La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer
se reunió por primera vez en Lake Success, Nueva York, en febrero de
1947, poco después de la creación de las Naciones Unidas. En aquel
momento, los 15 representantes gubernamentales que formaban la Comisión
eran mujeres. Desde su nacimiento, la Comisión contó con el apoyo de
una dependencia de las Naciones Unidas que más tarde se convertiría en
la División para el Adelanto de la Mujer, dependiente de la Secretaría
de las Naciones Unidas. La Comisión de la Condición Jurídica y Social
de la Mujer forjó una estrecha relación con las organizaciones no
gubernamentales; aquellas reconocidas como entidades consultivas por el
Consejo Económico y Social eran invitadas a participar en las sesiones
de la Comisión en calidad de observadoras.
Entre 1947 y 1962, la Comisión se centró en establecer normas y
formular convenciones internacionales que cambiaran las leyes
discriminatorias y aumentaran la sensibilización mundial sobre las
cuestiones de la mujer. En sus aportaciones a la redacción de la Declaración Universal de Derechos Humanos,
la Comisión defendió con éxito la necesidad de suprimir las referencias
a “los hombres” como sinónimo de la humanidad, y logró incorporar un
lenguaje nuevo y más inclusivo.
Dado que la codificación de los derechos jurídicos de las mujeres
debe apoyarse en datos y análisis, la Comisión inició una evaluación de
la condición jurídica y social de la mujer a escala mundial. Se llevó a
cabo amplias investigaciones gracias a las cuales se obtuvo un
detallado panorama país por país de la situación política y jurídica de
las mujeres, que con el tiempo serviría de base para la redacción de
los instrumentos de derechos humanos.
La Comisión elaboró las primeras convenciones internacionales sobre los derechos de la mujer, como la Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer
de 1953, que fue el primer instrumento de derecho internacional en
reconocer y proteger los derechos políticos de las mujeres; también fue
la responsable de redactar los primeros acuerdos internacionales sobre
los derechos de la mujer en el matrimonio, a saber, la Convención sobre la Nacionalidad de la Mujer Casada de 1957 y la Convención sobre el consentimiento para el matrimonio, la edad mínima para contraer matrimonio y el registro de los matrimonios de 1962. Además, contribuyó al trabajo de las oficinas de las Naciones Unidas, como el Convenio
relativo a la igualdad de remuneración entre la mano de obra masculina
y la mano de obra femenina por un trabajo de igual valor de la Organización Internacional del Trabajo (1951), que consagró el principio de igual salario por trabajo igual.
En 1963, los esfuerzos para consolidar las normas relativas a los
derechos de la mujer condujeron a la Asamblea General de las Naciones
Unidas a solicitar a la Comisión que elaborara una Declaración sobre la
eliminación de la discriminación contra la mujer, que la Asamblea
aprobó en última instancia en 1967. A dicha declaración siguió en 1979
la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW), un instrumento jurídicamente vinculante cuya redacción también corrió a cargo de la Comisión. En 1999, el Protocolo Facultativo de la Convención introdujo el derecho de presentar una demanda para las mujeres víctimas de discriminación.
A medida que en el decenio de 1960
comenzaban a acumularse las pruebas que demostraban que las mujeres se
veían desproporcionadamente afectadas por la pobreza, la Comisión
concentró su trabajo en las necesidades de las mujeres en las esferas
del desarrollo comunitario y rural, el trabajo agrícola, la
planificación familiar y los avances científicos y tecnológicos. La
Comisión alentó al sistema de las Naciones Unidas a ampliar su
asistencia técnica para acelerar el progreso de la mujer, especialmente
en los países en desarrollo.
En 1972, coincidiendo con el 25º aniversario de su creación, la
Comisión recomendó que 1975 fuera declarado Año Internacional de la
Mujer, una idea que contó con la adhesión de la Asamblea General y cuyo
objetivo era llamar la atención sobre la igualdad entre mujeres y
hombres y sobre la contribución de aquellas al desarrollo y la paz.
Aquel año estuvo marcado por la celebración de la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer
en Ciudad de México, a la que siguió en el periodo 1976-1985 el Decenio
de las Naciones Unidas para la Mujer: Igualdad, Desarrollo y Paz.
Posteriormente se celebraron más conferencias mundiales en Copenhague (1980) y Nairobi
(1985). También se crearon nuevas oficinas de las Naciones Unidas
dedicadas a las mujeres, en particular el Fondo de Desarrollo de las
Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM) y el Instituto Internacional de
Investigaciones y Capacitación para la Promoción de la Mujer (INSTRAW).
En 1987, en el marco del seguimiento de la Tercera Conferencia
Mundial sobre la Mujer celebrada en Nairobi, la Comisión asumió el
liderazgo de las labores de coordinación y promoción del trabajo del
sistema de las Naciones Unidas en los asuntos económicos y sociales
para el empoderamiento de la mujer. Sus esfuerzos consiguieron elevar
las cuestiones de género a la categoría de temas transversales, dejando
de ser asuntos independientes. En ese mismo periodo, la Comisión
contribuyó a que, por primera vez, el problema de la violencia contra
las mujeres figurara en primer plano de los debates internacionales.
Esos esfuerzos cristalizaron en la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer,
aprobada por la Asamblea General el 20 de diciembre de 1993. En 1994,
la Comisión de Derechos Humanos nombró una Relatora especial sobre la
violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias, con el mandato
de investigar e informar sobre todos los aspectos de la violencia
contra las mujeres.
La Comisión sirvió como órgano preparatorio para la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de 1995, en la que se aprobó la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing.
Tras la Conferencia, la Asamblea General dio a la Comisión el mandato
de desempeñar un papel central en la supervisión de la aplicación de la
Declaración y Plataforma de Acción de Beijing y de asesorar al Consejo
Económico y Social en consecuencia. Como pedía la Plataforma de Acción,
se creó una nueva oficina de las Naciones Unidas para la promoción de
la igualdad de género: la Oficina del Asesor Especial en Cuestiones de
Género y Adelanto de la Mujer.
En 2011, las cuatro secciones del sistema de
las Naciones Unidas que se mencionan en esta página —la División para
el Adelanto de la Mujer, el Instituto Internacional de Investigaciones
y Capacitación para la Promoción de la Mujer, la Oficina del Asesor
Especial en Cuestiones de Género y Adelanto de la Mujer y el Fondo de
Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer— se fusionaron,
convirtiéndose en ONU Mujeres, que hoy es la Secretaría de la Comisión
de la Condición Jurídica y Social de la Mujer.
(Puede consultar una versión más detallada de la historia de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer aquí).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario