Utopía
Eduardo Ibarra Aguirre
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitió, el pasado 1 de agosto, la recomendación 35/2012, dirigida a Alejandro Poiré en tanto que titular de la Secretaría de Gobernación, dependencia responsable de fijar los criterios para la asignación de la publicidad del "gobierno del presidente de la república", como reza el eslogan sexenal.
El organismo autónomo estableció que la revista Proceso fue castigada con la negativa de publicidad gubernamental –a cargo del presupuesto federal, es decir de los causantes–, por su línea editorial independiente y crítica respecto del gobierno de Felipe Calderón, con el objetivo de causarle daño económico.
El también llamado ombudsman –defensor del pueblo– pide a Gobernación que para el ejercicio fiscal de 2013 emita "lineamientos claros y criterios objetivos, imparciales y transparentes" para el otorgamiento de la publicidad oficial.
La queja del semanario, cofundado por Julio Scherer, fue interpuesta en abril de 2009 y tres años y cuatro meses después –cuando está en vías de concluir el mandato de Calderón Hinojosa en medio del escándalo y la crítica generalizada, incluso de sus compañeros panistas como Javier Corral quien lo denominó colérico–, la CNDH reconoce que el gobierno violó el derecho fundamental a la libertad de expresión amparado en la Constitución –y venerado en la retórica presidencial– e instrumentos internacionales reconocidos por el Estado mexicano.
Dice textualmente el órgano presidido por Raúl Plascencia Villanueva: "Del análisis lógico jurídico realizado al conjunto de evidencias que integran el expediente de queja CNDH/5/2009/1845/Q se advierte en el caso violación a los derechos humanos a la legalidad, a la seguridad jurídica, así como a la libertad de expresión e información en agravio de la revista" y de otros medios de los que la Comisión Nacional no se molesta siquiera en brindar sus nombres, cuando son del conocimiento público y están documentados.
De acuerdo con testimonios recabados y dados a conocer por Utopía, durante 2008-2010 llegaron a sumar 17 los diarios y las revistas objeto de la política de boicot publicitario de la Dirección de Comunicación Social de la Presidencia de la República, a cargo entonces del hoy diputado federal Maximiliano Cortázar.
Algunos medios fueron asfixiados económicamente hasta hacerlos desaparecer como sucedió con Monitor Radio, Diario Monitor y la revista Forum, cerrada en agosto de 2010 tras cumplir 19 años de vida y publicar 202 ediciones. En este caso presionaron incluso a anunciantes privados y durante dos años y tres meses la bloquearon publicitariamente con una inquina enfermiza. Cierto es que desde diciembre de 2011 la página electrónica de la revista ahora quincenal, con mayor número de lectores e incidencia periodística, empezó a contar desde diciembre pasado con anunciantes del gobierno federal, pero a cuentagotas. Lo importante es el tardío pero saludable cambio de actitud de algunos directores de comunicación social, como se autodenominan aunque sus funciones son de difusión y propaganda, pero los de las secretarías de Salud y de Educación Pública permanecen en la cerrazón convenenciera, igual que en el caso de Proceso como ilustra la recomendación de la CNDH.
El uso faccioso de la pauta publicitaria para apoyar lealtades hasta enriquecer a sus portadores de los oligopolios y castigar disidencias hasta extinguir a los medios críticos violenta, como en el caso de Proceso y "varias revistas", prácticamente todos los tratados y convenciones suscritos por el Estado mexicano y que contemplan a la libertad de expresión como eje articulador de otros derechos.
Acuse de recibo
"Haces un puntual recuento, aunque muy somero y es entendible, de los entramados de corrupción en el GDF y delegaciones políticas. En tiempos del PRI, la colectividad capitalina daba por hecho que se trataba de un gobierno de cínicos y corruptos que tenían su turno para enriquecerse. Pero desde 1997, la capital tiene gobiernos que llegan por el legítimo e impecable voto popular. Hay un misterio: los certeros señalamientos que haces, inclusive se quedan cortos. Mancera fue parte de ese gobierno. ¿Cómo fue que ganó de forma tan aplastante? Por otro lado, recuerdo un caso de corrupción en varios ángulos escandalosos: el secretario de Finanzas hizo 17 viajes documentados (seguro hubo otros no documentados) a Las Vegas, donde gastaba dólares como jeque petrolero y dejaba propinas de 25 mil dólares. Descubierto en un video filtrado por el propietario del jet que utilizaba para sus viajes, el jefe de Gobierno pidió a los reporteros que inquirían por la presencia del balconeado, 'denle el derecho de réplica' (siiic). Prometió que a la mañana siguiente el funcionario daría las 'explicaciones' del caso. El funcionario tuvo 24 horas para fugarse, porque, obviamente, no apareció al día siguiente. Eso, en derecho, se llama cubrir la fuga". El largo comentario es del periodista Gustavo Cortés Campa sobre Mancera y su primer deslinde (26-IX-12).
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