Por
El
inusitado despliegue que el gobierno federal realizó en Zamora,
Michoacán, por el caso del albergue de La Gran Familia y la detención
de su fundadora Rosa del Carmen Verduzco, fue de tal magnitud, con el
envío de tropas el Ejército y de la Policía Federal, que es difícil
creer que todo se debió a las denuncias por los abusos que se cometían
en ese lugar contra los niños y algunos adultos internos. Tal cantidad
de militares, agentes federales y unidades artilladas de las dos
instituciones, solamente se habían movilizado en Michoacán durante la
etapa más intensa del fuego cruzado entre Los Caballeros Templarios y
los grupos de autodefensa, hace cinco meses.
Tan sólo el sábado, en la carretera de México a Morelia se pudo
observar el traslado a territorio michoacano de al menos 50 camiones
artillados del Ejército mexicano con sus respectivas tropas, mientras
que los traslados hacia Toluca de los niños del albergue tomado, en
camiones del DIF, eran fuertemente custodiados por hasta seis
camionetas de la Policía Federal con cinco o seis agentes cada una
armados con armas largas. ¿Cuál es la verdadera razón de tanto
despliegue de fuerza? ¿Alguien podía intentar atacar a esos niños?
¿había algo más que Mamá Rosa y sus colaboradores abusivos en
el albergue que ameritara tantas tropas federales y militares para
detener a una anciana de 80 años que además ya dejaron libre y sin
cargos por parte de la PGR?
En todo este escándalo mediático, en el que fue evidente un
despliegue de fuerza y todo un montaje propagandístico desde el
gobierno de la República, apoyado por medios de comunicación
incondicionales que repitieron sin cuestionar la versión oficial de los
horrores de Mamá Rosa y la dramática historia de los niños
abusados, hay varias cosas que no cuadran con la información oficial de
que sólo actuaron para defender a los niños y detener los abusos que,
según algunos testimonios, no eran recientes y llevaban años ocurriendo.
¿Qué fue lo que realmente motivó que la PGR, con su titular, Jesús
Murillo Karam, hicieran de éste un caso donde se mostró toda la fuerza
del Estado? ¿Por qué después de que el Ejército y la Policía Federal
toman por asalto el albergue y detienen a Mamá Rosa y a
varios colaboradores, aparecen en escena el secretario de Gobernación,
Miguel Osorio, y el comisionado Alfredo Castillo? ¿Era el de los niños
abusados y en condiciones infrahumanas -según la versión oficial- un
caso social o uno de seguridad que ameritara la presencia de tales
autoridades en el lugar de los hechos?
Todas esas dudas, aunadas a la defensa que emprendieron destacados intelectuales, políticos y personalidades de Mamá Rosa
contra el linchamiento que promovió la información oficial, hacen
pensar que detrás de este asunto hubo otras motivaciones en la
actuación de la administración Peña Nieto, sin menoscabo de la
importancia que tiene el tema de la protección de los menores y los
abusos que se documenten se cometieron en el lugar.
Una versión que circula en los corrillos políticos afirma que el albergue de Mamá Rosa
pudo haber establecido algún tipo de vínculo con personajes que están
en la mira del gobierno federal en Michoacán. Esa versión dice que el
despliegue del Ejército y la Policía Federal con armamento de alto
poder tuvo que ver con la información de que en ese lugar pudo haberse
ocultado el líder de los Caballeros Templarios, actualmente prófugo,
Servando Gómez La Tuta, el único capo de esa organización que no ha podido atrapar el gobierno de Peña Nieto en su Operativo de rescate de Michoacán.
En todo caso, lo que está claro es que el gobierno utilizó el tema
de los abusos contra los niños, denunciados desde hace décadas al igual
que los despojos legales de los padres que le entregaban a sus hijos a
la directora del albergue, como un excelente pretexto para lanzar un
operativo que buscaba realmente otro objetivo. Las dramáticas
condiciones en que vivían los menores y los testimonios de abusos
pueden ser reales, pero ni eran nuevos ni aparentemente desconocidos
para las autoridades. ¿O Cómo explicar que la Sedesol, aún en esta
administración de Peña Nieto, le haya entregado 160 mil pesos al
albergue en 2013?
Hoy que Mamá Rosa ha sido liberada y que la PGR decidió no
formularle cargos, luego de que los niños rescatados han sido en su
mayoría reubicados o reintegrados a sus familias (las mismas que los
habían internado ahí) la pregunta es qué se buscaba realmente con ese
operativo y con el nivel de fuerza empleado en Zamora. Porque por más
que quienes conocen describan a Rosa del Carmen Verduzco como “una
mujer entrona, directa y mal hablada”, difícilmente se necesitaban
tantos soldados y policías federales armados para detenerla y allanar
su albergue. ¿Qué hizo o dijo esta anciana, acostumbrada a la
protección oficial, que desató la furia del gobierno federal más allá
de sus polémicos métodos para reformar a niños abandonados y pobres que
ya habían sido denunciados desde hace varias décadas?
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