7/11/2013

En 12 años, México olvidó a sus adolescentes


NACIONAL
Se esfumaron acciones para proteger sus derechos reproductivos

CIMACFoto: César Martínez López

Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.- 

En los últimos 12 años en México los programas y políticas públicas para atender a la población adolescente fueron prácticamente inexistentes, por lo que las tasas de embarazos tempranos no sólo se estancaron, sino que aumentaron.

En ello coincidieron hoy especialistas y académicos durante la conferencia de prensa por el Día Mundial de la Población 2013, organizada por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

Considerando que el incremento en el número de embarazos en adolescentes tiene repercusiones no sólo a nivel individual para las mujeres que son madres a muy temprana edad, sino también para el resto de la sociedad pues derivan en un estancamiento y rezago educativo, económico y de desarrollo, este año el UNFPA centró la conmemoración del Día Mundial de la Población en el combate a esta problemática.

En el museo Memoria y Tolerancia, el doctor en Sociología e investigador del Centro de Estudios Sociológicos del Colegio de México (Colmex), Claudio Stern, consideró que en el país el fenómeno se ha incrementado ante la falta de una política de prevención adecuada, que visibilice las necesidades y características específicas de las y los jóvenes.

El académico también destacó que la población joven vive en medio de una “revolución sexual”, en la cual las relaciones sexuales entre adolescentes se han vuelto práctica común.

Sin embargo, explicó que por “corrientes conservadoras e ideologías patriarcales” aún no es aceptado que las y los jóvenes sean personas que ejercen su sexualidad, por lo que no se visibilizan sus necesidades en este ámbito y no se atienden.

Claudio Stern destacó que hay una serie de obstáculos que impiden la prevención de los embarazos tempranos, los cuales para 2011 –según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)– sumaron un total de 472 mil 987 madres menores de 19 años.

En primer lugar refirió que debido a la poca aceptación de la sexualidad en las y los adolescentes, generalmente no se les brinda orientación, información y atención para que tomen decisiones informadas y tengan elementos para prevenir situaciones de alto riesgo.

A lo que se suma, a decir del especialista, la poca educación integral que se brinda a las y los jóvenes en temas de sexualidad, así como la falta de coordinación del sistema educativo con el sistema de salud para que brinden orientación en derechos sexuales y reproductivos a la población juvenil.

Existe una marcada influencia de grupos católicos, religiosos o conservadores que permean las decisiones políticas, así como los programas y políticas públicas, y que impiden que se enfoque la atención en la sexualidad en adolescentes, situación que se ha incrementado en los dos últimos sexenios.

Stern recordó que actualmente las y los jóvenes difícilmente logran obtener métodos de anticoncepción y que les ayuden a prevenir  infecciones de transmisión sexual de forma gratuita, pues en las unidades del sector salud el otorgamiento de estas herramientas comúnmente se condiciona a la presencia de un adulto que los acompañe.

“Existe un estancamiento político para atender a los jóvenes”, pues en los dos últimos sexenios –encabezados por el Partido Acción Nacional (PAN)– los programas de salud en atención a la sexualidad no se especializaron en jóvenes como en los sexenios anteriores.

Por su parte, Cecilia García Ruiz, directora del Programa de Género de Espolea –organización especializada en derechos de la juventud–, puntualizó que a las y los jóvenes pocas veces se les visibiliza como sujetos de derechos, por lo que se les niega el acceso a sus Derechos Humanos (DH), incluidos los sexuales y reproductivos.

Al no visibilizar a la población adolescente no se visibilizan sus necesidades específicas, y por lo tanto no se atienden a pesar de que este rango de edad es actualmente la mayoría de la población, destacó.

De acuerdo con datos del Inegi, en México más de la mitad de la población es joven, toda vez que para el 2010 se tuvo registro de 29 millones 706 mil 560 personas de 15 a 29 años, la mayoría mujeres.

García Ruiz apuntó que a raíz de la reforma constitucional en materia de DH, México está obligado a garantizar y proteger el pleno acceso de las garantías humanitarias a toda la población, incluidas las personas menores de 19 años.

La activista urgió al Estado mexicano a crear un marco jurídico, normativo y político que permita la capacitación y sensibilización de funcionarias y funcionarios públicos en atención a la adolescencia, y sancione a quienes nieguen la atención y servicios a la población joven.

A su vez, el representante de UNFPA en México, Alfonso Sandoval Arriaga, agregó que además de los obstáculos para la prevención hay un subregistro de embarazos en adolescentes, ya que muchas veces las jóvenes al saber su condición ocultan su embarazo o lo interrumpen, y estos casos no forman parte de las cifras oficiales, pues comúnmente se toman en cuenta los registros de los hijos nacidos vivos.

Sumado a ello –dijo– existen problemas asociados al embarazo, como la violencia y las complicaciones de salud, entre otros, que tampoco son visibilizados.
 

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