9/29/2012
La CNTE lucha contra la Gordillo, también por una educación al servicio del pueblo
Pedro Echeverría V.
1. La profesora Esther Gordillo, cacique del Sindicato de maestros (SNTE) desde 1989, está muy enferma físicamente, aunque mucho más de poder. Pero la oposición sindical, la Coordinadora de los maestros (CNTE), fundada en 1979, no se hace ilusiones: a) porque sabe que “la mala yerba nunca muere” y b) porque el futuro gobierno del PRI, encabezado por el usurpador Enrique Peña Nieto, hace mucho que viene preparando a su sustituto. Esto demostrará que la batalla de la CNTE no es, ni debe ser nunca, contra personas (por más potentes que sean: como Fidel Velázquez que duró 60 en la CTM) sino contra las estructuras políticas capitalistas que con diversos personajes mantiene su dictadura.
2. Imaginen nada más: los profesores más conscientes de los problemas económicos, políticos y educativos del país vienen luchando, sufriendo represiones, despidos y cárcel desde que se fundó el Sindicato en 1943; después de 1956 a 1960 por apoyar el Othonismo; en los setenta contra la dictadura de Jonguitud Barrios y a partir de 1989 contra el “moderno charrismo” de Esther Gordillo. Los primeros maestros en lucha eran 2 mil, en los años 60 quizá 50 mil y hoy somos más de 300 mil en el país. Pero contrario a ello, el control o el corporativismo gubernamental sobre las dirigencias sindicales ha sido casi total: el gobierno no solo sometió al SNTE, también lo fueron los sindicatos de ferrocarrileros, petroleros, electricistas, mineros, burócratas.
3. Liberarse no es sencillo sino muy difícil cuando la familia, la televisión, la iglesia y la misma escuela han servido para aconsejar la sumisión, someterse al orden y a disciplinarse al servicio de los poderosos. A los indígenas, campesinos, obreros, ciudadanos, se les ha enseñado a obedecer, a respetar a la autoridad aunque ésta los explote, insulte, golpee y esclavice. ¿Cómo carajos entonces vamos a tener niños, jóvenes, obreros y profesionistas libres, analíticos y críticos? Si hay algo de lo que debemos liberarnos es de la cultura, la ideología y las costumbres que nos ha metido en el cerebro y los huesos la burguesía en el poder. Si no extirpamos de nuestra mente esta forma de dominación seguiremos siendo víctimas de dictadores.
4. La Gordillo ha dicho: “me pueden acusar de ladrona, de asesina, de cacique, pero nunca de ingenua, porque la ingenuidad es de los tontos, no de los hábiles”. Pero esa frase cabe muy bien en otros de su misma calaña: Salinas, Zedillo, De Cevallos, Calderón, Peña Nieto; es decir, cabe en todos los políticos y empresarios que han acumulado inmensas riquezas y poder explotando y oprimiendo a los trabajadores. La realidad es que los ingenuos hemos sido otros: quienes nos enfrentamos en condiciones de desigualdad a una poderosísima clase opresora pensando en que va a caer del poder con pequeños empujones: procesos electorales, manifestaciones, mítines, plantones o mentadas de madre. Nos hemos olvidado de acciones fuertes.
5. Basta ya de controladas luchas electorales, gremiales, salariales y de provincia que dividen a maestros, electricistas, estudiantes, mineros, IMSS, campesinos, aviación, burócratas. Cada sector con su respectiva demanda jodida que no se consigue por ridícula y cuando se logra al poco tiempo se vuelve a lo mismo: la misma miseria, la misma opresión, la misma lucha. Hay que sacar a la gente de la ignorancia y hacerla pensar en batallas globales contra toda la clase dominante que explota, manipula y oprime. Si lográramos unir las luchas de los trabajadores otra cosa sería. La Sección Novena de maestros del DF lleva varios años controlando el local y sirviendo a los maestros, pero la cuota seccional sigue en manos de la cacique Gordillo.
6. Si los profesores de la CNTE, que son 300 mil, expulsaran a los líderes traidores de los locales de las secciones sindicales y al mismo tiempo se adueñaran del edificio del SNTE nacional de la calle de Venezuela en el DF, el gobierno de Calderón (más tarde el de Peña Nieto) ordenaría al ejército y a la policía federal al desalojo, al encarcelamiento y al asesinato de maestros rebeldes; al mismo tiempo prohibiría el gobierno –como sucede en las secciones 9 del DF, 18 de Michoacán y 22 de Oaxaca que están en manos de la CNTE- que las cuotas sindicales sean entregadas al sindicalismo democrático. Cuando Gordillo muera –como murió Fidel Velázquez- algunas cosas podrán cambiar pero en lo esencial la educación seguirá igual de mal que el sindicalismo corrupto.
7. Esther Gordillo es funesta, pero igual son todos los líderes charros o espurios de la CTM, CROC, CROM, Congreso del Trabajo. Ella forma parte de una estructura de control corporativo que todos los gobiernos necesitan como sus brazos y piernas. Al morir la Gordillo –quien deja muchos familiares y herederos en el gobierno, el sindicato y en su partido- continuará la misma política sindical. Necesitamos ser radicales, es decir, ir a la raíz de los problemas; allí encontraremos que las personas, los discursos, los estilos de hacer política son diferentes, pero también los mismos. Convoquemos a las masas a luchar contra las ideologías de dominación, contra los sistemas de opresión, no para instalar un nuevo poder, sino para destruir toda explotación y opresión. (29/IX/12)
http://pedroecheverriav.wordpress.com
pedroe@cablered.net.m
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