir sobre mis viajes: mientras lo haga siento la urgencia de escribir sobre ellos. Uno de los pocos atractivos de viajar en avión es acrecentar millas para seguir viajando en avión. Yo he acumulado una infinitud de millas o kilómetros y cuando emprendo un nuevo vuelo me acojo a esta acumulación que en verdad poco me sirve. Pertenezco no sé si orgullosamente al Club Premier Platino de Aeroméxico que, según la propaganda que suelo recibir, me ofrece mil beneficios que pocas veces son efectivos y los kilómetros suelen quedar literalmente volando; por razones de necesidad tengo asimismo una tarjeta de American Express contratada por medio de Bancomer, aunque compruebo, consternada, que me he equivocado y hubiese debido pedir una tarjeta con el sello de Banamex, como se anuncia ostentosamente en la propaganda del aeropuerto, de los periódicos, del Internet y dentro del avión: Banamex es el banco de los viajeros, en estrecha connivencia con Telmex y Telcel.

Conforme se acerca el 2 de octubre, me vuelvo a preguntar la razón de que los dramaturgos se hayan preocupado tan poco por tratar la matanza de Tlatelolco y en general el movimiento estudiantil de 1968. Años atrás hice un recuento que publicó la revista Tramoya y me parece que desde entonces no ha surgido un texto acerca del tema, si exceptuamos la aberrante adaptación que hizo Fernando Bonilla de la obra del dramaturgo español David Desola, Siglo XX que estás en los cielos y que se ofrece con cierta frecuencia al público juvenil. Los y las jóvenes sin duda tienen como referencia esa versión, porque a nadie se le ha ocurrido escenificar para ellos textos como la conmovedora adaptación de una obra de teatro Noh, Conmemorantes, que escribiera Emilio Carballido y que se puede montar junto con la graciosa y también breve Únete pueblo del mismo autor. Esta simple sugerencia o cualquier otra, y a lo mejor ninguna, valgan en lugar de la versión de Bonilla.



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