El monto de la deuda total que tendría el gobierno mexicano
al
absorber el pasivo laboral de Pemex y CFE sería de ocho billones 164
mil millones de pesos; analistas advirtieron que esta medida podría
afectar las calificaciones crediticias del país.
Tlaloc Puga/Sergio Meana/Zenyazen Flores
CIUDAD DE MÉXICO.- Al absorber el pasivo laboral de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE),
la deuda pública bruta de nuestro país pasaría de 39.7, a 49.6 por
ciento del Producto Interno Bruto (PIB), considerado al primer
trimestre de este año, de acuerdo con estimaciones elaborados por EL FINANCIERO.
Cabe recordar que el monto del pasivo va creciendo cada trimestre.
De acuerdo con datos públicos, el monto de la deuda total que tendría el gobierno mexicano sería de ocho billones 164 mil millones de pesos, considerando los 1.1 billones de pesos del pasivo laboral de Pemex, así como los 507 mil millones de pesos de la CFE.
De acuerdo con Luis Adrián Muñiz, subdirector de análisis económico en Vector Casa de Bolsa, un nivel de endeudamiento como el que se propuso en la Cámara de Diputados, pondría en riesgo que otras calificadoras, aparte de Moody´s, eleven a “A” la calificación crediticia de nuestro país.
Cabe recordar que el monto del pasivo va creciendo cada trimestre.
De acuerdo con datos públicos, el monto de la deuda total que tendría el gobierno mexicano sería de ocho billones 164 mil millones de pesos, considerando los 1.1 billones de pesos del pasivo laboral de Pemex, así como los 507 mil millones de pesos de la CFE.
De acuerdo con Luis Adrián Muñiz, subdirector de análisis económico en Vector Casa de Bolsa, un nivel de endeudamiento como el que se propuso en la Cámara de Diputados, pondría en riesgo que otras calificadoras, aparte de Moody´s, eleven a “A” la calificación crediticia de nuestro país.
Perú, país latinoamericano con una calificación de “A3” por parte de Moody´s, la misma que México, posee una deuda bruta como porcentaje de su PIB de 19 por ciento, de acuerdo con el FMI. Esta cifra representa menos de la mitad de lo que México actualmente ostenta.
VIABLE NEGOCIACIÓN
Una negociación con el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) en la que los nuevos empleados de la paraestatal tengan condiciones distintas que impidan que se disparen los costos por pensiones es la única salida viable para que el Gobierno Federal no pague todo lo que se debe a trabajadores jubilados con dinero de los mexicanos, aseguró Fortunato Álvarez, consejero profesional independiente de Pemex.
“El sindicato debe entender que no hay otra manera de resolver el problema que ya se hizo muy grande porque tampoco es justo que se pague íntegramente por parte del Gobierno Federal porque se tiene que pagar del ingreso federal, de los impuestos que pagamos todos los mexicanos”, dijo Álvarez.
ASUNTO DEL SINDICATO
El Gobierno no asumiría la totalidad de la deuda, sino la tercera parte de los pasivos laborales a largo plazo, señaló Juan Bueno Torio, diputado del Partido Acción Nacional. “No se paga todo el pasivo laboral, es solo una tercera parte lo que pagaría el Gobierno Federal”, indicó.
Al ser cuestionado sobre la viabilidad de que el STPRM aceptara dichas condiciones contestó que ya no es problema de los diputados.
“Esa es bronca de Pemex y del Sindicato. Nosotros propusimos este esquema”, afirmó el diputado.
CONFIANZA LIMITADA
Alejandra León, analista de IHS-CERA, explicó que hasta hoy las inversiones e instituciones financieras confían en Pemex porque hay un respaldo gubernamental, lo que podría cambiar con la reforma energética, pues se propone darle autonomía.
“Lo normal no es que esta deuda se transfiera al Estado, es una deuda adquirida por Pemex y tiene que respaldarla, pero efectivamente el pasivo es un riesgo para las evaluaciones financieras cuando quiere salir al mercado o buscar socios o financiamiento, hay indicadores de apalancamiento que no serían muy positivos por este pasivo laboral”, apuntó León.
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