Ocupación temporal de tierras es un despojo: El Barzón

Organizaciones campesinas buscan cambiar el contenido de las leyes secundarias de la reforma energética, específicamente la figura de ocupación temporal; por ello salieron a marchar el miércoles, se reunieron con la Secretaría de Gobernación y, la próxima semana, tendrán un encuentro con la Secretaría de Energía y la Presidencia de la República.

Redacción AN

Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente nacional de El Barzón, consideró que la ocupación temporal de tierras, figura establecida en las leyes energéticas, serán un “despojo”, por lo que busca revertirlo a través de negociaciones con la Secretaría de Gobernación, la Secretaría de Energía y Presidencia.
En entrevista para Noticias MVS primera emisión, habló sobre la marcha de campesinos ocurrida el miércoles en la Ciudad de México, donde apuntó que participaron unas 30 mil personas, y señaló que es una de las primeras acciones para manifestar su rechazo al contenido de las leyes energéticas.
Estimó que la marcha tuvo un efecto positivo, pues tras ella, el coordinador de los diputados del PRI, Manlio Fabio Beltrones, se comprometió a revisar y corregir lo que sea necesario en las leyes ya avaladas en el Senado, específicamente en el tema de la ocupación temporal.
“Todavía hay condiciones para evitar un despojo“, mencionó.
Adelantó que el lunes las diferentes organizaciones campesinas se reunirán con la el secretaria de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, y el consejero jurídico de la Presidencia, Humberto Castillejos.
Aseveró que las leyes secundarias de la reforma energética les afectan, en primer lugar porque “no hay certeza” en la ocupación temporal; refirió que las tomas de tierras “son a perpetuidad, plazos que se vencen hasta que hayan agotado recursos del subsuelo”.
Apuntó que con la ocupación, habrá destrucción de flora y fauna, así como agotamiento de acuíferos, entre otros problemas.
En otro punto que les preocupa de las leyes, explicó que sigue estando “demasiado abierta” la puerta del retiro de los subsidios a la energía, con lo que 28 millones de gente pobre y clase media asumirán consecuencias de tarifas sumamente altas.
Otra de sus demandas es la reorganización total del presupuesto para el campo, “que nos pongamos de acuerdo para que en 2018 tengamos producción nacional que nos permita abastecer el 80 por ciento del consumo”.